Nueva Numancia

LOS INICIOS
En la imagen de la Carretera de Valencia que nos proporciona el mapa de Castro de 1859, en las cercanías del puente de Vallecas sobre el Arroyo Abroñigal, no se aprecia la presencia por esa época de edificaciones en lo que posteriormente constituiría el barrio de Nueva Numancia. Sin embargo, hay constancia de la existencia en 1848 de algunos ventorrillos en el lugar (Nueva Numancia, Vicente Martín Morales):
“El ayuntamiento constitucional de Vallecas ha acordado sacar á la subasta […] los ventorrillos del Arroyo Abroñigal, en este término. Vallecas 30 de octubre de 1848.- El alcalde, Apolinar Pérez Medel” (Diario Oficial de Avisos de Madrid, 31-10-1848).
Y en el mapa de Madoz de 1853, pasado el puente del Abroñigal, se sitúa un reducido caserío, que podría corresponder a esos ventorrillos o a las primeras viviendas de la zona, muy pocas si fuera el caso. Junto al puente del Abroñigal estaba la Casa de Guarda que correspondía al portazgo o fielato.
[Cuarenta años más tarde, el fielato se mantiene en el mismo lugar: “… el Puente de Vallecas, á partir del casucho que tiene el Municipio como fielato” (Heraldo de Madrid, 16-8-1892).]
Los terrenos sobre los que comienzan a construirse los primeros edificios de Nueva Numancia, en la margen izquierda del Abroñigal, habrían sido adquiridos por personas adineradas, probablemente durante la desamortización de Pascual Madoz (Ley de 1-5-1855), ya sea en 1855-56 o a partir de 1858, cuando se reanudó la aplicación de la ley -suspendida en 1856- siendo O'Donnell presidente del Consejo de Ministros.
[Una de esas personas fue Francisco de la Presilla y Ortiz de Taranco, administrador y corredor de Fincas, Agente de Bolsa y Vocal de la Junta de Comercio de Madrid, que era apoderado de Teresa Ponce de León y Cerdeño, quien en 1838 ostentaba el título del Mayorazgo de Luis Cerdeño y Monzón y Francisca Luisa de Olano]
Aunque ya en 1854 Mesonero Romanos, en su Guía de Madrid, citando Vallecas, menciona las haciendas propiedad de los señores de Corte:
“… al fijar los límites de la capital de España, [Mesonero] hace referencia de Vallecas como uno de sus […] confines, que fija en su parte Este. Luego, al hacer mención de las haciendas propiedad de los señores de Corte, vuelve a citar a ese poblado entre otros de los que formaban sus […] cercanías” (Hoja del Lunes, 21-7-1958).
[Los cambios de gobierno no afectaron a las subastas, que continuaron hasta finales de siglo. Durante la época de adquisición de los terrenos de Nueva Numancia hubo otras personas adineradas, como el matrimonio de Eduardo García Goyena y doña Carlota Megía, que también adquirieron otras tierras cercanas más al norte, a ambas márgenes del Arroyo de las Moreras. “A mediados del siglo XIX unas pocas familias son poseedoras de la mayoría de las tierras del Puente de Vallecas: Francisco de la Presilla, Carlota Mejía de Goyena, Villota y Dupret, Molinuevo, Laborde y Andrés,...” (Apuntes sobre la Historia de Puente de Vallecas, Vicente Martín Morales)]
BARRIO DE NUEVA NUMANCIA
El hecho es que las primeras noticias que nos llegan de un núcleo de población en el lugar se publican en 1866: la prensa informa que “Continúan las obras con actividad en el barrio de Nueva Numancia, que con el tiempo ha de formar parte de la corte, por estar situado a espaldas de la gran posesión del Retiro” (La Correspondencia de España, 31-12-1866); poco antes se había publicado un aviso de la Alcaldía constitucional de Vallecas donde se cita a cuatro vecinos “que han residido en el barrio de Nueva Numancia, juridiscción de dicha villa, y cuyo paradero se ignora… Vallecas 30 de octubre de 1866” (Diario Oficial de Avisos de Madrid, 8-11-1866).
Y en 1868 ya “hay en construcción una iglesia y muchas casas que forman rectas y espaciosas calles”:
”En la colonia que se está creando en el floreciente barrio de la Nueva Numancia hay varios solares de 4.000 y 5.000 pies cada uno por vender. Los propietarios, deseosos de favorecer la pronta población de tan interesante punto, harán cuantos sacrificios estén de su parte en plazos y precios.- La proximidad á la córte y el pintoresco punto que ocupa, así como la abundancia de sus aguas, le hacen preferible á todos los demás de las cercanías, siendo el sitio más concurrido para diversiones campestres. Hay en construcción una iglesia y muchas casas que forman rectas y espaciosas calles. Darán razón calle Olivar, núm. 4, almacén de aguardientes.” (Diario Oficial de Avisos de Madrid, 20-3-1868)
En el mapa de 1875 se observa la distribución de los edificios, con una manzana de casas circundada por las calles de Antonia Calás, esposa de Francisco de la Presilla, las de sus hijas, Ramona y Josefina de la Presilla, y la Carretera de Valencia. Al otro lado de la carretera se fue formando una línea de posadas y tiendas cerca del antiguo portazgo y algunas viviendas que configuraban calles perpendiculares a la Carretera de Valencia. Probablemente, en esos años se comienza a hablar indistintamente de Nueva Numancia y el Puente de Vallecas.
