Derrick Lewis regresa este sábado al octágono para enfrentar al brasileño Rodrigo Nascimento en el UFC Fight Night que albergará la ciudad de San Luis, en Missouri. El americano necesita, a sus 39 años, una valiosa victoria que mantenga sus aspiraciones dentro de la división del peso pesado ante un rival que no conoce la derrota desde hace tres años y medio, cuando Ze’ Colmeia cayó ante Chris Daukaus en los primeros compases de la contienda.
Sin embargo, hay dos nombres que también acaparan los focos de la división mayor de la UFC en el cartel propuesto para el evento: los latinoamericanos Waldo Cortés-Acosta y Robelis Despaigne prometen una guerra sin cuartel en un choque por ascender en los rankings de peso pesado.
Despaigne sorprendió al mundo con su debut el pasado mes de marzo tras noquear a Josh Parisian en 18 segundos. El cubano debutó como profesional en el año 2022 y su ascenso ha sido meteórico. Si nos vamos a las estadísticas, ha cosechado tan sólo seis minutos de combate en las cinco peleas que ha disputado, una estadística demoledora que evidencia la capacidad de noqueo que posee.
El medallista olímpico trabaja muy bien la presión en el golpeo desde el inicio, evitando cualquier respuesta del rival y el consecuente dominio del cubano en este aspecto. Es un luchador impredecible con muy buena habilidad de pateo debido a la práctica olímpica del taekwondo. Un luchador completo en el striking, que no soporta ver pasar el tiempo entre rounds.
Por su parte, Waldo Cortés-Acosta llegó a través del Dana White Contender Series y forma parte del plantel de UFC desde el año 2022. En cinco peleas dentro de la empresa, cosechó su primera derrota como profesional ante Marcos Rogerio De Lima en abril del pasado año. En su carrera posee cinco victorias por knockout, una por sumisión y tres finalizaciones en el primer asalto.
El dominicano llega a la contienda tras derrotar a todo un excampeón de UFC y futuro Hall of Famer como es Andrei Arlovski. El peleador posee una gran capacidad de leer las distancias, un factor que puede ser determinante ante el imponente alcance de su rival, un buen pateo y un cardio bien trabajado que puede ser su mejor aliado en una frenética pelea como la que, con casi total seguridad, propondrá Despaigne.
La clave reside en la gestión de los primeros compases de la contienda. Al más puro estilo Mike Tyson, salvando las diferencias, Despaigne no deja opción alguna a alargar la historia, un factor que constituye la más difícil tarea que tiene Waldo Cortés-Acosta en el UFC St. Louis. La gestión del ritmo del cubano por parte de Salsa Boy será determinante y la clave para evitar el huracán Despaigne.
La UFC Fight Night que emplaza a todos los aficionados de las MMA en el Enterprise Center de San Luis promete ser una noche cargada de fuegos artificiales con artificieros de la talla de los dos gigantes del Caribe, que buscarán un puesto privilegiado en la división de peso pesado para lograr alcanzar a los 15 mejores de cara al futuro. Una noche en la que el complemento común en cuanto a la báscula del main event tiene algo más que una simple victoria en juego.
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