UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS
FACULTAD DE CIENCIAS
BIOLOGÍA EVOLUTIVA
LOS CIENTÍFICOS DEL PORFIRIATO, RELACIONES DE PODER: DARWIN,
SPENCER Y DARWINISMO SOCIAL
TESIS
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE:
MAESTRO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS
PRESENTA:
BRIAN BECERRA BRESSANT
TUTORA PRINCIPAL DE TESIS: DRA. ANA ROSA BARAHONA ECHEVERRÍA
FACULTAD DE CIENCIAS, UNAM
COMITÉ TUTOR: DR. FRANCISCO ROBERTO VERGARA SILVA
INSTITUTO DE BIOLOGÍA, UNAM
DR. RICARDO NOGUERA SOLANO
FACUTAD DE CIENCIAS, UNAM
CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. MX., SEPTIEMBRE, 2020
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS
FACULTAD DE CIENCIAS
BIOLOGÍA EVOLUTIVA
LOS CIENTÍFICOS DEL PORFIRIATO, RELACIONES DE PODER: DARWIN,
SPENCER Y DARWINISMO SOCIAL
TESIS
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE:
MAESTRO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS
PRESENTA:
BRIAN BECERRA BRESSANT
TUTORA PRINCIPAL DE TESIS: DRA. ANA ROSA BARAHONA ECHEVERRÍA
FACULTAD DE CIENCIAS, UNAM
COMITÉ TUTOR: DR. FRANCISCO ROBERTO VERGARA SILVA
INSTITUTO DE BIOLOGÍA, UNAM
DR. RICARDO NOGUERA SOLANO
FACUTAD DE CIENCIAS, UNAM
CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. MX., SEPTIEMBRE, 2020
COOORDINACIÓN DEL POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS
FACULTAD DE CIENCIAS
DIVISIÓN ACADÉMICA DE INVESTIGACIÓN Y POSGRADO
OFICIO FCIE/DAIP/354/2020
ASUNTO: Oficio de Jurado
M. en C. Ivonne Ramírez Wence
Directora General de Administración Escolar, UNAM
Presente
Me permito informar a usted que en la reunión ordinaria del Subcomité de Biología Evolutiva, Ecología,
Manejo Integral de Ecosistemas y Sistemática del Posgrado en Ciencias Biológicas, celebrada el día 22 de junio de
2020 se aprobó el siguiente jurado para el examen de grado de MAESTRO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS en el
campo de conocimiento de Biología Evolutiva del estudiante BECERRA BRESSANT BRIAN DEL ANGEL
con número de cuenta 412021857 con la tesis titulada “Los científicos del porfiriato, relaciones de poder:
Darwin, Spencer y Darwinismo social”, realizada bajo la dirección de la DRA. ANA ROSA BARAHONA
ECHEVERRÍA, quedando integrado de la siguiente manera:
Presidente:
DR. ARTURO CARLOS II BECERRA BRACHO
Vocal:
DRA. LUZ FERNANDA AZUELA BERNAL
Secretario:
DR. FRANCISCO ROBERTO VERGARA SILVA
Suplente:
DR. DAVID NAHÚM ESPINOSA ORGANISTA
Suplente:
DRA. MARÍA HILDA FLORES OLVERA
Sin otro particular, me es grato enviarle un cordial saludo.
ATENTAMENTE
“POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU”
Cd. Universitaria, Cd. Mx., a 24 de agosto de 2020
COORDINADOR DEL PROGRAMA
DR. ADOLFO GERARDO NAVARRO SIGÜENZA
Agradecimientos institucionales
Al Posgrado en Ciencias Biológicas, UNAM, por el aprendizaje y por todos y cada
uno de los excelentes maestros y compañeros que tuve. Muchas gracias por
permitirme seguir desarrollando mi formación académica.
Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, CONACYT, y al proyecto PAPIIT,
Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica,
IN403718, que me otorgaron becas bajo la dirección y supervisión de la Dra. Ana
Rosa Barahona Echeverría y el Posgrado en Ciencias Biológicas, UNAM.
A la Dra. Ana Rosa Barahona Echeverría, por supervisar la realización de este
trabajo y asesorar que quedara lo mejor posible. Por la comprensión y jugar de mi
lado en momentos complicados. Por los ya varios años trabajando juntos. Por
tolerarme siempre que necesité ayuda para cualquier circunstancia. Por fomentar el
desarrollo de mis criterios personales en torno a la ciencia y por el impulsar mi
carrera como biólogo.
Al Dr. Francisco Vergara Silva, por estar el pendiente de los avances de este trabajo
y de mi persona. Por ofrecer su apoyo y sus atinadas sugerencias en la elaboración
de mi investigación. Por sus recomendaciones alrededor de mi futuro en el medio
académico. Por su empatía y por los fructíferos encuentros.
Al Dr. Ricardo Noguera Solano, por su gran disposición en la elaboración de mi
Tesis. Por sus opiniones sobre diversos tópicos dentro de la investigación. Por su
atención en las distintas dudas que me surgían. Por su comprensión ante los
obstáculos que se presentaron durante el camino.
Agradecimientos personales
Porque donde está tu tesoro,
también está tu corazón
Sermón de la montaña
Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.
Hermandad, Octavio Paz
A mis padres, Ángel y Sirley, por el apoyo inquebrantable, por darme el regalo de
vivir y por el amor. Por su disposición a mis proyectos, a mis metas, a mis
decisiones. Por la confianza y por creer en mí. Por siempre estar desde que tengo
memoria. Por no desampararme y recobrarme. Por juntos vencer enfermedades y
operaciones. Sin ellos no me hubiera podido levantar y darle continuidad a este
trabajo y a otras vicisitudes de la vida. Muchas gracias. Sin duda son los mejores.
A mis hermanos, Katia, Marité, Abraham, por ayudarme y por estar en momentos
complicados. Por las distintas maneras en que me expresan su afecto y su apoyo.
Por movilizarme y extender su brazo en circunstancias difíciles y por el largo
recorrido que ya nos une desde siempre.
A Jhon, Kory, Manolo, Alan, con quienes compartí codo a codo la elaboración de
este proyecto. Por su lealtad y fidelidad, por sus consejos, por su respeto, por
convivir conmigo a diario y por ofrecerme su espacio y su amistad.
Índice
Resumen ................................................................................................................ 1
Abstract .................................................................................................................. 2
Introducción........................................................................................................... 3
Evolucionismo, punto de partida ......................................................................... 9
Capítulo 1 ................................................................................................. 12
1. Ideas de Darwin ............................................................................................ 12
1.1. Teoría de evolución por medio de la selección natural ......................... 12
1.1.1. Selección natural y tres procesos: Acumulativo y gradual, creativo y
no azaroso, e indeterminado ......................................................................... 12
1.1.2. Conceptos evolutivos: Variación heredable, Adaptación, Uso y
desuso, Herencia de caracteres adquiridos, Origen común, Divergencia de
caracteres, Especiación, Extinción, Progreso, Lucha por la existencia,
Supervivencia del más apto, Selección Artificial, Selección sexual ................ 14
2. Ideas de Spencer: Evolución de la sociedad y los individuos ................. 18
2.1. Conceptos: La evolución, la diversificación de las especies, la adaptación
inmediata y la variación incognoscible, la herencia de caracteres adquiridos,
supervivencia del más fuerte, Spencer y la libertad, Spencer y el gobierno,
Spencer y la educación ...................................................................................... 18
3. Darwinismo social ........................................................................................ 24
3.1. Orígenes de la ideología ........................................................................... 24
3.2. Lucha por la existencia (Malthus)............................................................. 24
3.3. Supervivencia del más fuerte (Spencer) .................................................. 25
3.4. La ideología ............................................................................................... 27
3.5. ¿Darwinismo social o Spencerismo? ...................................................... 27
3.5.1. A favor de Spencerismo ........................................................................ 27
3.5.2. A favor de Darwinismo social ................................................................ 29
3.5.3. No hay concepto ideal .......................................................................... 30
4. Introducción del Darwinismo social en México ......................................... 31
4.1. Darwinismo social en la práctica, contextos latinoamericanos ............ 31
Capítulo 2 ................................................................................................. 33
1. Positivismo ...................................................................................................... 33
1.1. Contexto histórico, político y social en México ..................................... 33
1.2. Positivismo de Comte, Orden y Progreso .............................................. 35
1.3. Positivismo en México: Barreda, AMGB y ENP ...................................... 36
2. Porfiriato y los científicos............................................................................... 39
2.1. La dictadura ............................................................................................... 39
2.2. Los científicos ........................................................................................... 41
2.2.1. ¿Quiénes eran los científicos? .............................................................. 41
2.2.2. El poder entre los científicos y Porfirio Díaz ......................................... 43
2.2.3. El papel de los científicos en las Reelecciones .................................... 45
2.2.4 Odio hacia los científicos ....................................................................... 47
Capítulo 3 ................................................................................................. 49
1. Darwin, Spencer y Darwinismo Social en los científicos............................. 49
1.1. Francisco Bulnes ...................................................................................... 49
1.2. Justo Sierra ............................................................................................... 62
1.3. José Yves Limantour ................................................................................ 70
2. Conclusiones y consideraciones adicionales .............................................. 76
2.1. Cuadros comparativos ............................................................................. 77
2.2. ¿En qué coincidieron los tres personajes? ............................................ 80
2.3. Consideraciones adicionales ................................................................... 85
2.4. Reflexión final............................................................................................ 90
3. Referencias bibliográficas .............................................................................. 93
3.1 Subíndices .................................................................................................. 93
3.2. Bibliografía .............................................................................................. 102
Resumen
Durante el último tercio del siglo XIX, en México, la teoría de evolución por selección
natural de Darwin se discutía como una de las principales explicaciones de la
evolución de los seres vivos y fenómenos sociales. Las ideas de Spencer en torno
a la evolución social también hicieron eco en las esferas intelectuales de esa época.
El Darwinismo social tomó conceptos de Darwin y Spencer, selección natural y
supervivencia del más fuerte, para justificar el dominio de ciertos grupos sociales y
declarar la superioridad natural de unos hombres con respecto a otros.
