El Rey Carlos III se ha venido arriba. No es para menos. El monarca acaba de retomar su agenda oficial después de estar cerca de tres meses alejado de sus compromisos oficiales a causa del cáncer que padece. Aunque todavía debe trasladarse a Londres cada semana para recibir tratamiento, su emotiva reaparición, siempre acompañado de su incondicional Camilla, sin duda, es un signo categórico de su recuperación. 

Coincidiendo con este momento clave de su vida, el padre de Guillermo de Inglaterra ha querido poner a disposición de los británicos el Castillo de Balmoral. Una decisión insólita para quienes pensaban que nunca podrían adentrarse en la residencia oficial de la casa real en Escocia, donde murió Isabel II de Inglaterra a los 96 años. Ahora bien, solo unos cuantos afortunados podrán visitar por dentro sus enigmáticas estancias. Te contamos todos los detalles.

El refugio de la reina Isabel II, donde disfrutó del poco anonimato del que pudo proveerse

Fue la residencia favorita de la monarca más longeva de Europa hasta su muerte. Isabel II tenía algo personal con el Castillo de Balmoral, tanto que pasó ahí sus últimos días, como ella quería. Escocia fue su refugio y donde se trasladó cada vez que necesitaba alejarse de la pomposidad de Londres y de Buckingham. Ahí pasó sus mejores veranos, junto a sus cuatro hijos (Carlos, Ana, Andrés y Eduardo) y su marido, Felipe de Edimburgo. Dentro y fuera de la fortaleza de Balmoral, situada a las puertas de las Highlands escocesas, experimentó el poco anonimato del que se pudo proveer. La serie 'The Crown' retrata a la perfección el idilio que la soberana fraguó con el imponente castillo. Un amor que también trasladó a sus nietos, Guillermo y Harry, que pasaban ahí largas temporadas coincidiendo con la época estival durante y después del polémico divorcio de Carlos III y Diana de Gales. 

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Fue la reina Victoria, tatarabuela de la Reina Isabel II, la ideóloga detrás del Castillo de Balmoral. “Todo parece respirar libertad y paz, haciendo que te olvides del mundo y de su triste desorden”, escribió la soberana más longeva de Reino Unido hasta que su tataranieta la superó por siete años (la primera estuvo en el trono 63 años, la segunda 70). En 2022, 169 años más tarde del inicio de las obras de ampliación de Balmoral (comenzaron en 1853 y terminaron en 1855), la madre de Carlos III falleció dentro de sus instalaciones, rodeada de los suyos y con la tranquilidad de haber pisado durante unos días y por última vez su lugar favorito y su querida Escocia. 

La última foto de Isabel II en el Castillo de Baltimore

La última fotografía de Isabel II en el Castillo de Baltimore a los pocos días de fallecer. GTRES

La primera vez en la historia que el público podrá adentrarse en el enigmático Castillo de Balmoral

Ahora, el rey Carlos III va a abrir sus puertas al gran público por primera vez en su historia. Visitar el Castillo de Balmoral será posible a partir de julio de 2024, antes de la llegada del monarca y de la Reina Camilla en el mes de agosto, coincidiendo con el pistoletazo de salida de sus vacaciones de verano. Se desconoce, por el momento, si el príncipe GuillermoKate Middleton y sus tres hijos, Jorge, de 10 años; Charlotte, de nueve, y Luis, de seis, se unirán a los monarcas en Escocia, como es costumbre. Esto debido a la complicada situación que vive el matrimonio después de que Kate anunciara que padece cáncer y se está sometiendo a tratamiento. Valga subrayar que el último parte de salud de la futura reina de Inglaterra es positivo, de acuerdo con su marido.

Solo serán unos cuantos afortunados los que puedan ver con por dentro las estancias más recónditas de la residencia escocesa de la familia real británica. En total, 40 personas al día, previo pago de 110 euros cada uno, lo que equivale a unas ganancias de 4.400 euros diarios que irán a parar a las arcas de la institución. El alto precio incluye una visita guiada y una merienda, donde no faltará el icónico té inglés acompañado de sus correspondientes pastas de mantequilla. Los visitantes recibirán su tentempié en una de las más de cien habitaciones que componen el castillo, aunque no se ha detallado en cuál. Quizá en uno de los grandes salones donde la Reina Isabel II disfrutaba de su privacidad, siempre rodeada de sus adoradas mascotas, los dos corgi, Muick y Candy; el dorgi Sandy, y el cocker spaniel, Lissy, que merodeaban por la casa con total libertad.

La Reina Isabel II, Felipe de Edimburgo y sus hijos Eduardo y Andrés

La Reina Isabel II, Felipe de Edimburgo y sus hijos Eduardo y Andrés delante de Balmoral. GTRES

El motivo por el que Carlos III rompe con una tradición histórica de la casa real

La noticia de la apertura del Castillo de Balmoral por parte de Carlos III ha tomado por sorpresa a los ingleses. De acuerdo con el 'Daily Mail', hay varios motivos que explican esta inédita decisión del monarca, que rompe con siglos de tradición. Por un lado, la de dar transparencia a una de las monarquías que más patrimonio amasa de Europa. Con este movimiento, el padre de Guillermo de Inglaterra busca acercarse a sus 'súbditos' a través de poner a su disposición las residencias de la familia real. El de Balmoral es el proyecto piloto de esta iniciativa, que, si todo va bien, se extenderá a otros edificios oficiales hasta ahora desconocidos por dentro. 

Sin embargo, la prensa de Reino Unido apunta a una razón por encima de cualquier otra: el alto coste que supone mantener una propiedad privada de estas características a pleno rendimiento. Se desconoce en cuánto está valorado Balmoral, pero, por sus dimensiones titánicas, el precio del que hay que disponer para conservarla en unas condiciones óptimas no puede ser barato. A los 200 kilómetros cuadrados de extensión de la finca que rodea el castillo, hay que sumar las vastas dimensiones de la edificación principal. Se dice que tiene 167 habitaciones, de las cuales solo 52 son dormitorios.