Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Nigeria, donde el sacerdote Emmanuel Ogwuche, director de la escuela católica Father Angus Frazer Memorial, en la ciudad de Makurdi, salvó a sus alumnos de un ataque terrorista yihadista, informa ACN

Los hechos ocurrieron el pasado 7 de mayo, cuando, de noche, mientras los alumnos dormían, el cura oyó disparos en el exterior y se apresuró a apagar las luces de la escuela. Este acto evitó que los terroristas diesen con la entrada al colegio. 

Se da la circunstancia de que ese colegio se ubica en una zona en la que son frecuentes los asesinatos y secuestros perpetrados por presuntos militantes musulmanes fulani

El padre Moses Iorapuu, director de Comunicación Social de la diócesis de Makurdi, relató a la fundación pontificia Aid to the Church in Need (ACN): «Hubo disparos durante mucho tiempo […] Tuvimos suerte, el Señor fue misericordioso con nosotros, ningún alumno resultó herido».

El padre Moses señaló que los alumnos han quedado «traumatizados» y que «existe el temor» de que se cometan nuevas atrocidades. Además, añadió que la policía tardó mucho en reaccionar: «Para cuando llegaron, los atacantes habían escapado».

Cristianos perseguidos en Nigeria (Foto cedida por ACN)

(Cristianos perseguidos en Nigeria: Foto de ACN)

Nos vamos a Myanmar (antigua Birmania), donde la junta militar que se hizo con el poder en el golpe de 2021, en el contexto de sus enfrentamientos con los rebeldes del Ejército Nacional Chin (CNA) y del Ejército Revolucionario Zomi (ZRA), bombardeó una iglesia católica y una iglesia bautista en el pueblo de Lungtak, en el Estado de Chin, de mayoría cristiana (86% de la población).

La junta militar pretendía atacar a los grupos rebeldes, que se han hecho con una parte de los territorios, por lo que la primera se dedica a bombardear desde el aire, afectando a las casas de los civiles, a los colegios y a los templos. 

El sacerdote Titus En Za Khan y algunos fieles cristianos consiguieron ponerse a salvo en los bosques cercanos. "La violencia sigue afectando a la población civil, sobre todo en el territorio de Sagaing, parte del cual pertenece a la diócesis de Kalay”, ha declarado a la Agencia Fides una fuente católica local. 

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (Myanmar) completamente destruida

(Una iglesia de Myanmar completamente destruida)

En Siria, unas quince familias cristianas que viven en Damasco podrán regresar a sus casas -en el barrio de Daraya- gracias a la ayuda de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), que trata de recuperar la presencia cristiana tras la guerra civil que ha asolado al país. 

En ese barrio, tradicionalmente cristiano, las iglesias sufrieron cuantiosas pérdidas y fueron vandalizadas y saqueadas. Según algunas tradiciones cristianas, no lejos de esa zona tuvo lugar la conversión del apóstol san Pablo en su camino a Damasco.

El director de proyectos de ACN, Marco Mencaglia, señaló: «En los años posteriores, muchos musulmanes pudieron regresar y reconstruir sus hogares. Sin embargo, de las 150 familias cristianas que vivían allí muy pocas regresaron, debido a que sus casas habían quedado arrasadas. Muchas viven ahora en localidades vecinas y algunos han emigrado a Europa o Canadá». «No obstante, aquellas cuyos hogares no han sido completamente destruidos están deseando regresar a Daraya, aunque la mayoría carece de recursos para reconstruirlas o renovarlas».

Por su parte, el padre Georges Jbeil, anteriormente párroco de Daraya, se muestra feliz de que pronto pueda reanudarse la vida en la parroquia: «Concluimos la reconstrucción de la iglesia de San Pablo en 2022, con la esperanza de que los feligreses regresaran pronto. Pero aún no han vuelto muchos, así que todavía no hay servicios litúrgicos en la iglesia. Por eso estamos tan agradecidos con ACN, pues, gracias a su caridad, 15 familias podrán volver pronto a sus hogares y llenar de nuevo de vida la parroquia. Así, la luz de la fe y el testimonio del Evangelio podrán volver a brillar».