Introducidas gracias al positivismo del México decimonónico, las ideas de
Darwin, Spencer y Darwinismo Social tocaron esferas educativas, sociales y
políticas en la dictadura de Porfirio Díaz. Durante el porfiriato, Díaz se rodeó de los
científicos, agrupación que se valdría de la teoría de evolución de Darwin, de la
dinámica social de Spencer y del Darwinismo Social para mantener su estatus
político y el poder que el presidente les concedía, así como su permanencia en la
élite y justificar el acomodamiento social de la población. En este trabajo se
investiga en los científicos del porfiriato estas ideas, las de Darwin, las de
Spencer y las de Darwinismo Social, para entender las relaciones de poder y
de jerarquía que dichos discursos les otorgaban.
Los científicos analizados son Francisco Bulnes, José Yves Limantour y
Justo Sierra, pues buscaban un orden social sustentado en ciencia y leyes
naturales. “Pensaron a la clase dominante como la guía del progreso gradual en
donde el principio de selección natural era el marco de referencia para la lucha por
la existencia” (Ruiz, 2015). Para Bulnes tres indios equivalían a un blanco
(González, 1998) y se requería una inmigración blanca para mejorar racialmente a
los mexicanos. Sierra se auxilió de la selección natural para señalar a los indígenas
como desfavorecidos en la lucha por la existencia, pues poseían “rasgos innatos
que les impedían contribuir al proceso evolutivo” (Urías-Horcasitas, 1996a). En
cuanto a Limantour, a base de Darwinismo social, selección natural y supervivencia
del más fuerte, desarrolló una singular ideología del poder de las élites (Raat, 1971).
1
Abstract
In late 19th-century Mexico, Darwin's theory of evolution by natural selection was
discussed as one of the main explanations for the evolution of living beings and
social phenomena. Spencer's ideas about social evolution also echoed in the
intellectual spheres of the time. Social Darwinism took concepts from Darwin and
Spencer, natural selection and the survival of the fittest, to justify the dominance of
some social groups and to establish the idea of a superiority of specific type of men.
Introduced by the positivist thought of mid-19th-century Mexico, the ideas of
Darwin, Spencer and Social Darwinism, touched on educational, social and political
spheres in Porfirio Díaz’s dictatorship. During the Porfiriato, Díaz surrounded himself
with the científicos (scientists), a group that would use Darwin's theory of evolution,
Spencer's social dynamics and Social Darwinism to maintain their political status
and the power granted to them by the President. As such, they defended their
permanence in the social elite of Mexico and vogued for the social accommodation
of the population. This work explores how the ideas of Darwin, Spencer and
those of Social Darwinism were used by the científicos, in order to understand
the relation of power and hierarchy that resulted from these discourses.
The scientists analysed in this dissertation are Francisco Bulnes, José Yves
Limantour and Justo Sierra, as they claimed for a social order based on scientific
principles and natural laws. "They thought of the ruling class as the guide to gradual
progress where the principle of natural selection was the frame of reference for the
struggle for existence" (Ruíz, 2015). For Bulnes, three Indians equaled one white
person (González, 1998), and white immigration was required to racially improve
Mexicans. On the other side, Sierra used natural selection to point out indigenous
people as disadvantaged in the struggle for existence, since they had "innate traits
that prevented them from contributing to the evolutionary process" (UríasHorcasitas,
1996a). As for Limantour, on the basis of Social Darwinism, natural selection and
survival of the fittest, he developed a unique ideology of elite power (Raat, 1971).
2
Introducción
Tras la publicación de Darwin de El origen de las especies (1859), en México, hacia
finales de ese siglo, la teoría de evolución por selección natural se discutía como
una de las principales explicaciones de la evolución de los seres vivos y de diversos
fenómenos sociales. Además, en el México decimonónico, en los últimos años de
la década de los sesenta, las explicaciones de Spencer en torno a la evolución de
las sociedades hicieron mucho eco en las esferas intelectuales de la época. Como
corrientes de evolución biológica, las ideas de Darwin explicaban la supervivencia
de aquellos organismos “más fuertes” y mejor adaptados, mientras las ideas de
Spencer sugerían la justificación de la supremacía racial de algunos individuos y de
sociedades específicas. Como corriente de evolución social, el darwinismo social
tomó conceptos de Darwin y Spencer, selección natural y supervivencia del más
fuerte, para justificar el dominio de ciertos grupos sociales y declarar la superioridad
natural de unos hombres con respecto a otros.
Durante el porfiriato los principios de Darwin y Spencer calaron muy hondo,
pues su incursión en los círculos intelectuales mexicanos a través del positivismo
(que se había introducido en México a mediados del siglo XIX), haría que corrientes
de pensamiento como el darwinismo, el spencerismo y el darwinismo social tocaran
esferas educativas, sociales y políticas. Para que las políticas positivistas y
científicas tuvieran el efecto deseado y con miras a controlar una heterogénea
población mexicana, el dictador Porfirio Díaz tuvo la astucia de rodearse de un grupo
selecto de hombres denominado los científicos; esta agrupación se valdría de
algunos conceptos derivados de la teoría de evolución de Darwin, de la dinámica
social de Spencer y del Darwinismo Social, ya sea para mantener su estatus político,
para preservar el poder que el presidente les concedía, para asegurar su
permanencia en la élite mexicana o para respaldar sus ideologías en torno al
acomodamiento social de la población.
En este trabajo se investiga en los científicos del porfiriato estas ideas, las de
Darwin, las de Spencer y las de Darwinismo Social, para entender las relaciones de
3
poder y de jerarquía que dichos discursos les otorgaban. Asimismo, investiga la
importancia del darwinismo social en el México decimonónico a partir de la narrativa
empleada por algunos de los personajes pertenecientes a los científicos.
La agrupación de los científicos contaba con poetas, médicos, políticos,
naturalistas y demás profesionistas. Entre los más destacados están Francisco
Bulnes, Joaquín Díaz, Ramón Corral, Francisco Cosmes, Enrique C. Creel, Alfredo
Chavero, José Yves Limantour, Miguel y Pablo Macedo, Porfirio Parra, Emilio
Pimentel, Rosendo Pineda, Emilio Rabasa, Rafael Reyes Espíndola, Justo Sierra,
José López Portillo, Salvador Díaz Mirón y Manuel Gutiérrez Nájera (González,
1981). Como se ve, los científicos eran una sociedad muy heterogénea. Es
necesario, por tanto, delimitar qué autores se estudiarán, ya que no todos los
miembros
del
gremio
tenían
inclinaciones
darwinistas,
spenceristas
o
socialdarwinistas; se tratan únicamente a aquéllos que mencionan y discuten a
Darwin, a Spencer y al Darwinismo Social en sus escritos, en su oratoria y en parte
de su bibliografía suscitada durante el porfiriato. Los elegidos son Francisco Bulnes,
José Yves Limantour y Justo Sierra.
A lo largo de esta investigación explico detalladamente los criterios que decidí
abordar para tomar en cuenta a Bulnes, Sierra y Limantour, las razones que los
hacen ser parte de los científicos y los motivos por los cuales utilizaron las ideas de
Darwin, Spencer o Darwinismo social. Es un hecho que estos científicos “trataban
de intervenir en la vida pública y para ello sostenían una serie de ideas que
reflejaban la influencia de las doctrinas reflejadas por Barreda”, aclamando así un
nuevo orden social sustentado en bases científicas y leyes de la naturaleza. Estos
autores “pensaron a la clase dominante como la guía del progreso gradual en donde
el principio de selección natural era el marco de referencia para la lucha por la
existencia entre la barbarie y la civilización” (Ruiz, 2015). Por ejemplo, Bulnes
vinculó a las razas directamente con su alimentación (trigo, arroz y maíz), donde las
que se alimentaban de trigo eran superiores. Tres indios equivalían a un blanco,
según su opinión (González, 1998), y se requería una inmigración de tipo
anglosajona o estadounidense para mejorar las cualidades raciales de los nativos
4
mexicanos. Por su parte, Sierra se auxilió de los postulados de la selección natural
para señalar a los indígenas como el grupo social menos favorecido en la lucha por
la existencia, ya que era un sector que “poseía rasgos innatos o naturales que le
impedían contribuir activamente al proceso evolutivo que el grupo dirigente decía
estar impulsando” (Urías-Horcasitas, 1996a). Sierra propuso la solución a este
problema buscando alguna alternativa de mestizaje que terminaría eliminando los
caracteres menos aptos del sector más desfavorecido. El escritor y político
mexicano apostaba por “las teorías organicistas de Spencer y evolucionista de
Darwin” para “introducir en su reflexión histórica una representación inédita de la
desigualdad” (Urías-Horcasitas, 1996b). Darwin simbolizaba el progreso y una
batalla contra lo teológico y la creación. En cuanto a Limantour, entendió un mundo
donde naturalmente existen hombres destinados a gobernar y hombres destinados
a ser gobernados. Fue 18 años Ministro de Hacienda y poseía ideas basadas en las
tesis de Darwin y Darwinismo social: veía en la vida un fenómeno social continuo y
coactivo con los mundos orgánicos e inorgánicos de la naturaleza, y con las
nociones de selección de natural y supervivencia del más fuerte desarrolló una
singular y propia ideología del poder de las élites y su superioridad (Raat, 1971).
Las posturas de estos científicos mexicanos son propias de una clase social
dominante durante el porfiriato, la burguesía, la cual buscó por medio de teorías
científicas justificar un nuevo orden que les favoreciera. “La burguesía se
consideraba como la clase mejor adaptada en su lucha contra el medio ambiente”
(Zea, 1968).
Bulnes, Limantour y Sierra fueron burgueses de nacimiento e intelectuales
de formación en una época porfirista donde “las categorías darwinistas permitieron
a las élites gobernantes introducir la idea de progreso como objetivo central del
nuevo proyecto político”. Si se ponían a prueba las leyes de la lucha por la
existencia, selección natural y supervivencia del más apto, entonces se podría
sistematizar una sociedad, de conformación pluriétnica, en condiciones desiguales
(Urías-Horcasitas, 1996a). En esta investigación se puede apreciar un hilo
5
conductor que logra hilvanar el pensamiento darwinista, spenceriano y
socialdarwinista de los científicos a través de los años.