También había casas diseminadas hasta el Bº de doña Carlota, donde ya estaba la finca de Eduardo Gª Goyena y Carlota Megía. Y, como puede verse en el mapa de 1890, el caserío del Puente de Vallecas apenas sufre variación en ese periodo.





Puente de Vallecas 1890
(Plano de Madrid y sus alrededores, IGN)

Aunque, según M. de Terán (Madrid: estudios de geografia urbana, Manuel de Terán), hacia 1875 ya estaban en formación los barrios del Puente (Nueva Numancia), Doña Carlota y Picazo. Doña Carlota formaría parte del Puente de Vallecas, distinguiéndose dos barrios: Centro de Nueva Numancia y Norte de Nueva Numancia-Doña Carlota. El barrio de Picazo, al sur, estaría algo más alejado de los otros dos.
En 1876 Fernandez de los Ríos, en su Guía de Madrid, califica a Vallecas de arrabal, y dice: “A la derecha e izquierda de la carretera de Valencia, después del arroyo Abroñigal, se ha ido formando un arrabal que cuenta ya con un buen número de casas” (Hoja del Lunes, 21-7-1958).
UN BARRIO FLORECIENTE
Es necesario promocionar el nuevo barrio, aunque todavía no tenga agua corriente ni alcantarillado, y en 1867 se inicia la construcción de una plaza de toros (Vallecas, pueblo de la periferia de Madrid, Vicente Martín Morales. El destino de esta pequeña plaza fue fundamentalmente acoger becerradas, ya que los toreros importantes se daban cita en la Plaza de la Fuente del Berro):
“En el floreciente barrio de la Nueva Numancia, que está situada en el Puente de Vallecas, mas abajo de los Docks, se está construyendo una plaza de becerros con el objeto de amenizar las cercanías de esta capital” (La Correspondencia de España, 1-4-1867). Y según Francisco López Izquierdo, “la primera plaza de toros se inaugura el 23 de septiembre de 1884”, con capacidad “para cuatro mil doscientas personas” (La Lidia, 4 de agosto de 1884).
[“Situada entre las calles de Monte de San Marcial, Pingarrón y Puerto de Baños fue inaugurada el 23 de septiembre de 1884. Contaba con 4 tendidos y una pequeña grada. El arquitecto que llevó a cabo la idea fue Isidro de Benito. La plaza se construyó básicamente con hierro, ladrillo y cemento […]. Contaba con cuatro tendidos, una pequeña grada, palcos, andanadas y terraza. Fue derribada en 1926” (Las Plazas de Toros en Madrid, Francisco López Izquierdo)]
[Los Docks (muelles en inglés) o más adelante cuarteles de Daoiz y Velarde, fueron un complejo de edificios, empleado, entre otros fines, como cuartel militar, que estaba ubicado en el barrio de Pacífico aprovechando la cercanía de la estación de Atocha y la carretera de Valencia.]
En octubre de 1867 un diario anuncia que “se va a construir una iglesia” en Nueva Numancia, siendo la primera noticia conocida de un posible lugar sagrado en la barriada:
“En el barrio de Nueva Numancia (puente de Vallecas) se va á construir una iglesia, para que sus vecinos, ya tan numerosos, tengan donde cumplir los preceptos religiosos” (La Correspondencia de España, 29-10-1867).
Y ya en febrero del año siguiente se había dado principio a la construcción de una capilla:
Según dice un periódico, en el barrio de Nueva Numancia, antes Puente de Vallecas, en el terreno cedido por D. Francisco la Presilla, se ha dado principio á la construcción de una capilla donde los fieles podrán cumplir con los preceptos religiosos” (La Esperanza, 5-2-1868).
Aunque no podemos asegurar en qué año quedó construida “la iglesia” y se abrió al culto, sabemos que en 1880 ya existía una capilla bajo la advocación de la Virgen del Carmen y se habrían celebrado actos litúrgicos, facilitando a los primeros vecinos de Nueva Numancia y aledaños la asistencia a misa dominical.
[La ermita se bendijo el día 3 de Julio de 1880 (Archivo de la Hermandad de Ntra. Sra. la Virgen del Carmen, parroquia de San Ramón Nonato). Estaba situada en la calle de la Presilla nº 4 (entonces Josefina de la Presilla, actual Monte Igueldo).]






En la imagen de Facundo Cañada de 1900 se ve la ermita del Carmen, junto al paso de la Maquinilla, en la calle de la Presilla; la plaza de toros (15), frente a la calle del Dr. Salgado; y entre ambas el Mercado en Construcción (Pza. Vieja)

Sin embargo, según una crónica del Heraldo de Madrid de 1892, los alrededores del puente sobre el Abroñigal -”riachuelo que […] no tiene apenas agua”- no invitaban, precisamente, a visitar el “floreciente barrio de la Nueva Numancia”, “á partir del casucho que tiene el Municipio como fielato”:
“Cualquiera diría que el Ayuntamiento de Madrid no recauda lo suficiente para haber edificado en el sitio que hoy ocupa el fielato de consumos del Puente de Vallecas (que es un mal casucho), un edificio digno del servicio á que se le dedica, para que en él puedan vivir con decencia aquellos dependientes del Municipio madrileño.
Detrás del fielato, debajo del Puente acampa un destacamento de [gente] con su correspondiente escuadrón de burros y de perros. En verdad que á esta gente había que premiarlos, en medio de todo, siquiera sea por tener la resignación de vivir en [este] sitio. El riachuelo que por allí cruza no tiene apenas agua.” (Heraldo de Madrid, 16-8-1892).
