Sor Ángela, premio Anesvad a una vida dedicada al cuidado de los enfermos mentales

Sor Ángela Vicenta Gutiérrez Bada, natural de la localidad de Bores, en Peñamellera Baja, lleva 35 años cuidando de los enfermos mentales y de la población vulnerable de la República Democrática del Congo y en reconocimiento a ese compromiso y entrega, de toda una vida, ha recibido el Premio Anesvad 2024.

La distinción fue recogida la semana pasada, en un acto celebrado en la sede de la Sociedad Filarmónica de Bilbao, por Inmaculada González-Carbajal, la presidenta de la Fundación El Pájaro Azul, que fue la que presentó su candidatura a la convocatoria. “Sor Ángela ha logrado crear el centro para enfermos mentales más importante del continente africano y realiza una labor integral con los enfermos, sobre todo enfermas, que recoge de las calles de Kinshasa”, refiere González-Carbajal.

Aunque no pudo acudir a la entrega de premios, Sor Ángela agradeció el suyo en un vídeo grabado en Kinsasa. La dotación económica del Premio Anesvad, de 10.000 euros, la empleará para construir un gallinero con mil gallinas, para alimentar a los enfermos, y para comprar medicamentos.

Sor Ángela, de 78 años, ha sido propuesta por cuarta vez este año al premio "Princesa de Asturias", en la categoría de la Concordia. La embajada de España en la República Democrática del Congo considera que es merecedora de él por la desinteresada e impagable labor que realiza desde hace décadas en el país.

La monja asturiana, que pertenece a la orden de las Hermanas Hospitalarias, llegó en 1989 a la República Democrática del Congo y fundó el Centro de Salud Mental THÉLEMA en 1991. Gracias a ella se mantienen dos centros salud mental, en Kinsasa y Kintambo. Se trata de instituciones psiquiátricas ambulatorias que prestan servicios de acogida, cuidados, atención médica y farmacológica especializada, con laboratorio propio, atención sanitaria especializada, fisioterapia, camas para enfermos internos y familiares acompañantes y talleres para integración sociolaboral. En total, anualmente, en ellos se asiste a más de 40.000 pacientes en régimen ambulatorio y se acoge a unos 50 enfermos mentales abandonados a su suerte en las calles.

Además, en 2001 Sor Ángela abrió una pequeña casa de acogida para madres con problemas mentales abandonadas por sus familias y rechazadas por la sociedad, que viven con sus hijos en la calle en una situación de absoluta vulnerabilidad.