Román Barona, toda una vida rodeado de aparatos de radio y televisión
26.05.2024 |
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Román Barona, toda una vida rodeado de aparatos de radio y televisión

A lo largo de sus 82 años ha llegado a reunir un total de 260 modelos antiguos y todos funcionan | El más antiguo es una radio Telefunken de 1930

Román Barona, natural de Cabezón de la Sal y de profesión industrial. / Saja
Román Barona, natural de Cabezón de la Sal y de profesión industrial. / Saja
Román Barona, toda una vida rodeado de aparatos de radio y televisión

Una vida entre aparatos de radio y televisión. Esa ha sido la del industrial Román Barona, de Cabezón de la Sal, que ha conseguido reunir 260 aparatos antiguos, que muestra en un local del barrio de La Pesa, de la villa de la sal. Este enamorado de las ondas, a sus 82 años, enseña feliz sus «trofeos», que ha ido reparando con mucha ilusión y paciencia, y enseña feliz a los visitantes cómo funcionan.

El domingo, abrió sus puertas para mostrar la exposición al público, con una jornada que fue inaugurada por el escritor Alfonso Ussía y promovida por Onda Occidental, Asociación de Vecinos San Antonio de San Vicente de la Barquera y el Ayuntamiento de Cabezón de la Sal. La ambientación musical corrió a cargo de la Ronda Salines y de los piteros Los Peralos.

El acto contó con la presencia del alcalde de Cabezón de la Sal, Óscar López; del concejal, Gabriel Cruz; y del escritor Alfonso Usía. También, estuvo presidente Ricardo Pons, fundador del Museo Textil. Román Barona nos recordó que empezó a trabajar a los 17 años en un taller de Julio Martínez, -»mi maestro»-, que se ubicaba junto al bar El Reino, que luego pasó al local que ahora ocupa la Farmacia Pulgar, en el Paseo Ygareda, de Cabezón de la Sal.

Hace unos años mostró su colección en la Casa de Cultura y en un bajo del Paseo Ygareda de su localidad natal, que ha ido enriqueciendo gracias a los regalos que le hacen amigos y clientes. Prácticamente, todos los aparatos funcionan y sud de su propiedad, aunque algunos los guarda en depósito. «Más de 60 años reparando aparatos de radio y televisión dan para un sinfín de historias que podría contar, pero creo sea suficiente con mostrar esta modesta colección, que he logrado salvar para deleite de nuestra memoria colectiva», nos dice. «Basta con que recordemos nuestras propias vidas y cómo la radio y la televisión nos han acompañado para que cada uno rememore ese momento especial frente a uno de esos aparatos», continua.

La radio más antigua es una Telefunken del año 1.930. Se puede ver un gramófono, hecho en la casa ‘Muebles y Pianos Casa Blanco’ de Oviedo con una colección de discos de pizarra de canciones asturianas, gallegas y de Chile, que trajo un emigrante chileno. Esta pieza la adquirió Barona en un anticuario.

Otro aparato destacado es un RCA Víctor, americano, de 1.936. Esta radio funciona con corriente de 125 voltios. Otra es una Telefunken de 1.940, que le regaló el hijo de un funcionario alemán con la promesa de que la iba conservar.

Las radios más antiguas son de la marca Philips, Thomson y Westinghouse de los años 30. En cuanto a las televisiones las tiene de los años 1.956 y 1.960. «Las primeras que llegaron a Cabezón de la Sal, y todas funcionan», aclara. Y nos muestra una radio The Hallicra Fters, de origen americano, de 1.946, que le regaló el farmacéutico cabezonense Gabriel Pulgar, «y que ya le arreglaba yo a su padre». Y otra Cosmos, de 1.931, que le donó el periodista Luis del Olmo a su colega Alfonso Usía. También, una Dakota, del año 1.962, que vendió Julio Martínez, -»mi maestro»- a Pepe Laso, de Sopeña de Cabuérniga.

En la colección hay varios tocadiscos de los años 50 de las marcas Thomson, General Electrice y Philip, y algunos transistores marca Sanyo, de los 70, «que los trajo a Cabezón de la Sal de Canarias el navegante Valentín Saiz «El Currio». Y en un viejo tocadiscos nos hace sonar un disco del Grupo de Danzas Virgen del Campo de Cabezón de la Sal, que se grabó en la sala Versalles de París en 1.966 y que recoge la Baila de Ibio, los picayos a la Virgen del Campo, el Romance del Conde de Lara y la Jota Montañesa. En la portada pueden verse a las panderetas del grupo María del Campo Martínez, Mabel Ausé y Lucita Romero.

Una auténtica joya cuyos ejemplares se pueden contar con los dedos de una mano. Entre las últimas incorporaciones se encuentra una radio que recogió cuando la tiraban a la basura, del año 1945, marca Aesa, fabricada en Barcelona, de las hermanas Coíntas, de Ruente. Otro ejemplar destacado en una radio recuperada por Ángel Posadas, un vecinos de Cabezón de la Sal, también enamorado de radios y televisiones, procedente de un curso de radios celebrado en París en 1.957.

En las estanterías se encuentra otra radio adquirida en el año 1.956 en 1.260 marcos en Alemania y que trajo un vecino de Ontoria que emigró allí. Para hacerla funcionar hubo que adquirir una pieza en Japón, de cuya labor se encargó Angel Posadas, otro técnico local, con quien mantiene una estrecha colaboración. Y ahora, Barona está empeñado en hacer funcionar una radio de 1.927 de la familia Mantilla, muy arraigada a Cabezón de la Sal.

Román Barona, con taller de instalaciones y reparaciones eléctricas en Cabezón de la Sal, es un enamorado de la radio y la televisión, destacando que la gran mayoría de los aparatos que colecciona funcionan. Reconoce que su mayor problema es el disponer de espacio suficiente para almacenar correctamente los 260 aparatos que posee. De todos modos, seguirá con su gran afición aumentando, si es posible, la interesante colección. Ramón, su hijo, mantiene la afición. La exposición puede visitarse de forma gratuita, previa cita.


Óscar López: «Crearemos un espacio para alojar esta colección»

El alcalde de Cabezón de la Sal, Òscar López, tras felicitar a Román Barona anunció que el Ayuntamiento tenía que buscar un mejor alojamiento para la colección, al igual que ha hecho con el museo textil y del traje regional, anunciando que se ponían en marcha para encontrar una nueva ubicación de esta colección «hecha por un hombre mítico de la radio». Alfonso Usía refirió su vinculación a Cabezón de la Sal señalando que la coral de la localidad ha cantado en las bodas de sus tres hijos. Definió a la colección de Román Barona como «una maravilla», que «no le va a la zaga a la de Luis del Olmo». «Es», dijo, «una colección fabulosa de radios y televisiones».

Para el escritor madrileño Cabezón de la Sal «es como Nueva York, porque tiene una actividad fuera de los común». Y mostró su apoyo a la idea municipal de encontrar un nuevo emplazamiento para que el se cuente con un espacio más abierto». «Para lo que necesitéis en Cantabria, siempre estoy dispuesto», concluyó.

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