NUEVOS BARRIOS
Inicialmente, como ya se ha dicho, el Puente de Vallecas se identificaba con Nueva Numancia. Posteriormente, según iba aumentando la población, los nuevos habitantes se distribuían en los alrededores de Nueva Numancia, a lo largo de la margen izquierda del Abroñigal, en las direcciones norte y sur, y también al este, en torno a la Ctra. de Valencia, dando lugar a los barrios de Molinuevo (al este de Nueva Numancia Norte), Erillas Bajas y Erillas Altas (al este de Nueva Numancia Centro), además de los ya citados anteriormente.
El Puente de Vallecas en 1900
En el Centro de Numancia se localizaban los edificios más significativos, como el Juzgado (1), en la calle de la Presilla, donde también estaba la ermita del Carmen (6); la Alcaldía de Barrio (2), en la Ctra. de Valencia; la Casa de Socorro (4), esquina con el Callejón de Bustos, junto a una Escuela municipal de niñas (la de niños (3) daba a la calle Vallecas, y había una escuela en construcción (5) esquina Nª Sª del Carmen-Concordia); en Ramona de la Presilla se encontraba el Matadero (14); y junto al Abroñigal, en la calle Mejorana, principio de la actual Peña Prieta, el Mercado (16). Y en la Carretera de Valencia encontramos la Plaza de toros (15) y la iglesia de Nuestra Sra. de los Dolores (7).
En febrero de 1900 se escribe:
“A continuación de la calle del Pacífico, de esta corte, empieza el Puente de Vallecas, con el título de Barrio de Nueva Numancia -según creo- pertenece como entidad de población al Ayuntamiento de dicha villa.” (El Liberal, 2-2-1900).
En 1913 la barriada se sigue denominando ‘Nueva Numancia’ –y ‘numantinos’ a sus vecinos–, “aunque su nombre popularizado por menegildas y dependientes de comercio sea el del Puente de Vallecas”, según un artículo de prensa titulado Un motín en el Puente de Vallecas (Heraldo de Madrid, 2-12-1913). Ese año el Ayuntamiento de Vallecas cuenta “con dieciocho concejales, de los cuales seis son republicanos”, los Sres. Josué Lillo y Tomás García entre ellos, vecinos de Nueva Numancia (Ibídem) ”.
A principios del siglo XX ya hay tres barrios amplios definidos: Vallecas pueblo, Nueva Numancia y el barrio de Doña Carlota, y villas y casas diseminadas por Erillas, Picazo,... La población ya era cercana a los 10.000 habitantes, unos 2.500 en la villa y el resto en el Puente, en sentido amplio.
[En Nueva Numancia y Doña Carlota, ya en 1905, hay presencia de un Centro Republicano en la Ctra. de Valencia nº 38, desde donde se promueve la creación de una escuela laica: “Los republicanos de los barrios de Nueva Numancia y Doña Carlota […] han establecido una escuela laica de niños, de adultos y clases especiales, y el domingo pasado han inaugurado la de niñas” (El Liberal, 11-5-1905). Con motivo de la inauguración de la escuela, la Junta directiva se dirige a Nicolás Salmerón solicitando que los diputados republicanos presenten a las Cortes un proyecto de ley suprimiendo la enseñanza confesional (El País, 15-1-1905)]
Erillas pronto constituye un barrio de una población relevante, que hacia 1910 se asimila a la de Nueva Numancia, y en 1911 se nombra un médico titular para esos dos barrios y el de Doña Carlota: “El Ayuntamiento de la inmediata villa de Vallecas ha nombrado médico titular de los barrios de Nueva Numancia, Erillas y Doña Carlota al joven médico D. Leonardo Lainez Nieva” (La Correspondencia de España, 17-1-1911).
En el siguiente mapa de 1916 pueden distinguirse los tres barrios, además de Picazo, y no aparece la denominación Nueva Numancia, más habitual hasta entonces.
Aunque en 1920 se hizo nueva designación en distritos y uno de ellos es Nueva Numancia. Y en 1929 la Guía desciptiva nos dice que:
“En lo judicial pertenece Vallecas al partido de Alcalá de Henares, teniendo dos Juzgados municipales, uno en el distrito 1º (Villa, Calle Real de Madrid nº 6) y otro en el 3º (Nueva Numancia, calle Ramona de la Presilla nº 12), de los cuales tienen cada uno su cárcel.”
“Posee una Parroquia en la Villa, bajo la advocación de San Pedro Advincula.
Otra en el Distrito 3º (Nueva Numancia), bajo la de San Ramón.”
Y se añade que hay “Una Capellanía, en el barrio de Dª Carlota, dedicada al Dulce Nombre de María y otra a San Carlos en el barrio de Entrevías”.
“El barrio titulado Nueva Numancia, agregado á este Municipio [de Vallecas], tiene otras dos escuelas elementales”.
“En el centro de Nueva Numancia hay 3.965 habitantes y en el barrio hay varios merenderos, á donde concurren algunos habitantes de Madrid para solazarse y merendar con más economía”.
JUZGADO MUNICIPAL Y CASA DE SOCORRO
Como ya se vio más arriba, ya en 1900 había unas dependencias del juzgado municipal (de Vallecas) en la calle Josefina de la Presilla; en el Callejón de Bustos existía una Casa de Socorro, junto a un colegio de niñas; y una Alcaldía de Barrio al comienzo de la Ctra. de Valencia.
