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La razón que explica por qué hay un cocodrilo en la Catedral de Sevilla

La Catedral de Sevilla es la mayor catedral gótica del mundo

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La razón que explica por qué hay un cocodrilo en la catedral de Sevilla
Catedral de Sevilla.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La Catedral de Sevilla no solo es reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sino que también ostenta el título de la mayor catedral gótica y la cuarta iglesia más grande del mundo. Sin embargo, su importancia va más allá de sus imponentes dimensiones, ya que es un testimonio vivo de la historia turbulenta y los cambios en el poder político en la capital andaluza.

Lo más notable de esta catedral es su estructura compleja, que refleja una mezcla única de dos estilos arquitectónicos de diferentes culturas. Durante su construcción, se preservaron muchas de las estructuras originales de la antigua mezquita, incluida la emblemática torre del campanario conocida como la Giralda. Este campanario se ha convertido en el símbolo más reconocible de la ciudad.

¿Por qué hay un cocodrilo en la Catedral de Sevilla?

Entre los misterios que rodean a la catedral de Sevilla, destaca el del cocodrilo disecado que pende del techo, un símbolo de la exótica historia que envuelve a este majestuoso edificio. Según cuenta la leyenda, este peculiar espécimen fue parte de un regalo enviado por el sultán de Egipto a Alfonso X el Sabio, en un intento de forjar una alianza matrimonial mediante la mano de su hija.

Acompañando al cocodrilo llegaron un colmillo de elefante y una jirafa, símbolos de riqueza y buena voluntad. Aunque las propuestas matrimoniales fueron rechazadas, los regalos quedaron como testigos de un encuentro diplomático fallido en la ciudad de Sevilla.

Hoy en día, el cocodrilo disecado continúa suspendido en el aire, fascinando a quienes visitan la catedral y evocando historias de tierras lejanas y tiempos remotos. Aunque el original fue sustituido por una réplica, la presencia del cocodrilo sigue siendo un recordatorio tangible de la interacción entre culturas y civilizaciones a lo largo de la historia.

Historia del templo

La imponente Catedral de Sevilla, siuada en el sitio que alguna vez ocupó la antigua mezquita aljama de la ciudad, es un hito fundamental en la historia del tardogótico hispano. Su construcción, que comenzó en 1434, fue precedida por la decisión de Fernando III de cristianizar la mezquita principal de Sevilla, permitiendo así contar con un amplio espacio para el culto cristiano sin la necesidad de nuevas construcciones.

Las obras iniciales estuvieron a cargo del arquitecto Ysambart, cuyas trazas originales fueron halladas en 2008 en el Monasterio de Bidaurreta. Sin embargo, el maestro francés Carlín fue quien asumió la dirección de la construcción y llevó adelante la mayor parte de su ejecución, sin introducir grandes cambios en el diseño original de Ysambart.

La finalización de la catedral, simbolizada en 1506 con la colocación de la piedra postrera en el cimborrio, marcó el culmen de un proceso que logró construir la catedral gótica más grande del mundo en poco más de siete décadas.

El interior del templo, dividido en cinco naves con crucero y capillas laterales, alberga el coro y la majestuosa Capilla Mayor, donde se encuentra uno de los mayores retablos cristianos.

La Capilla Real, situada en la cabecera del templo, es el lugar de descanso de Fernando III el Santo y su hijo Alfonso X el Sabio. Mientras, el Patio de los Naranjos, antiguo patio de abluciones de la mezquita, conserva su encanto original a pesar de las transformaciones que ha experimentado a lo largo del tiempo.

Características

Uno de los aspectos más destacados de la catedral es su diseño único, que refleja una mezcla singular de influencias musulmanas y cristianas. Aunque posee cinco naves distribuidas con una orientación musulmana hacia Levante, carece de la típica cabecera gótica en forma de ábside, ya que su planta salón es un perfecto rectángulo heredado de la antigua alhama. Los muros, aunque delgados, están reforzados por estribos y pilares que soportan impresionantes bóvedas ojivales.

La imponente Giralda, que sirve como torre y campanario de la catedral, es otro hito arquitectónico de Sevilla. Inspirada en el alminar de la mezquita Kutubia de Marrakech, esta estructura de base cuadrada y remate renacentista se alza a más de 100 metros sobre el nivel del mar, siendo un emblema tanto de la ciudad como de su rica historia.

En el interior de la catedral, la nave central alberga el coro y la Capilla Mayor, junto con zonas anexas como la nave de San Fernando Rey, el crucero y el Trascoro, cada una representando diferentes jerarquías de la ciudad medieval. La Capilla Real, ubicada en la cabecera de la catedral, alberga los sepulcros de reyes y miembros de la realeza, así como la imagen de Santa María de los Reyes, patrona de la archidiócesis de Sevilla.

Además de su impresionante arquitectura, la catedral alberga tesoros artísticos como pinturas de Murillo y Zurbarán, así como la tumba de Cristóbal Colón, que reposa en el brazo derecho del crucero. Estos elementos, junto con la riqueza de su historia y su importancia religiosa, hacen de la Catedral de Sevilla un lugar verdaderamente excepcional.

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