Un ático en Babel, Travesía 58/ "LA GRAN PARADOJA"
Queridos marineros, decía
el famoso tango que veinte años no son nada y, desde luego, doy fe de ello. El
caso es que acaba de cumplirse el vigésimo aniversario de la entrada del grueso
de países del este a la Unión Europea y el único análisis que cabe hacer es el
de que estamos hablando de una historia de éxito sin paliativos.
Echando la vista atrás,
en el año 2004 entraban a formar parte del club comunitario como estados de
pleno derecho diez países del oriente continental. Naciones que llegaban en
condiciones económicas bastante frágiles y que en apenas dos décadas han
propiciado que el eje de poder político y económico de la Unión bascule hacia
aquellas latitudes en detrimento, principalmente, de la Europa del sur. Cómo
han logrado unos pobres de solemnidad, con sistemas productivos obsoletos fruto
de la economía estatista típica de los regímenes comunistas, alcanzar
semejantes hitos habla muy bien de esos estados y, por ende, deja en un lugar
no muy honroso a los sureños.
Lo cierto es que a día de
hoy, la mayor parte de este bloque ha superado o está a punto de superar en
renta per cápita a España y, en breve, lo harán con Italia. Además, exhiben
crecimientos robustos que se caracterizan por una alta productividad y una
deuda pública y un desempleo bajo. Justo el cuadro contrario a los
meridionales, con España e Italia a la cabeza de los preocupantes datos.
No nos dejemos engañar
por las alharacas gubernamentales, la auténtica riqueza de una nación no es el
aumento de su PIB sino el de su renta per cápita, justo la cifra en la que
España cada día sale peor parada. Un país desindustrializado que se ha abrazado
al turismo como única tabla de salvación y que la mitad del gasto público lo
emplea en pagar pensiones e intereses de la deuda. Así que podemos concluir que
la gran paradoja española es que crecemos como nunca y caemos como siempre.
por
El Grumete
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