Las Atarazanas del Puerto de Veracruz

Las Atarazanas del Puerto de Veracruz


El Centro Cultural de ATARAZANAS



Cultura
Mayo 16, 2024 07:50 hrs.
Cultura ›
Roberto A. Huerta Paniagua / › Divergencias Informativa

Seminario de Cultura Mexicana
Corresponsalía Texcoco, Estado de México

El día 16 de abril del presente año se publicó en este mismo espacio un artículo intitulado La Heroica Defensa del Puerto de Veracruz. En éste, se anotó que por la noche del 21 de abril de 1914 los mandos de la Marina Mexicana en Veracruz decidieron evacuar a los cadetes de la Escuela Naval Militar; para lo cual, los alumnos salieron por una ’claraboya’ en la pared sur del edificio. Se narra que salieron por las Atarazanas, continuaron por la Alameda, llegaron a la estación de Los Cocos; y, marchando por la vía del Ferrocarril Mexicano, llegaron poco después de la media noche a Tejería.

Posiblemente algunos lectores desconocían hasta antes de la lectura de ese artículo qué son las ’atarazanas’. Al menos, a mí, me llamó la atención esta palabra. Por lo tanto, el presente escrito tiene como objetivo describir qué son y qué fueron las atarazanas del puerto de Veracruz.

EL CENTRO CULTURAL ATARAZANAS

El Centro Cultural Atarazanas o Casa de la Cultura de Veracruz está en una edificación terminada de construir a finales del XVIII, que está ubicada en el andador Julio S. Montero, entre las calles Esteban Morales y Francisco Canal, en el Centro Histórico de la ciudad y puerto de Veracruz.

Actualmente, el Centro Cultural Atarazanas pertenece al Instituto Veracruzano de Cultura (IVAC) y es un área en donde el público en general puede inscribirse a talleres libres de pintura, escultura, dibujo, danza, teatro u otros para expresar su sensibilidad y creatividad. Este centro cultural cuenta con un área de galerías que le pueden dar la oportunidad a todo el público, desde los alumnos de los talleres hasta artistas de gran renombre, para que muestren sus creaciones artísticas.

Además, uno de los objetivos de este centro cultural es proporcionar espacios para mostrar diferentes líneas escénicas, por ejemplo, teatro, danza, títeres, conciertos musicales (son, rock, guitarra, etcétera) en donde interactúe la comunidad veracruzana con diferentes grupos artísticos, tanto de principiantes como de compañías profesionales, con el fin de mostrar el extenso abanico de estas expresiones artístico-culturales.

ATARAZANA, EL CONCEPTO

El vocablo ’atarazana’, según la Real Academia de la Lengua, proviene del árabe clásico a ‘dar assan’a, que se traducirá como ’casa de la industria’; esta palabra luego se transformó en dar assina’a y finalmente en dar assin’ah; y de acuerdo con otra fuente, proviene también del árabe daras-sina ‘ahl, hasta castellanizarse como ’atarazana’. El Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano de Montaner y Simón Editores, 1887, define la atarazana como una ’casa donde se fabrican los navíos y se tienen los preparamientos y municiones para armarlos’.

En los campos españoles, desde el medioevo, había en las costas y riveras unas casas llamadas atarazanas en las que se elabora la estopa para calafatear, peinar el lino o el cáñamo, elaborar las jarcias para los aparejos de los barcos y también las telas llamadas de márraga (jerga) para fabricar costales. Sin embargo, en Andalucía, una atarazana era el lugar en donde se guardaban los toneles de vino.