Se han escrito textos sobre el tema, todos ellos discutibles, pero aún no se
ha hecho una investigación detallada que especifique quiénes fueron los científicos
que manifestaron ideas de Darwin, de Spencer y de Darwinismo Social, y con qué
profundidad y en qué contexto lo hicieron. Algunos autores son fundamentales para
la realización de esta investigación: Ruiz (2015) sitúa el México prerrevolucionario
y su contexto histórico social para explicar la incursión del darwinismo en el país;
Zea (1968), en su texto ya clásico sobre el positivismo en México, describe a detalle
el conocimiento darwiniano y la influencia que éste tuvo en autores como Bulnes y
Sierra; Argueta (2009) demuestra que los conceptos de la teoría de evolución por
medio se selección natural fueron empleados por personalidades importantes de la
dictadura de Díaz, y compara sus argumentos con otros países de América Latina;
González (1998) explica la opinión racial de los científicos del porfiriato, muchas
veces derivada del conocimiento de teorías como la de Darwin; Raat (1971) dibuja
un panorama sobre cómo, gracias al positivismo y a las ideologías provenientes de
Darwin y Darwinismo social, Bulnes y Limantour implementaron teorías para
justificar la inferioridad racial del indígena; Priego (2016) analiza profundamente las
ideas de Spencer que influyeron de diversas maneras en científicos como Sierra y
Bulnes; Guerra (1988) ofrece un extenso y detallado trabajo sobre la presencia
política de los científicos y la maquinaria del poder que heredaban verticalmente en
fases críticas del porfiriato. Estos autores, junto con otros más, son fundamentales
para desarrollar una investigación que relacione el poder que tenían los científicos
del porfiriato con las ideas de Darwin, Spencer y Darwinismo Social.
Objetivos
Los objetivos de investigación quedan enmarcados de la siguiente manera,
intentando que logren abarcar todas las aristas posibles que asume un estudio que
toca temas como evolución, política, sociología, historia, entre otras ramas:
6
1) Investigar en los científicos del Porfiriato la presencia de las ideas de Darwin,
de Spencer y de Darwinismo social.
2) Explicar cómo estas corrientes de pensamiento sirvieron para darle jerarquía
al estatus social de dicha agrupación científica.
3) Corroborar que el poder que tenían provenía de justificar su intelecto y
superioridad mediante teorías y conceptos de evolución.
4) Analizar la importancia y el impacto del Darwinismo social en el México
decimonónico a partir de la narrativa empleada por los científicos.
Metodología
Para realizar esta investigación se necesita relacionar lo más cercano posible los
supuestos de Darwin, Spencer y Darwinismo social con los autores que nos ocupan.
Para poder hacerlo es preciso, primero, mostrar en qué consiste la teoría de
evolución por selección natural de Darwin y los conceptos que la constituyen;
después describir brevemente las ideas de Spencer en torno a la evolución biológica
de las sociedades, y posteriormente exponer el Darwinismo Social y los conceptos
más relevantes que lo integran, Lucha por la existencia y Supervivencia del más
fuerte. Más adelante se presentan elementos del positivismo mexicano y la
dictadura de Porfirio Díaz, para así poder hablar de aquellos científicos que en sus
textos describen o hablan sobre Darwin, Spencer y Darwinismo Social. Finalmente,
ya mostrado lo referente a teorías de evolución y a los científicos, se discute el
porqué, cómo y cuándo tales científicos emplearon a Darwin, Spencer y Darwinismo
social con el propósito de esclarecer diferencias de poder y jerarquías sociales en
la población mexicana, justificar dominio y autoridad al lado de Porfirio Díaz y
remarcar el impacto del darwinismo social en el México decimonónico a partir de la
narrativa empleada por el conjunto de autores.
El trabajo queda estructurado en tres capítulos:
1) Se describen las ideas de evolución de Darwin, Spencer y Darwinismo Social,
así como los conceptos acompañantes para entenderlas con cabalidad. De
Darwin se explica la teoría de evolución por medio de la selección natural y una
7
serie de conceptos que la articulan; de Spencer se describe una lista de
nociones que permiten el entendimiento de los principios de la evolución de las
sociedades y la dinámica social; de Darwinismo social se muestra su definición
y dos conceptos esenciales que lo conforman: lucha por la existencia y
supervivencia del más fuerte.
2) Se analiza el positivismo comteano y cómo éste, a través de Gabino Barreda,
se deformó y se adaptó de acuerdo con las circunstancias mexicanas. El
positivismo, basado en las ciencias, fue la filosofía que permitió la entrada de
las ideas de Darwin, Spencer y Darwinismo social en México. También hay un
apartado del porfiriato, que coincide con el auge del positivismo en México, lo
que permite dar la introducción de los científicos que rodearon a Porfirio Díaz y
que se discuten en este trabajo: Francisco Bulnes, Justo Sierra y José Yves
Limantour.
3) Se centra en la discusión sobre los científicos, sobre lo que escribieron y dijeron
en torno a Darwin, Spencer y Darwinismo Social para justificar su lugar dentro
de la dictadura de Díaz; se discute el porqué, cómo y cuándo tales científicos
emplearon estas ideas con el propósito de esclarecer diferencias de poder y
jerarquías sociales en la población mexicana y se remarca el impacto del
darwinismo social en el México decimonónico. Se muestran una serie de
cuadros comparativos que reflejan de manera un poco más cualitativa la
información y el análisis realizado. Al final se exponen las conclusiones
pertinentes y los puntos de debate a rescatar.
La investigación en torno a los científicos fue realizada a partir de sus libros, discursos y escritos en
revistas y en prensa de la época. Parte del material analizado fue encontrado en el Archivo General de
la Nación, particularmente en el Fondo Bulnes, el cual se constituye de 28 cajas con 678 expedientes
repartidos dentro de ellas, y el Fondo Justo Sierra. Se revisaron otros reservorios de archivos como la
Biblioteca Nacional, la Hemeroteca Nacional, la Biblioteca Central de la UNAM, Bases de datos en línea
y la Biblioteca Digital UNAM, que permitió encontrar material digitalizado como folletines, artículos y
periódicos. También se analizaron investigaciones publicadas por otros autores y relacionadas al tema,
así como muchas referencias secundarias e inclusive primarias que fueron saliendo en el transcurso de
la investigación.
Los conceptos como darwinismo, raza, etnia, indígena o similares, tienden a múltiples interpretaciones
según el contexto que se trate. Aquí serán usados en el sentido más lato de la metodología de
investigación científica para solventar problemas epistemológicos y de pluralidad conceptual. Se
emplearán como herramienta de apoyo, tratando que sean lo menos polémicos dentro de la narrativa
del trabajo. Se procura no caer en un desatinado uso de las palabras.
8
Evolucionismo, punto de partida
Evolución, en sentido amplio, se refiere a la idea de cambio. Paulatinos o repentinos,
una serie de hechos generan los cambios que conducen la evolución. Ahora bien,
la palabra Evolucionismo se refiere a todas aquellas teorías que intentan explicar la
evolución durante el curso histórico de la ciencia (Palafox, 1991).
1859, fecha de la publicación de la teoría de evolución por variación y
selección natural de Darwin, es considerado el año en que la biología evolutiva
despertó el interés de todo tipo de investigaciones. Sin embargo, la historia de la
biología evolutiva no empieza rigurosamente con Darwin, aunque éste sin duda la
popularizó.
Por ello es necesario apuntar que darwinismo no era ni es equivalente a
evolucionismo. Autores como Bowler (1988) y Hull (1988) han indicado que a finales
del siglo XIX se desarrollaron otras formas de evolucionismo que estaban de
acuerdo con los descubrimientos científicos y la aceptación de la evolución como
un hecho.1 Por ejemplo el lamarckismo, la ortogénesis y el saltacionismo se
constituyeron como explicaciones completamente plausibles de la evolución en el
contexto de finales del siglo XIX (Barahona, et al, 2017). Este fenómeno se ve
reflejado en el México decimonónico, que además de Darwin, fue receptor de
Spencer, Positivismo, Darwinismo social, Ortogénesis de Haeckel o herencia de
caracteres adquiridos de Lamarck.
La mayoría de los trabajos sobre la historia del pensamiento evolucionista en
México se han enfocado en la historia de la introducción del darwinismo. Esto ha
provocado un descuido historiográfico que podría resultar en una inadecuada
interpretación de las ideas de los primeros evolucionistas en México. La historia
debería ser contada como la “introducción del evolucionismo en México” y no como
“la introducción del darwinismo en México”, lo cual se hace evidente en el pluralismo
evolutivo característico de finales del siglo XIX y principios del XX y en el que el
darwinismo estricto no se sustenta2
9
En los últimos años se ha propuesto otro tipo de historiografía enfocada en
una visión pluralista de ideas desarrolladas en la biología del siglo XIX, en la cual el
evolucionismo y el darwinismo no son más que visiones que se encuentran en
la periferia3
Aunque el objetivo central de este trabajo es analizar las ideas de Darwin,
Spencer y Darwinismo Social en la obra de los científicos, es importante mencionar
que algunos de los personajes de la agrupación científica se apoyaron de otros
conceptos provenientes de diferentes teorías de evolución, como la Herencia de
caracteres adquiridos de Lamarck o la Recapitulación de Haeckel. El siguiente
esquema ilustra diversas corrientes de pensamiento evolutivo que forman parte
integral del Evolucionismo y que ni una ni otra explican en su globalidad la evolución
de los organismos.
Evolucionismo
Darwin
Spencer
Haeckel
Lamarck
Darwinismo
Social
Para una rápida comparación de estas posturas presento el cuadro de
conceptos evolutivos que Argueta (2009) propone, el cual contiene a los cuatro
autores antes mencionados, Darwin, Lamarck, Haeckel y Spencer, siguiendo el
argumento, también de Argueta, de que estos cuatro personajes fueron los más
influyentes en el saber de las ciencias biológicas mexicanas durante la segunda
mitad del siglo XIX.
