Presa de un engaño (2019), de Jean-François Rivard

La trama sigue a Ashley Shields, que atraviesa momentos difíciles tras la muerte de su madre, el colapso de su matrimonio y ser relegada en el trabajo. Su búsqueda de empoderamiento la lleva a un grupo de mujeres llamado "La Hermandad", liderado por Desiree, un personaje enigmático y carismático que no es lo que parece.

Prometía ser un thriller emocionante, pero lamentablemente, se convierte en un melodrama predecible que no logra satisfacer las expectativas.La premisa inicial promete mucho: una mujer en busca de redención y empoderamiento que se ve arrastrada a un mundo oscuro y peligroso. Sin embargo, la ejecución de esta idea es decepcionante. Las vueltas de tuerca en la trama son predecibles y los giros argumentales carecen de impacto. La progresión de la historia se siente forzada en algunos momentos, como si los guionistas intentaran encajar a la fuerza los elementos de suspenso en una narrativa que no termina de cuajar.

A pesar de contar con algunas escenas de tensión bien logradas, la película cae en clichés que restan originalidad al desarrollo de la trama. La exploración de temas como la manipulación psicológica y el poder de los grupos sectarios queda relegada a un segundo plano en favor de un enfoque más convencional centrado en los conflictos personales de los personajes.Pre