Los rodanteros son despedidos como reyes y siguen viaje por el mundo: "¡Anímense..!"
Claudia y Juan se encariñaron con la zona y les costó arrancar. Van en motorhome rumbo a Alaska: "Larguen todo y háganlo que la vida es una sola", aconsejan.
Claudia y Juan, a punto de seguir viaje por el mundo. (Foto Antonio Spagnuolo)
Desde Cipolletti llega un matrimonio con sus hijos para despedirlos con afecto. Juan y Claudia jamás pensaron que cosecharían tantos amigos y les costaría horrores abandonar la región. Hace un año que viajan y recorren distintos lugares, pero con el Alto Valle y en especial con Fernández Oro se generó un lazo especial.
“Encantadísimos de la ciudad y de la gente, estamos fascinados. Muchísimas gracias, por tanto, nos cuesta arrancar”, asegura el hombre que, en su ciudad de origen, Olavarría, tenía una empresa de transporte de pasajeros, renunció a su trabajo, convirtió su camioneta en una Motorhome y salió a pasear por el mundo con su fiel compañera.
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“Muy contentos por el trato de la gente, muy agradecidos”, acota la mujer devenida en artesana desde que comenzó esta hermosa aventura, hace ya un año.
La agradable pareja de viajeros tiene un destino lejano como meta. Puede sonar inalcanzable, pero a ellos, estos queribles rodanteros, nadie les quita el sueño, eso está más que claro.
“Hasta Alaska queremos llegar, mientras el cuerpo aguante, como digo siempre, vamos a meterle”, expresa este aventurero un poco más tranquilo luego de que la batería de la Sprinter (supo tener 21 asientos) los hiciera renegar bastante.
El mensaje a la gente que sueña con imitarlos
“¿Qué les diría? Que larguen todo y se animen. Se puede vivir así, nosotros vivimos de la artesanía. Lo primero que hacemos es separar el dinero para el combustible y luego para los alimentos. Pero se puede, no tengan dudas”, aconseja Clau a la vez que ordena esa especie de monoambiente que es la camioneta o casita rodante.
“Que la gente no deje para mañana lo que puede hacer hoy, como dice el refrán. Tenemos una vida sola, no tenemos una vida para trabajar, otra vida para salir a pasear… ¡Adelante entonces, a salir a pasear!”, recomienda Juan y seduce con su arenga. Varios ya deben estar pensando en armarse una motorhome...
El viaje comenzó en Olavarría, provincia de Buenos Aires, de donde son oriundos ambos. “De allí nos fuimos para la Costa Atlántica, como no habíamos tenido vacaciones en mucho tiempo… Fue a fines de marzo, estábamos solos en la playa porque ya hacía frío. Anduvimos por Claromecó, Necochea, Pinamar y fuimos subiendo para Entre Ríos. De ahí a Misiones, volvimos a Olavarría a renovar licencia de conducir y seguimos viaje rumbo a Ushuaia por ruta 3. Subimos luego por ruta 40, fuimos a Chile y tomamos la ruta Austral. Finalmente nos vinimos al Alto Valle”, resume Juan el interminable trayecto.
“¿Cómo llegaron a Oro? Nos llamó mucho la atención un pueblo como Villa Paranacito, Entre Ríos, estuvimos 9 días ahí. Nos atendió muy bien la gente, pero como en Fernández Oro en ningún lado jaja. Llegamos hace un par de semanas, de manera ocasional. Queríamos conocer ciudades chicas, pueblitos, nos gustan más que las grandes urbes y en el camino por la ruta 22 se nos presentó Oro. Pasamos por Cipolletti a conocer y también anduvimos por Neuquén. Pero no estaba programado, sí la idea es conocer lugares naturales como lagunas, tipo la Isla Jordán. Nos vamos felices”, concluye el rodantero. Su pareja avala sus dichos.
Buen viaje Juan y Claudia. A disfrutar del mundo y de la vida. Por acá se los va a extrañar y a esperar que alguna vez regresen…
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