Abrimos el joyero real de la boda de Felipe y Letizia 20 años después: esmeraldas misteriosas, brillantes y perlas centenarias
Abrimos el joyero real de la boda de Felipe y Letizia 20 años después: esmeraldas misteriosas, brillantes y perlas centenarias
ANIVERSARIO

Abrimos el joyero real de la boda de Felipe y Letizia 20 años después: esmeraldas misteriosas, brillantes y perlas centenarias

Tanto la novia como algunas de las invitadas más ilustres, como la madrina o las Infantas, rescataron algunas de las piezas más importantes de la historia de la realeza española

Foto: Los reyes Juan Carlos y Sofía, en la boda de Felipe y Letizia. (Gtres)
Los reyes Juan Carlos y Sofía, en la boda de Felipe y Letizia. (Gtres)

Este 22 de mayo se cumplen 20 años de la boda que unió en santo matrimonio a los reyes Felipe y Letizia. Una jornada para el recuerdo que comenzó la noche anterior con una cena ofrecida por don Juan Carlos y doña Sofía en el Palacio de El Pardo y que se convirtió en un auténtico desfile de alta costura y sobre todo de grandes joyas.

Con motivo de esta señalada efeméride, y con ayuda del experto David Rato, fundador de la cuenta especializada en joyas históricas llamada Spanish Royal Jewels, abrimos el joyero del enlace, en el que tanto la novia como algunas de las invitadas más ilustres, como la madrina o las infantas, rescataron algunas de las piezas más importantes de la historia de la realeza española para aderezar sus estilismos.

Las joyas de la novia

Con un impresionante vestido de Pertegaz por el que se dijo en la época que pagó 6.000 euros a modo de precio simbólico, la reina Letizia se convirtió en Princesa de Asturias con unas joyas cargadas de historia y homenajes. Sobre todo, hacia su suegra. La por entonces prometida de Felipe VI escogió la apodada tiara Prusiana, un diseño de estilo neoclásico decorado con columnas, hojas de laurel y llaves griegas creada por el joyero de la corte alemán, Koch, para la hija del káiser Guillermo II, princesa Victoria Luisa, con motivo de su boda con el príncipe Ernesto Augusto de Hannover en mayo de 1913.

Una pieza que llegó a manos de la familia real griega tras la boda de la princesa Federica con el príncipe Pablo de Grecia y Dinamarca en 1938, padres de la reina Sofía. Fue esa tiara la que ella escogió para su boda con don Juan Carlos en Atenas en 1962.

placeholder La tiara Prusiana. (Gtres)
La tiara Prusiana. (Gtres)

Hasta la boda, las infantas Elena y Cristina la usaron en varias ocasiones, aunque desde entonces tan solo la ha lucido la actual Reina. La última vez fue en 2011 y se espera que algún día la luzca su hija, la princesa Leonor, que será la quinta generación en hacerlo.

Aunque era la de mayor significado, esta tiara no fue la única joya que llevó. Letizia aderezó el look nupcial con los pendientes que le regalaron sus suegros en la pedida: dos aretes de platino con seis diamantes talla pera engarzados y cuatro diamantes talla brillante, dos de 1,22 quilates y otros dos de 4,54 quilates. Tras su boda, los ha lucido en multitud de ocasiones, como los premios Princesa de Asturias 2019 o la boda de Victoria de Suecia en 2010.

Además de la alianza, también llevó ese día el anillo que le regaló su prometido para sellar su compromiso. Una joya de oro blanco con dieciséis diamantes cortados en baguette diseñado por los joyeros Suárez que dejó de usarla pocos años después de su boda con toda la especulación que eso supone. Entre otras cosas, porque se ha dicho en multitud de ocasiones que fue Iñaki Urdangarin el encargado de ir a recoger la pieza al joyero.

Las esmeraldas de Sofía

La madrina del enlace, la reina Sofía, también lució algunas de las grandes piezas de su histórico joyero para convertirse en una de las invitadas más elegantes en la boda de su hijo. Era la única vez que podía ejercer de madrina, por lo que no se dejó nada en el tintero. “El conjunto elegido por doña Sofía consta de un collar, un par de pendientes, un brazalete y un anillo, todos con tachas de esmeraldas cuadradas y diamantes. El parure apareció en la colección de la reina Sofía poco después de la proclamación del rey Juan Carlos como Rey de España en 1975. Se cree que fue un regalo de aniversario del Rey a su esposa” asegura David Rato.

“Doña Sofía usó mucho este conjunto durante su ejercicio como reina de España. Podemos detectarlo tanto en ocasiones formales como en banquetes de Estado y recepciones, a menudo combinados con tiaras de brillantes, como la cena preboda de su hija mayor, la infanta Elena”.

placeholder Los reyes Juan Carlos y Sofía. (Gtres)
Los reyes Juan Carlos y Sofía. (Gtres)

Unas esmeraldas que también ha utilizado su nuera, la reina Letizia. “Fue un regalo hecho por la reina Sofía a su nuera para celebrar el nacimiento de la princesa Leonor, su primogénita”.

