
¿Qué es la filosofía moderna?
La filosofía moderna es la corriente desarrollada en la Edad Moderna, y representó un cambio donde la religión dejó de ser el centro de la vida de los individuos. El ser humano se interesó más por los temas naturales, lo que implicó el desplazamiento de las ideas y creencias que había impuesto la Iglesia.
La filosofía moderna planteó que los seres humanos eran sujetos racionales capaces de desarrollar sus conocimientos y establecer sus propias opiniones sobre la realidad que los rodeaba. Fue un aspecto de gran relevancia, ya que anteriormente se consideraba que la verdad solo la poseían los reyes y la institución eclesiástica, quienes tenían una relación directa con Dios.
Una de las preguntas que generó cierto rechazo hacia la ideología que dominaba en la época fue por qué Dios se comunicaría solo con los reyes o sacerdotes y no con todos los seres humanos por igual. Esta pregunta representó el comienzo del razonamiento científico, motivo por el que se buscó realizar un análisis desde cero.
Sin embargo, en este período no se cuestionó la existencia de Dios, solo se repudió el rol que ejercían la Iglesia y el Estado (gobernado por una monarquía) para beneficiarse. La relevancia de la filosofía moderna radicó en señalar al ser humano como un ente capaz de renovar el mundo mediante su visión subjetiva.
Historia de la filosofía moderna
La filosofía se puede definir como una doctrina que tiene por objeto de estudio la búsqueda de una posible veracidad de los sucesos e ideas que giran en torno al individuo. La filosofía moderna se identifica con la diversidad de argumentos que nacen de una única verdad.
El pensamiento moderno no se desplegó de un instante a otro, sino a través de diversos movimientos que se desarrollaron a lo largo de la historia. Entre estos movimientos fueron fundamentales la escolástica, que tuvo su auge desde el siglo XI hasta el XV, y las primeras manifestaciones renacentistas, alrededor de los siglos XV y XVI.
La influencia de la escolástica —específicamente de dos de sus disciplinas: nominalismo y voluntarismo— fue esencial para entender la vinculación que hubo entre la fe y la razón. En cambio, con el pensamiento renacentista se forjó un nuevo modo de orientar la reflexión y el juicio humano. De ahí proceden las primeras expresiones de la filosofía moderna.
Esas manifestaciones se caracterizaron porque se quería demostrar la relación causal que había entre acciones y decisiones. Por tanto, fue necesario despojar los pensamientos de los prejuicios que transmitió el conocimiento medieval.
Antecedentes
A partir del siglo XV, en el continente europeo se reflejó un nuevo estilo de vida impulsado por la idea de libertad. Una libertad que no tenía un propósito material, sino mental, pues se perseguía el conocimiento y la verdad. Así, surgió una pluralidad de planteamientos, que generaron la ruptura de la unidad imperante en la Edad Media.
Esta ruptura estuvo señalada principalmente en la separación del dogma y la razón, pues se rechazaban las hipótesis centradas en la fe porque no tenían bases lógicas ni evidencias físicas. Ese cambio tuvo por objeto la sistematización del razonamiento.
A la vez, esta técnica de estudio ocasionó que la obra Suma teológica (1265) de santo Tomás de Aquino no se volviese a revisar como texto poseedor de todas las respuestas a las preguntas de los aprendices.
Renacimiento (siglos XIV-XIX)
El pensamiento moderno se forjó también mediante la organización estatal, ya que se formaron los primeros Estados, que proyectaron una estrecha unión social, política y económica. Asimismo, en Francia, España y Alemania se configuraron las nacionalidades.
Esas nacionalidades se identificaron con el absolutismo, motivo por el que tiempo más tarde comenzaron las luchas para conquistar la libertad. Tales luchas fueron una fuente para el desarrollo de los planteamientos filosóficos que, al final, condujeron el crecimiento de los ideales revolucionarios.
En esta época también se incrementó el comercio. Los comerciantes obtuvieron más influencia y poder porque transportaban mercancías que no se encontraban en algunos países: había pequeñas regiones que tenían más recursos que las antiguas naciones. Por tal razón, el descubrimiento del Nuevo Mundo tuvo un rol primordial.
Otro hecho elemental fue la invención de la imprenta por Johannes Gutenberg (1400-1468), que posibilitó la difusión de la cultura y el progreso intelectual de las elites universitarias. Todas las manifestaciones mencionadas tuvieron un papel crucial porque fueron partícipes e instrumentos para la evolución de la filosofía moderna.
Características de la filosofía moderna
- La filosofía moderna se caracterizó porque sus representantes orientaron sus ideas y estudios en tres áreas: la naturaleza física (o el mundo), Dios y el ser humano. Estos últimos no se comprendían como objetos reales, sino como imágenes de la razón.
- A la figura del humano se le otorgó un carácter preponderante, el cual originó el desplazamiento de una creencia teocéntrica medieval a una antropocéntrica. Surgió de esta forma el individualismo.
- Hubo un gran énfasis en el uso de la razón como herramienta principal para la adquisición de conocimiento y la comprensión del mundo. Filósofos como René Descartes señalaron la importancia de la duda metódica y la búsqueda de certezas a través del razonamiento lógico.
- Junto con el racionalismo, el empirismo fue otro enfoque característico de la Edad Moderna. Los filósofos empiristas, como John Locke y David Hume, argumentaban que el conocimiento se deriva principalmente de la experiencia sensorial y la observación directa del mundo. Sostenían que la mente es una “tabula rasa” en el nacimiento y que nuestras ideas se construyen a partir de la experiencia.
- Hubo un cambio gradual hacia una visión más secular del mundo, separando la esfera de la religión de la esfera de la política y el conocimiento. La Ilustración desafió la autoridad de la iglesia y defendió el pensamiento crítico y la autonomía intelectual.
- Por otra parte, fue necesario constituir un método para los planteamientos, que sirviera de herramienta para descifrar la estructura del pensamiento y la realidad.
Etapas de la filosofía moderna
Racionalismo
Bajo la designación de racionalismo surgió una teoría epistemológica cuyo principio era el conocimiento. Esa teoría se refería solo al conocimiento que se desarrollaba mentalmente y no a través de los sentidos, pues este último era de inferior categoría. Entre sus filósofos destacó René Descartes.
Empirismo
Para el empirismo lo relevante era la experiencia —sensible o fáctica— para obtener el verdadero conocimiento. En el empirismo se consideró que la certeza se encontraba cuando el entendimiento se limitaba a las impresiones. Uno de los representantes más importantes fue Thomas Hobbes.
Idealismo
El idealismo manifestaba que las ideas eran el principio del conocer y del ser. Se enfrentó al materialismo porque, según su teoría, los objetos no podían existir si no eran imaginados por una mente que estuviese consciente de su tangibilidad. Entre sus precursores en la modernidad estuvo Immanuel Kant.
Principales representantes de la filosofía moderna
Racionalismo: René Descartes (Francia, 1596-1650)

