Domingo 12 de mayo de 2024 6:50 am
Mientras el jefe de software, Matthew Scullion, hablaba ante una sala de peces gordos del mercado de capitales en la Bolsa de Valores de Londres el verano pasado, se escuchó una inhalación audible.
Scullion –miembro del Grupo de Trabajo de la Industria de Mercados de Capitales dirigido por Julia Hogget– acababa de revelar que de los 305 millones de dólares (243 millones de libras esterlinas) que su empresa de software Matillion había recaudado de inversores, sólo 5 millones de dólares (4 millones de libras esterlinas) procedían del Reino Unido. El resto había sido aportado por inversores extranjeros que habían cobrado dinero.
La enorme brecha dejó al descubierto la magnitud del desafío que enfrenta el Reino Unido mientras busca desbloquear una ola de efectivo de los inversores y permitir que las empresas tecnológicas de alto crecimiento atraigan el efectivo que necesitan para crecer a nivel nacional.
“El libro de agresión, ambición y juego del que se aprende [raising money in the US] “Por lo que he visto, es completamente diferente a la forma en que generalmente lo hacemos en el Reino Unido”, advirtió Scullion.
Parece que esos temores han vuelto a surgir esta semana cuando Wayve planteó la mayor ronda de financiación relacionada con la IA en la historia del Reino Unido y de Europa.
La inversión récord de mil millones de dólares fue, comprensiblemente, anunciada como una historia de éxito empresarial en Gran Bretaña. La empresa fundada en Cambridge, que desarrolla tecnología de conducción autónoma, es un auténtico líder del mercado en un sector que podría definir la movilidad del futuro. Y el hecho de que se reconociera su potencial con una ronda de inversión tan contundente fue, para citar a Rishi Sunak, un reflejo del estatus del Reino Unido como “superpotencia de la IA”.
Desaparecido: capital británica en fase avanzada
Sin embargo, una cosa que resultó inmediatamente obvia tras un vistazo rápido a los grandes nombres que lo respaldaron en esta ronda (Softbank, Nvidia y Microsoft) fue la falta de inversores con sede en el Reino Unido.
“La reciente ronda de Wayve es un momento decisivo para que el Reino Unido demuestre que podemos construir empresas tecnológicas brillantes que atraigan el interés global”, dijo Gerard Grech, director general de fundadores de la Universidad de Cambridge y ex director ejecutivo de Tech Nation. “Sin embargo, demuestra que hay una falta de capital de crecimiento disponible en Europa y el Reino Unido. Si las empresas quieren crecer, invariablemente tienen que hacerlo en Estados Unidos y Asia”.
La medida en que se ha agotado la recaudación de fondos en el Reino Unido quedó cristalizada en un informe reciente de la Asociación Británica de Capital Privado y Capital Riesgo (BVCA).
En una investigación publicada el miércoles pasado (7 de mayo), el organismo encontró que tanto la cantidad de inversión que las empresas privadas pudieron atraer como las cifras involucradas en las rondas de inversión lideradas por el Reino Unido se habían desplomado en casi un 50 por ciento desde su reciente máximo en 2021. .
El estudio encontró que el problema es especialmente pronunciado en los mercados de etapas posteriores, que tienden a ser ligeramente menos riesgosos que las rondas de financiación de “etapa inicial” anteriores pero, como resultado, tienden a involucrar sumas mayores.
“La cantidad de capital necesaria para construir una tecnología global de vehículos autónomos es considerable, por lo que no debería sorprendernos la participación de inversores globales como Softbank, que también aportan contactos increíbles”, dice Sahar Meghani, socio de Visionaries Club, uno de los primeros- fondo de capital de riesgo (VC) por etapas. “La baja disponibilidad de capital en las últimas etapas en el Reino Unido no está frenando a las empresas británicas, pero sí significa que saben que necesitan buscar en el extranjero grandes reservas de inversión a medida que escalan”.
Brent Hoberman, fundador de Last Minute.com, utilizó una columna que de otro modo sería estimulante sobre Wayve en The Times para plantear preocupaciones similares sobre el estado de nuestros mercados de capitales en etapa avanzada.
El empresario, que desde entonces creó la firma de capital de riesgo First Minute Capital, calificó la falta de financiación a nivel nacional como un “obstáculo” importante para que el Reino Unido se convierta en un “punto de acceso global” para sectores prometedores como la inteligencia artificial y la computación cuántica.
Hoberman tiene algo que ver con el juego. Junto con la tienda de inversiones Baillie Gifford, con sede en Edimburgo, First Minute es uno de los únicos inversores británicos en Wavye, y ha respaldado a la empresa de conducción autónoma en tres ocasiones diferentes durante rondas de financiación anteriores.
Además, es poco probable que los efectos nocivos de la escasez de financiación en las últimas etapas en el Reino Unido se limiten sólo a las industrias de capital privado y capital de riesgo, incluso si, en opinión de Meghani, no frenarán a las empresas británicas.
A medida que las empresas se expanden, es poco probable que tener una base de inversores central que se encuentra principalmente en el extranjero y solo una pequeña presencia en el Reino Unido les haga sentir vínculos especialmente estrechos con su mercado nativo. Esto puede resultar en una desconexión gradual y a veces repentina de su mercado nativo si una empresa abre una nueva oficina importante o produce un producto para un mercado determinado.
Para Meghani, esto es especialmente preocupante cuando, como ocurre con Wayve, una proporción importante de los inversores de la empresa proceden del otro lado del charco. “Lo más preocupante es que cuando la mayoría de [a company’s] Los inversores son de Estados Unidos, hay una enorme presión para que coticen allí”, afirma.
“En última instancia, eso significa que los beneficios que conlleva una empresa con sede en el Reino Unido y que cotiza en bolsa (en términos de creación de valor para los inversores e impuestos) se pierden para Estados Unidos”.
De hecho, tal es el motivo de preocupación entre quienes están en el espacio del capital privado, que la BVCA publicó recientemente un manifiesto de demandas políticas para ayudar a que su sector vuelva a dispararse.
¿Wayve está evaluando sus opciones?
Según admite el propio Wayve, la expansión internacional ya está en juego. En abril, la empresa anunció la apertura de una nueva oficina en Vancouver que estará dirigida por el científico jefe de la empresa, el Dr. Jamie Shotton. También nombró a un presidente con sede en Israel en marzo y estableció una oficina en el área de la Bahía de San Francisco, que se ha convertido en sinónimo de nuevas empresas tecnológicas innovadoras y del dinero de capital de riesgo para respaldarlas.
Ciudad AM entiende la decisión de establecerse en Vancouver, y muchas de sus obras internacionales hasta la fecha se realizaron con la intención de atraer a los mejores talentos. Canadá tiene políticas de inmigración particularmente favorables, dijo una fuente, lo que le permitirá atraer al mejor personal no sólo en el país sino en todo el mundo.
A pesar de esto, se cree que la empresa se muestra inflexible en cuanto a mantener su sede en el Reino Unido, incluso si, como su director ejecutivo y cofundador, Alex Kendall, se ha visto obligado a buscar en el extranjero suficiente tutoría a medida que su empresa madura.
