El clásico de Jim Carrey que peligró por un prejuicio absurdo de Hollywood

Los ‘90 se convirtieron en la década dorada de Jim Carrey, donde su habilidad cómica le erigió como una de las mayores estrellas de Hollywood y nos dejó para el recuerdo multitud de clásicos inolvidables. Fue el caso de Una pareja de idiotas, la cinta de los hermanos Farelly también conocida en algunos países como Tonto y retonto, sobre las peripecias absurdas de dos amigos que protagonizó junto a Jeff Daniels, el actor de Aracnofobia, Gettysburg o Máxima velocidad.

La película, que contó con un presupuesto muy reducido de 17 millones de dólares, se convirtió en uno de los mayores éxitos de 1994 tras recaudar 247,2 millones en taquilla, lo que hizo que su nombre se grabara en los anales de la comedia y que incluso tuviera una secuela tardía en 2014. No obstante, el proyecto pudo irse a pique, puesto que, a mitad del rodaje, un prejuicio de Hollywood casi motiva la salida de uno de sus protagonistas.

Así lo ha desvelado Jeff Daniels en una entrevista con USA Today, donde ha señalado que, a pesar de morirse de ganas de trabajar en una comedia tan pasada de rosca y actuar junto a una leyenda como Carrey, su equipo, que quería que vendiera una imagen de actor serio, no vio con buenos ojos el proyecto e intentó pararlo para que no manchara su reputación.

“Tuve agentes que no se equivocaron y me dijeron: 'Eres un actor serio. Esta no es la dirección en la que debes ir. Vamos a detener esto y sacarte de esta película'”, recordó Daniels, que por aquellos años ya se dejó caer en películas cómicas como There Goes the Neighborhood con Catherine O'Hara, ¡Qué linda adivina! con Demi Moore o Love Hurts con Cynthia Sikes. “Pero quería cambiarlo con una comedia. Y quería trabajar con Jim Carrey”.

Sin embargo, a la hora de rodar, la inseguridad que sus agentes le plantaron surtió efecto. Una pareja de idiotas tenía escenas tan pasadas de rosca que, de salir mal, se planteó que pudiera dejar una macha negra en su carrera y que tiraría por la borda sus logros hasta ese momento. En concreto, habla de la escena del baño, donde su personaje, Harry, tenía problemas digestivos después de beber té con laxantes en casa de Mary, el interés romántico del personaje de Carrey.

“Fue como, tengo escenas que sabían que iban a marcar”, continuaba. "Una cosa es leer la escena del baño, pero luego llega el día y realmente vamos a hacer la escena del baño. Le dije a Jim: 'Este es el comienzo o el final de mi carrera'. Afortunadamente, el actor de La máscara, Ace Ventura o Sonic: La película, que siempre ha destacado por su falta de prejuicios ante la comedia, le dio un consejo que le quitó la incertidumbre. Jim, que no tiene miedo, me dijo: ‘Va a ser fantástico". Simplemente tienes que llegar hasta el final'”.

Una decisión que solo trajo alegrías

Fue en ese momento cuando Jeff Daniels optó por hacer caso omiso a los prejuicios de Hollywood frente a la comedia y, como bien le recomendó su amigo, dar absolutamente todo sin que le importara lo más mínimo la opinión de la industria o el público.

”Fueron un par de horas de gimnasia de porcelana”, bromeaba Daniels sobre la escena del baño. “Y ese primer plano cuando aparecen con fuerza mi cara roja, lo estuve haciendo durante tanto tiempo que casi me desmayé”.

El éxito de la película corroboró que tomó la decisión acertada, al igual que el desempeño de su carrera ejemplificó lo equivocado que puede estar Hollywood respecto al género de la comedia. Solo hay que ver que, como bien quería Daniels, Una pareja de idiotas expandió su trayectoria a propuestas cómicas de éxito, como el caso de del live action de 101 Dálmatas con Glenn Close o la mítica Pleasantville con Tobey Maguire y Reese Witherspoon, pero también siguió transitando muchos de los proyectos de prestigio de aquellos años.

En el momento en el que quiso volver a centrarse en el drama, no tuvo problema para trabajar con algunos de los cineastas más reputados de Hollywood, como a principios de los 2000 en Las horas de Stephen Daldry, Deuda de sangre de Clint Eastwood o Buenas noches y buena suerte de George Clooney. De hecho, en su entrevista con USA Today recalca que el propio Eastwood le felicitó personalmente por su trabajo en Una pareja de tontos.

Al final, queda claro que lo prejuiciosa que siempre ha sido la industria con el género de la comedia, incluso con un proyecto con algunos de los iconos más prolíferos y prestigiosos del género como Jim Carrey o los hermanos Farrelly, que apuntaba a éxito seguro. Por suerte, la intención del equipo de Jeff Daniels de cargarse la película motivando el abandono del actor quedó en papel mojado.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.

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