Todos los años viajamos a Portugal para conocer alguna zona nueva de nuestro país vecino. En uno de nuestros últimos viajes realizamos una ruta en coche de 7 días por el Centro de Portugal, una de las regiones que más nos gusta.

En este viaje de una semana hemos podido conocer localidades que pertenecen a las Aldeas Históricas, ciudades y pueblos que son Patrimonio de la Humanidad y bonitos sitios de naturaleza, además de degustar la fascinante gastronomía lusa que nunca nos defrauda.

¿Quieres saber todo lo que conocimos en esta ruta de 7 días por el Centro de Portugal? ¡Sigue leyendo!

Nuestra primera parada fue Piodão, un encantador pueblo de montaña enclavado en la Serra do Açor. Este pueblo se caracteriza por sus casas de esquisto, un tipo de piedra local, que le dan un aspecto singular y pintoresco.

Las estrechas calles empedradas y las casas con tejados de pizarra se agrupan en las laderas de la montaña, creando una estampa única y un ambiente que transporta a épocas pasadas. Por su belleza este pequeño pueblo es parte de la lista de Aldeas Históricas de Portugal.

Cerca de Piódão encontramos un tesoro natural escondido entre montañas. Se trata de Foz d’Égua, donde visitamos su piscina natural, un punto de encuentro entre dos arroyos cristalinos que fluyen en medio de exuberante vegetación. Los arroyos se encuentran en una pequeña cascada que desemboca en la piscina natural, creando un escenario idílico para relajarse y disfrutar de la naturaleza.

La piscina cuenta con un doble puente de piedra sobre el agua que podría ser muy bien un escenario para las películas de The Hobbies o El Señor de los Anillos. La aldea es conocida, también por otra referencia de cine, como la Aldea de Indiana Jones, ya que un poco más arriba de la piscina fluvial hay un puente colgante de estilo tibetano, que aunque está prohibido su uso por motivos de seguridad.

Iniciamos el segundo día de ruta visitando la ciudad universitaria de Coimbra, ya era nuestra segunda vez en la con la diferencia que ahora no llovió y pudimos ver mejor sus monumentos. Coimbra es una ciudad impregnada de historia y conocimiento, se erige majestuosa a orillas del río Mondego. Es conocida por su universidad centenaria, sus calles empedradas y su rico patrimonio.

Te contamos más sobre nuestra visita a Coimbra aquí:

Qué ver en Coimbra en un día

El Castillo de Pombal, situado estratégicamente en lo alto de una colina en la ciudad del mismo nombre, fue construido en el siglo XII aunque tuvo diversas transformaciones a lo largo del tiempo. Desempeñó un papel crucial en la defensa y el control de la región durante la Edad Media. Su estructura robusta, con gruesos muros de piedra y torres imponentes, refleja la arquitectura militar típica de la época.

Esta ciudad medieval, atravesada por el río Lis, nos gustó por su ambiente acogedor y su espléndido castillo del siglo XII, que se alza en la cima de una colina ofreciendo unas bonitas vistas de la ciudad. Esta fortaleza, con sus torres imponentes y su historia arraigada en la época medieval, es testimonio del pasado militar de la región.

Iniciamos el tercer día de ruta visitando la localidad de Ourém, cuyo principal atractivo es su castillo, una espectacular fortaleza medieval que se alza sobre una colina.

El casco antiguo de Ourém, conocido como «Ourem Velho», es un laberinto de calles estrechas y empedradas con encantadoras casas tradicionales y monumentos históricos, como la Iglesia Matriz de Nossa Senhora da Piedade y la Capilla de Nossa Senhora das Misericórdias.

El Castillo de Almourol es una joya histórica enclavada en medio del río Tajo, en una pequeña isla rocosa. Construido en el siglo XII por la Orden de los Templarios, su ubicación estratégica lo convirtió en una posición defensiva durante la época de la Reconquista.