Unos años después tales dependencias acabaron siendo insuficientes y en 1914 se celebra un mitin para pedir el traslado de la capitalidad del Ayuntamiento al Puente de Vallecas, donde ya hay unos 20.000 habitantes, por 3.000 del pueblo de Vallecas, y se solicita el traslado del Ayuntamiento y el Juzgado desde Vallecas a Nueva Numancia:
“En el Puente de Vallecas se celebró anoche [18 de abril] el mitin anunciado para pedir el traslado de la capitalidad de aquel Ayuntamiento. La concurrencia fué numerosísima […].
[Tres de los concejales presentes en la asamblea] expusieron las vejaciones á que están sometidos más de 20.060 habitantes de las barriadas del Puente, por obra y gracia de influencia extraña, que ampara a las solas 3.000 almas de que se compone el pueblo.
Los habitantes de las barriadas de Nueva Numancia, Doña Carlota, Erillas Altas y Bajas y de Entrevias, no obstante su mucha tributación, tienen que andar varios kilómetros para despachar sus asuntos en el Municipio, y ven cómo sus muertos tienen que ser enterrados a más de cinco kilómetros, cuando, por lo menos, el cementerio debiera estar entre ambos puntos.
Como son los más y tienen la razon, solicitan que el Ayuntamiento y el Juzgado sean trasladados á Nueva Numancia, y así lo votaron por mayoría en la sesión del día 2 de aquel Ayuntamiento, y de no ser así que se agreguen á Madrid dichas barriadas. Contra este acuerdo se opusieron el alcalde y después el gobernador” (España Nueva, 19-4-1914).
Como ya es sabido, el juzgado estaba situado en la calle Ramona de la Presilla nº 12, junto a la iglesia de San Ramón. Transcurrido el tiempo, se trasladó a la calle del Carmen nº 1 (actual Puerto Monasterio), donde hubo primeramente una escuela municipal, después una Casa de Socorro, las oficinas de ampliación del Ayuntamiento, y la sede del Ayuntamiento desde septiembre de 1932.




En el mismo edificio, entre la calles Concordia y de la Cruz, estaban las Escuelas, el Juzgado y la Casa de Socorro (mapa de 1929)

La nueva Casa de Socorro se inauguró a finales de junio de 1925:
Puente de Vallecas. Anteayer, a las once, tuvo lugar la inauguración de una nueva Casa de Socorro, en los barrios de Nueva Numancia. Asistieron las autoridades, el Ayuntamiento en pleno y la Diputación. El local, decorado, utensilios, mobiliario y útiles técnicos son un modelo de su clase, pudiendo ponerse en clasificación a la altura de los mejor montados que existen” (La Publicidad, 26-6-1925).
Y en la Guía descriptiva de 1929 se especifica:
“La Casa de Socorro de Nueva Numancia cuenta con ocho médicos numerarios, para el servicio interior y de salidas y de supernumerarios para sustituciones o servicios.
Un médico tocólogo para la asistencia a partos y dos comadronas.
Cinco practicantes.
Tres farmacéuticos titulares.
En esta Casa de Socorro se presta asistencia de urgencia y en ella tienen establecidas consultas gratuitas especializados profesores”.
Al lado de la Casa Socorro hay un solar que bien podría haber sido el lugar apropiado para una Comisaría:
“Sobre los meses de Junio o Julio del año 1927 nuestro alcalde solicitó de la Dirección general de Seguridad la creación en esta populosa barriada de una Comisaria, la cual solicitud fué atendida, sin más gravamen para nuestro Erarío municipal que la adquisición por parte de éste del consiguiente y apropiado local. Esta Comisaria constaba de 24 guardias de Infantería, 24 de Caballería y 20 agentes, afectos todos a la Dirección general.
Nuestra primera autoridad creyó, y con razón, que el sitio más indicado para la instalación de la referida Comisaria era un solar que hay enclavado al lado de la Casa de Socorro e Inspección municipal, Pero resulta que este solar está ocupado por un señor que lo tenia destinado y lo tiene, parte, a depósito de carbón, y parte, a encierro de camiones y camionetas dedicados al trasporte… han trascurrido dos años y pico…” (El Sol, 28-12-1929)
RACING DE NUEVA NUMANCIA Y SOCIEDAD PAJARIL
En Vallecas había dos equipos de fútbol de renombre, uno de ellos el Racing de Nueva Numancia:
“El partido anunciado para el domingo Racing de Nueva Numancia contra El Esperanza hubo de aplazarse para una fecha próxima, debido al mal tiempo" (La Prensa, 1-4-1927).
El otro equipo era el Sporting Vallecano. En 1926 se celebra un partido entre el Racing y el Sporting, dentro de los festejos de la Virgen de la Paloma, patrona del Barrio del Sur del Puente de Vallecas:
FIESTAS DE LA VIRGEN DE LA PALOMA. Día 14.—A las ocho de la mañana, gigantes y cabezudos, que, acompañados de tamboril y gaita, recorrerán las calles del distrito, habrá diana por la banda del regimiento de Wad-Rás. A las once, reparto de bonos a los pobres en la tenencia de alcaldía. A las siete de la tarde, gran partido de fútol entre los equipos Racing de Nueva Numancia y Sporting Valiecano. A las diez de la noche, fuegos artificiales en la calle de Melquíades Biencinto” (La Libertad, 13-8-1926).
