Así se ve Vila-real desde lo alto

Contemplar los tejados y el skyline de Vila-real desde lo alto, sin viajar en avión o viendo una pantalla con las imágenes que hoy en día capta un dron, es posible. Y lo es gracias a la iniciativa que organizan desde la Junta de Festes coincidiendo con cada una de las fiestas patronales, la de Sant Pasqual, ahora en mayo; y las de las Mare de Déu de Gràcia en septiembre.

Programa de fiestas de Sant Pasqual 2024 de Vila-real

Y es que la tradicional Pujada al Campanar que forma parte del programa festivo desde el 2012 es una ocasión perfecta para disfrutar de unas vistas increíbles, no solo de los edificios y los tejados del casco urbano sino más allá, por cuanto desde el punto en el que ya se han superado los 175 escalones de la torre de la iglesia arciprestal se divisa a la perfección toda la comarca de la Plana.

Respaldo ‘in crescendo’

La iniciativa cuenta, año tras año, con un mayor respaldo, hasta el punto de que en esta ocasión –la cita se ha desarrollado durante la jornada de hoy martes- han sido más de 500 las personas que se han armado de valor y han apostado por subir hasta los 42 metros de altura del campanario. Una subida que, como recompensa, tiene la de disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad.

Desde que se introdujera esta iniciativa en la programación festiva han sido cientos los vecinos y vecinas de Vila-real, y también de otros municpios vecinos, que en cada convocatoria no han querido perderse la ocasión para conocer, también desde dentro, una de las torres más emblemáticas de la localidad.

Subida al campanario de Vila-real

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Un campanario de 42 metros de altura que, hasta hace unos meses, constituía el punto más elevado de la ciudad. Ránking que le ha arrebatado el Estado de la Cerámica ya que la nueva grada visitantes alcanza los 50 metros de altura.

Su historia

El campanario octogonal de su fachada principal comenzó a construirse el 26 de abril de 1682 y se inauguró en 1703. Durante la guerra civil (1936-1939) fue bombardeado y sufrió graves daños, entre ellos, en sus campanas.

A inicios del 2006, la Conselleria de Cultura, Educación y Deporte, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano, inició la restauración de estos instrumentos para devolverles su imagen y sonidos originales. En el 2008, el templo sufrió una serie de intervenciones que tuvieron como objetivo su adecuación para la celebración de la exposición de Espais de Llum, de la Llum de les Imatges.

Cuatro años después, aprovechando la retirada de las dos campanas mayores para recuperar su sonido, operarios municipales quitaron los escombros que permanecían en la torre por la restauración, lo que posibilitó su reapertura, también a las visitas de la ciudadanía.