Nuestra siguiente parada en la ruta fue Tomar, un tesoro histórico con un gran patrimonio monumental. En el corazón de la ciudad está el imponente Convento de Cristo, que combina una mezcla única de estilos arquitectónicos, desde el gótico hasta el renacimiento y que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Además del Convento, Tomar tiene encantadoras calles empedradas, animadas plazas y una atmósfera que respira historia en cada esquina.

Este acueducto, situado en las afueras de Tomar, es una obra maestra de la ingeniería hidráulica que fue construido en el siglo XVI durante el reinado de Felipe I de Portugal. Diseñado para proporcionar agua al Convento de Cristo, su estructura se extiende a lo largo de unos seis kilómetros, con arcos que se alzan sobre el paisaje, muchos de los cuales se mantienen en pie hasta nuestros días.

La mejor forma de ver este acueducto es desde el aire:

Nuestra siguiente parada del cuarto día fue Batalha, una ciudad impregnada de historia y espiritualidad, que es conocida principalmente por su imponente Monasterio de Santa María de la Victoria, más comúnmente llamado Monasterio de Batalha. Este majestuoso monasterio, catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un testimonio excepcional del gótico portugués y un símbolo de la identidad nacional.

El Castillo de Porto de Mós, ubicado en la ciudad del mismo nombre, es una fortaleza medieval construida en un promontorio rocoso, sobre las ruinas de un puesto de vigilancia romano. Con influencias góticas y renacentistas, tiene una estructura pentagonal con torreones en sus ángulos.

Alcobaça es una pintoresca ciudad famosa por albergar uno de los monasterios más impresionantes y emblemáticos de Portugal, el Monasterio de Alcobaça. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un magnífico ejemplo del estilo gótico y un símbolo de la historia y la cultura portuguesas.

Este Monasterio fue fundado en el siglo XII y es conocido por su iglesia y claustros, con una rica decoración y detalles artísticos. Aquí se encuentran los vistosos sepulcros de Pedro I de Portugal e Inês de Castro, una historia de amor trágica y legendaria.

El quinto día lo dedicamos por completo a conocer Óbidos, una preciosa ciudad fortificada con encanto medieval. Rodeada por murallas del siglo XII, Óbidos es un laberinto de callejuelas empedradas, casas blancas y rincones llenos de historia.

El Castillo de Óbidos, en la parte alta de la ciudad, es uno de sus puntos más emblemáticos. A él se puede llegar caminando por las calles o por la muralla.

Ya casi en la recta final de la ruta llegamos a Peniche, una ciudad costera conocida por su rica historia, su belleza natural y su ambiente marinero. Su ubicación privilegiada en la costa atlántica la convierte en un destino popular para los amantes del mar, el surf y la gastronomía.

Te contamos más sobre nuestra visita a Peniche aquí:

Qué ver en Peniche

Desde Peniche aprovechamos el séptimo día de la ruta para hacer una excursión en barco y conocer las Islas Berlengas, un archipiélago de gran belleza natural frente a la costa de Peniche. Este conjunto de islas y rocas emergiendo del Atlántico conforma un destino único, designado como Reserva Natural en 1981 y Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2011 debido a su biodiversidad, con una gran variedad de especies de aves marinas como gaviotas, cormoranes y pardelas.

Te contamos más sobre nuestra visita a Islas Berlengas aquí:

Excursión a islas Berlengas desde Peniche

Para hacer esta ruta nos alojamos en diferentes localidades como en Piodão, Leiria, Tomar, Óbidos y Peniche. Te recomendamos reservar con antelación los hoteles si vas a hacer esta ruta por el Centro de Portugal, y lo puedes hacer desde aquí:

 

Desde los murmullos de antiguos castillos hasta el encanto sin igual de las calles empedradas, este viaje nos ha dejado una gran colección de recuerdos imborrables.

Hasta pronto, querido Centro de Portugal. Obrigado por tanto.

¡¡Hasta el próximo post!!

Iradier Rovira Peña