En la jerga marina, suele llamarse ’atarazana’ a los astilleros donde se construyen embarcaciones. Esta palabra se utilizaba para designar edificios que servían como arsenal, astillero y lugar donde se construyen, reparan y conservan las embarcaciones. Con el paso de los años el término ha dejado de utilizarse. De acuerdo con Hernández (1996), esta palabra tiene una connotación compleja y se define como ’un conjunto de dársenas, diques, cabrias, grúas, gradas, tinglados y talleres comprendidos en un recinto cercano al mar, donde se construyen, arman, reparan, abastecen y conservan los buques de guerra. Para esto hay talleres, almacenes donde se guardan armas, pertrechos, materiales de construcción, reparación, así como cuarteles, enfermerías, oficinas, etcétera’.

LA CONSTRUCCIÓN DE LAS ATARAZANAS DEL PUERTO DE VERACRUZ

Las atarazanas del puerto de Veracruz se construyeron de finales el siglo XVII (Hernández, 1996) a finales del XVIII como parte de las fortificaciones militares de dicho puerto; por lo tanto, a mediados de ese último siglo fueron utilizadas por el ejército del Virreinato de Nueva España.

Originalmente, se construyeron tres naves o –digamos– tres atarazanas. Años después se le anexó una cuarta nave al conjunto, cuya construcción concluyó en 1779, de acuerdo con el año del medallón que está ubicado en la fachada sobre la puerta de esta nave.

Por su parte, Miguel Lerdo de Tejada en su libro Veracruz en Veracruz, publicado en 1858, respecto a la construcción de estas atarazanas, anota lo siguiente:

’…fueron construidas a principio del siglo pasado con el objeto, según un anuario que he visto en una gaceta del año 1732, de guardar en ella palos de arboladura que llegaban de Coatzacoalcos y demás necesarios para el apresto de los navíos de S.M. que llegaran desarbolados a Veracruz, actualmente, una parte de ellas está ocupada por objetos de la artillería. En la pared de una de ellas hay inscripciones que dicen que se acabaron en 1719, pero en la citada gaceta de 1732 he visto que todavía entonces se trabajaba en su obra’.

MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN Y ESTILO ARQUITECTÓNICO

La construcción de estas las atarazanas fue hecha con piedra múcar o múcara, que es un coral marino del tipo ’cerebro’, el cual se cortaba en bloques uniéndolos con una argamasa de cal elaborada con conchas de moluscos marinos y arena de mar. La piedra múcara se extraía del Sistema Arrecifal Veracruzano que se encuentra frente al puerto de Veracruz.

El estilo arquitectónico de la atarazana que se encuentra actualmente en pie, corresponde al llamado ’herreriano’, desarrollado por Juan de Herrera, y es una evolución del plateresco con ambiciones hacia el renacentista italiano. Este estilo, muy de las edificaciones militares españolas, en su época se denominaba también ’desornamentado’, y conforma lo que podría llamarse arquitectura renacentista española, la cual se caracteriza por su simplismo y ausencia de decoración.

Se considera a esta atarazana como un modelo novohispano de gran autenticidad, muy difícil de ver en otros lugares de Veracruz y todo México. En España se conservan también atarazanas en algunos de sus más importantes puertos.

FINALIDAD DE LAS ATARAZANAS

El ingeniero don Miguel del Corral, en la Relación del Estado de las Fortificaciones de Veracruz, fechada el 31 de diciembre de 1786, menciona que el edificio (se refiere a las atarazanas) era usado como almacén y para la protección a embarcaciones menores. Además, en esta relación, informa que para el servicio militar de Veracruz existían los siguientes edificios:

’Un Cuartel de Caballería pata ocho compañías, un hospital capaz de 625 camas, una proveduría con altos, y bajos, y al frente de ésta que mira al mar un almacén a dos naves, y otro mayor de cuatro, con un colgadizo a la espalda para precaver de la intemperie las embarcaciones menores que se carenan; y hay a más de esto un tinglado de madera pata custodiar las maderas nuevas…’.