[La patrona de Nueva Numancia, desde 1880 aproximadamente, era la Virgen del Carmen, cuya capilla había estado en la calle de la Presilla hasta 1907, cuando se trasladó la imagen a la recién construida iglesia de San Ramón.]
El año siguiente aparece una entrevista en La Prensa con el presidente del Racing, D. José Cutilias, patrocinador de un torneo “entre las principales Sociedades deportivas” del Puente de Vallecas:
“Hemos celebrado una entrevista con D. José Cutilias, presidente del Racing de Nueva Numancia, a fin de comprobar los rumores que vienen circulando acerca de un proyectado torneo entre las principales Sociedades deportivas de esta localidad. Manifestándonos dicho señor que, patrocinado por esta Sociedad, comenzará en el próximo mes un bien organizado torneo en el que se disputará una copa donada por la misma. Aplaudimos la idea del Sr. Cutilias, prestándole nuestro decidido apoyo desde las columnas de este periódico” (La Prensa, 13-4-1927).
En la barriada solo había por entonces dos campos de fútbol en el Puente de Vallecas, donde podrían jugar el Racing y el Sporting, uno cerca de la calle Manuel Maroto y otro junto a Carlos Aurioles, en el barrio de Picazo.
Aunque existía otro campo próximo a Nueva Numancia: El Cafeto, en el barrio de las Californias.
Campo de Deportes de El Cafeto (1929)

Hacia 1928 se funda la Sociedad Pajaril Nueva Numancia, que llegó a estar formada por casi 300 socios. Su fundador, Don Antonio Laureiro, entrevistado en 1935, explica los motivos que le impulsaron a fundarla:
“—¿Cuándo y cómo se fundó la Sociedad? —Hace siete años, en 1928. Yo mismo fui el fundador. La afición estaba dispersa, abandonada, hasta perseguida... Para agrupar gente, fomentar la afición y ejercer una labor educativa y estimular el amor al pájaro, se constituyó la Sociedad pajaríl Nueva Numancia. —¿Cuenta con muchos socios en la actualidad? —Cerca de trescientos” (Crónica, 26-5-1935).
Dos años después de su fundación, en 1930, la Sociedad pajaril había ingresado en la Federación Nacional de Sociedades de Cazadores y Pescadores:
"Han ingresado en la Federación Nacional, la Sociedad de Cazadores y Pescadores de Amorebieta y Echano (Vizcaya) y la Sociedad Pajaril Nueva Numancia, del Puente de Vallecas (Madrid)” (Revista cinegética ilustrada. 5/1930, n.º 83).
En 1935 hay varias noticias en la prensa referidas a la Sociedad con motivo de un “concurso de pájaros cantores” en la “Dehesa de Moratalar (sic)”: la Sociedad pajaril “fué fundada hace siete años” y su sede está en “avenida de la República, número 51 (Puente de Vallecas)”:
“En el barrio de Doña Carlota, y en el sitio denominado Dehesa de Moratalar, se celebrará el próximo domingo, de nueve a doce de la mañana, un concurso de pájaros cantores. Es éste el tercer concurso de pájaros cantores que se celebra en Madrid, y está organizado por la Sociedad Pajaril de Nueva Numancia, formada por 250 socios.
Hay socio de Nueva Numancia que tiene en su colección hasta 70 pájaros. Y ha llegado a pagar por un pardillo 200 pesetas, o 125 por un jilguero. La Sociedad fué fundada hace siete años,…” (La Voz, 9-5-1935).
“La Sociedad Pajaril Nueva Numancia, del Puente Vallecas, ha celebrado su concurso anual de pájaros de canto, exhibiéndose numerosos ejemplares muy bien seleccionados” (Boletín de pesca y caza. 5/1935, n.º 5).
“Canto de pájaros.—La Sociedad Pajaril Nueva Numancia celebrará el día 12 del actual su certamen anual de pájaros de campo, teniendo abierta la inscripción en avenida de la República, 51 (Puente de Vallecas)” (El Heraldo de Madrid, 4-5-1935).
“Certamen de canto de pájaros.— La Sociedad Pajaril Nueva Numancla pone en conocimiento de sus asociados y simpatizantes de esta modalidad de la caza que el dia 12 del actual celebrará su certamen anual de pájaros de campo, teniendo abierta la inscripción en su domicilio social, avenida de la República, número 51 (Puente de Vallecas), donde se facilitarán cuantos datos sean precisos los días laborables, de siete a nueve” (La Libertad, 5-5-1935).
TRANSPORTE PÚBLICO
A principios del año 1924 la ya populosa barriada vallecana aumentó en un doble el número de sus habitantes y era preciso dotarla de medios de locomoción interior. Desde el año anterior la línea de Metro llegaba hasta el Puente y la de tranvías moría al comienzo de la carretera de Valencia.
Ese año una Comisión “formada por las fuerzas vivas de la localidad y presidida por la representación oficial del Ayuntamiento solicitó” la concesión de una linea para el barrio de Doña Carlota, otra para acceder al barrio de Entrevias y una tercera desde el Portazgo hasta el pueblo de Vallecas.
En enero de 1930, siendo ya “más de sesenta mil las almas las que se albergan” en Vallecas, se publicó una información sobre el proyecto, que reproducimos a continuación:
“Así como en los años de 1918 a 1920 hubiera sido absurdo pretender que a la barriada del Puente de Vallecas se la dotara de medios de locomoción interior por el pequeño número de habitantes que tenía, aunque se hallaban, como ahora, disgregados, en el presente no es ya sólo una justa aspiración del pueblo, sino también un deber de nuestras autoridades locales. Sin embargo, nada se ha hecho por resolver el problema.
