Para nadie es un secreto que en el año 1998, cuando salió “Roseland NYC Live” a la luz de la banda británica Portishead, la misma se convirtió en un culto auditivo que le dio un puesto importante al Trip Hop en la historia de la música.
Era muy entendible, y esperado inclusive, que el año pasado se reeditara un trabajo de esta envergadura, ya que, en su momento reflejó una cantidad de coincidencias en positivo que dieron fruto esa noche del 24 de julio de 1997; al unir, este sonido maravilloso de matices electrónicas con Downtempo, junto a variedades de scratch en affair con una sinfónica, y como guinda del pastel, la voz única de Beth Gibbons.
Hasta el sol de hoy, muchos se preguntan cómo Portishead, banda conformada por Gibbons, Barrow y Utley; consiguieron ese sonido que los ha llevado a mantenerse en boga.
Si evaluamos bien a Portishead, es una banda de gran recorrido, con pocos trabajos discográficos, de por sí, “Roseland NYC Live” se grabó con la existencia en el mercado de un solo disco del año 1994, les hablo de “Dummy”, que fue un palazo de trabajo que vendió millones de copias; y más bizarro aún, es que se atrevieron a hacer este concierto en vísperas de la presentación y tour del segundo disco que es homónimo a la banda, les hablo de “Portishead”.
“Roseland NYC Live”: El Trip Hop más ambicioso y obsesivo
Estos británicos siempre quisieron ir un paso más adelante, y deciden hacer este “experimento” sin siquiera haberse dejado escuchar canciones del segundo disco, así que, muchos de las personas que estuvieron ese día lluvioso en el extinto teatro neoyorquino, escucharon por primera vez canciones “que no tenían la más mínima idea”.
La obsesión del trío tenía sus riesgos, y de seguro manejaban el consuelo de que, si este trabajo no resultaba bien, pues quedaría archivado en el olvido … “el que no arriesga, no gana”; indudablemente ellos “ganaron”.
Una noche mágica en Roseland
¡Y vaya que noche! Donde Beth Gibbons, cantó como nunca, fue una musa de pasión, sumergida en una melodía única que se veía brillante entre el humo del cigarrillo que la acompañaba en abrazos al micrófono …. Bocanadas y melodías …. Simplemente hermoso.
En ese año 1997, no supimos más de nueva música hasta que luego de 10 años llegó “Third”; pero retomando “Portishead Roseland NYC Live – 25 Anniversary” y celebrando este acierto, nos regalan el trabajo, pero con una respectiva remasterización y con 3 temas adicionales que solo podíamos disfrutar en el VHS y no en los CDs.
Quiero comentar entre mi ignorancia, que, leyendo, me enteré de que en la versión original de Roseland están incluidos temas de otras presentaciones porque al parecer no quedaron al gusto de la banda, sin embargo, en esta reedición se respeta todo el sonido y los temas si corresponden al evento del 24 de julio de 1997 en su totalidad.
25 años después Portishead nos vuelve a enamorar
Para los que somos melómanos nostálgicos, escuchar este disco no hace cerrar los ojos y recordar las imágenes, que manejan una textura muy tirada a lo sepia y que es tan característico de los años 90s.
El teatro de Roseland era un gran círculo, rodeado de fans, podríamos hablar de un silogismo de secta, pero en buena energía musical; muy íntimo, muy oscuro, con mucho respeto a la música y a la ejecución con un silencio para no perder detalle alguno en las ejecuciones de los temas, claro está, todo apoyado también en el desconocimiento de muchas canciones como les comenté al principio.
Roseland NYC Live – 25 Anniversary, después de un cuarto de siglo, solo me deja como conclusión, que sigue siendo hipnótico, hermoso y totalmente emocional.
Es uno de mis discos preferidos de la vida, y tenerlo ahora con este sonido mejorado, solo me hace entender que Portishead no se ha ido, solo estaban de parranda.
Con mucha objetividad y respetando los gustos variopintos, este trabajo para mí no tiene un “pero” o un “no obstante”. Portishead es una de las bandas que más me ha marcado en la vida.
Gracias por hacerme tenerlos más vivos que nunca.
10/10
