El guerrero de los Altaii, la primera novela de Robert Jordan

El guerrero de los Altaii, la primera novela de Robert Jordan

Soy Wulfgar, señor de las Dos Colas de Caballo, guerrero del pueblo altaii. 

Venid y os contaré la historia de Lanta, la Ciudad de las Doce Puertas, la Inexpugnable, la Perla del Llano.

Y de los Tronos Gemelos de Lanta, y de las reinas gemelas que se sentaron en ellos. 

Y de los morassa, y de Brecon e Ivo, que los llevaron a la guerra. 

Y de los Encumbrados, y de los poderes que actuaron en el Llano durante el Año del Lagarto de Piedra. 

Venid a mí, y escuchad.

Más de diez años después de su muerte, y más de cinco después de la publicación de Un recuerdo de luz, una novela de Robert Jordan con esta sinopsis llegó a la librería. 

El guerrero de los Altaii fue la primera novela de fantasía que escribió Robert Jordan. Y la última en ser impresa. Es una novela independiente, pero que podría no haberlo sido. Una novela que encontró editorial varias veces, pero que nunca llegó a ser publicada. Y que, sin embargo, abrió numerosas puertas a su creador en el mundo literario. 

Este artículo, se basa en el episodio de Un chasquido en el bolsillo que retransmitimos sobre el libro en el Twitch de Pórtico. Un capítulo que, lamentablemente, no consiguieron descargar y subir a su canal de Youtube, donde sí que puedes escuchar en diferido el resto de episodios del podcast.

Allí (y aquí) hablamos sobre el libro, sobre su autor y también de cómo, pese a no formar parte del mundo de La Rueda del Tiempo, se puede ver en ella muchas ideas que posteriormente pasarían a formar parte de esta saga de fantasía. 

Ficha técnica de El guerrero de los Altaii:

  • Título del libro: El guerrero de los Altaii
  • Autor(a): Robert Jordan
  • ISBN: 978-8445008225
  • Número de páginas: 256 páginas
  • Fecha de publicación: 2019
  • Disponible en Amazon en tapa blanda y formato digital.
Portada de El guerrero de los altaii

Una novela de espada y brujería apresurada, que quiere contar mucho y muy rápido

Uno de los principales problemas de El guerrero de los Altaii, y es curioso que se diga de una novela de Robert Jordan, es que da la sensación de que el autor se precipita. Quiere contar mucho, y quiere contarlo rápido, para que la historia completa entre en un libro que no supera las cuatrocientas páginas. 

La novela empieza bien: Wulfgar está cabalgando junto a varios jinetes altaii, se encuentra con un hermanos de armas y ambos se dirigen a la ciudad de Lanta. Por el camino hablan de pozos secos, de movimientos extraños en el Llano, y de cómo la vida en aquella árida tierra es cada vez más complicada. 

Al llegar a Lanta, no tardarán en darse cuenta de que algo va mal. Se les falta al respeto, se les trata con desprecio y, al llegar frente a las reinas de la ciudad, verán que ambas están aliadas con los enemigos de los Altaii. Wulfgar, en este momento, actúa con orgullo y bravuconería, afirmando que va a conquistar la ciudad y a tomar a ambas como esclavas. Un juramento que las monarcas, claro, no se toman bien. 

A su regreso al campamento donde vive, veremos algunos pequeños atisbos de cómo viven los Altaii: conoceremos a las hechiceras; también se nos presentará a una misteriosa mujer, a la que calificarán de errante y que parece venir de nuestro mundo, y se atisbarán brevemente las rencillas internas dentro de su propia comunidad. 

La historia, sin embargo, nos llevará rápidamente de vuelta a Landa, a una reunión a la que Wulfgar ha sido convocado y que, a todas vistas, es una emboscada. El orgullo, sin embargo, le hará creer que es más inteligente que sus enemigos, algo que no tardará en pagar caro.

A grandes rasgos, esta parte introductoria de El guerrero de los Altaii funciona: presenta los personajes principales y sus facciones, así como el conflicto. Y sigue una estructura clásica en construcción de novelas. Sin embargo, al dedicar tan poco tiempo a presentar a los altaii y su estilo de vida, más allá de su faceta más belicosa, y apenas dedicar tiempo a sus mujeres, pese a que estás parecen gozar de cierto poder dentro de la comunidad, cuesta llegar a empatizar con este pueblo nómada. 

