El lunes pasado no comenzaron las clases en el colegio Marta Alcira Salotti, del barrio IPV Argüello 360, al noroeste de la ciudad de Córdoba. Los padres impidieron el ingreso a las aulas de primaria porque en 10 días registraron cuatro robos. Este es uno de los colegios que forman parte de las zonas más afectadas por la inseguridad en los establecimientos educativos.
Pertenece al denominado “Cuadrante 1”, que junto al “Cuadrante 4” acumula 60 incidentes vinculados con hurtos y vandalismo.
La información surge de un documento oficial al que tuvo acceso este medio. Allí aparecen todos los ataques y robos que sufrieron los colegios desde el 26 de diciembre hasta el pasado viernes. En el formulario, los establecimientos están organizados por cuadrantes, que son delimitaciones geográficas utilizadas por el Ministerio de Educación para gestionar los asuntos escolares.
El “Cuadrante 1” muestra 26 robos y vandalismo en barrios como Güemes, Alto Alberdi, Las Palmas, Granja de Funes, Los Boulevares, IPV Argüello Norte, Sol Naciente, Cerro Norte, Los Plátanos, entre otros.
Allí aparece la escuela primaria “Saloti”, como se la conoce en la zona, o el jardín Dr. Luis Lezama. Sólo en estas dos instituciones se han producido 37 robos en los últimos dos años, según profesores y directores de ambas instituciones.
En el “Cuadrante 4” hubo 34 registros de distintos delitos. Esta es la zona más comprometida por robos y vandalismo.
Comprende los barrios San Vicente, Coronel Olmedo, El Quebracho, Ciudad Evita, Colón, José Ignacio Díaz 2° y 3°, Empalme, Villa Posse, 1° de Mayo, Ciudad Universitaria, Villa Revol, Suárez, entre otros barrios de la zona sur y sureste de la ciudad.
Sólo en los barrios Coronel Olmedo, El Quebracho y Ciudad Evita -uno de los conglomerados donde suelen asaltar escuelas- se registraron más de 10 robos en escuelas.
Finalmente, en los demás puntos geográficos hubo 23 (Cuadrante 2) y 14 (Cuadrante 3) incidentes registrados por docentes y directivos.
En total son 97 robos y actos vandálicos que, según fuentes vinculadas al funcionamiento del Ministerio de Educación, se actualizaron en los últimos días, llegando a más de 100 casos de inseguridad.
Coordinación y conversación con los estudiantes.
Para los directores y docentes de las escuelas más afectadas por la inseguridad, la necesidad más apremiante es “estar en comunicación” y “llevar un mensaje común” a las comunidades educativas.
“La inseguridad nos afecta a tal punto que los propios padres decidieron ir a la escuela para que los niños no sufran el nerviosismo que les produce esta situación. Pero no somos los únicos, porque estamos inmersos en un territorio muy problemático, en el que los robos son algo habitual. Por eso es tan importante estar coordinados con las escuelas de la zona para decir no a la inseguridad”, comentó una docente que da clases en el barrio IPV de Argüello.
“Los ministerios de Seguridad y Educación tienen que tomar el asunto en sus propias manos y brindar una solución urgente. Cuando las escuelas tenían vigilancia policial en la puerta estos problemas no se repetían con tanta frecuencia”, dijo un director de una escuela ubicada en el barrio Colón.
Por otro lado, los colegios también están apelando a estrategias de acercamiento con padres y alumnos: “Sabemos que en varias ocasiones se trata de los mismos niños de los colegios de la zona. Y sus padres también son quienes no están de acuerdo con estas conductas y los retan a no regresar a la escuela. El tema del consumo de drogas es cada vez más preocupante porque lleva a los adolescentes a conductas indomables”, revisó una docente de un colegio del barrio San Vicente.
