Vino del Palatinado

La región vinícola del Palatinado 

Los vinos de Prädikat y los vinos de calidad del Palatinado proceden de viñedos situados en unas 23.500 hectáreas de viñedos de la Ruta del Vino del Sur y de la Ruta del Vino del Medio Haardt-Alemania. Y aunque los viñedos están muy juntos, losvinosde del Palatinado revelan una colorida diversidad que se remonta al variado terruño. El placer para los amantes del vino se completa con el paso de la Puerta del Vino Alemana, entre casas con entramado de madera y huertos.

La región vinícola del Palatinado: aquí fluye el vino

La región vinícola de Pfalz se extiende desde Alsacia hasta Rheinhessen. Con miles de bodegas y millones de viñas, es la segunda región vinícola más grande de Alemania. Los vinos del Palatinado no se distinguen por su cantidad, como en el pasado, sino por su calidad, que va en aumento desde hace años. Los vinos blancos espumosos y jugosos, así como los vinos tintos bien estructurados y afrutados, llaman al Palatinado su hogar. Y los vinos espumosos y rosados también se prensan localmente en gran abundancia. Y por qué no: el clima es casi mediterráneo, el suelo es rico en nutrientes y minerales. Desde el Haardt hasta el bosque del Palatinado, las vides encuentran todo lo que necesitan para prosperar magníficamente. No menos importante es el deleite de los palatinos, que celebran el vino local del Palatinado con extensas fiestas del vino a orillas del Rin. 

Entre Dubbeglas y grandes crecimientos

Los palatinos no llegaron a la viticultura, la viticultura llegó a los palatinos. Porque los palatinos saben vivir, reír, celebrar... y siempre con o por el vino. En todas las tabernas, la gente bebe su alegría de vivir en las típicas Dubbeglas locales, una taza decorada con hendiduras en la que cabe medio litro. Se suele rellenar con un refrescante espumoso de vino. Es especialmente popular en las fiestas del vino.

Y hay muchos en el Palatinado. Entre ellas se encuentra la mayor fiesta del vino del mundo: el Dürkheimer Wurstmarkt. Así que hay oportunidades para disfrutar del vino del Palatinado en cada esquina. Aunque no conduzca por la Ruta del Vino de Alemania a través de las pequeñas ciudades bordeadas de casas con entramado de madera, podrá disfrutar de los vinos del Palatinado. Después de todo, junto con las otras cinco regiones vinícolas de Mosel, Rheinhessen, Ahr, Nahe y Mittelrhein, Renania-Palatinado es responsable de la mayor parte de las exportaciones de vino de Alemania. Entre ellos se encuentran los vinos Prädikat de primera clase y los Grosse Gewächse de los mejores viñedos del Palatinado, como Hohenburg, Jesuitengarten, Ungeheuer y Herrenberg.

Las bodegas y el Pfalzwein

La ofensiva de calidad desde 1990 ha dado sus frutos. Anteriormente, se podía experimentar una gran discrepancia entre la ruta del vino del sur y el Mittelhaardt en términos de calidad. Mientras que en el sur se prensaban principalmente Schoppenweine sencillos, las famosas bodegas del norte del Palatinado ya producían grandes crecimientos. Y aunque en las fiestas del vino, la gente sigue recurriendo mayoritariamente al "Zechwein" rural, la frontera se ha disuelto en el curso de la mejora de la calidad y gracias a los viticultores innovadores. Ya sea en el norte o en el sur, los viticultores y las bodegas de todo el mundo están creando productos extraordinarios que rebosan fuerza y fruta.

Bodega Knipser

Un nombre muy grande del Palatinado es Knipser, y no por nada. La empresa familiar, ubicada en Laumersheim desde 1876, no sólo convence con vinos de calidad inigualable desde tiempos inmemoriales, sino que también se ha hecho un nombre en el Palatinado. Además de los clásicos como el Riesling y el Pinot Noir, ahora también se han instalado en los viñedos el Syrah, el Merlot y el Cabernet Sauvignon. Prensados todos ellos de forma impresionante y absolutamente establecidos en la cima del panorama vinícola alemán: los vinos del Palatinado de Knipser. 

Bodega Markus Schneider

Una prueba del clima casi mediterráneo son los vinos tintos de Markus Schneider. El Black Print o el Holy Moly Shiraz son testigos de la fruta madura con toques especiados. En el futuro, es muy probable que el aumento del calor y el suelo rodeen cada vez más a las variedades de uva tinta. Por supuesto, los vinos blancos y rosados de la bodega de Ellerstadt no tienen nada que envidiar a la alta calidad del resto de los vinos del Pfalz.

Bodega A. Diehl

Los vinos de la bodega Diehl han interiorizado el carácter del Palatinado. Esto se debe, una vez más, al clima cálido, que también permite que los kiwis, los higos y los limones prosperen en el Palatinado. Así es como se crea un vino enérgico a partir de la amplia cartera de variedades de uva de la bodega. Ya sea Dornfelder, Pinot Blanc o Huxelrebe, si algo crece en el sur del Palatinado, aquí crece de forma excelente.

