La Lírica Española del Siglo XVI y XVII: Tradición, Innovación y Barroco

1. La Lírica Española del Siglo XVI y XVII

1.1. La Lírica Cancioneril y Tradicional

Durante el siglo XVI, se sigue cultivando la poesía de la Edad Media, aquella que se recogía en los cancioneros de palacio. Continúan dos corrientes:

  • Poesía de los cancioneros
  • Poesía tradicional

En general, el verso más utilizado fue el octosílabo (arte menor). Los temas fundamentales: el amor, la naturaleza… Y las estrofas más empleadas: el romance, los villancicos y las glosas.

Obras más destacadas:

  • Cancionero general, Hernando de Acuña. Valencia, 1511.
  • Cancionero de Juan del Encina, Salamanca, 1496.

Aunque era poesía menor, fue cultivada por los grandes autores de la época: Garcilaso, Lope de Vega y Góngora.

1.2. La Poesía Petrarquista

La cultivaron Juan Boscán y Garcilaso de la Vega. Petrarca, humanista italiano del siglo XIV, fue el autor del Canzionere: In vita de Laura y In morte de Laura, su amada. Un amor no correspondido e idealizado. Utiliza básicamente el soneto (estrofa de dos cuartetos y dos tercetos de versos endecasílabos cuya rima es ABBA ABBA CDC CDC).

El petrarquismo trata la naturaleza como fuente de imágenes poéticas y “locus amoenus” ideal del amor. Se eleva la presencia del yo poético, y domina la innovación lingüística y métrica.

Garcilaso de la Vega (s. XVI)

De origen ilustre, ligado a la corte de los Reyes Católicos. Fue Caballero de la Orden de Santiago. Modelo clásico que aúna armas y letras. De su obra, destacamos las tres églogas pastoriles y los sonetos. En estos últimos domina el tema amoroso, el lamento por la ausencia o la muerte de la amada y el tono elegíaco. Su poesía contiene numerosas alusiones a los mitos griegos además de una cuidada forma y retórica (metáforas, antítesis, epítetos etc.)

Lope de Vega y Francisco de Quevedo (s. XVII)

A través del soneto amoroso, Lope organizó su obra en un Canzionere (tuvo importancia lo biográfico), y Quevedo se sirvió de toda la retórica (antítesis, hipérboles, metáforas…) para recrear los rasgos petrarquistas en algunos de sus sonetos.

1.3. La Lírica Religiosa

En la 2ª mitad del s. XVI, las formas y contenidos cobran fines espirituales. Buen ejemplo de esta tendencia lo encontramos en las obras de Fray Luis de León.

Fray Luis de León

Su obra comprende veintitrés poemas en los que predomina la lira (endecasílabos y heptasílabos). Están agrupados en Odas. Hay poesía religiosa, poesía más autobiográfica (experiencia carcelaria), y poesía en la que alaba la vida retirada y espiritual.

La más famosa es la “Oda a la vida retirada”. Tópico del “Beatus ille.”

San Juan de la Cruz

Su lenguaje poético quiere nombrar lo inefable de la experiencia mística. Perseguido por sus ideas (reforma de los Carmelitas descalzos) estuvo en la cárcel y fue allí donde escribió su obra. Destacamos las obras mayores que comprenden tres poemas que recogen sus experiencias místicas: “Noche oscura del alma”, “Cántico espiritual” y “Llama de amor viva”. Fueron comentados por él mismo.

1.4. La Lírica Barroca (s. XVII)

Los poetas barrocos, a la vez que siguen las innovaciones del Renacimiento, introducen unas características propias de la poesía barroca:

  • Culteranismo: Sintaxis latinizante, mitos clásicos, lenguaje ornamentado y belleza formal. Representante: Luis de Góngora.
  • Conceptismo: Búsqueda del ingenio y de la concisión en el lenguaje (decir más con menos). Figuras literarias como la paronomasia, la dilogía, el calambur etc. son fundamentales. Representante: Francisco de Quevedo.
  • El desengaño: Dada la situación socioeconómica del país, la ideología contrarreformista, el hombre barroco tiene una visión muy pesimista que se refleja en la literatura. Tópicos: tempus fugit, vanitas vanitatis, etc.
  • Vitalismo y realismo: Se impone una visión realista del mundo, un apego a la vida.
  • Desmitificación: De los temas de la poesía vigentes hasta el momento. Se cuestiona todo. Se dan la parodia y la degradación burlesca.

Luis de Góngora – Culteranismo

En su poesía, los tópicos del Renacimiento se intensifican. La temática que más trata tiene que ver con el paso del tiempo -lo humano como algo mudable y fugaz- y con la belleza de la naturaleza. En su obra encontramos poemas sencillos cuando se trata de lírica popular (vv. octosílabos) o poemas muy enrevesados, eruditos y muy retóricos. En ellos encontramos a veces una visión satírica y burlesca. Sus obras más destacadas son:

  • “Fábula de Polifemo y Galatea”- sobre las Metamorfosis de Ovidio. Mitología en octavas reales. Amores de Acis (pastor) y Galatea (ninfa del mar) y los celos del cíclope Polifemo que le lanza una roca y lo aplasta; los dioses convierten su sangre en río que va hacia el mar.
  • “Soledades”, poemas compuestos por silvas (endecasílabos) que tratan las distintas soledades que se pueden sentir. Muy culturalista. Llenos de referentes clásicos y sintaxis muy latinizante.

Francisco de Quevedo – Conceptismo

Junto a la lírica amorosa destaca su poesía moral y religiosa. También cultiva la poesía satírica y burlesca. En poesía moral y más filosófica reflexiona sobre el sentido de la vida, la miseria, la fugacidad y la fragilidad. Grandes temas universales para un poeta universal.