Desde entonces, Letizia ha utilizado este parure (especialmente los pendientes) en multitud de ocasiones. “En 2006, la entonces princesa Letizia lució el juego de esmeraldas al completo por primera vez. Desde la proclamación de don Felipe como Rey, doña Letizia ha llevado estos pendientes en varias ocasiones, como la entronización del emperador de Japón o en visitas de Estado a Portugal, a Dinamarca y la última y más reciente a los Países Bajos”.

Además del aderezo de esmeraldas, doña Sofía lució una de las pulseras gemelas del lote de pasar y el broche de diamantes con forma de lazo con el que sujetó la mantilla a la peineta y que perteneció a la Reina María Cristina, tal y como ha podido saber el experto consultado.

Los pendientes de Elena

La infanta Elena fue una de las mujeres más elegantes de la boda. Tocada con peineta y mantilla, también rescató algunas de las piezas más especiales de su joyero para el enlace de su hermano.

Quizá las más especiales, los pendientes que lució nueve años antes durante su cena preboda: dos piezas de orfebrería con forma de gota con un doble marco de oro amarillo y pavé de diamantes. De ella cuelgan, encabezadas por dos brillantes, un par de barritas del mismo oro que desembocan en una perla blanca redonda. “Siempre se han identificado como un regalo por su mayoría de edad o puesta de largo. Su hermana, la Infanta Cristina, posee un par bastante similar”, asevera Rato.

Durante la preboda, “Elena lució un aderezo de diamantes suyo y un brazalete de la Infanta Isabel que también llevo en su boda en 1995”.

placeholder La infanta Elena. (Gtres)
La infanta Elena. (Gtres)

El alfiler de la infanta Cristina

Su hermana se decantó una pamela XXL en lugar de la tradicional mantilla, aunque siguió los pasos de su hermana decantándose por unos pendientes que fueran los protagonistas. “Eligió un par compuesto individualmente por seis diamantes talla marquesa dispuestos en forma de flor realizados por la joyería Van Cleef Arpels. Como curiosidad, fueron los elegidos para acudir al homenaje al fallecido rey Constantino en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor y una semana antes en la boda de Marta Urquijo y Joaquín Marcos”.

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La infanta Cristina. (Gtres)

No obstante, la pieza principal fue la que eligió para la pre boda: un alfiler compuesto óvalo de brillantes y una esmeralda cuadrada del que cuelgan tres esmeraldas de gran tamaño y que sostuvo prendido de una cinta que hacía las veces de gargantilla. Según el experto, “el histórico broche de diamantes y esmeraldas perteneció a Doña María de las Mercedes, Condesa de Barcelona, y que ella regaló a su nieta Cristina en ocasión de su matrimonio en 1997”.

placeholder El imponente broche de la infanta Cristina. (Gtres)
El imponente broche de la infanta Cristina. (Gtres)

Las perlas de la infanta Pilar

La infanta Pilar fue la encargada de acompañar del brazo a su hermano don Juan Carlos, padre del novio, del Palacio Real a la catedral de la Almudena como parte del cortejo real. Con un look en el que los colores vibrantes fueron los protagonistas, sus joyas pasaron desapercibidas a pesar de ser algunas de las más valiosas del enlace.

Se trata de un collar corto de 25 perlas naturales que María de las Mercedes recibió como regalo de bodas de su suegro Alfonso XIII y que perteneció a la reina María Cristina.

placeholder La infanta Pilar. (Gtres)
La infanta Pilar. (Gtres)

“La condesa de Barcelona lució este collar durante toda su vida. Era su collar de referencia. Doña María lo usó para muchas celebraciones familiares importantes como los bautizos de sus nietos y las bodas de sus hijas. También fue retratada con este collar muchas veces. La condesa se lo prestó a su hija, doña Pilar, en algunas ocasiones. La Infanta acabó heredando la pieza tras la muerte de su madre. Resultó ser su collar favorito también, lo seleccionó para varias ocasiones importantes (como lo hizo su madre) y también para más discretas y diarias”.

Una pieza que combinó con unos pendientes también cargados de historia. “Un par de pendientes con dos grandes perlas redondas y dos diamantes que compró la reina María Cristina y que también fueron una de las piezas más usadas por la condesa de Barcelona”.

En algún momento, los pendientes se pasaron a la Infanta Pilar quien, al igual que su madre, los usaba bastante a menudo. Doña Pilar los usó para las bodas de su hija Simoneta, su hijo Beltrán y sus sobrinos, Elena, Cristina y Felipe. También hicieron una aparición durante la abdicación del rey Juan Carlos y la proclamación del rey Felipe”.

placeholder La infanta Margarita. (Gtres)
La infanta Margarita. (Gtres)

El misterio que queda por resolver es el origen del espectacular aderezo de brillantes y esmeraldas que lució la infanta Margarita. Un conjunto de pendientes, collar y broche que no dejaron a nadie indiferente y que aunque ha lucido en multitud de ocasiones, se desconoce si fueron heredadas o adquiridas durante su matrimonio con Carlos Zurita.

Este 22 de mayo se cumplen 20 años de la boda que unió en santo matrimonio a los reyes Felipe y Letizia. Una jornada para el recuerdo que comenzó la noche anterior con una cena ofrecida por don Juan Carlos y doña Sofía en el Palacio de El Pardo y que se convirtió en un auténtico desfile de alta costura y sobre todo de grandes joyas.

Joyas Reina Letizia