4 factores que explican la histórica caída del independentismo en las elecciones en Cataluña

Un hombre con un cartel que dice "independencia" en un acto de campaña

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No había sucedido nada igual en más de cuatro décadas.

Por primera vez desde 1980, el bloque de los partidos nacionalistas e independentistas no logró la mayoría necesaria para gobernar en unas elecciones en Cataluña.

En los comicios celebrados el domingo en esa región del noreste de España se impuso el Partido Socialista de Cataluña (PSC) de Salvador Illa, tanto por número de votos como de escaños (42), aunque lejos de la mayoría absoluta (68), por lo que deberá pactar si quiere ser investido presidente y formar gobierno.

La mayoría de analistas creen que los resultados de estas elecciones suponen un punto de inflexión en una comunidad autónoma en la que desde hace más de una década los partidos independentistas han llevado a cabo un proceso soberanista (conocido en catalán como "el procés") para lograr la independencia del resto de España.

El "procés" vivió su punto álgido en octubre de 2017, cuando se celebró un referendo de autodeterminación declarado ilegal por la justicia española y se produjo una declaración unilateral de independencia, tras la cual, varios políticos catalanes huyeron al extranjero o fueron juzgados y encarcelados.

Pedro Sánchez y Salvador Illa en un acto de campaña

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Pie de foto, Antes de liderar a los socialistas catalanes, Salvador Illa fue ministro de Sanidad en el gobierno de Pedro Sánchez.

El resultado de las elecciones del domingo es visto como un espaldarazo para el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, quien desde que llegó al poder en 2018 rebajó las tensiones en Cataluña, primero concediéndoles un indulto a los políticos presos y más recientemente aprobando una ley de amnistía que permitirá regresar a España a los líderes independentistas que se encuentran prófugos en el extranjero.

Entre estos últimos está Carles Puigdemont, el expresidente catalán cuyo partido, Junts per Catalunya (Junts+) quedó en segunda posición en los comicios del domingo y que desde 2017 vive en Bélgica.

Puigdemont ha dicho que no renuncia a ser investido presidente del gobierno catalán, algo que parece poco probable dada la pérdida de apoyos que han sufrido los partidos independentistas, que no han logrado el número de escaños necesarios para alcanzar la mayoría absoluta.

Según los analistas, los resultados de las elecciones del domingo suponen un duro golpe para el movimiento soberanista y son un reflejo de cómo han cambiado las prioridades de los votantes catalanes tras más de una década en la que el tema de la independencia lo ha dominado todo.

"Los resultados para el bloque son nefastos", le dice a BBC Mundo Marc Guinjoan, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

"Estos partidos que estaban en el Parlamento en la anterior legislatura pasan de 74 a 59 escaños. Así que los resultados son sin lugar a duda desastrosos [para ellos]", añade.

¿Qué factores han llevado a esta pérdida de apoyos?

1. Desencanto social y disputas en el bloque independentista

Carles Puigdemont en un acto de campaña.

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Pie de foto, El expresidente catalán y líder del movimiento independentista, Carles Puigdemont, del partido independentista Junts+, hizo campaña desde el extranjero.

El sentimiento de la calle ha pesado mucho en estos resultados electorales.

"En los últimos años, creo que podemos identificar el cansancio como un factor principal. Hay un desencanto con los partidos políticos independentistas, porque al final prometieron que se podría conseguir la independencia y después se demostró que era un proceso muchísimo más complejo", dice Guinjoan.

"Los partidos políticos que abogan por la independencia lo han intentado todo y no lo han conseguido, y esto evidentemente también ha llevado a controversias muy importantes dentro del seno del movimiento independentista", añade Guinjoan en referencia a fuertes disputas que ha habido en los últimos años entre las formaciones políticas soberanistas.

Estas promesas que no se cumplieron generaron un "ambiente de engaño y de falta de rumbo" que trajo "incertidumbre y desapego en la población", señala Guinjoan.

"Hemos asistido a una situación de reacción en contra de esta clase política”, afirma el profesor de la UAB.

2. El empuje de los socialistas y la baza del victimismo

Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, aplaude

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Pie de foto, La ley de amnistía del gobierno de Pedro Sánchez ha sido muy controversial.

Tradicionalmente, cuando el gobierno central de España está en manos de los socialistas, a los candidatos del partido en Cataluña les va bien y obtienen buenos resultados.