Sólo podemos decir que a principios del año 1924, cuando la populosa barriada vallecana aumentó en un doble el número de sus habitantes, ya sintió la necesidad de verse dotada de la importante mejora de prolongar y extender en su recinto la línea de tranvías que en la actualidad muere en la carretera de Valencia, frente al número 12, y al efecto una Comisión, nombrada y formada por las fuerzas vivas de la localidad y presidida por la representación oficial del Ayuntamiento, solicitó de la Sociedad Madrileña de Tranvías la concesión de una linea para el barrio de Doña Carlota, por la calle del General Ampudia (antes de Mejorada), enlazando con la del Pacifico y carretera de Valencia. La petición fué atendida, y el 27 de septiembre del mismo año apareció en el Boletín Oficial de la Provincia la Real orden que aprueba el proyecto y autoriza las obras.
En virtud de que rápidamente se pobló la parte alta del barrio de Nueva Numancia, se pidió la prolongación de la línea del tranvía, que, como dejamos dicho, muere al comienzo de la carretera de Valencia, hasta el Portazgo, y el 18 de octubre, también del 24, apareció en el referido Boletín Oficial la concesión de la prolongación de este servicio.
Sigue creciendo el núcleo de población en estos distritos de Vallecas, y en particular en los del Sur y Entrevias, y es formulada una nueva petición de otro tendido de línea, partiendo éste de la carretera de Valencia, y llevándola por la calle de Ramona de la Presilla, Nicasio Méndez, barrio de Entrevias, Picazo, calle de Pi y Margall (actual Sierra Carbonera), a enlazar otra vez con la de la carretera. Este proyecto fué concedido el 3 de diciembre de 1926, el de la prolongación de la línea desde el Portazgo hasta el pueblo de Vallecas, por la tantas veces citada carretera de Valencia, calles de Biencinto (actual Sierra Morena), Manuel Vélez, plaza Mayor y calle Real, y vuelta por el mismo sitio.
Mas si en la época a que hacemos referencia, por el aumento de población, por el incremento de su Industria y comercio y el desarrollo progresivo de una y otro, y por las grandes distancias a recorrer, los anteriores proyectos fueron solicitados con verdadera urgencia, en la hora presente, en que pasan de sesenta mil las almas que en él se albergan, y por razones de lógica es mayor el tráfico y desarrollo de lo que constituye la riqueza de su suelo, estos mismos proyectos de importantísimas mejoras son reclamados con la más urgente necesidad.
La Sociedad Madrileña de Tranvías ha podido realizar con tiempo más que sobrado lo que el pueblo le pidió y ella se apresuró a solicitar […]. La referida Compañía no vió en la construcción de las mismas el negocio que de momento creyó ver, y dejó de acometer las obras con la rapidez que el pueblo deseaba.
No creemos que haya sido el interés de la ganancia lo que haya hecho retrasar el tendido de linea y la instalación del servicio en la barriada vallecana, sino otros motivos de orden administrativo.
La Compañía de Tranvías debe hacer un esfuerzo y llevar a la práctica los anhelados proyectos, porque un pueblo que, como el nuestro, tiene que salvar tan grandes distancias como las que median desde la carretera de Valencia, punto de partida del Metro y del tranvía, a las demás barriadas, atravesando sitios sin urbanizar, llenos en este tiempo de fango y lodo, merece que, al menos por humanidad, se le dote del servicio de tranvías dentro de su término municipal” (El Sol, 4-1-1930).
EL PUESTO DE LA GUARDIA CIVIL. INTRAHISTORIA DE LA BARRIADA
Al menos desde 1900 existía un cuartel de la Guardia Civil que estuvo emplazado entre las calles Antonia Calás y María Bosch. Posteriormente, se trasladó a Melquíades Biencinto nº 2 (Guía descriptiva de 1929).
Las hemerotecas han dejado constancia de diversas intervenciones de la Guardia Civil del puesto de Nueva Numancia a lo largo del tiempo, que muestran retazos de la intrahistoria de la barriada. En el año 1905, por ejemplo, el guardia civil del puesto Tomás Quejido tiene que matar a tiros a uno de los tres toros escapados de los corrales de la plaza de toros de las Ventas:
“El primero de los toros […] siguió por la calle de Alcalá […], hasta que un hijo del carpintero de la plaza, sintiéndose torero, con un capote que llevaba, logró […] que el toro retrocediese, dirigiéndose por los campos de la derecha de la plaza, donde fue muerto a tiros por el guardia civil del puesto de Nueva Numancia Tomás Quejido.
Otro de los toros tomó el camino de la carretera del cementerio del Este, […] se dirigió hacia Vallecas, en donde logró cogerlo uno de ls vaqueros que le seguían […].
El tercero de los cornúpetos se dirigió […] a Canillejas, pero […] los vaqueros lograron coger al toro, y lo condujeron a la dehesa de La Muñoza.” (La Época, 3-5-1905)
En septiembre de 1906 se produjo una gran tormenta que ocasionó inundaciones en la barriada y la Guardia Civil tuvo que actuar para salvar a algunas personas:
“En el barrio de Nueva Numancia (Puente de Vallecas) se han inundado varias casas, siendo salvados sus moradores por las fuerzas de la Guardia civil, que acudieron en su auxilio.