Cuatro años después, de una anotación manuscrita en un mapa publicado en 1792 por el London Magazine, vol. XXXI, p. 383, denominado ’La Vera Cruz or Sn. Juan de Ulúa’, cerca de donde dice ’Baluarte de Santiago’ (que entonces se llamaba ’de la pólvora’), se infiere que las atarazanas se construyeron con la finalidad original de guardar los mástiles destinados a reparar los navíos desarbolados que al puerto de Veracruz llegaban.

Ahora, en cuanto a las causas por las cuales los navíos quedaban desarbolados en aquellos años, no era por los ataques de los piratas, pues la piratería desde 1776 ya estaba en decadencia. Tampoco era debido a los daños causados por las batallas contra Inglaterra por las posesiones de América, ya que tales enfrentamientos terminaron en 1763 con el pacto de la Paz de París. Realmente, los daños a la arboladura de los barcos (a los aparejos de las velas de los navíos) durante los siglos XVII y XVIII, se debían a los huracanes y el mal tiempo en el Golfo de México. Al respecto, se sabe que hubo huracanes en este mar en los años de 1780, 1789 y 1799.

Cabe destacar que de acuerdo con el concepto de ’atarazanas’, las de Veracruz no tuvieron la finalidad de construir, armar y reparar in situ grandes buques de guerra, ya que, por su ubicación y las características fisiográficas del entorno, era muy poco probable o imposible.

Observando un plano de la ciudad de Veracruz, litografiado por Casimiro Castro en 1857, se ve que solamente había un muelle, el cual estaba muy distante de las atarazanas; por otra parte, las embarcaciones mayores anclaban cerca de San Juan de Ulúa, en donde podían fondear y sujetarse a las argollas del muelle de esta fortaleza.

Así que, las atarazanas se utilizaban como bodegas y taller de carpintería para elaborar mástiles a partir de troncos de pinos traídos de los bosques de Coatzacoalcos. Ya elaborada la pastelería, se trasladaban en carretas al muelle, en donde se colocaban en barcazas para transportarlos al fondeadero de Ulúa, en el que habría grúas con las que se colocaría la nueva arboladura sobre la cubierta de los barcos dañados.

En España se han construido, museográficamente, barcos de tamaño natural dentro de atarazanas, y la ausencia de arboladura en éstos indica que no había alturas dentro de tales astilleros o casas de reparación como para que dichas naves allí se arbolaran, lo que refuerza el argumento de que tal equipamiento se hacía al exterior o estando las naves ancladas en el mar.

Por otra parte, la posibilidad de que estas atarazanas se utilizaran para reparar barcos introduciéndolos por el cercano río Tonaya, es cuestionable. Aunque en los mapas anteriores al de Casimiro Castro se observa que este río provenía de escurrimientos de médanos y el desagüe de una laguna, parece haber tenido considerable caudal, y hay datos históricos de que en ocasiones creció hasta los cimientos del Baluarte de Santiago.

Sin embargo, no se han encontrado datos que indiquen que tal río tuviera el calado suficiente como para introducir un barco, a pesar de que, en el Plano del Puerto de Veracruz del Ingeniero Agustín López, firmado en 1746, se advierte que en la boca de este río existía un canal labrado en el arrecife coralino; pero tal vez para dar paso a embarcaciones, a la vez que para extraer la piedra múcar para las construcciones. Empero, se aprecia que en ese entonces había allí un muelle menor al que estaba en San Juan de Ulúa.

Ya para 1857 ese río, según el mapa de Casimiro Castro, se observa muy exiguo, aunque aún identificable por lo que parece ser una noria y algunos puentes. En el caso de que hubiera sido posible introducir barcos dentro de ese río, el procedimiento para sacarlos y jalarlos hasta el interior de las atarazanas hubiera sido haciéndolos rodar sobre troncos.

Con lo anterior, queda claro que las atarazanas fueron originalmente almacenes y talleres en donde se procesaban los troncos para convertirlos en mástiles; y, además, que eran bodega en donde se almacenaban las cosas necesarias para el reequipamiento de los objetos perdidos en los barcos durante las tormentas. Más tarde, se utilizaron como bodegas de artillería y en algún momento como punto de revisión de mercancías que entraban y salían en el comercio internacional de la época.

