A Joseba Novoa y a su familia le cambió la vida de forma radical el 5 de marzo cuando su mujer recibió el impacto de un proyectil fuera de Anoeta antes del partido ante el PSG. La jueza acaba de archivar de forma provisional el caso. Ellos solo reclaman una cosa: justicia. 

¿Cómo se encuentra Amaya?

Está siendo muy duro. Cuando sale a la calle es porque se encuentra mejor. Entonces es como bah, pues está bien, Amaya, nos suelen comentar, pero luego hay que ver se encuentra entre las paredes de su casa. Lo que pasa que Amaya es muy dura y como enferma es muy buena, no se queja nada y está aguantando carros y carretas. El tener que estar todo el día pegado 24 horas a mí y que no pueda coger el coche y demás pues... Pese a que yo muchas veces le pido paciencia, la verdad es que creo que bastante paciencia está teniendo. Lo que pasa es que va golpe tras golpe. Primero el golpe más importante, el físico y mental de por qué me he comido esto, qué mala suerte tengo y, bueno vamos a recuperar y volver a nuestra vida y tal. Pero de repente te llega todo este embrollo judicial que te preguntas qué pasa aquí, qué es lo que está sucediendo que nos estamos perdiendo. Lo vemos evidente. Le ha sucedido algo muy grave a una persona, pues se tendrá que investigar, pero cómo se está investigando, que no se le ha tomado declaración a día de hoy a Amaya, que no podemos ver los vídeos para poder defendernos y demás, pues...

Le está martirizando un poco la situación...

Sí, y luego estamos muy dolido con las recientes declaraciones de Erkoreka, porque no lo dice de forma directa, pero te desliza como que estaba en una zona donde estaban lanzando botellas y piedras, y eso es incierto. Es incierto desde el momento que está entre cinco y diez minutos buscando cobertura tranquilamente en el móvil en la mediana de la carretera, y de repente aparecen corriendo varios ertzainas.

Su vida ha cambiado de forma radical y está físicamente limitada.

No puede conducir, y no puede hacer esfuerzos físicos… Tiene que llevar una vida muy tranquila y para que vuelva a ser ella puede pasar de un año a dos años. Es muy duro, ella se siente un poco encarcelada en su propia casa, porque no puede salir sola a la calle. Te da pena verla así. Y, luego, se siente apaleada por la Ertzaintza y olvidada por la justicia.

Retrocedo en el tiempo. La primera vez que atendió a este periódico se quedó en el relato sucedido el día de autos. Cuando tenía pendiente una conversación con la Ertzaintza

La Ertzaintza me llamó mientras Amaya estuvo en el hospital. Súper educados, súper serviciales, vamos a llegar hasta el fondo, caiga quien caiga, te prometo, Joseba, que vamos a dar con lo que ha sucedido, tal. Y pasado eso... Desaparecieron completamente y no han vuelto a dar señales de vida.

¿Se llegó a reunir con ellos?

“Dos ertzainas, creo que el director territorial y el director de brigada de Donostia, se interesaron y nos prometieron que llegarían hasta el final, pero después desaparecieron; no nos hemos sentido arropados”

Me reuní en el Hospital Donostia una vez creo que con el director territorial y el director de brigada de Donostia. Es lo que más me duele, ¿no? A ver, ¿que he pecado de ingenuo? Pues sí. Yo pensaba que lo estaban haciendo de corazón y lo que veo es que era su trabajo. No nos hemos sentido arropados. No hemos visto ninguna empatía. Ha sido una coraza de decir, no, yo tengo que hacer este trabajo, tengo que sacarle la información a esta persona y una vez que lo he hecho, nos olvidamos de ellos. De hecho, posterior, le mandé un WhatsApp al director territorial y no he recibido contestación. Insisto, apaleados por la Ertzaintza e indefensos con la justicia. O sea, es como, ¿qué pasa aquí? ¿Por qué se está cerrando todo? ¿Por qué se está tapando tanto? ¿Qué oscuridad hay aquí?

No han vuelto a recibir ninguna llamada de nadie relativo al caso.

Nada. Ni le han tomado declaración a Amaya, ni yo qué sé, ¡ni del médico forense! Es que por parte de la Ertzaintza o de la justicia, con Amaya no se ha puesto contacto nadie. Y conmigo solo se puso la Ertzaintza cuando estaba ingresada. Luego desaparecieron.

Ustedes cuentan con el testimonio directo de dos chicas que lo vieron todo y con muchísimos aficionados que hacían cola para entrar.

