Desde el fichaje de C.J. McCollum a mediados de la temporada 22-23, los New Orleans Pelicans han apostado por la continuidad. Las prolongadas ausencias de Zion Williamson y la irregularidad física de Brandon Ingram hacían pensar en un techo mayor cuando estos estuviesen sanos. Pero esta tesitura de continuismo parece haber llegado a su fin. Los Pelicans cayeron sin apenas plantar oposición a los Oklahoma City Thunder en la primera ronda del Oeste. Hoy en HoopsHype, Mike Scotto y Will Guillory, escritor de la franquicia de New Orleans en The Athletic, detallan los cambios sustanciales que experimentará la plantilla en esta offseason.
El primero e innegociable es que Zion servirá como piedra angular sobre la que construir. Esto provoca que Ingram ya no sea intocable y que, de los que tienen contrato garantizado para el año que viene, sea el más perceptible de ser traspasado. La franquicia quiere retener a McCollum por su capacidad para dar un paso a un lado en la pista sin dejar de ser efectivo y por su peso como líder en el vestuario.
Otro de los pìlares de los últimos años que seguramente no se vaya a vestir el uniforme la próxima campaña es Jonas Valanciunas. El pívot llegó traspasado desde Memphis a cambio de Steven Adams, firmando un contrato de dos años y 30 millones de dólares nada más llegar. El lituano ha protagonizado una temporada decepcionante, su estilo de juego choca con Zion y Willie Green tiende a excluirle en los cierres de partido. Este verano será agente libre sin restricciones. En un escalón de menor relevancia, Naji Marshall también apunta a abandonar la franquicia en la agencia libre.
Murray y Allen, objetivos de mercado
En el apartado de fichajes también se avecina movimiento. Entre los más cacareados se encuentran Jarret Allen y Dejounte Murray. El pívot de los Cavaliers, pudiendo parecer un perfil similar al de Valanciunas y sin rango de tiro, podría mitigarlo con su movilidad y su lectura de juego sin balón. Allen tiene un timing del que Jonas carece. En cuanto a Murray, simplemente monitorean su situación en Atlanta para hacerse con un exterior con proyección All-Star que cubra el posible bajón de McCollum. Ambos encajarían en el movimiento de salida de Ingram.
Trey Murphy III también podría tener cierto protagonismo en los próximos meses. Se rumorea que el alero podría firmar un contrato por encima de los 100 millones de dólares. En esa franja podría moverse entre los cuatro y los cinco años de extensión.
(Fotografía de portada de Harry How/Getty Images)