No es una fórmula que se cumpla siempre, pero en estas elecciones también parece haber funcionado, en parte gracias a las decisiones adoptadas por el gobierno de Pedro Sánchez.

Sus acuerdos de gobierno con los independentistas en Madrid han rebajado la tensión en Cataluña, pese a crear un ambiente de crispación política y social en el resto de España, acusando la derecha a Sánchez de "venderse" para mantenerse en el poder.

"En todo esto ha influido mucho la estrategia de Sánchez de otorgar indultos y tramitar una ley de amnistía para los condenados por la convocatoria del referéndum ilegal", dice Toni Roldán, director del Centro de Política Económica EsadeEcPol y exdiputado del partido político Ciudadanos.

Cataluña arrastraba una herida emocional muy fuerte por las cargas policiales que hubo durante el referendo de independencia celebrado el 1 de octubre de 2017 y por las condenas a los líderes soberanistas.

"Con esta política de perdón de Sánchez, es mucho más difícil para los partidos independentistas generar una épica de 'pueblo reprimido'. Es muy difícil convencer a la gente de que Sánchez es un fascista opresor", le dice Roldán a BBC Mundo.

3. La sequía y otros problemas más allá de la independencia

el embalse de Sau, en Vilanova de Sau en Cataluña.

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Pie de foto, Los embalses en Cataluña llegaron a mínimos históricos.

Aunque la aspiración de que algún día Madrid permita celebrar en Cataluña un referendo de autodeterminación similar al que tuvo lugar en Escocia en 2014 sigue presente, el tema de la independencia ya no es la principal preocupación de los catalanes.

Ese lugar lo ocupa la sequía que sufre la región desde hace 3 años y que llevó a las autoridades a declarar el estado de emergencia a principios de año, aunque la situación mejoró con las lluvias de las últimas semanas.

Las restricciones en el suministro de agua a las que debían hacer frente los ciudadanos y sectores clave de la economía como la agricultura pusieron sobre la mesa otros temas que preocupan seriamente a los catalanes, como el exceso de turismo, el elevado costo de la vida o la crisis en el acceso a la vivienda.

Y esas otras preocupaciones parecen haberse visto reflejadas en cómo votaron los catalanes el pasado domingo.

4. El impacto económico en Cataluña del proceso independentista

Pere Aragonès reconociendo la derrota en las elecciones.

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Pie de foto, El partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), del actual presidente catalán Pere Aragonès, se desplomó de 33 a 20 escaños.

Para Toni Roldán, parte de la pérdidas de apoyos de los partidos independentistas se debe también a la sensación de parálisis económica que tienen muchos ciudadanos.

En los últimos años el tejido empresarial catalán se vio dañado por la incertidumbre causada por el "procés" independentista.

Grandes bancos y empresas decidieron abandonar Cataluña, lo que causó un grave daño a la imagen de la que históricamente fue la región más próspera e industrial de España.

A esto se suma, según Roldán, la sensación de "decadencia relativa en relación a Madrid y a otras comunidades autónomas" españolas.

"Los catalanes sienten que las batallas identitarias tienen ocupados a los políticos, que se han despreocupado de gestionar", dice Roldán.

"Cataluña, que históricamente ha sido una región pragmática, burguesa y europeísta, se ha convertido en un sitio hostil para las empresas y para los mercados. Hay una percepción de incompetencia por parte del gobierno saliente", afirma.

En este sentido, el presidente regional y líder de ERC, Pere Aragonès, anunció este mismo lunes que se aparta de la primera línea política.

"Por responsabilidad con el país y con Esquerra Republicana, hoy he comunicado a ERC que no tomaré el acta de diputado y que abandonaré la primera línea política. Inicio una nueva etapa con el mismo compromiso, ayudando al país que amo, por una Catalunya justa e independiente", anunció Aragonès.

Se inicia ahora un período en el que los distintos actores tratarán de alcanzar acuerdos para poder gobernar una región que ha protagonizado la política española de los últimos años.

Serán días y semanas de cálculos y análisis, en los que no se podrá perder de vista el impacto que cualquier alianza en Cataluña pueda tener en el balance de fuerzas en la política nacional.

Queda por ver si se logrará la formación de una coalición estable o si, por el contrario, los catalanes volverán a ser convocados a las urnas en un plazo no muy lejano.

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