Una mujer, según una denuncia que publica hoy en su edición digital el diario El País de Madrid, fue acosada por Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre).
(Puede leer: 'Gobierno no tiene previsto aumentar edad de pensión': Mauricio Lizcano)
Sobre estos señalamientos, Lizcano publicó un comunicado en el que responde que esas acusaciones son falsas. En el texto escribió: "Invito a la mujer que informó de esta supuesta situación que lo haga a las autoridades judiciales, para que en un entorno seguro se reconozca mi correcto comportamiento y pueda defender mi derecho al honor".
En respuesta a la falsa acusación hecha en una columna de El País: pic.twitter.com/STjyioOmDB
— Mauricio Lizcano (@MauricioLizcano) January 26, 2023
Según el artículo, la mujer que cuenta esta historia tiene 28 años, un bebé, una vida nueva y un pasado que no le gusta recordar. El de una tarde de 2016 en la que el entonces senador Mauricio Lizcano se pasó de la raya con ella, según cuenta. La carrera de Lizcano siguió en ascenso y hoy es el secretario general de la presidencia de Gustavo Petro.
(Le podría interesar: Roy Barreras denunció penalmente a Miguel Polo Polo).
El presidente Gustavo Petro, en las últimas horas, publicó en su cuenta de Twitter un trino de la periodista Marcela Ulloa en el cual la comunicadora dice que trabajó con Lizcano como su jefe de prensa en la Presidencia del Senado y "jamás vi que tuviera licor en su despacho y mucho menos que hiciera insinuaciones o acosara sexualmente a las mujeres como condición para trabajar con él", dijo.
"Es falso", añadió.
Trabajé con @MauricioLizcano como su jefe de prensa en la presidencia del Senado, lo acompañé de manera permanente, jamás ví que tuviera licor en su despacho y mucho menos que hiciera insinuaciones o acosara sexualmente a las mujeres como condición para trabajar con él. Es falso
— Marcela Ulloa (@Marcelaulloa7) January 26, 2023
El medio español, en su edición colombiana, cuenta que, consultado sobre esta acusación, el político la niega tajantemente.
De acuerdo con este medio, era una joven recién graduada de la universidad, de 21 años, que llegaba a la capital de Colombia buscando oportunidades. Su anhelo era entrar al Congreso de la República, ser parte de la Unidad de Trabajo Legislativo de un político influyente, conocer los hilos del poder.
(Le podría interesar: Presidente Petro y comisionado de la ONU: en diálogo por los derechos humanos).
Inicialmente, tuvo la posibilidad de trabajar en el Ministerio de Justicia, rememora. Había enviado su hoja de vida a través de un conocido que intentó ayudarla, pero el trabajo no salió. Entonces, siempre según su relato, le contaron que en la oficina del senador Lizcano estaban buscando a alguien. Envió la hoja de vida y la llamaron para una entrevista.
Cuenta que Lizcano, así como había pasado del saludo a los whiskies, saltó de los whiskies a frases tipo “cómo es de joven y de bonita”, que a ella la incomodaron.
"Ese día llegó al Capitolio lo más temprano posible y pasó las que describe como horas eternas hasta que el senador se desocupó. Nerviosa, inexperta e ilusionada, lo esperó ansiosa. Cuando llegó recuerda que le dijo: “Mucho gusto, gracias por la oportunidad' ".
Narra que lo primero que le llamó la atención fue que el senador le ofreciera whisky. Sacó una botella, se sirvió un trago y le sirvió uno a ella también. ¿Alcohol para una entrevista de trabajo? Le pareció extraño. Se negó, relata, y se limitó a contestar las preguntas que le hizo el senador.
Según su testimonio, en un momento el ambiente se puso turbio. El entonces senador se le acercó más de lo deseado. La conversación se tornó “maluca”, dice ella. Cuenta que Lizcano, así como había pasado del saludo a los whiskies, saltó de los whiskies a frases tipo “cómo es de joven y de bonita”, que a ella la incomodaron.
(En otras noticias: El fuego amigo se volvió común en el Pacto Histórico)

Mauricio Lizcano es ahora el director del Departamento Administrativo de Presidencia.
Cortesía Presidencia de la República
En un momento se le acercó e intentó besarla. Agarrarla. Relata que se escabulló como pudo y llegaron a un desagradable forcejeo en el que él, más grueso que ella, tenía todo el poder. Ella se negó: “No, no, por favor”. Según el relato de ella, lo intentó alejar con todas sus fuerzas y, entonces, él soltó la frase que ella no olvida: “si quiere el trabajo, esta es la manera”.
La publicación de El País se da en momentos en el que en Colombia está sobre la mesa aún la renuncia del escritor y profesor Víctor de Currea-Lugo como embajador en Emiratos Árabes Unidos.
(En contexto: Víctor de Currea Lugo: 'Lo mejor que puedo hacer es dar un paso al costado')
Tras el anuncio del catedrático de ser designado en esa embajada, trascendieron varios testimonios –entre estos, algunos de mujeres menores de edad– que lo señalaron de acoso sexual.
Entonces, el profesor desistió de su nombramiento. “Gracias al presidente Gustavo Petro por designarme como embajador. No quiero, de ninguna manera, ser un palo en la rueda para el país, ni una excusa para la oposición. Declino a su invitación, sin que ello implique aceptación de culpabilidad”, dijo él y agregó: “La lucha contra la inquisición sigue”.
(Lea: Es un hecho: Sergio Fajardo y Jorge Robledo anunciaron la creación de su partido).
En ese momento hubo varias voces que se opusieron a la designación. “Para algunas personas del Pacto las denuncias públicas solo aplican si son contra hombres de otros partidos. Solo son válidas si le sirven a Bolívar para lanzar su candidatura. Pero si son sobre gente del Gobierno o sus copartidarios, ahí son persecución y chisme”, señaló en su momento Jennifer Pedraza, en su momento líder estudiantil, políticamente de izquierda y ahora congresista.
POLÍTICA