Y que las imágenes están ahí. Y que simplemente, que saquen la imagen de que Amaya está mirando el móvil para ver si se carga la entrada, y durante todo ese tiempo, ahí no hubo lanzamiento de botellas ni de piedras.

Debe ser hiriente que insinúen que se encontraba en mitad de esos supuestos altercados...

Hombre, le dolió mucho, porque daña su imagen. Mi mujer es una mujer con mucho sentido común, precavida, y entonces, pues, que lance o insinúe eso Erkoreka es de muy mal gusto. Y cuando, sobre todo, ya nos duele más el hecho de que alardea de que hemos resuelto el caso de Deba, somos unos cracks; hemos resuelto el caso de Tolosa, somos unos cracks. Joder, pero en un servicio preventivo de seguridad, donde hay cientos de ertzainas, donde hay cientos de personas en vía pública... ¿Le pasa esto a mi mujer y nadie sabe nada? Pregunto, y si llega a morir, ¿qué pasa? ¿Que matan a una persona delante vuestro y no sabéis nada? Venga hombre...

¿Le da miedo lo que le pueda pasar?

Sí, sí tenemos miedo.

Más de dos meses después, ¿qué reclaman?

Justicia. Pido justicia. Que se aclare y que reconozcan. A ver, y yo creo que al propio cuerpo de la Ertzaintza le vendría bien reconocer. O sea, es que no se puede tapar todo siempre es la culpa de la ciudadanía y nunca es culpa de ellos. No, ellos cometen errores. Igual que el resto cometemos errores en nuestro trabajo. Entonces, si reconocen públicamente, oye, pues ha pasado esto, hemos cometido este error. Yo creo que de cara a su imagen también les vendría bien. Se lo transmití al director territorial.

¿Amaya está al día de todo lo que sucede?

Sí, por su cuenta, lo lee a escondidas. Debatimos mucho porque Amaya es muy reservada, no quiere jaleos. Yo entiendo que no quiera jaleos, pero yo prometí que iba a luchar por su justicia y no voy a parar. No pienso parar hasta que se demuestre qué es lo que ha sucedido y que lo digan.

¿La clave de todo se encuentra en los vídeos?

Han pasado dos meses y medio. Hay unas imágenes, como dijo el propio Erkoreka, que no se visualizaban del todo bien, que las estamos editando... No, hombre, no. Tú danos las imágenes y vete haciendo tú trabajo. Si se abren las diligencias, yo también puedo ver las imágenes, pero si no se abren diligencias, ¿entonces nosotros no tenemos derecho a ver las imágenes?

¿Y qué cree que está sucediendo?

No quiero pensar mal, no quiero pensar que en este país no hay justicia y que la justicia es diferente para depende de qué personas. No lo quiero pensar. Pero al final, los hechos están ahí, cada uno que saque sus conclusiones.

¿Se ha sentido presionado?

No, la presión que tenía es la situación de indefensión que estamos viviendo. O sea, a Amaya, por suerte, la tengo en casa, que es lo más importante, pero si llega a pasar algo peor, ¿habrían actuado igual? Espero que por fin salgan y digan algo, pero una de dos: o son muy incompetentes, porque si después de dos meses y medio no son capaces de decir qué ha sucedido, o están tapando algo. Y que ya la señora jueza no abra diligencias...

Llegamos al tema de la polémica jueza, que salió muy mal parada en el documental de Kote Cabezudo, en el que fue recusada por no investigar.

Es lo que nos ha dicho nuestro abogado. Él vuelve a poner otro recurso, ella vuelve a contestar, y al final lo ha explicado muy bien. Se llama ingeniería judicial, ¿no? Ganar tiempo con la Ertzaintza cuando ella es la que debe llevar el proceso. Yo de este tema no entiendo nada. Pero voy aprendiendo paso a paso. Pero, a ver, mi sentido común me dice que no puede ser que después de dos meses y medio no tome declaración a Amaya, que no hayan movido un hilo de cara a nosotros. Solo oímos que la Ertzaintza investiga en Asuntos Internos todo lo que está saliendo. Asuntos Internos estará que no da abasto.

La jueza ha archivado la denuncia y el recurso.

Sí, lo archiva provisionalmente porque hay varios expedientes, pero casualmente el que deja abierto es el que no podemos acceder a los vídeos. Entonces, no nos podemos ir preparando la defensa, no podemos hacer nada.

¿Cuáles son sus sensaciones personales?

Pues que huele raro. Que huele muy raro. El no poder hacer justicia porque casi matan a tu mujer. No sé quién ha sido. Pero que de repente no se abra el caso y no sepamos el motivo... Pues huele raro.

