¿Vale la pena ver Hachiko: Una historia verdadera?
No importa cuantas adaptaciones de Hachiko veas, si estas en busca de una película para llorar, esta historia siempre lo logrará. Foto: Créditos a Tulip Pictures
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¿Una buena película para llorar? Reseña de Hachiko: Una historia verdadera

No importa cuantas adaptaciones de Hachiko veas, si estas en busca de una película para llorar, esta historia siempre lo logrará.

Desde la domesticación de los perros hace más de 10,000 años, existen muchas historias conmovedoras alrededor del mejor amigo del hombre. A pesar de tanto tiempo juntos, pocas historias entre perros y humanos pueden llegar a hacernos sentir tantas cosas como la historia de Hachiko. Este famoso can nos ha demostrado que la lealtad de un perro hacia su dueño no tiene limites y ahora la historia fue adaptada una vez más para celebrar a aquellos que nunca se rindieron con una persona. ¿Vale la pena ver Hachiko: Una historia verdadera?

Chen Jingxiu tratando de introducirle su nuevo amigo a su esposa, que detesta a los perros

¿HISTORIA VERDADERA?

Si bien la historia de Hachiko es verdadera, este filme funciona como una adaptación de la legendaria historia de lealtad con muchas libertades creativas. Para empezar, ahora todo se desenvuelve en China. Chen Jingxiu es un profesor que emprendería un viaje a una aldea que cambiaría su vida para siempre. Al final de su viaje, Chen se encontraría a un adorable cachorro de Pastor Chino y lo llevaría a casa a escondidas, ya que sentía que no lo podía dejar ahí solo.

El problema con esto era que la esposa de Chen, quien odiaba a los perros por que uno la mordió cuando era chica. Gradualmente, después de varios intentos en donde Chen Jingxiu se negaba a dar al cachorro en adopción, Batong (Hachiko) se convertiría en un miembro permanente de la familia Chen. La mayoría del filme se enfoca en establecer el lazo entre dueño y perro en momentos conmovedores que resonarán mucho con los dueños de perros.

Gradualmente sucede la tragedia por la cuál la historia es famosa y la lealtad de Batong será puesta a prueba. Por el resto de su vida, Batong esperaría a su dueño en el último lugar en donde lo vio: La estación del Teleférico del río Yangtsé. Como siempre, la historia de Hachiko te llenará de lágrimas y seguramente llegarás a abrazar a tu perrhijo, sólo para que este se vaya después de un rato. En general la propuesta agrega algunos cambios interesantes, pero se queda corta en ciertos aspectos esenciales de los sucesos originales.

El lazo entre un dueño y su perro es algo que solo ellos mismos pueden describir

ACTUACIONES DECENTES

En el caso del elenco de la película, tanto los actores humanos como sus contrapartes caninas cumplen sus roles bastante bien. Xiaogang Feng (Chen Jingxiu) nos ofrece una actuación emotiva con la que seguramente muchas personas se podrán identificar. Joan Chen (Li Jihazen) nos ofrece un rol perfecto de una persona que no quería a los perros y gradualmente se va encariñando más y más.

Otro trabajo que también vale la pena destacar es la buena labor que se hizo con los perritos para el filme. De hecho, si te quedas después de que la película haya concluido, durante los créditos podrás ver algo del trabajo que se hizo con los cachorritos para prepararlos y sinceramente los resultados son bastante adorables. En el contexto del filme, esto te hará sentir todavía más cosas todavía.

En el caso del resto del elenco, sus actuaciones son más limitadas, ya que no existe mucho desarrollo dentro de sus personajes. En esta situación, parece ser más una limitación en el guión con los personajes, ya que se sienten con poca profundidad.

A pesar del pasar de los años, la lealtad de Batong nunca cesó

PROBLEMAS CON EL RITMO DE LA TRAMA

Lamentablemente para Hachiko: Una historia verdadera, lo que más frena a la película es el ritmo de la trama. Si bien los momentos íntimos de Chen Jingxiu y Batong son bastante lindos y nos ayudan a conocer el lazo entre ambos, la segunda parte del filme pisa el acelerador demasiado. Esto como consecuencia hace que los momentos más poderosos en la historia de Hachiko pierdan fuerza.

Para aquellos que no conocen la historia de Hachiko, después de la muerte de su dueño, el perro regresaría todos los días a la estación en donde vio por última vez a su dueño para esperarlo. A pesar de que tanto la familia del dueño como otras personas trataron de llevárselo, Hachiko siempre se quedó ahí hasta el final de sus días. Después de más de 10 años de espera, Hachiko dejaría este mundo para reunirse con su dueño. La leyenda de Hachiko se desarrolló a lo largo de esos 10 años en donde la gente sentía empatía por él y buscaban darle de comer o hacer que estuviera más cómodo.

En Hachiko: Una historia verdadera, esos 10 años pasan extremadamente rápido. Este podría considerarse como el peor error dentro de la película y la razón por la cuál este filme no cumple con su potencial.

CALIFICACIÓN: 7.0

Si estás en busca de una película para llorar o que te haga apreciar a tus mascotas, Hachiko: Una historia verdadera puede ser para ti.  El filme comienza muy bien y nos engancha en esta historia de un lazo único. Lamentablemente, una vez que pasas al punto más importante de la narrativa, se busca cerrar todo demasiado rápido y esto limita el efecto que podría tener la historia en ti. No importa cuantas veces adapten esta historia, ésta te va a generar muchos sentimientos, pero esta versión se quedó un poco corta.

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