En una época de transformaciones científicas y nuevas leyes físicas, René Descartes optó por dudar tanto de Dios como de la sociedad con el objetivo de recrear la realidad a través de sus conocimientos, pues era lo único que aseguraba un verdadero entendimiento. De ahí surgió su norma conocida como duda metódica.
Al crear ese método, el filósofo explicó que solo se podía conocer si se pensaba, y pensar significaba existir, pero esta existencia no era física sino racional.
La base del racionalismo era un sujeto pensante. Por ello, Descartes enfatizaba el mundo de las ideas, que podían ser exteriores, imaginarias e innatas, pero que buscaron construir el saber.
Empirismo: Thomas Hobbes (Inglaterra, 1588-1679)

Thomas Hobbes estuvo gran parte de su vida rodeado de familias nobles, razón por la cual aprendió a desenvolverse en las cortes. Elaboró una filosofía sobre las ideas políticas a través de la que rechazó que la democracia fuese un sistema ineficaz. También fue el principal teórico del absolutismo.
Hobbes estableció que solo había una realidad sustancial y esa era el cuerpo, ya que se podía observar como un recipiente que absorbía lo sensible, lo experimental, lo divisible y lo compuesto. El cuerpo era el motor del conocimiento.
La importancia de su pensamiento radicó en que expuso que la mayor cualidad humana era el egoísmo, pues siempre buscaba poder y placer. Instauró una especie de materialismo al sostener que lo ontológico se reducía ante lo corpóreo.
Idealismo: Immanuel Kant (Alemania, 1724-1804)

Immanuel Kant tuvo el objetivo de forjar una teoría que explicara el valor de la ética, la estética y la metafísica. A pesar de que enfocó la mayoría de sus estudios en la ciencia, escribió un tratado en el cual intentó exponer que todos los elementos del mundo eran complementarios.
En su juicio, asomaba la idea de que la naturaleza del conocimiento era ser una síntesis. Es decir, el fundamento de toda investigación era el sujeto con su intelecto, lógica y sensibilidad.
Referencias
- Lamana, E.P. Historia de la filosofía moderna: De Descartes a Kant. Recuperado de atmb.mil.ve.
- Papp, D. The century of enlightenment. Recuperado de books.org.
- Severino, E. La filosofía moderna. Recuperado de documentos.ariel.es.
- Toro, M. Historia de la filosofía moderna. Recuperado de compilacionesmodernas.com.
- Villacañas, J. La quiebra de la razón ilustrada: idealismo y romanticismo. Editorial Cincel. España.