Al menos le consta que la Ertzaintza hizo una reconstrucción de los hechos.

Me lo comentó cuando todavía tenía contacto con el director de la Ertzaintza que habían hecho una reconstrucción, pero a partir de ahí...

Creo que uno de los momentos más duros que han vivido fue cuando leyó el testimonio de las dos chicas que socorrieron a Amaya.

Sí, porque...A ver, al final Amaya tuvo un shock traumático, aparte de las lesiones y tal. Y claro, todo eso queda como un poco difuso. Y que la testigo te diga que le vio volar y que cómo estaba y demás... Hombre, pues duele escucharlo.

Visto desde fuera resulta demasiado evidente, no lo van a poder negar ni ocultar...

No sé qué van a argumentar. Solo tienen que presentar el vídeo en el que se ve que Amaya está en la mediana, mirando el móvil, esperando cobertura. Y ahí se va a ver que no había disturbios y que no había nada. Salieron corriendo de la esquina de la Torre de la Anoeta y ahí sucedió la desgracia.

“Las imágenes de las cámaras de seguridad están ahí y en ellas se podrá ver a Amaya mirando el móvil mientras se descargaba la entrada y no había lanzamientos de botellas ni de piedras”

Me meto un poco en suposiciones, ¿pero qué piensa usted que pasó de verdad?

No sé si salieron y dispararon a todo lo que se movía o se le disparó accidentalmente. No lo sé. Lo que sí tengo claro es que para hacer semejantes lesiones fueron a escasa distancia. ¿Y por qué disparó por encima de la cintura? Si está prohibido.

Por lo que ha podido investigar, el material utilizado también le genera dudas.

Claro, hay que ver qué tipo de proyectil han disparado. Si de 15, de 30 metros... Ellos saben que si tú disparas con esa distancia, a 30 metros no provocas una hemorragia estructural, ni dos fracturas en el cráneo...

¿Y ahora, qué?

Pues no sé qué pasará a raíz de esta entrevista. No sé si se enfadarán...

¿Le duele tener que salir en los medios para sentirse un poco escuchados y atendidos?

Hombre, me da muchísima rabia porque yo ahora mismo debería estar en casa con mi mujer. Y no tendría que estar aquí preocupándome de que la justicia no actúa.

Cómo le puede cambiar la vida en un instante...

A mí el 5 de marzo me pusieron la vida patas arriba. Y doy gracias de que tengo a mi mujer en casa...

Con unos daños colaterales que ni se los imaginó en un primer momento.

A nivel psicológico, nos ha destrozado. No a mi mujer, a mí también. Mi cuñado también está de baja. Nuestro niño de 10 años lo vamos gestionando y gracias a Dios que de momento parece que va bien, pero veremos en el futuro por dónde sale. Porque él vivió eso. Él vivió cómo le dejábamos a su madre en el hospital. Él vivió cómo a la 1 de la mañana le tuve que llevar a casa de sus aitonas porque su madre iba a la UCI. Un niño de 10 años lo tiene que gestionar y lo debe sacar a su manera.

Este es el típico caso que lo ves en una serie o una película y piensas que no puede ser.

Pasa, pasa... Hombre, es que la historia da para una serie porque es surrealista todo lo que estamos viviendo. O sea, que tú vayas en familia a ver un partido de fútbol. Manden a tu mujer a la UCI. Y aquí no ha pasado nada. Damos carpetazo. Y no pasa nada para la justicia...

¿No funciona la justicia en este país?

No sé si funciona mal. En mi caso funciona mal. Igual para otros les funciona bien.

¿Algo más que quiera decir?

(Se emociona) Apaleados e indefensos.

¿Siente que hay gente que duda de su versión?

A ver, he leído comentarios en redes sociales. Ahí decidí no seguir leyendo nada, pero... Bueno, ya sabemos cómo funciona esta sociedad. Se opina de todo. Y es lo que hay, ¿no?

¿Algo que le dé especial rabia?

Pues mira. Ella es muy irundarra y le encanta ver desfilar a su marido en el Alarde. Aunque suene un poco frívolo, me duele mucho que no vaya a poder disfrutar de los sanmarciales como a ella siempre le ha encantado.

¿Cómo cree que va a acabar el asunto?

Llámame iluso, pero espero que, pese a todas las trabas que estamos viviendo, se haga justicia. Pero... ¿dentro de cuánto? No es lo mismo cerrar un capítulo dentro de un mes que de tres. Anímicamente no es lo mismo. Solo espero que el nuevo consejero de Interior no actúe igual...