'Mi novia es la Revolución': 4 razones para verla en el Film - Film Club Café
'Mi novia es la Revolución': 4 razones para verla en el Film

‘Mi novia es la Revolución’: 4 razones para verla en el Film

Siempre es grato ver al cine mexicano adentrarse en géneros poco explorados, como el coming-of-age en su forma más divertida y conmovedora. Para muestra, Mi novia es la Revolución, cuarta película del director Marcelino Islas (Clases de historia) que después de una larga espera tendrá su estreno comercial en salas de cine, Film Club Café entre ellas.

Y como buena película sobre adolescentes, está cargada de un aire rebelde y anárquico, bien logrado por la dirección de Islas y por sus colaboradores delante y detrás de la cámara, reivindicando, además, una historia queer en un contexto en el que no se hablaba mucho de las relaciones LGBTQIA+ en México: el año 1994 (un año importante para el país por diferentes motivos.

¿Y de qué trata Mi novia es la Revolución? Acá la sinopsis oficial:

“México, 1994. Sofía está por cumplir 15 años pero no quiere fiesta. Acaba de mudarse tras la separación de sus padres y pasa los días en la aburrida compañía de su hermana menor. La monotonía desaparece cuando Sofía encuentra a Eva, una chica de actitud rebelde con la que descubrirá el amor y las decepciones que la acompañan, un turbulento viaje lleno de asaltos, ilusiones y rock and roll”.

A continuación, te contamos otras cuatro razones para venir a ver la película, que llega a la cartelera de cine en Film Club Café.

RAZONES PARA VER MI NOVIA ES LA REVOLUCIÓN EN FILM CLUB CAFÉ

1. UN EQUIPO CREATIVO SINGULAR (CON UN TOQUE DE REALIDAD)

Marcelino Islas ya es conocido en la cinematografía nacional por sus tres largometrajes previos: Martha (2010), La caridad (2016) y Clases de historia (2018). Sin embargo, Mi novia es la Revolución tiene un origen más personal para el director (con un toque de la Nueva Ola Francesa).

“Es un homenaje para mi hija Sofía”, explicó Islas en entrevista con el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE). Después de ver con ella Los 400 golpes de François Truffaut para una de las clases que imparte, lo que le despertó la idea para la película. Habló con Gaby Vidal, su maestra y asesora de guiones (ha escrito películas como No quiero dormir sola de Natalia Beristáin y El placer es mío de Elisa Miller), y en dos meses ya tenían un guión.

Es por ello que, en la película, Sofía es interpretada por la hija del director. Su contraparte, la más experimentada y rebelde Eva, es interpretada, precisamente, por una actriz joven pero con más experiencia: Ana Valeria Becerril (conocida por Las hijas de abril de Michel Franco y la serie Control Z, entre otras). Intencionalmente, el director dejó que se conocieran únicamente hasta su primera escena juntas.

Mi novia es la Revolución, de Marcelino Islas
Sofía Islas, hija del director, protagoniza Mi novia es la Revolución (Crédito: Benuca Films / IMCINE)

2. LA NOSTALGIA (Y REIVINDICACIÓN) NOVENTERA

Mi novia es la Revolución se sitúa en 1994, lo que en la superficie brindará una gran dosis de nostalgia a quienes hayan crecido en esa década. Sin embargo, el espíritu de rebeldía y cambio está enraizado, una vez más, en la experiencia personal de Marcelino Islas.

“Es el año en el que pasó todo, para mí fue el inicio de mi conciencia y son años que disfruté mucho”, comentó el director en entrevista con IMCINE. “Hubo un fuerte impacto por el caso Colosio, el ejército zapatista, la devaluación y cómo repercutió todo eso en las familias”. 

En la película, como puede verse en el tráiler, las protagonistas tienen una relación homosexual, cosa que no hubiera sido expresada tan abiertamente en la época. La “licencia poética”, como la llama Islas, tiene un propósito: “Queríamos presentar lo hermoso de esa relación. Ha habido un cambio tremendo respecto a la aceptación de la comunidad, nosotros reivindicamos una historia que no pudo ser, algo que no pudimos ver antes”.

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3. EL ORGULLO SATELUCO (Y DE LAS ZONAS ALEDAÑAS)

Lo común, por infinidad de razones, es filmar en la Ciudad de México. Y vamos, tampoco es como que hacer una película en zonas de la denominada “área metropolitana” sea salirse demasiado del estándar, pero sí resulta refrescante ver otros panoramas en nuestro cine.

Para el caso, Mi novia es la Revolución se filmó en el Estado de México, específicamente en Arboledas, en el municipio de Tlalnepantla. Rumbos que sin duda reconocerán los cinéfilos asiduos del Film Club Café.

¿Por qué se filmó ahí? La razón, de nuevo, es personal: “Al crecer en Arboledas yo hice eso: entrar a casas, jugábamos con las cosas de esos hogares e incluso en una casa había alberca y nadábamos, por eso hay una casa así en la película”, recuerda Marcelino Islas.

Mi novia es la Revolución, de Marcelino Islas
Ana Valeria Becerril es la rebelde e independiente Eva (Crédito: Benuca Films / IMCINE)

4. LOS PREMIOS Y FESTIVALES

Mi novia es la Revolución se filmó en 2019, lo que significó que sus posibilidades de competir en festivales y premiaciones fueron un tanto mermadas por los estragos pandémicos.

Sin embargo, considerando los hechos, la película de Islas tuvo un buen desempeño, sobre todo en los festivales nacionales. Ganó el premio al Mejor largometraje de ficción en el Festival de Monterrey, y compitió por el Premio Maguey en la selección oficial del Festival de Guadalajara.

Además, tuvo su estreno mundial en el Festival de Roma y participó en el Festival Cinema Queer México 2023.

Consulta fechas, horarios y boletos para ver Mi novia es la Revolución en Film Club Café

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