Alejandro Magnasco, tercera generación, repasa la historia de la marca. Fundada en 1936, es la única fábrica chilena que produce calcetines

Recordar la historia de Monarch es repasarla historia de la industria textil chilena. Fundada por Juan Magnasco junto a Dario Aste en 1936, quienes la compraron a un fabricante inglés, sobrevivió a las crisis más duras del rubro.  Sorteó la de principios de los 70; luego la devaluación del  dólar, en 1982, la asiática,  en 1997 y, ya en tiempos más cercanos, la subprime de 2007 y en el pasado inmediato, la de la pandemia. Sobrevivió a la ola china, cuyos precios bajos debido a la mano de obra barata arrasó con las textiles nacionales. Este año cumple 88 años con muy buena salud, según cuenta Alejandro Magnasco, nieto de uno de los fundadores y tercera generación. Con una producción  anual  de 14.000.000 de prendas, 50% calcetines, tiene 70 tiendas de Arica a Puerto Montt, apunta en un 99% al mercado chileno y genera trabajo para 700 personas.

“La primera época, la delos fundadores, fue de mucho esfuerzo, de ir puerta a puerta ofreciendo los calcetines; luego vino la UP y la crisis de 1982 con el dólar barato. En ese momento Monarch tuvo que decidir entre seguir produciendo o importar desee China. Con el dólar barato, se decidió traer maquinaria de última tecnología y no importar, con lo que fueron competitivos y eso permitió dar un salto en producción e innovación que hizo de Monarch lo que es hoy. El resto sencillamente importó y otros siguieron produciendo acá, pero sin renovarse y quebraron. Tanto así que luego de 2010 no queda ningún fabricante nacional de calcetines” indica.

Alejandro Magnasco dice que hoy la empresa trabaja en su gobierno corporativo.

¿Cuál ha sido la fórmula de Monarch para seguir siendo un referente?

“Ir siempre a la vanguardia en tecnología. Renovar maquinaria cada tres o cuatro años, capacitar a la gente con las mejores tecnologías y herramientas y tener los mejores sistemas digitales para la producción. Todo eso ayuda a ser suficientemente productivos para competir con China que tiene menor calidad .Otras claves han sido tener locales propios, lo que nos ha dado visibilidad ante el cliente, y tener buenos insumos. En esta última tarea la familia Aste ha hecho un gran trabajo, al ir a buscar los mejores hilados a los mejores precios en todo el mundo. Traemos hilados de India, de Perú, de Estados Unidos, de Italia, y también de China”.

¿Cómo surfearon la pandemia?

“Fue duro pero una época muy bonita, porque nos pudimos reinventar y ser un aporte de Chile con la producción de mascarillas, cuando no las  había. Fuimos los  únicos  que   las produjimos abastecimos al mercado, pero  no sólo vendiendo, sino que el 50% de nuestra producción fue para el mundo público”.

En eso los ayudó la tecnología…

“Claro, nos adaptamos con las máquinas que teníamos. Eso da cuenta de la importancia de renovarlas. Sirve, uno, en productividad, en cuanto a que fallan lo menos posible y dos, en la capacidad y flexibilidad que tienen. Antes, para cambiar el diseño de un calcetín se tardaba una semana y hoy toma horas. Eso además del control tecnológico de las fallas. Ahora nos conectamos directamente con los técnicos italianos, que tienen la mejor tecnología, y ellos las revisan a distancia”

¿En qué está ahora Monarch?

“Llegada la tercera generación, y como las anteriores hicieron bien el trabajo y escogieron a la gente más capaz, nos estamos enfocando en el gobierno corporativo para ordenar el negocio, definir reglas claras para toda la familia, con un directorio con directores externos. Todo para asegurar que la empresa funcione de cara a los próximos 20 o 30 años. Y por el lado productivo y comercial, apuntamos a  seguir creciendo, tener la mejorar calidad y trabajar con nuestras marcas para que lleguen a todas las familias con los mejores precios”.

En moda, ¿cuáles son las tendencias hoy?

“Hoy va hacia el mundo urbano, calcetines más deportivos con diseño que son un accesorio de moda, por eso tienen color y diseño. Nuestros calcetines los puede usar, por ejemplo, personas que usan terno. También hay una tendencia del cuidado de los hilados que usamos para nuestros pies, que son sensibles, transpiran, y para eso están los algodones de calidad y de cobre y bambú”

¿Qué  ventajas  tiene el bambú?

“Es la mezcla perfecta porque es tan bueno como el algodón y tiene beneficios adicionales. El bambú tiene termorregulación, que hace que en invierno el calcetín sea más cálido y en verano más fresco. Y lo otro es el cobre, que es antimicótico”.

El rol de la familia

Según explica Alejandro Magnasco, las empresas familiares son más resilientes y enfrentan mejor las crisis. “Tienen la capacidad de reaccionar más rápido, de ser  flexibles, y eso las hace salir fortalecidas de las crisis. Son más resilientes porque el sentido del éxito es más fuerte cuando algo es tuyo. Hay familias que pelean y  peor, en algunos casos hay generaciones irresponsables con el andar de la empresa, pero en nuestro caso hemos sido mucho más profesionales, lo que es clave; hemos sido unidos, pero a la vez hemos contratado a los profesionales más capaces. Eso hace la diferencia”.

Fuente: Las Últimas Noticias I Domingo 11de abril de 2024