10
Cuadro 1. Cuadro comparativo propuesto por Argueta. Sirve de guía para analizar el pensamiento de los
científicos más allá de Darwin.
Tema/Autor
Evolución
Lamarck
Darwin
Haeckel
Spencer
Proceso finalista
Proceso
Proceso finalista
Progreso
contingente
Origen común
Variación
No
Todas
permanente
Sí
son
adaptativas
No
Sí
todas
son
adaptativas
Todas
Poder
adaptativas
inescrutable,
incognoscible
Diversificación
Sí
Sí
Inmediata
Inicia
SÍ
SÍ
Inmediata
Inmediata
de las especies
Adaptación
con
la
aparición de la
variación y tiene
carácter relativo
no absoluto
Gradualismo
Sí
Sí
Sí
Herencia de
Núcleo duro
Elemento de la
Núcleo duro
Núcleo duro
En parte
Sobrevivencia
Caracteres
teoría
adquiridos
Selección
No
Sí
natural
Azar en la
del más apto
Sin participación
evolución
Azar
en
el
Sin participación
Sin participación
surgimiento
de
Elemento de la
Elemento de la
Núcleo duro
teoría
teoría
variaciones
Supervivencia
del más apto
No
Cuando sea necesario, haré hincapié en el uso de corrientes evolutivas como
las del Lamarck y Haeckel por parte de los científicos. Intentar analizar cada una de
ellas en el discurso de los científicos a la par de Darwin, Spencer y Darwinismo
social rebasa los límites de esta investigación, pero queda como propuesta para
futuros estudios.
11
Capítulo 1
1. Ideas de Darwin
1.1. Teoría de evolución por medio de la selección natural de Darwin
Argueta (2009) es un autor que reúne bien las ideas que constituyen la teoría de
Darwin. Remarca la importancia de la lucha por la existencia y supervivencia del
más fuerte, conceptos de “origen” socioeconómico importantes para el desarrollo
del darwinismo social y que serán detallados más adelante.
El autor propone 12 conceptos de la teoría de evolución por medio de
Selección natural: Variación heredable, Adaptación, Uso y desuso, Herencia de
caracteres adquiridos, Divergencia de caracteres, Especiación, Extinción,
Progreso, Lucha por la existencia, Supervivencia del más apto y Selección
Artificial consciente e inconsciente. Esta investigación toma como referencia la
docena de conceptos, con alguna menor modificación (Selección artificial
consciente o inconsciente pasa a ser sólo Selección artificial).
Asimismo de Mayr (1992) se ha tomado Origen común; y se añade
selección sexual, descrita en El origen. Por último, de otros autores que también
han abordado la teoría de Darwin, como Ruiz y Ayala (1999), se han tomado tres
procesos intrínsecos de la selección natural: 1) acumulativo y gradual; 2) creativo
y no azaroso; 3) indeterminado.
1.1.1. Selección natural y tres procesos
Selección natural1: Darwin se refiere a la selección natural como una fuerza que
explica la “conservación de las diferencias y variaciones individualmente favorables
y la destrucción de las que son perjudiciales”.2 La selección natural actúa de acuerdo
a variaciones ventajosas que permiten a los individuos competir, sobrevivir y
reproducirse.
12
El argumento fundamental del darwinismo recae en que “todas las especies
se reproducen en mayor proporción de la que es posible sobreviva en un territorio”.
La sobreproducción y la limitación de recursos desencadenan la lucha por la
existencia en la que sólo aquellos organismos portadores de variaciones benéficas
tendrán probabilidades de sobrevivir y aumentar su número de descendientes.
Proceso acumulativo y gradual3: Darwin explica este proceso con el ojo de los
vertebrados. ¿Cómo la selección natural puede obrar para que todas las partes de
un ojo se ensamblen y se complete un órgano tan complejo? El ojo es resultado de
su propia historia evolutiva; es producto de un proceso gradual y acumulativo, desde
aquellos organismos que apenas eran sensibles a la luz, a los que lograron su
percepción y su visión posterior para sobrevivencia y éxito reproductivo. Muchas
unidades genéticas se acumularon de forma gradual a través de millones de años
hasta dar paso al complejo ojo de los vertebrados. Los cambios graduales y
acumulados, gracias al accionar de la selección natural, explican el diseño de los
organismos y permiten su adecuación al ambiente.
Proceso creativo y no azaroso: Se considera creativa a la selección natural
porque, si bien “no crea las entidades sobre las cuales opera”, sí produce
“combinaciones genéticas adaptativas que, de otra forma, no hubieran existido.
La selección natural no crea la materia prima sobre la que actúa (genes),
pero sí organiza la descontrolada acción de la mutación al azar. El azar constituye
una parte del proceso evolutivo, pues las mutaciones aparecen aleatoriamente,
sean benéficas o perjudiciales. La selección natural se encarga del proceso electivo
de las variaciones, y por lo tanto lo azaroso de las mutaciones pasa a segundo plano
entrando en juego la creatividad de la selección natural.4
Proceso indeterminado: La selección natural no trabaja bajo algún presupuesto.
No está guiada por un proyecto y no tiene un fin. Todo lo contrario, se trata de un
fenómeno donde entidades fisicoquímicas y biológicas interaccionan naturalmente.
No hay pasos a seguir; de hecho, cada paso puede cambiar la dirección según las
diversas presiones de selección. La selección natural desconoce el ambiente donde
13
se van a desenvolver las variaciones producidas por las mutaciones. Las variables
que rigen la dirección de la selección natural son el ambiente, la estructura
preexistente de los organismos y las mutaciones azarosas.
1.1.2. Conceptos evolutivos5
Variación heredable: La variación heredable recae en las diferencias individuales
de los organismos; estas diferencias, por mínimas que sean, se transmiten a través
de la descendencia. Son importantes porque suelen ser hereditarias y acumulativas;
son relevantes porque de ellas surgen las variedades que dan como resultado
subespecies y posteriormente, si la diferenciación es muy intensa, especies.
Las variaciones surgen espontáneamente y no son adaptativas en sí mismas,
sino que su valor adaptativo depende de la relación entre el organismo y el medio.
Si la variación mejora esta relación el portador se verá beneficiado; si la empeora,
se verá perjudicado. Esta explicación es contraria a la tesis lamarckiana, donde la
variación surge por acción directa del medio o por el uso y desuso de los órganos.
En Lamarck los seres varían al adaptarse, en Darwin pueden adaptarse porque
varían.
Adaptación: Es explicada a partir de variaciones de carácter adaptativo. Las
variaciones adaptativas explican el porqué de cierto “diseño” u otro. La selección
natural, al trabajar sobre estas variaciones, promueve la organización adaptativa y
el “diseño” de los organismos; las variaciones adecuadas y oportunas resisten y se
hereden por encima de aquellas poco o menos adaptativas. De esta manera se
rompe con la idea pre darwinista de que los organismos están diseñados para
cumplir funciones específicas.
Uso y desuso: Aunque originalmente uso y desuso es un concepto de Lamarck,
Darwin lo incluyó en El origen: “no cabe duda de que el uso ha fortalecido y
desarrollado ciertos órganos en los animales domésticos, de que el desuso los ha
hecho disminuir y de que estás modificaciones son hereditarias”. 6 Un ejemplo que
da sobre el tema es cuando dice “que los ojos de los topos y de algunos roedores
minadores son rudimentarios por su tamaño, y en algunos casos están
completamente cubiertos de piel y pelos. Esto se debe probablemente a una
14
reducción gradual por desuso”. Qué tanto se emplee un órgano es importante, “pues
su pérdida ha de atribuirse al desuso”.7
Herencia de caracteres adquiridos: Algunos autores argumentan que las ideas
centrales de Lamarck influyeron en Darwin, pero que, en el caso de la herencia de
los caracteres adquiridos, nunca fue elaborada o integrada a su teoría (Sarukhan,
2013); por otro lado, hay quienes aseguran que la herencia de caracteres adquiridos
fue utilizada por Darwin con la intención de contrarrestar las críticas con respecto a
la falta de un mecanismo que explicase la herencia8.
Origen común: Mayr (1992) ha dicho que se trata de una teoría en la que cada
grupo de organismo se originó de un antepasado en común, y donde todos los
organismos, animales, plantas y microorganismos, tienen un único origen de la vida
en la tierra.9
Divergencia de caracteres: Favorece la diversidad biológica gracias a la
especialización de los organismos al explotar un nicho en la naturaleza. Es decir
que entre más diferentes sean los hábitos, la constitución o la estructura de
cualquier especie, habrá más posibilidad de explotar diversos lugares. Así como un
sistema digestivo logra especializarse en la digestión de cierta alimentación, como
los carnívoros con la carne, la especialización en el trabajo ecológico permite un
óptimo aprovechamiento de los recursos disponibles.
Especiación: Se puede definir especiación como la multiplicación de especies a
partir de una especie progenitora. Los mecanismos de especiación Darwin los
describe principalmente en el capítulo IV de El origen. A groso modo, son dos las
vías por las cuales puede haber separación de la población para la reproducción*:
aislamiento geográfico y aislamiento de tipo ecológico.
Extinción: Para Darwin la extinción de las especies tiene dos razones: 1) el cambio
en las circunstancias locales y la nula adaptación de las especies para mantenerse
en el medio; 2) y la eliminación de alguna especie cuando dos o más especies
disputan el mismo recurso, proceso mejor conocido como exclusión competitiva.
15
El fenómeno de la extinción, en Darwin, se relaciona con el registro fósil, pues
las investigaciones geológicas permiten enlazar especies pasadas y presentes.
Progreso: Aunque las formas anteriores son suplantadas por aquellas novedosas
y mejoradas, no existe en Darwin la noción de progreso. No hay una línea que
describe el “progreso”, pero sí solución de todos los grupos de organismos a los
problemas presentados por el ambiente en espacio y tiempo específicos. Puede
pasar, incluso, que formas menos organizadas o “complejas” sean mucho más
adaptativas. Un organismo aparentemente menos adaptado puede sobrevivir y
suplantar a especies en apariencia más adaptadas. Una estructura nueva puede
parecer menos elaborada que su antepasada inmediata; Darwin ha descrito la
pérdida de ojos en especies roedoras, cuyo caso no ha disminuido la adecuación
de tales organismos.10
Lucha por la existencia**: Originalmente es un concepto socioeconómico de
Malthus en donde la reproducción humana es superior a la capacidad de la tierra de
producir alimento. Al no haber suficiente abasto de alimento, se desencadenaría
una lucha por la existencia.