Luces y sombras de la captura de Wulfgar por las reinas de Lanta

La reunión organizada en Lanta, para sorpresa de nadie, sale mal. Wulfgar y los guerreros que le acompañaban son capturados. Durante los capítulos siguientes, el protagonista sufrirá todo tipo de torturas y vejaciones que tienen como objetivo romper su espíritu y someterlo a una de las reinas de Lanta.

Durante semanas, Wulfgar se verá obligado a comer como lo haría un perro. A dormir con un ojo abierto, pues el suelo de su celda puede abrirse en cualquier momento y matarlo. A gatear, completamente desnudo, mientras la reina y las damas que le acompañan se burlan de él. 

Tanto Jenny, como Laura y yo concordamos en que es que esta es la parte más redonda del libro. El objetivo de Jordan, desde nuestro punto de vista, era uno: mostrar cómo la reina y su círculo íntimo hacen todo tipo de barbaridades para deshumanizar a Wulfgar. También en cómo, a diferencia de las personas “civilizadas” que anteponen su honor a su vida, él se traga su orgullo y prioriza su supervivencia. 

Hay, eso sí, algunas partes que resultan un poco extrañas e incómodas. Jenny comentó, por ejemplo, que le distraía que Wulfgar fuera desnudo todo el tiempo, algo que contribuye a esa deshumanización del protagonista, pero que hacía más complicado imaginarse toda la situación. Además, poco después de ser capturado, sufrirá una violación bastante particular, en la que tanto él como una mujer, que también ha sido llevada allí contra su voluntad, serán obligados a mantener relaciones sexuales mientras están bajo los efectos de un ungüento que dispara la líbido.

Arcos largos, visitantes de otros mundos, y una guerra por la supervivencia de un pueblo

Una vez consiga escapar, haciendo alarde de su ingenio, pero también de su capacidad natural para despertar la simpatía del sexo opuesto, Wulfgar descubrirá que los altaii se están preparando para ir a la guerra. 

El resto de la novela se centrará, principalmente, en narrar distintas peleas entre el pueblo nómada del protagonista y las diferentes facciones que desean exterminarlo, y que incluyen tanto a la ciudad de Lanta como a otros habitantes del mismo Llano donde ellos viven. 

Al igual que la primera, es una parte apresurada. Hay momentos, como la batalla en la que harán uso del arco largo, que están muy bien narrados. Y otros, como la invasión de Lanta, que resultan un tanto extrañas, pues se basan en un plan muy parecido al que trazó para entrar a la ciudad cien páginas antes, y que fracasó de forma estrepitosa. 

Entre batalla y batalla, por otro lado, habrá numerosas revelaciones, que confirmarán las sospechas de que en El guerrero de los Altaii existían un sinfín de mundos diferentes. Una revelación muy potente, pero que no consigue impactar tanto como podría haberlo hecho de haberse desarrollado mejor el mundo. 

Las particulares dinámicas de género de El guerrero de los Altaii

Una de las cosas que tanto Jenny, como Laura y yo comentamos y apreciamos de El guerrero de los Altaii, es cómo Robert Jordan se esforzó por dar espacios de poder a las mujeres en este mundo en muchas facciones. 

Al igual que en La Rueda del Tiempo, donde en el presente de la historia solo hay Aes Sedai mujeres, en El guerrero de los Altaii la magia también está vetada a los hombres. Los motivos, por supuesto, son diferentes, y a diferencia de en la saga, tanto las hechiceras como las errantes están integradas en sus respectivas sociedades, en lugar de tener una organización propia y una sede como La Torre Blanca. 

Por otro lado, tenemos a las reinas de Lanta, un cargo que, desde hace generaciones, siempre ha pertenecido a dos hermanas gemelas. En el breve lapso de tiempo que Wulfgar pasa entre los suyos, vemos cargos civiles de cierta importancia ocupados por mujeres, si bien estos rara vez están directamente relacionados con la guerra. 

