Que la candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, dejó ayer a un lado su pasión por el Cruz Azul y hasta prefirió perder sus boletos del partido contra los Pumas para seguir de cerca el debate chilango y la participación de Santiago Taboada, quien conectó algunos centros peligrosos al área chica de Morena con su crítica al “modelo de abrazos” a los delincuentes, los niveles de inseguridad en CdMx y las fallas en el caso del feminicida de Iztacalco, aunque también recurrió al contragolpe y fauls técnicos en temas como el Jefe Goliat, acusado de abuso sexual, y por supuesto, el cártel inmobiliario.
Que en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se prevé ratificar el acuerdo impulsado por el Consejo General del INE mediante el cual se aprobó la candidatura de Laura Inés Rangel para el cargo de diputada federal, luego de confirmar que sí cumple con el perfil de persona indígena. Hay que recordar que diversas voces se opusieron a que a una “mestiza” se quedara con la candidatura plurinominal del PAN para representar a los grupos originarios del municipio de Del Nayar.
Que en otro tipo de debate, la senadora Laura Ballesteros promovió un amparo para que el Sistema de Aguas de Ciudad de México informe sobre la contaminación del líquido en la alcaldía Benito Juárez. Este fin de semana, la legisladora acudió simbólicamente a notificar esa resolución a las instalaciones del organismo capitalino y explicó que el amparo busca que la justicia federal suspenda la reserva que impuso Sacmex a la publicación de los análisis del agua contaminada.
Que en el debate por la gubernatura de Puebla, el morenista Alejandro Armenta y el emecista Fernando Morales hicieron el 1-2 contra el aspirante de PAN, PRI y PRD, Eduardo Rivera, sobre todo por el tema de que una gestión municipal no siempre garantiza el éxito para un siguiente cargo y por el aumento de la delincuencia en la capital de esa entidad, de la que fue alcalde, pese al apoyo que tuvo de la autoridad estatal.