Un sargento de aquel instituto salvó de una muerte segura a una anciana de setenta años, que, con una criatura en brazos, fué arrastrada largo trecho por las aguas de una alcantarilla situada debajo de la línea del tranvía de vapor de Vallecas.
Debajo del puente del Arroyo del Abroñigal, en el barrio de Nueva Numancia, se refugiaron varias personas, á quienes puso en salvo la Guardia civil por medio de cuerdas” (El Correo Español, 5-9-1906).
Por una noticia de 1907 sabemos que en la China, junto al Abroñigal, había una majada donde pastaban las reses. Tras la denuncia de un robo de “seis reses vacunas”, el comandante del puesto de Nueva Numancia “dispuso que dos guardias fuesen á la China, donde pastaban varios ganados, encontrando las vacas que se buscaban y que fueron entregadas á su dueño, previo recibo” (El Correo Español, 15-3-1907).“
En los años posteriores, desde el puesto de Nueva Numancia, se realizan tareas rutinarias, muchas relacionadas con actividades delictivas, algunas de carácter grave y otras de menor entidad, llevadas a cabo en la barriada o fuera de ella:
“La Guardia civil del puesto de Nueva Numancia dió anoche una batida en el Cerro de la Plata, donde se escondían gentes maleantes que desde hace algún tiempo se dedicaban á robar carbón de los muelles de la estación del Mediodía” (España Nueva. 31-1-1916).
El robo de carbón en la estación del Mediodía debió ser una práctica frecuente y duradera. Al menos, continuaba dándose todavía en 1933:
“La Guardia civil del puesto de Nueva Numancia sorprendió anoche en la estación Imperial a un grupo de maleantes de los que se dedican a robar carbón. Al darles el alto respondieron los individuos con algunos tiros, a los que de igual forma contestó la Guardia civil. Se lograron practicar cuatro detenciones; pero a ninguno de los detenidos se le ocuparon armas. No resultó ningún herido a consecuencia del tiroteo” (Heraldo de Madrid, 5-I-1933).
E incluso los robos continuaban en 1935:
“Veintiocho ladrones de carbón han sido detenidos por una pareja de la Guardia civil del puesto de Nueva Numancia, que sorprendió a la banda cuando asaltaba anteanoche un tren corto que se dirigía desde Santa Catalina a la estación. Todos ellos, conocidos como profesionales del robo de carbón, han sido puestos a disposición del Juzgado municipal de Vallecas” (La Libertad, 12-2-1935).

En noviembre de 1920 se produce en Madrid una carestía de pan. La noticia siguiente, titulada Los obreros panaderos piden la municipalización de la industria (panadera), se publica en La Voz el día 29 de noviembre. En ella se describe la situación en la capital: “Nuevos disturbios.-Siguen las colas.-Las autoridades se encogen de hombros”; “El día de ayer: Coacciones.-Escándalos.-Agresionss.-Conatos de motín.-Heridos y detenciones”; “El día de hoy: En Nueva Numancia. El jefe de la fuerza de la Guardia Civil del puesto de Nueva Numancia pidió esta mañana a la Dirección de Seguridad el envío de refuerzos, pues los ánimos en aquella barriada estaban excitadísimos y se temía un serio motín”; “Estado del conflicto: Una reunión de patronos y obreros en e! Ayuntamiento. Estos piden que se municipalice la industria” (La Voz, 29-11-1920).

En octubre de 1923 el vecindario regala por suscripción una bandera a la Guardia civil de Nueva Numancia:
“Esta mañana, en el cuartel de la Guardia civil del Puente de Vallecas, llamado de Nueva Numancia, se ha verificado con toda solemnidad la entrega de la bandera que el vecindario de aquella barriada regala por suscripción a la fuerza de la Benemérita que se aloja en dicho cuartel.
A las once se hallaba ya formada la fuerza en el Patio principal, procediendo el alcalde del Puente de Vallecas don Segismundo Fraile a hacer entrega de la enseña al teniente coronel jefe del puesto, don Eduardo Artigas. Inmediatamenfe el cura párroco de la barriada, don Emilio Franco Prieto, bendijo la bandera con el ritual acostumbrado, pasando ésta de mano del teniente coronel a las del abanderado, situándose a la cabeza de su escolta, que hizo las salvas de rigor, y formando a continuación al frente del batallón de guardias.
Acto seguido, en un altar colocado en el patio y adornado con profusión de tapices y plantas, en el que se hallaba una imagen de Nuestra Señora del Pilar, Patrona del Cuerpo, cantó una misa el párrroco del Puente de VaJlecas, asistido del coadjutor don Tomás Picado la que fue oída devotamente por todas las fuerzas.
Asistieron al solemne acto los Ayuntamientos entrante y saliente del Puente de ValIecas, además de numerosos vecinos deseosos de testimoniar su afecto a las fuerzas de la Guardia civil.
En e1 acto de la entrega, el alcalde, don Segundo Fraile (sic), pronunció un brevísimo y elocuente discurso, haciendo resaltar la significación del acto y la compenetración entre e1 vecindario del Puente áe Vallecas y la Benemérita del cuartel de Nueva Numancia, a cuyos méritos se debe la iniciativa que cristalizaba en aquella enseña, símbolo de la Patria y demostración del cariño y la admiración de un pueblo hacia los guardianes de su hacienda y los mantenedores de su tranquilidad.
El teniente coronel Artigas contestó con gran emoción, agradeciendo las frases del alcalde, en su nombre y en el de sus subordinados. Terminado el acto, sirvióse a los concurrentes un lunch en una de las dependencias del cuartel de Nueva Numancia” (La Acción, 15-10-1923).

