Las malas noticias sobre la Casa Real británica parecen haberse convertido en un constante. Basta con revisar los titulares que han copado los tabloides en menos de cinco meses que han pasado desde que comenzó el 2024. Noticias e informaciones que han ido más allá de las rencillas del príncipe Harry con el resto de los Windsor. Han sido los problemas de salud los que han tomado el protagonismo. Primero por el comunicado en el que se hacía saber que Kate Middleton debía someterse a una cirugía abdominal. Después, por el anuncio del primero de los diagnósticos 'royal': Carlos III padece cáncer.

A los meses, y después de incontables teorías de la conspiración, se haría público también que la princesa de Gales sufre la misma enfermedad. No obstante, el tratamiento mediático de la dolencia está siendo muy diferente. Mientras que el hermetismo es la tónica general en el caso de su nuera, el Rey ha optado por ser transparente con los súbditos de la Corona. Es por eso que ha procurado que los ingleses sean conocedores de sus avances en el tratamiento, y recientemente comunicó su regreso a la vida pública. Se encuentra mejor y ha podido retomar su agenda de soberano. Actos en público junto a sus allegados de la familia real. Algunos más conocidos, como su primogénito Guillermo, y otros que acostumbran a estar en un plano posterior, como su adorada sobrina Zara.

Hija de princesa, pero sin título de tratamiento real

De apellido paterno es Phillips, aunque ha acabado adoptando Tindall, el de su marido. Es la hija pequeña de Ana del Reino Unido, hermana menor de Carlos III. Una de las personas 'favoritas' del monarca y prueba de ello quedó poco después de esa ansiada reaparición. Fue tres días después de reanudar sus actividades cuando, para sorpresa de su sobrina, quiso estar presente en el Royal Windsor Horse Show. Allí, la nieta de Isabel II y el Rey regalaron una imagen verdaderamente emotiva —todavía más dadas las circunstancias— a los presentes al fundirse en un tierno abrazo ante las cámaras de la prensa.

La enésima muestra de un férreo vínculo que el jefe de Estado mantiene con Zara. Ella siempre ha sido una persona importante para él, a pesar de las diferencias que les separan dentro del organigrama de la Corona. Tan sencillo como que Phillips no goza de ningún título de tratamiento real. ¿Por qué? El motivo remite a una petición expresa de sus padres. Ni Mark Phillips ni la princesa Ana quisieron que ella o su hermano Peter ostentasen ninguna posición concreta dentro de 'La Firma', como se conoce a la Casa Real británica. Pero en ningún caso ha sido esto algo que Zara haya recibido de forma negativa. 

Zara Tindall y Carlos III
GTRES

De hecho, y como se ha apuntado desde la prensa en reiteradas ocasiones, el propósito de sus progenitores ha sido cumplido. Al fin y al cabo, no contar con el peso de una denominación 'royal' le ha permitido libertad en el movimiento y la toma de decisiones personales. Es por eso que, a pesar de que demuestra un aprecio inconmensurable por el núcleo duro de la Corona, su vida ha tomado un rumbo distinto a las exigencias de palacio. Sin pecar de querer ser ajena de aquello que sí le resulta importante de la institución, que es involucrarse en causas solidarias o actos concretos que requieren de su presencia o participación. Eso sí: haciendo gala de una espontaneidad impensable dentro de los protocolos regios.

El vínculo inquebrantable de Zara con Mike Tindall, su marido 

A sus 43 años, Zara ha demostrado ser una mujer desacomplejada y  polifacética como pocas. Estudió enfermería y fisioterapia, aunque la mayor de sus pasiones es el deporte. De joven, cuando todavía estaba en el colegio, se involucró en actividades tan diversas como el hockey, la gimnasia o el atletismo. Pasión que le vino de familia, y la prueba más evidente queda en la mayor de sus proezas: es una ecuestre de élite. Jinete como su padre, sus aptitudes le han valido alzarse triunfadora de importantes competiciones como el Eventing World Champion o ganar la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012. El resumen de una vida de entrenos y sacrificios que ha sabido conciliar con tener pareja y con la maternidad. Mike Tindall es su gran amor. Y seguro que la entiende, porque él también es deportista. Exugador de rugby, para precisar. 

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Tindall, con quien ha tenido dos hijos, fue durante más de dos décadas formo parte de célebres equipos como el Bath y el Gloucester, en el que se retiró en el 2014. Desde entonces su vida es distinta, e incluso se animó a participar en el 'Supervivientes' británico en el 2022. Una decisión personal en calidad de 'celebrity', aunque podría presuponerse escandalosa para la familia real. Pero es que tampoco es la excepción. Sin ir más lejos, recientemente fue Gary Goldsmith, el tío de Kate Middleton, quien concursaba en la versión inglesa de 'Gran Hermano VIP'. Sea como fuere, y en el caso del marido de Zara, más llamativo fue el hecho de que su mujer no dudo en trasladarse hasta la jungla australiana para darle una sorpresa. Natural como el entorno que la acogió. Será que Ana tenía razón: no tener título era clave para tomarse estas licencias. Para ser libre, en realidad.