Tras leer a Malthus, Darwin comprende la importancia de la competencia
intraespecífica. Entiende que las variaciones no son producto de los agentes
ambientales, pero que éstos sí interactúan en contra o a favor de las variaciones.
Comprende el carácter azaroso de la variación y aquello que confiere a un
organismo ser menos a más apto dentro de una población.
La lucha por la existencia de Darwin incluye todas las relaciones posibles
positivas y negativas, como depredación, parasitismo, clima, competitividad, entre
otras, pero es la competencia intraespecífica donde se da la lucha más fuerte debido
a necesidades similares de organismos taxonómicamente cercanos.11
Supervivencia del más apto: Herbert Spencer, en su obra La estática social,
“acuñó el término de supervivencia del más apto para definir el motor de las
relaciones sociales”. Él creía que las civilizaciones y sociedades luchaban por
sobrevivir entre sí o entre ellas, donde los biológicamente más eficaces vencían.12
16
En el capítulo IV del origen, Darwin trata como sinónimos a la selección
natural y a la supervivencia del más fuerte: “toda variación, en menor grado
perjudicial, tiene que ser rigurosamente destruida. A esta conservación de las
diferencias y variaciones individuamente favorables y a la destrucción de las que
son perjudiciales la he llamado yo selección natural o supervivencia de los más
aptos”. Si bien no se puede decir con claridad que Darwin daría un sentido
explicativo de las sociedades humanas como lo hizo Spencer, sí se puede decir que
la expresión “supervivencia de los más aptos” encajó bien en su pensar en torno a
las variaciones y cómo éstas aparecen y benefician o perjudican a los organismos.
La supervivencia de los más aptos quedaría explicada de la mano de las
variaciones: “En las variaciones que no son útiles ni perjudiciales no influiría la
selección natural, y quedarían abandonadas como un elemento fluctuante”. En
cambio, aquellas variaciones favorables “llegarían finalmente a fijarse a causa de la
naturaleza del organismo y de la naturaleza de las condiciones del medio
ambiente”.13
Selección artificial: Para Darwin este fenómeno es llevado a cabo por un
seleccionador consciente de sus objetivos, tal como lo hacen un ganadero en el
campo o un científico en su laboratorio. Este tipo de selección opera de acuerdo con
los intereses humanos, tiene un propósito y por lo tanto es finalista. Si alguien puede
manipular la dirección de la selección estará actuando de una manera antinatural y
artificialmente llegará a un punto de llegada prefijado.
Selección sexual: En el capítulo IV de El origen de las especies Darwin explica
brevemente lo que considera como selección sexual. La describe como una forma
de selección dentro de organismos del mismo sexo (usualmente machos) por la
posesión del otro sexo. Esta disputa no resulta en la muerte o eliminación de los
competidores, sino en una disminución de la descendencia del competidor menos
afortunado. Darwin cita varios ejemplos para dejar en claro las diferentes
manifestaciones de la selección sexual, como las contiendas entre escarabajos, la
melena del león o el plumaje de las aves. Ruiz y Ayala 14 mencionan que otro
resultado derivado de este tipo de selección es el dimorfismo sexual.
17
2. Ideas de Spencer: Evolución de la sociedad y los
individuos
La filosofía de Spencer es muy amplia y abarca un gran número de temas. Para
este apartado se toman en cuenta sus nociones relacionas con la evolución de los
organismos y con la evolución de las sociedades. La mayoría de las explicaciones
desarrolladas aquí toman las bases de autores como Espina (2005), Jackson
(2004), pero principalmente de Priego (2016), quien ha descrito muchas
peculiaridades del pensamiento evolutivo y social de Spencer en relación con las
sociedades, en particular con la sociedad decimonónica de México.
2.1. Conceptos
Evolución: Para Spencer los fenómenos, las interacciones y los hechos del
universo son explicados a través de la evolución. En el pináculo de esta evolución
se encuentran los humanos.
Cuando Spencer habla de evolución se refiere a un proceso permanente y
gradual. En este sentido las sociedades funcionan como un organismo natural
sujeto a evolución y con cambios graduales en el tiempo, pues transitan de estados
simples y primitivos a estados avanzados y compuestos; un ejemplo puede ser la
transición de la sociedad militar a la industrial, en donde predominan aspectos del
tipo bélico en la primera y en donde la cooperación es voluntaria y se produce de
manera natural en la segunda15. Los humanos, claro está, son parte fundamental
de estos cambio sociales; y junto con ellos cambian sus ideas, creencias y
comportamientos, cuyo entendimiento puede ser explicado a través de la ciencia y
la búsqueda de leyes sociales.
Por otra parte, Spencer creía en la jerarquía racial. En la evolución de las
razas las más inferiores eran evidentemente menos evolucionadas y de cultura
anacrónica, contrario a las más adelantadas que resultaban ser más modernas.
Esta evolución racial era lineal, tenía una escala donde los distintos grupos
humanos estaban en diferentes pasos del mismo progreso. Es decir, todos los
humanos progresaban para llegar al término de la escala: los salvajes, por ejemplo,
18
podían convertirse en un europeo “estándar” y progresar a través de los mismos
estados por los que la sociedad europea supuestamente ya había pasado 16. Las
sociedades, cuanto más avanzasen, serían más cercanas a las sociedades
europeas. El filósofo inglés veía el tiempo como algo lineal que avanzaba
naturalmente hacia la perfección y la eternidad, donde la evolución más elevada se
hallaba en alguna sociedad de Europa.
La sociedad, para Spencer, siempre evolucionaba hacia un nuevo estado;
pertenece a un continuo proceso de desarrollo regido por la ley de la naturaleza, la
cual está en todo momento y en todo el universo, desde las órbitas de los planetas,
la composición de la tierra, los continentes, el océano, a la disposición y generación
de nuevas razas17. De esta manera al autor sugería que la evolución explicaba
prácticamente todo. A través de adaptación él se imaginó la existencia de hombres
con emociones, tales como simpatía o piedad, bajo las cuales se rige el
comportamiento, el progreso de los humanos y el incremento de las sociedades
perfectas. Sentimientos altruistas como piedad, generosidad o justicia no se
encontraban en estados primitivos o antecesores a los ingleses o a las sociedades
más avanzadas.
Diversificación de las especies: Para Spencer evolución era sinónimo de
progreso, con un desarrollo, como ya se dijo, de lo simple a lo complejo, y con
diversificación y diferenciación de estructuras cuyo objetivo universal era explicar
todo, la formación de galaxias, la transmutación de especies y la historia de las
sociedades humanas18.
Adaptación inmediata y Variación incognoscible: Para el pensador inglés las
sociedades primitivas no estaban internamente divididas, sino que eran
homogéneas y capaces de perfeccionarse a través de leyes naturales de la
evolución; argumentaba que la evolución de las sociedades humanas permanecía
en constante cambio y siempre mutaban de acuerdo con las leyes de la variación
infinita. El motor de este cambio era la adaptación a las circunstancias que
continuamente cambiaban. Los hombres se adaptan, y las diferencias entre un
19
hombre salvaje y un Shakespeare o un Newton, dice el autor, son las leyes de la
evolución a través de la adaptación de sus circunstancias externas.19
Apunta el autor que los sistemas de gobiernos son volátiles y transicionales,
nunca fueron perfectos y como consecuencia siempre estaban formando ciertas
variaciones. Estas variaciones desde luego abarcaban imperfecciones que existen
incluso en las civilizaciones más modernas, variaciones que pueden originar
fracasos a la adaptación de las condiciones de existencia. “Fracasos” comprende
fenómenos como lo inmoral, lo negativo, lo malvado, y que tendrían que
desaparecer gradualmente con el proceso de perfección y adaptación 20.
Spencer fue el primero en argumentar que los hombres están obligados a
vivir en sociedades debido a que la población crece y es necesario organizarla de
alguna manera. Este proceso de agrupación social, a través de la adaptación,
avanzó mucho más lento que el crecimiento demográfico, arrastrando consigo
características de fases previas de evolución como la corrupción o el deseo de herir
a los otros.
Spencer usó la noción de adaptación como la ley eterna de la evolución no
solamente de los humanos sino también del propio universo porque la adaptación
es continua para todo el auto arreglamiento de los planetas y sus órbitas, el balance
de un sistema social e incluso el mejoramiento de una persona ciega, el ajuste de
los precios de los productos y prácticamente todo.
Herencia de caracteres adquiridos: Aquellos que sobreviven al proceso social de
selección son los evolucionados de su generación y esto les permite tener
descendencia vía herencia lamarckiana.
Pensaba Spencer que la masa cerebral era una indicación de la posición en
la escala evolutiva: los ancestros que habían usado el cerebro más eficazmente a
través de procesos de herencia lamarckiana, heredaron un cerebro más grande; y
lo mimo creía de los miembros de las razas más bajas que los caucásicos, que
tenían mentes más rígidas, automáticas, impulsivas o poco reflexivas a las cuales
les costaba adaptarse21.
20
Supervivencia del más fuerte: La pobreza de los incapaces y los disgustos de los
débiles hacen que se presente la supervivencia del más fuerte mediante la lucha
por existir.22
Spencer infirió de la lectura de Malthus la idea de la supervivencia del más
apto, lo que fortalecía el principio de selección natural que Darwin adoptaría
inmediatamente, admitiendo que los que sobreviven son los más idóneos para cada
tipo de hábitat.23 De este modo el autor de El origen de las especies tomó de
Spencer el concepto de supervivencia del más fuerte para aplicarlo a su teoría.
