Guillermo Pérez
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Juan Joel Rodríguez, un extrabajador del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Querétaro (CECyTEQ) del plantel Montenegro, denunció a directivos del lugar por presuntamente haber cometido actos de acoso, homofobia y discriminación durante al menos tres años. Además, acusó falta de respaldo por parte de la Defensoría de Derechos Humanos de Queretaro (DDHQ).
De acuerdo con la presunta víctima, durante su estancia en las instalaciones educativas, los mismos directivos y trabajadores del lugar proferían insultos y burlas por una condición de salud, además de comentarios homofóbicos.
Rodríguez Reséndiz señaló que el acoso y discriminación se agravó a tal punto de generarle problemas de depresión y ansiedad. Además, denunció que al enterarse de su condición de salud, los dirigentes del plantel lo obligaron a renunciar, violando sus derechos humanos y laborales.
“Desde que llegué yo a ese plantel empezó un poquito gradual ese acoso, posteriormente fue discriminación. (…) Me hacían burlas, comentarios misóginos, varia gente o compañeros se enteraron de mi condición, asimismo de ser gay, de ahí partía todo este acoso y discriminación hacia mi persona”, dijo.
Ante la situación, Juan Joel reveló que interpuso una queja ante la DDHQ por discriminación, así como una demanda en el Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Estado por la vulneración de sus derechos laborales. No obstante, en el caso de la defensoría, cuestionó que no ha habido avances sobre su queja, mientras que en el caso del tribunal, indicó que se encuentra a la espera de una segunda audiencia para liberar pruebas.
“Desde el 26 de octubre de 2023 hasta hoy no he recibido mayor, tanto acercamiento como apoyo. (La Defensoría no me ha dicho) nada, que solamente están esperando que haya resultados sobre la liquidación, esto todo, pero no me dicen más, no hay mayor seguimiento del caso”, sostuvo.
Tras su denuncia, Juan Joel hizo un llamado a quienes sufrieron situaciones similares en sus entornos laborales a tomar valor para denunciar públicamente. “Tenemos derecho a un espacio laboral, no recibir violencia de ningún tipo, ni mucho menos discriminación, ni estigma de las condiciones que llegue a tener uno”, finalizó.
