Ésta es la sencilla ruta que te conduce a la cascada más bonita de España

En el corazón de la serranía de Cuenca, hay un lugar que ha cautivado la atención de «National Geographic» y atrae a viajeros de toda Europa. Es el nacimiento del río Cuervo, un rincón espectacular y poco concurrido en España. Esta cascada, aunque no es alta, deslumbra por su belleza única, convirtiéndose en un tesoro escondido para los más aventureros.

En la provincia de Cuenca, se encuentra el nacimiento del río Cuervo, un tesoro natural que deslumbra como una de las mayores maravillas de Castilla-La Mancha. Aunque menos conocido que la famosa ciudad de Toledo, este enclave sorprende gratamente a los amantes de la naturaleza con su impresionante entorno. Declarado Monumento Natural en 1999, su fauna y flora únicas lo convierten en un destino imperdible para los viajeros.

Ubicado a poco más de una hora en coche desde Cuenca, el nacimiento del río Cuervo destaca cerca del pequeño pueblo de Vega del Codorno, con menos de 200 vecinos. Este monumento natural, integrado en la Red Natura 2000, es parte del Lugar de Importancia Comunitaria del Alto Tajo y está protegido como Zona de Especial de Protección para las Aves en la serranía de Cuenca.

Descubre la espectacular cascada del Cuervo

A pesar de ser un lugar único y idílico que debería ser protegido, el acceso al nacimiento del río Cuervo es completamente libre. Es posible visitarlo durante todo el año, si bien las estaciones más recomendables son la primavera y el invierno, ya que es cuando el río alcanza su máximo caudal y ofrece su mayor esplendor.

Una de las formas de llegar hasta la cascada del Cuervo es el sendero del nacimiento del río Cuervo, una ruta circular de 1,5 kilómetros que permite admirar las cascadas y el propio nacimiento del río. Otra opción es el sendero de la Turbera, que parte a unos 150 metros del nacimiento y atraviesa una turbera calcárea en su recorrido de 1,5 kilómetros. Por último, el sendero del Pinar ofrece un trayecto más largo de aproximadamente 11 kilómetros, con un paseo entre pinos silvestres y vistas panorámicas de la zona, al que se puede acceder desde el sendero de la Turbera.

Para llegar al nacimiento del río Cuervo, hay que llegar al municipio de Vega del Codorno y tomar la carretera CUV-9211, que luego enlaza con la CM-2106. Después de recorrer 5,5 kilómetros, se llega al parking gratuito de este sitio de la Red Natura 2000.

Flora y fauna

En el nacimiento del río Cuervo se puede avistar una diversa comunidad de aves que habitan tanto en el bosque, como en las orillas del río. Entre ellas se encuentran el gavilán, el azor y el águila culebrera, así como la lavandera cascadeña y el mirlo acuático. Además, numerosos mamíferos como la ardilla roja, el musgaño de Cabrera y el gato montés, entre otros, han encontrado refugio en este entorno.

Se ha reconocido un importante valor de conservación para la fauna troglodita, como los murciélagos, y para las mariposas, con varias especies protegidas como Graellsia isabellae, Parnasius apollo y Erebia zapateri. Las aguas del río son un reservorio vital para la fauna acuática, albergando especies como la trucha, libélulas y moluscos, que dependen de su caudal para sobrevivir.

En cuanto a la vegetación, los pinares de pino silvestre destacan en el paisaje, acompañados de la sabina rastrera en las zonas más expuestas. También encontramos importantes bosques de especies eurosiberianas como el acebo, el tilo y el arce, así como comunidades rupícolas, turberas y prados húmedos.

Sin embargo, la mayor riqueza la constituyen las orquídeas, con al menos 19 especies presentes en el área. Esta variedad de flora y fauna contribuye a la singularidad y belleza de este enclave natural, convirtiéndolo en un lugar imprescindible para los amantes de la biodiversidad.

Vega del Codorno

Situado entre los Parques Naturales de la Serranía de Cuenca y del Alto Tajo, el pueblo tiene una posición privilegiada que lo convierte en un destino único. Desde sus comienzos, el pueblo estuvo compuesto por pequeños caseríos dispersos, inspirados en las parroquias gallegas y los cortijos del sur.

El municipio de Cuenca se distingue por su singularidad desde sus inicios, conformado por una serie de diminutos caseríos dispersos, evocando las parroquias gallegas o los cortijos sureños.  La capital, La Cueva, recibe su nombre por encontrarse literalmente bajo un enorme abrigo rocoso, del cual emerge una gruta natural de varios kilómetros de extensión. En 1940, se erigió una iglesia común para todos los caseríos, ubicada en el corazón del campo, sirviendo como punto de encuentro para la comunidad.

El paisaje del municipio es de una calidad excepcional, con montañas de pinos, cascadas y, sobre todo, el nacimiento del río Cuervo, una formación kárstica de gran relevancia. En este lugar, se ha creado una impresionante cortina de formaciones tabáceas recubiertas de musgo, por donde el agua se desliza formando el río tras atravesar varias cascadas.