Resuelto el gran misterio sobre la ubicación de las pirámides de Egipto: se construyeron a las orillas de un río extinto | El Periódico

Estudio científico

Resuelto el gran misterio sobre la ubicación de las pirámides de Egipto: se construyeron a las orillas de un río extinto

Un equipo de arqueólogos demuestra la existencia de un antiguo ramal del Nilo, bautizado como Ahramat, que pasaba cerca de todas estas construcciones

La receta definitiva para momificar a alguien (en el antiguo Egipto)

Imagen de la Pirámide Roja de Dahshur, una de las construcciones construidas a las orillas de un río extinto.

Imagen de la Pirámide Roja de Dahshur, una de las construcciones construidas a las orillas de un río extinto. / Eman Ghoneim

Valentina Raffio

Valentina Raffio

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Tras miles y miles de años desde su construcción, las majestuosas pirámides de Egipto siguen albergando multitud de misterios. Uno de los más sonados tiene que ver con su ubicación. ¿Por qué se construyeron justamente allí, en el corazón del inhóspito desierto del Sáhara? ¿Y a qué responde exactamente esa peculiar alineación de estas espectaculares estructuras de piedra en la que se enterraban a los faraones? Según desvela un estudio publicado este mismo jueves en la revista científica 'Communications Earth', todo apunta a que las grandes pirámides de Egipto, incluidas las del complejo de Guiza, se construyeron en las orillas de un antiguo ramal del río Nilo que ahora permanecería sepultado bajo las arenas del desierto. 

La historia que desvela este hallazgo resulta apasionante. Hacía mucho que la comunidad científica especulaba con la posible existencia de un río que atravesara la zona donde ahora se encuentran las pirámides pero ahora, por primera vez, un equipo de arqueólogos ha conseguido dar con pruebas sólidas sobre la existencia de este antiguo río. Según explica la investigadora egipcia Eman Ghoneim, para lograrlo se realizó, por un lado, un estudio de imágenes satelitales de las zonas del desierto donde se encuentran las 31 pirámides más importantes de Egipto y, por otro lado, un análisis geofísico del varios puntos del terreno para buscar los posibles sedimentos de este curso fluvial que existió hace miles de años. 

El estudio desvela que muchas pirámides estaban directamente conectadas con el río, probablemente para facilitar el transporte de materiales

Los análisis confirman de una vez por todas la existencia de un antiguo brazo del río Nilo que pasaba muy cerca de las pirámides de Egipto y que, en muchos casos, conectaba de forma directa estas gigantescas estructuras con las aguas para facilitar el transporte de los materiales. Los investigadores proponen bautizarlo con el nombre de 'Ahramat', siendo esta la misma palabra que se utiliza para denominar a las pirámides en árabe. "El descubrimiento puede explicar por qué estos campos piramidales se concentraron a lo largo de esta franja particular de desierto cerca de la antigua capital egipcia de Menfis, ya que habrían sido fácilmente accesibles a través del brazo del río en el momento en que fueron construidos", afirman los autores de este trabajo.

Impacto de una sequía

¿Pero qué ocurrió con este antiguo río para que, con el paso del tiempo, acabara desapareciendo por completo del mapa y su existencia permaneciera siendo un misterio durante miles de años? Los expertos plantean que, probablemente, este ramal del Nilo fue sepultado de forma progresiva por la acumulación de arena arrastrada por el viento. También se especula con que la llegada de una gran sequía hace unos 4.200 años podría haber acelerado este proceso. Este suceso, muy documentado, también tuvo efectos devastadores para el conjunto de la sociedad egipcia en tanto que diezmó las cosechas y provocó grandes hambrunas entre la población. De hecho, hay incluso quien argumenta que este evento climático pudo ser una de las causas que condujo al declive del reinado de los faraones. 

Ahora que por fin se ha conseguido desenterrar la historia de este antiguo curso fluvial que unía las grande pirámides de Egipto, como las del majestuoso complejo de Guiza, los expertos sugieren seguir investigando sobre cómo los cambios ambientales, así como los vaivenes del río Nilo y de sus afluentes, pudieron haber influido en las sociedades del antiguo Egipto. En este sentido, los arqueólogos esperan profundizar en la búsqueda de ramales extintos de los ríos que corrieron donde ahora hay desierto para ver si así, pese al paso del tiempo, se consiguen descubrir historias inéditas enterradas bajo la arena.

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