Enrique del Pozo descubre que fue un fan de Isabel Pantoja quien pagó 60 mil euros de su deuda con la quiosquera Loli

Polémica

Enrique del Pozo descubre que fue un fan de Isabel Pantoja quien pagó 60 mil euros de su deuda con la quiosquera Loli

No es extraño que salga de casa para cantar en sus conciertos con varias maletas y vuelva con el doble de bultos

Así fue el último concierto de Isabel Pantoja en Zaragoza
Isabel Pantoja en ZaragozaEuropa Press

Se lo tenía bien callado, no soltó prenda sobre el asunto, dejó que la gente creyera que fue ella la que saldó su deuda de miles de euros con su ex amiga,la quiosquera Loli. Nada más lejos de la realidad.

Es Enrique del Pozo el que ha lanzado la bomba que aclara la realidad del asunto. El colaborador del programa “Fiesta” desvela que “un fan de la cantante fue quien le dio a Isabel sesenta mil euros para que liquidara su deuda con la quiosquera. A eso le llamo yo utilizar a un fan. Solamente puedo contar que es un hombre”. Un fanático de la artista que la sigue a todas partes.

No sería la primera vez que la tonadillera recibe ayuda de sus seguidores. Hace unos años descubrimos que fueron algunas mujeres de su club de fans de Madrid quienes le pintaron todas las paredes de “Cantora”, y le pagaron el arreglo de la piscina de la finca, y han sido otras las que le hacen regalos en cada uno de sus conciertos, desde ramos de flores a aspiradoras, una plataforma vibratoria, un masajeador de espalda…

La finca Cantora
La finca CantoraLa Razón

Carmen Borrego llegó a contar en televisión que Isabel “recibió en su gala de Canarias de este año un baúl de una marca de lujo muy famosa, valorado en más de veinte mil euros”.

También se publicó en su día que un matrimonio le donó noventa mil euros para pagar una fianza, y que otra fan se gastó más de mil euros en pijamas, ropa interior y calcetines para que la Pantoja se los pusiera durante su estancia en prisión.

No es extraño que salga de casa para cantar en sus conciertos con varias maletas, y vuelva con el doble de bultos. Eso se debe, lógicamente, porque le llueven los presentes y tiene que hacerse con más bolsas. Vamos, lo que se dice un chollo.