La historia de la viticultura en el Palatinado

El zumo de uva fermentado puede haber sido ya un concepto para los celtas en el año 2.500 a.C., aunque posiblemente no de forma intencionada. Las uvas crecían por todas partes en Alemania en aquella época. Sin embargo, la cultura de la viticultura, y el vino que la acompañaba, no llegó al Palatinado hasta el año 50 a.C. con los romanos. La conquista de Germania no sólo trajo las legiones romanas al país, sino también sus hábitos de consumo. 

Además de las culturas del vino, pronto se encontraron las primeras casas de lagar entre el Rin y el Mosela, como demuestra la villa rústica del Weilberg en Ungstein, descubierta en 1981 y que tenía un lagar además de la casa señorial. La viticultura de los romanos no sólo dejó ruinas. Hasta hoy, numerosos términos se han establecido también en nuestro vocabulario.

Palabras que recibimos de los romanos

• Vino - del latín: vinum
• Vinatero - del latín: vinitor, el recolector de uvas
• Bodega - del latín: cella - la cámara de almacenamiento
• Mosto - del latín: mustum, también vinum mustum - vino joven 

Después de los romanos, fueron principalmente los monjes quienes trabajaron en los viñedos bajo el dominio franco. Los gobernantes francos regalaban campos, aldeas y también viñedos a las abadías y monasterios para limpiar sus almas de malas acciones. 

Con la normativa de Carlomagno llegaron las primeras medidas de calidad de las más altas autoridades; así, el vino debía cultivarse donde crecía la uva y la limpieza debía prevalecer durante la elaboración. 

A partir del año 1500, el vino se fue conociendo cada vez mejor. La adición de azufre convirtió el vino, antes inestable, en un vino estable cuyas características se hicieron más claras. Esto hizo que las variedades de uva que contenía fueran más importantes. Por ello, no tardó en entrar en vigor la primera ordenanza sobre variedades de vid en Neustadt an der Weinstraße en 1584. 

El vino rico como contenido

En el pasado no era en absoluto inusual pagar los impuestos en especie. Por lo tanto, también era menos extraño recibir el salario en especie. En el caso del vino, sin embargo, existía el problema de que la calidad variaba de un vino a otro. Con el fin de garantizar una calidad constante para todos, los diferentes vinos se encuentran en barricas gigantes y forman así una cuvée gigante. Ya no se puede entender si esto sabía bien, pero con un consumo de cabeza de hasta 150 litros al año, esto es quizás irrelevante.

Más vino, más calidad, más Palatinado

A partir de 1775, se descubrieron los finos matices de la elaboración del vino. Los vinos espumosos y Spätlese se volvieron interesantes, como lo demuestra, por ejemplo, la tercera bodega de vinos espumosos más antigua de Bad Dürkheim. Y tras la catástrofe de la filoxera, que tampoco perdonó al Palatinado, las bodegas se orientaron de una nueva manera. Los estrechos cultivos con una anchura de soporte de 1,20 metros eran ahora accesibles para las máquinas. Los fitosanitarios, los podadores de vid y el cuidado del suelo fueron otras tendencias que se aplicaron de forma generalizada. 

Las últimas décadas han estado marcadas por el cultivo sostenible y la alta calidad. Lo segundo se puede degustar, lo primero se da en el Palatinado desde hace miles de años.

Condiciones de cultivo ideales para el vino del Palatinado

El clima es digno y suave, con escasas precipitaciones y numerosas horas de sol. Los viñedos también se benefician de la ubicación protegida, que resulta del paisaje de la llanura del Rin entre el bosque del Palatinado y el Haardt, y por ello se libran en gran medida de las heladas o las ráfagas de frío. 

El suelo es de todo tipo: arena, marga, cal, arcilla, marga y más. Sin embargo, las proporciones difieren de un lugar a otro, lo que explica la exuberante variedad de características de los vinos del Palatinado. En el sur del Palatinado, por ejemplo, el suelo es más limoso y, por tanto, rico en nutrientes. Alrededor del Mittelhaardt, la parte norte del Palatinado, el suelo es mucho más seco. Como resultado, el agua se hunde rápidamente en las profundidades, el suelo está seco. Como resultado, el suelo almacena más calor, lo que beneficia a las vides. Además, las raíces de la vid se adentran en el suelo para llegar al agua, bombeando así la mineralidad de la tierra a las uvas. 

Las variedades de uva para el vino del Palatinado

Que las vides en el Palatinado se sienten bien, hemos aclarado, pero que las uvas cuelgan en el arbolito aún no.

En el Palatinado hay un total de 126 variedades de uva diferentes autorizadas para su cultivo, y otras variedades se cultivan con fines experimentales. Las variedades de uva blanca, sobre todo Riesling, Müller-Thurgau, Silvaner y Pinot Blanc, tienen la mayor cuota. Las variedades tintas están encabezadas por la Dornfelder, con la Portugieser, la Pinot Noir y la Cabernet Sauvignon en la estela.

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