Sin embargo, en la mayoría de casos, estas parecen subordinadas a los hombres, de un modo u otro. Y en cierto momento de la novela, existe un castigo que, fundamentalmente, implica lavar el cerebro a una mujer para que se sienta obligada a honrar y guardar lealtad al hombre al que había intentado traicionar. 

En una novela donde la esclavitud es habitual en todos los bandos, y en la que no se pinta a ninguno como especialmente virtuoso (ya sean los altaii o los ciudades de Lanta), esto no chirría tanto. Pero hay momentos donde, desde el punto de vista de los tres, se podría haber dado un papel más interesante y relevante a algunas de las mujeres de la historia. Y, lamentablemente, no llega a materializarse.

Oportunidades perdidas y una posible continuación de El guerrero de los Altaii que nunca leeremos

Probablemente, el personaje que mejor encarna esta idea es la errante, una mujer de nuestro mundo que, según parece, estaba estudiando un doctorado en historia antes de acabar de ser tragada por un túnel dimensional y lanzada en mitad del Llano. 

Como muchas otras obras de espada y brujería, El guerrero de los Altaii plantea una dicotomía bastante interesante entre las civilizaciones sedentarias, más complejas y que se dedican al comercio y la agricultura, y las poblaciones nómadas como los altaii. La errante, desde un primer momento, mostrará el sedentarismo como la evolución natural del pueblo del que forma parte Wulfgar, algo que, en principio, él rechazará, pues implicaría destruir aquello que les convierte en quienes son. 

Expandida, esta dinámica podría haber sido mucho más interesante. Los conocimientos de la errante sobre historia de nuestro mundo, al mismo tiempo, podrían haber sido de gran ayudar para planificar la guerra que abarca el último tercio del libro. 

Para nuestra decepción, sin embargo, sus aportaciones son muy limitadas. La mayor del tiempo el personaje solo está ahí, a la sombra de otros, y su gran aportación al final de la novela es llorar por motivos que ni Laura, ni Jenny, ni yo mismo terminamos de entender.

Un final que, por cierto, queda momentáneamente abierto, con una profecía que parece augurar una segunda parte que nunca se escribió, y que podría haber tenido de protagonistas a los descendientes de Wulfgar. En mi mente (la de Raúl, me refiero) era una idea con bastante potencial. En las series o sagas de fantasía, es raro que se cuenten historias que transcurran a lo largo de varias generaciones. 

Y la posibilidad de que El guerrero de los Altaii continuara con nuevas novelas que mostraran la vida de los descendientes de Wulfgar a lo largo de varias generaciones, de forma parecida a como lo hace el manga de Jojo’s Bizarre Adventure, me parecía muy interesante. Tanto por los personajes, como por la posibilidad de ver cómo evolucionaba este particular universo de fantasía con el paso de las décadas o los siglos.

Entonces, ¿merece la pena leer El guerrero de los Altaii?

Lo cierto es que, pese a que en este artículo, como en el podcast, ha habidos bastantes quejas respecto al libro, lo cierto es que sí. Se nota que es el primer libro de un autor primerizo y que ha sido publicado sin editar ni retocar algunas de sus partes más burdas. 

Pero, aún así, tiene partes que merecen bastante la pena leer, incluso en 2024. Si eres fan de Robert Jordan, es una buena lectura, que te permitirá conocer mejor sus primeros pasos en el mundo literario. Un aspecto del que hablamos, en más profundidad, en este episodio de el podcast de El Stedding, donde hicimos un recorrido por toda su vida.

También es recomendable en caso de que te gusten las novelas de espada y brujería que tienen de protagonistas a bárbaros que podrían (o no) haber sido interpretados en la pantalla grande por el mismo actor que hizo Terminator.

Por último, y según me dijeron Laura y Jenny, puede ser una buena introducción a Robert Jordan. Tendrás que ajustar tus expectativas y recordar que, aunque se publicara en 2019, esta novela fue escrita hace más de 50 años. Pero tanto Laura y Jenny, a las que lié para leerse este libro sin tener ninguna experiencia previa con el autor, El guerrero de los Altaii no las ha espantado. Si acaso, ha hecho que tengan más ganas de, un día de estos, empezar a leer las novelas de La Rueda del Tiempo.

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