Los héroes de S´ha acabat!

Falta mucho por andar para que España sea una nación orgullosa de sí misma

Carles Puigdemont (Junts). / Marc Asensio

Hoy Cataluña está llamada a las urnas para que nada cambie o para que, cambiando algunas cosas, todo siga igual. Continúa la tabarra permanente del independentismo -tan aplastante como la atmósfera del verano sureño de Faulkner-, con su no menos falso que exitoso lema del España nos roba -y nos ha robado siempre-. Que nos lo digan a quienes lejos de sus urbes industriales y superpobladas habitamos en los páramos de la España interior, fértil en generosidad y estéril para la solidaridad ajena.

En 2018, cuando más opresivo era el despliegue del “Procés”, un grupo de jóvenes universitarios lanzó en los campus universitarios catalanes el grito S´ha acabat!, al modo del Basta Ya! del País Vasco. Lo hacían hartos de soportar el pensamiento oficial y monolítico a favor de la independencia y en contra de cualquiera que se atreviera a discrepar. Desde entonces los jóvenes de la organización S´ha acabat no han dejado de crecer ni de actuar, jugándose el tipo muchas veces, plantando cara al independentismo de forma pacífica pero con ejemplar firmeza, allí donde más le duele y cuando el resto de la sociedad se ha mostrado más cobarde y acomodaticia.

De ellos y del conjunto de los jóvenes viene la esperanza cuando las encuestas empiezan a apuntar que es precisamente en la franja de edad más joven de entre los votantes donde la borrachera nacionalista más empieza a decaer. Ellos sí son representantes de la universalidad que significa la palabra Universidad. Ciudadanos del mundo global en el que vivimos y no del patético villorrio en que los nacionalistas pretenden encerrar a los catalanes, siguiendo el juego a quienes han hecho fortuna del privilegio y la exclusión.

Falta mucho por andar para que España sea una nación orgullosa de sí misma. De su diversidad y de su unidad. De nuestra historia y nuestros logros. De haber sido vanguardia para el mundo en tantos ámbitos y ocasiones. Por eso los grupos de jóvenes catalanes y por ello españoles como los de S´ha acabat merecen el homenaje de ser llamados lo que son: ¡Héroes!

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