Spencer es muy claro en decir que aunque es importante permitir que la raza
inferior se adapte y se sensibilice a la vida como una alternativa a desaparecer,
morir o ser conquistada, ésta siempre formó parte de un estado previo y bárbaro,
un estado de evolución típico de depredadores. Aun así la naturaleza eliminaría, en
cualquier sociedad, no solamente a los débiles sino a aquellos que por alguna razón
fueron los primeros en caer en epidemias o padecer enfermedades. Las ideas de
Spencer fueron más allá: los estúpidos y los viciosos deberían de ser clasificados
junto con aquellos que tenían deformidades físicas; por su naturaleza deberían ser
eliminados en orden de crear un espacio para el desarrollo de una persona más
robusta y más adaptada a las circunstancias. Por estas situaciones, el autor aceptó
que algunas sociedades no estaban completamente homogéneas y que incluso no
llegaban a tal grado de superioridad como las blancas, pues estaban en estados
inferiores de evolución.
Dar en el clavo con lo que precisamente quería decir Spencer en torno a la
superioridad e inferioridad de las razas es especulativo. Se hacen inferencias a
partir de sus textos y siempre habrá la duda y la confusión con respecto a sus ideas.
Spencer habló sobre la supervivencia del más fuerte, pero se refería no
necesariamente el más rico o al que acumulaba más dinero, a los términos
interpretados por los americanos; él criticaba está explotación, la acumulación de
riquezas y de propiedad privada.24 De hecho insiste en que la historia ha
demostrado que la gente pobre no es más viciosa que la rica, simplemente la
segunda es más virtuosa por tener más privilegios; el rico crítica al pobre y sin tener
21
conocimiento de la situación real de lo que está pasando con él, sin saber las
razones de su comportamiento.
Tampoco parece ser que se refería exactamente a las diferencias fisiológicas
entre las razas, sin embargo éstas sí adquieren ciertos matices de inferioridad o
superioridad según su posición de progreso en la línea de evolución, línea en donde
todas las razas pueden ser capaces de evolucionar a un estado superior semejante
al de los ingleses porque naturalmente éstos descansan en la cúspide de la pirámide
de cómo debe ser una sociedad.
Spencer y la Libertad: De acuerdo con Spencer, los individuos son libres y cada
uno de ellos obra según su propia conciencia e intereses.
Si todo individuo tiene libre albedrío, ¿entonces cuáles serían los límites de
la libertad? Un individuo puede tomar cualquier decisión, pero qué pasa si ésta
afecta negativamente a otro individuo. Aquí el ejercicio de libertad se ve imperfecto,
pues aquellos que tomaran decisiones incorrectas podrían perjudicar a los demás y
harían crecer negativamente la sociedad, lo que dañaría la evolución. 25 Sólo bajo
estas instancias, para Spencer, es cuando el gobierno tiene el derecho de proteger
la libertad de las personas y modular las decisiones en virtud de no afectar a otros
individuos y preservar el orden.
Cabe resaltar que esto funcionaba en el caso de la sociedad inglesa, que
gozaba de una situación histórica más sustentable en comparación con otras
sociedades, incluso con otras sociedades europeas y vecinas (es probable que
Spencer creyera que la sociedad inglesa era superior a aquellas del continente
europeo porque fue la primera capaz de construir máquinas y transformarse en una
sociedad industrializada). La naturaleza del gobierno inglés permitía que sus
ciudadanos tuvieran más libertad para tomar sus propias decisiones y así solventar
sus problemas, desencadenando un avance positivo en el desarrollo de las
prácticas sociales e incrementando la habilidad en la toma de decisiones correctas
por parte de los individuos.
22
Spencer y el Gobierno: Spencer aboga por un gobierno de mínima intervención.
«Las actividades sociales son el resultado colectivo de los deseos individuales. Los
gobiernos han entorpecido y perturbado este desenvolvimiento. Su única aportación
positiva es mantener el orden público».26
El gobierno, aunque natural, constituye solamente un estado de desarrollo de
la civilización y un carácter que fue incidental más que esencial; las constituciones
y la democracia son solamente parte de este proceso, y aunque su rol se limita al
poder de gobierno, pueden provocar una monarquía o un parlamento. De hecho la
democracia no era un objetivo para Spencer; para él las sociedades debían avanzar
a un grado de civilización en el cual el gobierno resultara innecesario e incluso inútil.
La intervención del gobierno puede “facilitar” la adaptación a las
circunstancias naturales y acceder así a una adaptación ficticia. Esto puede
provocar una evolución retrógrada.27 En una civilización avanzada el gobierno y las
leyes se vuelven irrelevantes y naturalmente tiende a desaparecer. Un hombre
completo no necesita de un gobierno porque él ya fue perfectamente adaptado a las
circunstancias.
Spencer y la Educación: La educación no exonera a una persona de que cometa
crímenes o falte a las reglas acordadas por la sociedad. Según Spencer, el crimen
era inevitable y tenía sus orígenes en la adaptación de las condiciones de la
naturaleza; el único camino para erradicarlo era a través de la evolución mediante
la adaptación a estados superiores de sociedad y civilización.
El principal beneficio de la educación sería que la sociedad desarrolle una
única moral. La tarea principal de la educación es asegurarse de que los niños
entiendan que lo bueno y natural es el comportamiento, y que realmente los motivos
para cometer atrocidades son nocivos; las construcciones sociales son necesarias
para prevenir el crimen, a los borrachos y otras cuestiones de maldad social 28.
Para Spencer, si esas malas actitudes eran protegidas por el estado entonces
la consecuencia sería la creación de una raza numerosamente estúpida, con
personas que necesitarían constante atención y protección.
23
3. Darwinismo social
3.1. Orígenes de la ideología
El darwinismo social se trata de una “teoría que afirma que las leyes sociales forman
parte de la leyes naturales, y que pone en primer plano la lucha entre individuos o
grupos humanos como fuente de progreso social y biológico”.29
El darwinismo social está fundamentado en un par de conceptos que
aparecen en la teoría de Darwin: Lucha por la existencia y Supervivencia del más
apto. El economista Thomas Malthus, en su Ensayo sobre las poblaciones humanas
(1798), acuñaría el primero de estos términos y Herbert Spencer, en La estática
social (1850), propondría el segundo. Ambos conceptos son de origen
socioeconómico y explican, inicialmente, la dinámica “natural” de las sociedades.
Para autores como Máximo Sandín (2000), el darwinismo social podría entenderse
como una fusión de nociones económicas y sociales derivadas de Malthus y
Spencer.
A continuación se analizan los orígenes de los conceptos de Lucha por la
existencia y Supervivencia del más apto.
3.2. Lucha por la existencia
Malthus expuso su teoría en el Ensayo sobre principio de la población en el año de
1798. El ensayo de Malthus, según palabras de él mismo, es una discusión que
aborda “el tema general del proyecto futuro de la sociedad”, en donde se pide
reducir la población al nivel de los medios de subsistencia. El trabajo se basó en
dos principios: 1) el alimento es necesario a la existencia del hombre; 2) “la pasión
entre los sexos es necesaria y se mantendrá prácticamente en su estado actual”.
Estas dos leyes, para Malthus, eran “leyes fijas de la naturaleza” que afirmaban
que “la capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor que la
capacidad de la tierra para producir alimento para el hombre”. 30 El Ensayo sobre
principio de la población argumentaba que la producción internacional de alimento
no sería suficiente para cubrir la demanda de bocas, lo que eventualmente llevaría
a una Lucha por la existencia.
24
El economista expresaba que uno de los principales impulsores de esta lucha
por la existencia era la reproducción descontrolada de los pobres. No había abasto
de alimentos y por lo tanto se debía de cuidar la proporción de humanos, es decir,
la tasa de natalidad. El inconveniente de esto era la clase inferior que se la pasaba
engendrando hijos; como castigo, se les bajaba el salario a las personas que lo
hacían, con el fin de moderar la cantidad de progenie que tenían.31
Su trabajo es considerado por muchos estudiosos del darwinismo un
momento clave de la formulación de la teoría de la selección natural. Se desprende
de esa lectura la comprensión por parte de Darwin sobre la “competencia
intraespecífica” de las especies y el análisis poblacional. Después de reflexionar,
Darwin propone que los organismos “tienen que luchar entre ellos porque son
demasiados en relación con los recursos, los organismos más fuertes triunfan en
esa lucha y heredan sus características a sus descendientes”. Esta nueva idea de
escases de recursos para la población, junto con la idea de que todos los
organismos se reproducen desproporcionalmente con relación al territorio que
pueblan, se volvería la tendencia central del darwinismo. La sobreproducción y la
limitación de recursos desdoblarían una Lucha por la existencia donde los
organismos con ventajas adaptativas “aumentan su número de descendientes”. 32
3.3. Supervivencia del más fuerte
Herbert Spencer, en su obra La estática social de 1850, “acuñó el término de
supervivencia del más apto para definir el motor de las relaciones sociales”. Él creía
que las civilizaciones y sociedades luchaban por sobrevivir entre sí o entre ellas,
donde los biológicamente más eficaces vencían.33
Las nociones de Spencer son fundamentales para entender el darwinismo
social. Este autor sostiene que la lucha por la existencia en sociedad no es igual a
la que Darwin postula: Spencer creía que la lucha por la existencia culminaba con
la especie humana debido a los dotes, capacidad y superioridad de los hombres;
Darwin profesaba una lucha humana análoga a la de todos los animales y el reino
vegetal, cuyo combate por sobrevivir no podía acabar nunca.
25
Algunos autores34 coinciden con la postura de Spencer pues mantienen que
la selección natural resultaba el mecanismo más claro de evolución social, ya que
declaran que, en la prehistoria, “la lucha por la existencia fue brutal”, incomparable
a la época actual. Las primeras estructuras de división laboral serían producto de
una selección natural que favorecía a aquellos grupos que guardaban una
organización en tribus. A la postre, esa organización de trabajo necesitaría
detallarse y surgiría una división laboral aún más marcada que segregaba a sus
integrantes en calidad de sus funciones.
Por otra parte, Girón Sierra (1999) comenta que Spencer justificó la realidad
natural de una sociedad diciendo que las adaptaciones de los individuos tienden a
procesos biológicamente superiores, y que la máxima expresión de tales
adaptaciones llevaría a niveles biológicamente más complejos de la humanidad.