DE ENTONCES A NUESTROS DÍAS

Después de la expulsión de los españoles de nuestro país, por decreto del primer presidente de la república, Guadalupe Victoria, estas atarazanas fueron utilizadas en ocasiones para almacenar víveres e implementos de guerra.

Miguel Lerdo de Tejada, en su libro ya mencionado, describe estas atarazanas o almacenes de artillería, anotando que se encontraban inmediatas a la Puerta del Rastrillo, entre el baluarte de Santiago y los muelles; que se componían de tres almacenes construidos paralelamente a la muralla ’a la izquierda de dicha puerta, teniendo en su frente hacia ésta una cuadra descubierta para servir de taller de carpintería, y cercada con una reja de madera’.

Continúa Lerdo de Tejada que estos almacenes ’se encuentran en estado de ruina, con excepción de uno que fue reconstruido en 1844’. Describe además que ’hacia la derecha de la Puerta del Rastrillo se encuentran otros almacenes, más bajos de techos que aquellos, en dos naves perpendiculares a la muralla, y por último, más hacia la derecha, hay otro almacén que fue construido para depósito de azogue que venía de España’, y que actualmente sirve ’para depósito de carbón de piedra y otros objetos de la marina’. Y termina su descripción afirmando que todas estas obras son ahora propiedad del gobierno.

Después de la Revolución Mexicana, entre los años de 1917 y 1920, el edificio fue usado por el Ejército Constitucionalista como parte del servicio de la tropa, arsenal, almacén de víveres y para almacenar herramientas de guerra. Posteriormente, con las ampliaciones del puerto y el terreno ganado al mar, la línea costera se alejó del edificio y los usos variaron con el paso de los años instalándose talleres, cuarteles, arsenales, bodegas, cuartel de bomberos; e incluso, estuvo por tiempos abandonado y en ruinas.

A partir del año de 1950 funcionó como gimnasio y cancha deportiva (con gradas y vestidores incluidos) del Ilustre Instituto Veracruzano. En la década de 1980, también funcionó como librería. Luego cayó en el abandono total hasta que en el año de 1989 el Instituto Veracruzano de Cultura se hizo cargo de sus instalaciones.

El actual edificio fue remodelado en 1989; y ya restaurado, se inauguró el 21 de abril de 1991 como ’Centro Cultural Atarazanas’ bajo la administración del Instituto Veracruzano de Cultura, el famoso IVEC.

FUENTES DE INFORMACIÓN

Hernández A., J. 1996. ’Las atarazanas de Veracruz como almacenes de la marina’. en: Arqueología (http://revistas.inah.gob.mx). Formato electrónico pdf. Disponible en: file:///C:/Users/RobertoAntonio/Downloads/karina_osnaya,+08+Hern%C3%A1ndez+baja%20(4).pdf (Consultado el 28 de abril de 2024).
México es cultura. 2024. Centro Cultural Atarazanas. Secretaría de Cultura. Gobierno de México. Disponible en: https://www.mexicoescultura.com/recinto/49498/centro-cultural-atarazanas.html (Consultado el 27 de abril de 2024).
Peredo, M. s.f. Como era esta atarazana. Cuaderno de trabajo. Edición de Melchor Peredo. Veracruz, Veracruz. 13 p.
Toriz, V.M. 2023. Atarazana, murallas del Veracruz antiguo. Identidad Veracruz https://www.identidadveracruz.com/2023/01/15/atarazanas-muralla-del-veracruz-antiguo/ (Consultado el 28 de abril de 2024).
Wikipedia. 2024. Las atarazanas. Wikipedia. La enciclopedia libre. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Las_Atarazanas (Consultado el 27 de abril de 2024).

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