El técnico del PSG, Luis Enrique Martínez, elogió este domingo al crack parisino, que no tuvo su despedida soñada en el Parque de los Príncipes tras caer ante el Toulouse (1-3) y no recibir ningún homenaje del club. La estrella francesa solo encontró el cariño de la grada.
Después de la sorprendente derrota, Luis Enrique habló en Canal + Francia para elogiar al crack antes de la celebración de la entrega del trofeo de campeón de la Ligue 1, la número 12 de la historia del PSG. "Dirigir a Kylian Mbappé fue un placer, es un jugador ejemplar. No tengo nada que reprocharle, se comportó perfectamente", declaró el asturiano, al que no le hizo mucha gracia la celebración. Su cara fue un poema en algunos momentos, aunque fue aplaudido por la totalidad del estadio.
Dembélé: "Mbappé es una leyenda del PSG"
Otro que quiso despedirse en primera persona de Mbappé fue su compañero, y amigo, Ousmane Dembélé. "Pasé una temporada con él en el PSG. Dio mucho por el club, hizo mucho. Estamos contentos con todo lo que hizo, creció bien en el PSG, ha logrado mucho. Es una leyenda del PSG", destacó el ex del Barça.
La fiesta por el título liguero comenzó con fuegos artificiales y una orquesta filarmónica dirigida por Thomas Roussel. Sonó música de Queen ('Don't Stop me now'), mientras se reproducían numerosos vídeos de los éxitos del PSG, que fue fundado en 1970.
El trofeo de la Ligue 1 fue transportado de manos de exjugadores del club, como Javier Pastore. A continuación, Mamadou Sakho y Jérémy Ménez sacaron el galardón al terreno de juego. Layvin Kurzawa fue abucheado y Vitinha, vitoreado.
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Al ser presentado junto al resto de atacantes, Kylian Mbappé fue aplaudido calurosamente. El speaker del Parque de los Príncipes, Michel Montana, que, como Mbappé, se despidió tras 26 años ejerciendo su profesión en París, quiso agradecerle al crack su paso por el PSG y coreó hasta tres veces su nombre, acompañado por todo el estadio con una sonora ovación al nombre de “¡Mbappé!, ¡Mbappé!”.
Los jugadores y el personal del PSG recorrieron el Parque de los Príncipes luciendo cada uno un pañuelo en el que estaba escrito: 'Parisiens et Champions' (Parisinos y campeones) en letras de oro y con las fechas de los títulos de Liga.
Fue, sin embargo, una despedida mustia, a pesar de la celebración del título de liga tras el encuentro, debido al tropiezo ante el Toulouse y el juego deslucido; y un Mbappé que, aparte del gol que abrió el marcador, no tuvo nada que celebrar.
El club parisino no le dedicó ningún tributo a su estrella, que se marchará a final de temporada. El Real Madrid, que este domingo también celebró su título de Liga aunque de forma más festiva y multitudinaria, ya le espera con los brazos abiertos.