El 12 de abril de 1931 se celebraron elecciones municipales en el país. La Coalición Monárquica obtuvo 40.324 concejales, 36.282 la Conjunción Republicano-Socialista y unos 5.000 el resto de formaciones, aunque en las ciudades más importantes triunfó la Conjunción (38 alcaldes de capitales de provincia, por 8 de los monárquicos), lo que finalmente ocasionó la caída de la monarquía de Alfonso XIII y el advenimiento de la República.
En Madrid capital fueron elegidos 30 concejales de la Conjunción, por 20 de la Coalición Monárquica, y en el Puente de Vallecas la conjunción republicanosocialista obtuvo 25 de los 33 concejales del Ayuntamiento, lo que desencadenó “espontáneas manifestaciones de entusiasmo”, “especialmente en las barriadas de Nueva Numancia y Doña Carlota”:
“[En el Puente de Vallecas], después del escrutinio, aproximadamente a las seis de la tarde [del día 13], unos 400 niños y niñas de los colegios republicano y socialista, con sus respectivos maestros, desfilaron por las calles con lazos encamados y banderas rojas.
En los barrios de Entrevias, Sur y Centro, y especialmente en las barriadas de Nueva Numancia y Doña Carlota, al tenerse noticia de que los republicanos y socialistas habían logrado la mayoría, se produjeron espontáneas manifestaciones de entusiasmo, una de las cuales, formada en su mayor parte por mujeres y llevando al frente una bandera, recorrió con entusiastas gritos las avenidas de Alfonso XIII y General Ampudia y las principales calles del barrio.
Al pasar frente a un bar establecido en la avenida de Alfonso XIII, del grupo salió una piedra, que fué a dar en el cristal del escaparate. Este pequeño incidente produjo alarma, porque acudieron inmediatamente cuatro parejas de la Guardia Civil del puesto de Nueva Numancia. Y alli terminó el incidente.
En la barriada reinaba gran entusiasmo, producido por el contento que causaron las noticias electorales” (La Voz, 13-4-1931).
En enero de 1933 se produce una intentona extremista en Madrid y algunas provincias -el movimiento, según los informes oficiales, estaba dirigido por la F.A.I.- y, según el Heraldo de Madrid, “en el Puente de Vallecas es detenido un sujeto cuando pretendía enterrar una bomba”:
“También en el Puente de Vallecas se habían adoptado grandes precauciones por las fuerzas del puesto de Nueva Numancia, afecto a aquella populosa barriada. Una de las parejas que practicaban servicios de vigilancia sorprendió en un descampado a un sujeto en el momento en que se encontraba enterrando una bomba”. El sujeto se llamaba Félix de la Guardia y fue detenido por la Guardia Civil.
Unos días después se intenta incendiar una iglesia en el barrio de Entrevías, la Guardia Civil de Nueva Numancia “dió una batida por los alrededores”, pero no consiguió detener a los incendiarios:
“Intentan incendiar una Iglesia en el Puente de Vallecas. Ayer, en las primeras horas de la noche, unos desconocidos rociaron la puerta de la iglesia del barrio de Entrevias (Puente de Vallecas) con gasolina y le prendieron fuego. El pequeño incendio que se produjo fué inmediatamente sofocado por los vecinos del barrio. El incendio fué visto por una muchacha de diez y siete años, que dió aviso a los vecinos. Los daños causados en la puerta de la iglesia son de escasa consideración. La Guardia Civil del puesto de Nueva Numancia dió una batida por ios alrededores, sin conseguir detener a ninguno de los incendiarios. (La Época, 13-1-1933)
Y en marzo de 1933 “unos desconocidos [a las nueve de la noche] arrojan una bomba contra el cuartel de la Guarda civil de Nueva Numancia, en el Puente de Vallecas” y se encuentra otra, “que no llegó a estallar”, en el colegio del Niño Jesús de Praga.
El 19 de noviembre de 1933 se celebraron elecciones generales. En los días previos se produjeron algunos altercados y alteraciones del orden público. Un ejemplo es lo acontecido unos diez días antes de la jornada electoral en el barrio de Nueva Numancia:
“Anoche se habían practicado seis detenciones en el barrio de Nueva Numancia. A las diez de la noche un guardia civil vio un grupo de sospechosos y les dio el alto, los que integraban el grupo huyeron, y este guardia, ayudado por otros dos, logró detener a dos individuos, y junto al lugar en que practicaron la detención, hallaron una bomba de forma cilindrica que no había estallado, y que fué recogida. Se detuvo también a cuatro individuos, que en el momento de ser sorprendidos arrojaron las pistolas que llevaban” (La Luz, 8-11-1933).
[Las elecciones fueron ganadas finalmente por los partidos de Derechas: 197 escaños. Los de Izquierdas obtuvieron 100 parlamentarios y los Republicanos de Centro 138]

Con el tiempo, las noticias sobre el barrio de Nueva Numancia se fueron espaciando y el nombre se fue difuminando, siendo cada vez más frecuente el de Puente de Vallecas, tanto durante la Guerra Civil como en épocas posteriores. Y el vecindario, aparentemente al menos, fue olvidando el topónimo. No fue hasta 1962, cuando se inauguró la estación de Metro siguiente a Puente de Vallecas, cuando resurgió el nombre y el interés por el lugar al que se refería. La inauguración de la estación de Nueva Numancia tuvo lugar el 2 de julio de 1962.

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