Sufrimiento o miseria serían cualidades que debían manifestar los integrantes de
una sociedad; cualidades que eran resultado de las leyes poblacionales descritas
por Malthus y que jugaban un papel relevante en la competencia entre individuos y
en la lucha que cambiaría las dinámicas de la humanidad.
Por lo tanto, de acuerdo con Spencer y la interpretación que de algunos
autores sobre sus textos, el desarrollo evolutivo de la humanidad está naturalmente
correlacionado con el sufrimiento, dolor y miseria de los pobres, débiles e incapaces.
La lucha biológica de los animales se transforma en la especie humana en un campo
de batalla donde la consciencia del hombre toma un rol fundamental. Spencer
aceptaba niveles de competitividad interindividual, “y por lo tanto de desigualdad y
sufrimiento”, que perpetuaban el desarrollo social y biológico. La lucha por sobrevivir
era una ley natural que se erguía en todos los individuos y “que dominaba el
universo de lo vivo”.35 Federico Urales (1899), uno de los primeros críticos del
porfiriato, escribe que esto conllevaría a “una repugnante lucha social” que forma
parte de “la caricatura de la lucha por la existencia de Darwin”. Si en la mayoría de
los seres vivos “el triunfo del más fuerte” resulta de que las especies luchen entre
sí, con otras y ante las fuerzas de la naturaleza, en la “sociedad humana la lucha se
26
establece de hombre a hombre”, resultando vencedor “el que tiene astucia para
matar o herir”.36
3.4. La ideología
El origen de las especies reconoce los trabajos de Malthus y Spencer. Por un lado
acredita la lucha por la existencia expuesta en el ensayo de Malthus; por el otro
toma la supervivencia del más apto postulada por Spencer.
Darwin asienta su teoría con la lectura de Malthus, quien antes había dicho
que “la tendencia constante de toda vida orgánica a incrementarse por encima de
la cantidad de alimento a disposición de ella”, generaría de manera natural una ley
que actuará de manera universal: luchar por la existencia, ya sea entre individuos
de la misma especie o con individuos de otras especies.
Spencer propone que el hombre entra en un caos para sobrevivir y que ese
caos se ve reflejado en la heterogeneidad en la que evolucionan las sociedades,
donde existe “una masa indiferenciada de individuos” que se transforma, “por
resultado de un proceso por el que lo más aptos se imponen”, en una organización
con gobernantes y gobernados. El autoritario manda y delega a los débiles, los
gobierna y los controla.37
Supervivencia del más fuerte y Lucha por la existencia se desdoblan para
entrar en el mundo social del hombre, tomando las características colectivas y el
valor que implica una clase social como principales herramientas de combate. El
Darwinismo social justifica la lucha entre hombres y su lugar en sociedad, y pondera
que los grupos humanos son producto de su naturaleza. Así se desarrolla un nuevo
circuito de selección natural que privilegia a las clases sociales altas.
3.5. ¿Darwinismo social o Spencerismo?
3.5.1. A favor de Spencerismo
Existe una vigente polémica sobre el empleo del término darwinismo social. El
debate cunde en si el concepto debería denominarse darwinismo social, en honor a
Darwin, o Spencerismo, dando crédito a Herbert Spencer. Diversos autores (Harris,
1985; Palerm, 1976; Bruggeman, 1976) creen prudente llamarlo Spencerismo, pues
consideran que Darwin no formuló alguna teoría o hipótesis en torno a la sociedad
27
humana, mientras que Spencer, incluso antes de que Darwin publicara El origen
(1859), con sus ideas desarrolladas en La estática social (1850), propulsó
configuraciones y jerarquías sociales basadas en cualidades naturales y biológicas
de superioridad e inferioridad en los individuos.
Argueta (2009) hace énfasis en los conceptos socioeconómicos (Lucha por
la existencia de Malthus y Supervivencia del más fuerte de Spencer) empleados por
Darwin para explicar su teoría. Posteriormente, una vez conocida la teoría de
Darwin, dichos conceptos serían reconfigurados para llevar adelante el
Spencerismo, erróneamente llamado darwinismo social.38
En su libro El Darwinismo en Iberoamérica: Bolivia y México, Argueta
describe que “con relación a la traslación teórica, o el transvase de las ciencia
sociales hacia el darwinismo, y de éste hacia las ciencias sociales, se concluye que
Spencer no fue el nuevo guía de la psicología social que vaticinó Darwin, sino el
hábil propagador, entre sus numeroso lectores, de que el evolucionismo darwiniano
estaba en la base de sus pronunciamientos de la desigualdad natural y con ello
justificar las injusticias sociales, con lo cual logró acuñar el concepto de darwinismo
social, uno de los sistemas de pensamiento más penetrantes en Latinoamérica en
el siglo XIX (junto con el positivismo y el marxismo), que con toda propiedad debe
ser llamado spencerismo”.39
Otros puntos que se pueden rescatar sobre el Spencerismo descrito en el
libro de Argueta son:
Que Darwin no pudo haber construido la explicación del Darwinismo social,
pues antes ya la había bosquejado Spencer con su idea de Supervivencia
del más fuerte.
Que la idea de Supervivencia del más fuerte de Spencer sirvió para justificar
supremacía racial en países como Argentina, no así las ideas de Darwin.
Que Spencer fue propagador no sólo de sus escritos sino del evolucionismo
darwiniano, base para él de la desigualdad natural y las injusticias sociales.
28
3.5.2. A favor de Darwinismo social
Ruiz considera que en Darwin y en el Darwinismo social, a diferencia de Spencer,
las variaciones favorables y/o desfavorables surgen azarosamente. El medio puede
seleccionar esas variaciones, pero no las produce. “Este aspecto esencial del
darwinismo y que el darwinismo social destaca, al considerar que ciertos individuos
poseen caracteres favorables de nacimiento, no se encuentra en Spencer. Desde
mi punto de vista es Darwin quien retomando de Spencer la frase de supervivencia
del más apto, funda el darwinismo social al considerar que las sociedades humanas
se desarrollan a partir de idénticos principios que las especies biológicas
restantes”.40
En otro de sus estudios Ruiz y colaboradores (1981) refuerzan la idea de que
el Darwinismo social fue un engendro directamente de lo que pensaba Darwin. En
el artículo muestran citas de los trabajos de Darwin así como cartas en las cuales
se refleja, supuestamente y “aunque sólo sea de una época”, el carácter
socialdarwinista del autor inglés. Y tras mostrar esta serie de comentarios de
Darwin, los autores del artículo debelan que Darwin es el autor del darwinismo
social: “afirmamos que el autor del darwinismo social, argumentado con una base
en una teoría biológica, es Darwin”41 Y culminan diciendo que “Darwin dio un paso
adelante al hacer comprensible cómo se produjo la diversidad biológica actual, pero
dio dos pasos atrás de los sociólogos y antropólogos de su época al intentar explicar
al hombre como un mero objeto biológico, sin tomar en cuenta los factores sociales
y culturales que separan al humano de los animales”.42
Otros puntos que se tocan en ese artículo a favor del Darwinismo social y en
contra del Spencerismo, son:
Que Spencer desarrolló sus ideas antes que Darwin, por lo que de haber sido
Spencer el motor de del darwinismo social, entonces la idea se hubiera
consagrado tras leer los textos de Spencer y no los de Darwin.
Que en Darwin y en el darwinismo social existen caracteres favorables de
nacimiento, que evidentemente poseen o no ciertos individuos. Spencer no
considera estos caracteres.
29
Que las sociedades humanas se desarrollan a partir de idénticos principios
que las especies biológicas restantes. Para Spencer, al contrario, la
evolución culmina con la especie humana.
Que “la selección natural ha hecho y hace más por el progreso de la
civilización” y por lo tanto Darwin aportó las partes esenciales del darwinismo
social.
Que el hombre blanco es superior porque con él culmina el proceso de
evolución. Otras razas y colores están más cerca de los animales que el
europeo.
3.5.3. No hay concepto ideal
Sea Darwinismo social o sea Spencerismo, el sentido lógico y rígido de la idea se
preserva. Considero que en la historiografía de esta ideología ha preponderado el
término Darwinismo Social por encima de Spencerismo, lo cual es entendible y casi
natural debido a la fuerza que supone la teoría de evolución por selección natural
de Darwin. Eso sí, su uso responde a las inclinaciones que cada autor quiere
mostrar; es una manera de ver la postura que cada quien toma y el favoritismo o no
hacia uno u otro concepto.
En este trabajo se mantendrá el uso de Darwinismo social únicamente por
razones de practicidad y porque la mayoría de las investigaciones así lo manejan.
Asimismo creo que el Spencerismo pudo o puede usarse en lato sensu debido a
que Spencer habló de muchos temas y no sólo de evolución de las sociedades.
Spenceriano podría ser considerado aquel que fuese seguidor de las ideas de
Spencer, sin la necesidad de caer estrictamente en las explicaciones biológicas que
el autor inglés proponía para las sociedades. No se trata de disentir o simpatizar
con la terminología, sino de facilitar el empleo de conceptos para nuestros objetivos.
30
4. Introducción del Darwinismo social en México
4.1. Darwinismo social en la práctica, contextos latinoamericanos
El pensamiento occidental ha querido explicar que hay una fuerza natural que
mueve las relaciones sociales, donde el débil debe acatar lo que el más fuerte
dictamine, pues su poder y estatus son respaldados por una ideología que impone
su dominio: el darwinismo social.
En México, tras la conquista española, los españoles oprimieron a los
indígenas. En el siglo XIX, consumada la Independencia del país, prevalece el
status quo de oprimidos y opresores, pero con la adición de un intermediario entre
los dos: el mestizo. A finales del siglo XIX y principios del XX, en pleno esplendor
del porfiriato, la población, en su mayoría mestiza, viviría bajo el mandato de unas
cuantas manos empoderadas que se codeaban alrededor del presidente, entre ellas
las de los científicos.
