España autoriza la vacuna diseñada para prevenir la infección por VRS en adultos - eldia.es

Salud

España autoriza la vacuna diseñada para prevenir la infección por VRS en adultos

Está específicamente diseñada para mayores de 60 años sanos y pacientes con afecciones crónicas

Un hombre mayor es inoculado con la vacuna de la gripe.

Un hombre mayor es inoculado con la vacuna de la gripe. / IÑAKI OSORIO

Ágatha de Santos

Aunque generalmente se asocian a los lactantes, las infecciones por el virus respiratorio sincitial (VRS) pueden ser muy peligrosas también para los adultos mayores de 60 años y pacientes con afecciones crónicas. En España, acaba de aprobarse la vacuna Arexvy, de GSK, para la prevención de la enfermedad del tracto respiratorio inferior (ETRI) causada por este virus respiratorio en estos dos grupos de riesgo.

El Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) es uno de los centros del mundo que ha liderado el desarrollo clínico de esta molécula, a través de la Unidad de Investigación en Vacunas del Instituto de Investigación Sanitaria (IDIS). El doctor Federico Martinón, jefe del Servicio de Pediatría de este hospital e investigador del estudio AReSVi-006 (ensayo pivotal de Arexvy), asegura que es una excelente noticia contar con una vacuna más diseñada específicamente para la población adulta para abordar la infección por VRS –el pasado mes de diciembre se aprobó la primera– y espera que en breve pueda llegar a los grupos diana. “Es una nueva herramienta frente a una enfermedad importante y una oportunidad de prevención de enfermedad, en este caso, en personas de edad avanzada y en pacientes con patologías como la EPOC, enfermedad cardiaca, renal o metabólica”, afirma.

“Estamos contentos de aportar desde la investigación nuevas oportunidades de prevenir la enfermedad que provoca el VRS. Esperamos que España sea ágil en incorporarla a los calendarios sistemáticos gratuitos de vacunación”, comenta.

"Es una posibilidad de prevenir una de las cuatro grandes causas de neumonía en adultos”, Federico Martinón, investigador de esta vacuna

El VRS es un virus respiratorio común, de carácter estacional, que se transmite principalmente a través de contacto directo con secreciones respiratorias. La infección puede ocurrir en todas las etapas de la vida, aunque suele ser más relevante en los recién nacidos y en los adultos mayores. Es altamente contagioso y representa un importante problema de salud pública. Hay dos subtipos antigénicamente diferentes del virus: el VRS-A y VRS-B, que coexisten. Los brotes suelen ocurrir darse los meses más fríos, lo que convierte al VRS en uno de los virus responsables de la denominada “tripledemia”, junto con el SARS-CoV-2 y la gripe.

En la mayoría de los adultos sanos, las infecciones por VRS suelen cursar con síntomas similares a los del resfriado. Sin embargo, debido a la inmunosenescencia asociada a la edad, comorbilidades médicas subyacentes y condiciones de inmunodeficiencia pueden presentar mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves por VRS como neumonía, agudización de patologías crónicas (EPOC o insuficiencia cardiaca), hospitalización y muerte. Cabe destacar que alrededor del 80% de los mayores de 65 años tienen al menos una enfermedad crónica subyacente y el 68%, dos o más.

En España se calcula que la incidencia de las infecciones respiratorias agudas (IRA) por VRS en adultos mayores de 60 años es del 1,62% y que se registran unos 204.000 casos de VRS cada año en esta franja de edad. Además, la tasa de hospitalización en dicho grupo es del 0,15%, con una tasa de mortalidad intrahospitalaria del 7,13%, lo se traduce en más de 19.000 hospitalizaciones y unas 1.400 muertes anuales. Respecto a esto, el doctor Martinón puntualiza que debido al número limitado de pruebas diagnósticas para detectar el VRS y a la falta de sistemas de vigilancia robustos, los casos reales podrían duplicar estas cifras.

“El VRS es uno de los cuatro grandes patógenos, junto con el SARS-CoV-2, el de la gripe y el neumococo, que causan infección respiratoria y neumonía en adultos y que puede ocasionar la muerte o secuelas importantes. Hasta ahora teníamos vacunas frente a estos tres últimos y nos faltaba posibilidad de prevenir la franja de patología que supone el sincitial”, comenta.

Segura y eficaz

Según el especialista gallego, una de las grandes fortalezas de la fórmula de GSK es que es muy segura y eficaz durante dos temporadas. En el estudio pivotal, la vacuna demostró una eficacia global del 82,6% frente a la enfermedad del tracto respiratorio inferior (ETRI) en adultos de 60 años y mayores durante la primera temporada, y una eficacia del 67,2% tras dos temporadas de VRS (mediana de seguimiento de 17,8 meses). Y para los casos más graves de ETRI por VRS, la eficacia fue del 94,1% en la primera temporada y del 78,8% durante dos temporadas. La vacuna también ha demostrado una eficacia consistente frente a la ETRI causada por los diferentes subtipos de VRS, VRS-A y VRS-B: en la primera temporada la eficacia fue del 84,6% y 80,9% respectivamente y tras dos temporadas la eficacia fue del 80,5% y 59,7% respectivamente.

El 39% de los sujetos incluidos en ambos grupos del estudio presentaban al menos una comorbilidad, principalmente cardiorrespiratoria o endocrino-metabólica. Durante la primera temporada se observó una eficacia del 94,6% y del 66,7% a lo largo de dos temporadas para participantes con, al menos, una comorbilidad. En aquellos pacientes que presentaban al menos una comorbilidad cardiorrespiratoria, la eficacia a lo largo de dos temporadas fue del 73,8%.

Inmunogénica

En cuanto a la coadministración con otras vacunas de adultos, ha demostrado ser inmunogénica y tolerable cuando se coadministra con la vacuna de la gripe tetravalente de dosis estándar en mayores de 60. Los datos de seguridad y reactogenicidad coincidieron con los observados inicialmente en el programa de desarrollo clínico de fase III siendo las reacciones adversas notificadas con mayor frecuencia: dolor en el lugar de la inyección (61%), fatiga (34%), mialgia (29%), cefalea (28%) y artralgia (18%). Estas reacciones adversas fueron, normalmente de intensidad leve o moderada y desaparecieron unos días después de la vacunación

“Es una vacuna que se ha desarrollado y estudiado específicamente en adultos a partir de 60 años. Va dirigida directamente a la proteína F, que sabemos que es importante en este virus, evitando así que el virus pueda ocasionar daño, fundamentalmente en el pulmón. Además, incluye un adyuvante que permite potenciar la respuesta inmune en adultos mayores y pacientes con comorbilidades”, comenta Martinón.

El primer país donde se administró esta vacuna fue en EE UU, donde fue aprobada el 3 de mayo de 2023 para mayores de 60 –en Irlanda, el límite de edad está en 65 y en el Reino Unido, en los 75–. Otros países centran sus recomendaciones en los grupos de riesgo, fundamentalmente en pacientes con EPOC y enfermedad cardiaca crónica.

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