La mesita del comedor
Comparte con tus amigos










Enviar

“Supongo que nunca, ni una vez en tu vida, has visto una película tan negra como ésta. Es horrible y también terriblemente divertida. Piensa en el sueño más oscuro de los hermanos Coen”. Con estas palabras, Stephen King nos recomienda ver ‘La mesita del comedor’.

“Será su mesita preferida. Les aseguro que les va a cambiar la vida a mejor. Es la última que me queda y es una ganga de precio. Es la mejor mesa que he visto jamás” (Cayetano)

Crítica de La mesita del comedor

Prohibida, repudiada, cancelada, inestrenable,… pero también premiada. Todo esto y mucho más es como se encontraba ‘La mesita del comedor’ hasta que el mismísimo Stephen King la recomendó en X (anteriormente Twitter). A partir de ese instante, la película pasó a la categoría de viral y todos querían verla y hablar sobre ella. Tan es así que la plataforma poseedora de sus derechos, Filmin, decidió adelantar su estreno al pasado viernes 17 de mayo de 2024. La película es obra de Caye Casas que se ha desvivido para que el público pudiera ver su segunda película (la primera fue ‘Matar a Dios’). Y esto es algo que ha conseguido, principalmente, gracias al tuit de Stephen King.

Ahora vamos con lo que la película ofrece sin destripar sus giros y sorpresas. Eso sí, y para empezar, debo advertir que el film no muestra ningún tipo de imagen tremebunda. Esto lo comento para que todos aquellos que tengan ciertas expectativas no se sientan luego defraudados y/o decepcionados. ‘La mesita del comedor’ se encuadra en lo que a mí me gusta calificar como “terror humano”. Esto es, sucesos cotidianos horribles que le pueden suceder a cualquiera y que, ante todo, son realistas. Me refiero a esos hechos que todos veíamos antes en las páginas de sucesos de los diarios. Detrás de ellos siempre había una terrorífica y, sobre todo, dramática historia. Y esto es lo que sucede con la cinta de Caye Casas.

Y ese “terror humano” del que acabo de hablar es, ante todo, un terror psicológico provocado por la infinita presión que soporta un determinado personaje. Un terror que le viene derivado de una situación imposible generada por el guión escrito por el propio Casas y Cristina Borobia. Una situación tan tremebunda que no sabe cómo solucionar… decidiendo optar por una huida hacia delante que parece no llevarle a ningún lado. Por si fuera poco, en esta huida deberá hacer frente a nuevas situaciones complicadas y dar la cara ante nuevos personajes que van apareciendo por el metraje.

Lo que Caye Casas pretende con lo anterior es que, por desagradable que nos pueda parecer, nos sintamos en la piel del protagonista y empaticemos con su gigantesca presión psicológica. Si esto no se consigue, entonces, la película no creo que funcione. Y, para ello, nosotros vamos a contar con la misma información “privilegiada” que tiene el protagonista frente al resto de “invitados”. Estos últimos acudirán al piso familiar por diferentes motivos e irán notando que, dentro de la aparente “normalidad”, algo extraño está sucediendo. Así hasta que la película llegue a su final.

Acabo de comentar que el protagonista tendrá que hacer frente a “nuevas situaciones” y personajes. Pues bien, es de ahí de donde surge un cierto “humor” de tono muy negro. Nosotros sabemos lo que ha pasado y los otros personajes no lo saben y hablan con total libertad e incluso bromean, hacen chistes y sueltan pullas. Todo esto resulta insufrible para el protagonista y a nosotros nos hace sentir “culpables” al esbozar en ciertos momentos una malvada sonrisa… Y tampoco conviene ahondar mucho más en la trama. Estamos pues ante la típica propuesta de la que es mejor saber lo menos posible para que realmente funcione. Si acaso, comentar que los espectadores fans del suspense típico de ciertas películas de Alfred Hitchcock disfrutarán bastante viendo ‘La mesita del comedor’. Sobre todo aquellos fanáticos de un título en concreto de “El maestro del suspense”…

Junto a la trama, la labor del reparto es lo más destacado del film. Creo que no me equivoco si afirmo que el trabajo de la pareja protagonista es bueno o muy bueno. Y lo mismo puedo decir de los secundarios que van apareciendo por la pantalla. En el papel de Jesús encontramos a David Pareja, que nos entrega a un hombre dominado por su temperamental esposa a la que incluso “teme”. La actuación del actor está francamente lograda consiguiendo muy buenos momentos dramáticos. Por su parte, Estefanía de los Santos es María, la mujer de Jesús que ha conseguido su primer bebé en una edad ya muy tardía. Atención a su labor porque es tanto o más destacada que la de David Pareja. Para el recuerdo quedan sus risas en la cocina mientras prepara la tortilla o su performance en el clímax.

Por la película también desfilarán otros personajes interesantes que tendrán su grado de aportación a la historia. Simplemente los citaré para no desvelar nada importante. Me refiero a Josep Maria Riera (Carlos, el hermano de Jesús), Claudia Riera (Cristina, la novia de Carlos), Eduardo Antuña (Cayetano, el vendedor de la mesita), Cristina Dilla y Gala Flores (la vecina y su hija adolescente). Y la aparición especial de Itziar Castro como una vieja amiga de María.

“Comprar esa mesita ha sido el mayor error de mi vida. Ya sé que suena absurdo, pero es así” (Jesús)

En conclusión.
Termino esta breve crítica de La mesita del comedor, una película que tiene en su factor psicológico su mejor baza de apoyo y enganche. Ponerse en la piel del protagonista resulta tremendamente dramático y, si queremos, terrorífico. Un terror que, como ya he expuesto, podemos encontrar en las páginas de sucesos y no en las producciones clásicas del cine de género.

Tráiler de La mesita del comedor

Escucha nuestro podcast