Según M.D. Demelas (1981) [citado por Urias Horcasitas, 1996], a finales del
siglo XIX en México “las categorías darwinistas permitieron a las élites gobernantes
acabar con la visión teológica tradicional que había imperado durante la época
colonial e introducir la idea de progreso como objetivo central del nuevo proyecto
político”. Si se ponían a prueba las leyes científicas de la Lucha por la existencia,
Selección natural y Supervivencia del más apto, entonces habría la posibilidad de
sistematizar
una
sociedad,
de
conformación
pluriétnica,
en
condiciones
desiguales.43
Martha Irurozqui (2000) menciona que algunos autores han señalado que las
razas conquistadas habrían caído en la condición de débiles e inferiores por el
simple hecho de haber sido conquistadas; su pensamiento se había visto mermado
y reducido, y por lo tanto serían incapaces de colaborar y participar en las acciones
de una nación. En Bolivia, país que vivía una situación similar a la mexicana durante
el desarrollo del Darwinismo social, se decía que si “se conocían las leyes de la
naturaleza, éstas, según los intelectuales bolivianos de la época, serían útiles y
justificadas al aplicarse en sociedad. En ese país el indio era el freno del futuro de
31
la nación, llegando a la solución de su exterminio mediante la inmigración de la raza
pura de los blancos. El indígena “se civilizará o desaparecerá absorbido por la raza
blanca, porque es ley de la naturaleza que en la lucha de las razas que se combaten,
las más débil (sic) sucumban ante la más fuerte”.44
García Jordan (1992) opina, en su investigación sobre la población peruana
del siglo XIX y principios del XX, que las ideas darwinistas permitieron a algunos
autores justificar el porqué existía opresión hacía los indígenas. Los mandatarios
peruanos consideraban que los blancos habrían demostrado a través de la historia
que tenían aptitudes para organizar una sociedad en sus distintos ejes: el
económico, el político y el social. Se apoyaban en esto para promover el
blanqueamiento gradual de los indígenas a través de inmigración occidental.45 Algo
parecido pudo haber pasado en México, pues Perú vivió situaciones de conquista,
de crisis económica y de inestabilidad política paralelas.
En la discusión central de este trabajo se verá si el darwinismo social
repercutió de alguna forma en los pensamientos de los autores que nos conciernen.
32
Capítulo 2
1. Positivismo
1.1. Contexto histórico, político y social en México1
Entender la introducción de las ideas de Darwin, Spencer y Darwinismo Social en
México implica situar algunas fechas y eventos importantes acontecidos en el país
durante la segunda mitad del siglo XIX.
Como punto de partida se pueden tomar los años cincuenta del siglo
decimonónico. Un reajuste nacional ocurriría tras la Revolución de Ayutla (1853),
planificada para derrocar la dictadura de Santa Anna. Se desarrollaron diversos
conflictos entre los dos bandos participantes: liberales y conservadores. De estas
luchas entre ambas facciones resultarían las Leyes de Reforma (1859), cuya
principal función sería nacionalizar en su totalidad los inmuebles y capitales
nacionales. Para 1861 las Leyes serían actualizadas por los liberales y el Estado se
apoderaría de toda institución controlada por la iglesia (escuelas, hospitales, etc.),
eliminaría el diezmo religioso y quitaría las deudas contraídas de muchos sectores
con la iglesia.
Con estas medidas los liberales buscaron nulificar el papel de la iglesia en la
vida pública y consagrar el triunfo militar. Al clero se le despojaría de su poder
económico y asimismo de su poder ideológico e influyente sobre la población. Los
militares tomarían el mando y con ello las riendas para transformar a la sociedad
mexicana.
La respuesta de los conservadores ante la consolidación de los liberales en
el poder fue promover la intervención francesa y la llegada de Maximiliano de
Habsburgo al país en 1864; los liberales, liderados por Juárez, vencerían en la
guerra contra Francia, pero a costa de endeudamientos excesivos con
terratenientes, pues éstos eran los únicos capaces de aportar ingresos para vencer
33
a los franceses. Como consecuencia el gobierno de Juárez, a pesar de ganar
autoridad nacional por vencer a los europeos, dejaría la concentración de tierras y
riquezas en aquellas pocas manos que suministraron ingresos, por lo que el país
entraría en crisis económica y explotaría el descontento en los sectores sociales. A
este descontento se unirían los disgustos por parte del pueblo al imponer Juárez,
durante su gobierno, a sus candidatos.
La respuesta del mandatario ante los malestares sociales fue fortalecer el
poder y centralizarlo. El proyecto de Juárez demandaba lo siguiente: construir un
Estado árbitro, desarrollar la pequeña propiedad, implantar el federalismo y priorizar
el libre comercio. Todo eso fracasó y el gobierno se vería en la necesidad de
establecer un nuevo orden que llegaría de la mano de Gabino Barreda.
Con Barreda, Juárez encontraría la filosofía y el concepto de libertad que se
adaptaban a la nación; por eso lo invitaría a contribuir en los nuevos proyectos de
reconstrucción nacional. Barreda traería a México el positivismo francés y lo
presentaría como la herramienta para establecer el orden que el país necesitaba:
orden positivo, garantía de progreso. Incluso modificaría la divisa comteana Amor,
orden y progreso por Libertad, orden y progreso. Inserta la Libertad porque ésta se
somete a las leyes de la sociedad y al interés de la nación, y el interés de la nación
eran el Orden y el Progreso. El individuo tiene libertad de pensamiento y puede ser
católico, liberal o jacobino, pero su comportamiento debe ser de acuerdo con el
principal objetivo de la sociedad: el progreso. Para que haya progreso debe haber
orden, y por lo tanto es necesario un orden basado en las ciencias ya que nadie
puede oponerse a lo que es demostrable.
Barreda, entonces, animado por que todos los mexicanos reciban una
educación positivista, funda la Escuela Nacional Preparatoria en 1868 con la
intención de homogeneizar la educación del país. Este es el contexto en el cual
circulan las primeras ideas darwinistas y socialdarwinistas en México, que formaban
parte del corpus teórico que los liberales precisaban para justificar su práctica en el
poder. Es decir, legitimar todas las infracciones realizadas al discurso liberal.
34
El gobierno amoldó la postura francesa del “orden y progreso” a las
circunstancias de la nación debido a las pretensiones de engrosar los campos
intelectual y científico del porfiriato. Con Barreda y posteriormente con Justo Sierra
y los científicos se lideró el establecimiento de órdenes y estratos sociales bien
definidos con el fin de delimitar portentosa y científicamente cuál era la raza que
debía imperar sobre las otras.
A continuación se hablará más del positivismo de Comte y del positivismo en
México, sus argumentos, su alcance en sociedad y su adaptación a la situación del
país, lo que permitirá hablar de los científicos, el grupo que se valió de la doctrina
positiva para poder introducir las ideas de Darwin, Spencer y Darwinismo social y
así justificar su puesto en el poder durante la dictadura de Porfirio Díaz.
1.2. Positivismo de Comte, Orden y Progreso
El positivismo de Comte radica en la realización de una sociedad ideal. Se asume
la idea de libertad a partir de la idea de progreso social. Son “el orden y el progreso”
las dos fuerzas encargadas de darle identidad al espíritu positivo. Debe existir un
orden jerarquizado “de la estructura social”2 para alcanzar la expresión absoluta del
positivismo dentro de una sociedad. Comte trató de demostrar que “no hay orden
sin progreso ni progreso sin orden”.3 Para este autor la estructura de una sociedad
no se puede alterar: lo único que puede haber es un mejor orden, pero manteniendo
el aspecto estático de la sociedad.
Según la filosofía comteana, la burguesía perdía la fe en la iglesia y debía
encontrar una nueva fuente indicadora de creencias; la nueva fe y las creencias
caerían en poder de la ciencia. Apoyándose en las ciencias, Comte estipularía su
doctrina con el ideal de un “nuevo orden social en el cual los intereses de una clase
quedaron justificados”.4 La igualdad se fundamentaba en una jerarquía social.
Todos los hombres son distintos; pero todos responden a un determinado puesto
social.
Este nuevo orden, que ya no se podía sustentar en la fe en Dios debido a la
carencia de creencias, se izaba en el trabajo y en la ciencia. Cada individuo tendría
un puesto justo en sociedad, el que fuese pertinente que tuviera; y su puesto
35
dependería de las capacidades propias de cada cual, articulando un sistema
irrefutable donde se reconocen las diversas clases sociales con sus respectivas
“obligaciones a cumplir”. Así, Comte erige la necesidad de que haya hombres que
lideren y hombres que obedezcan a esos hombres que lideren. Por lo tanto es
verosímil la existencia de hombres superiores e inferiores. Los inferiores son los
subordinados en una sociedad. Se privilegia a la sociedad antes que al individuo
mismo. Los sabios, los filósofos, los cultos, son los que deben de comandar la
sociedad en su “orden más estricto, conduciéndola hacia el progreso más alto”.5
1.3. Positivismo en México: Barreda, AMGB y ENP***
El orden utópico de Comte antes expuesto, que beneficiaría a la burguesía, fue el
que se sembró en México en el año de 1867 cuando, de la mano de Barreda, se
publica una ley que dice que el positivismo se encargaría de orientar y reglamentar
la educación, desde la escuela primaria hasta los estudios profesionales. 6 Zea se
cuestiona por qué las ideas de Comte fueron aceptadas de manera automática en
el país dado que México, en realidad, pasaba por circunstancias ajenas a la zona
europea. Para ello, dice, es importante analizar cómo se configuró e interactuó el
positivismo en México, que atravesaba una situación histórica única y particular.
Para Zea, lo fundamental es comprender que el positivismo mexicano, al
igual que el francés, es provisto y empleado por una clase: la burguesa. En México
efectivamente había un grupo social que buscaba el beneficio de las ideas
positivistas; es Justo Sierra el que, influido por la cultura europea, llama a ese grupo
social como burguesía. En la guerra entre liberales y conservadores suscitada
durante el siglo XIX, son los primeros los que encabezan el movimiento de Reforma
y los que vencen; son a los que Sierra denomina burgueses, la nueva clase social
vencedera que después de muchas luchas llevaría el Porfiriato a su máximo
esplendor.7
Lo primero que debía hacer este grupo social vencedor era ejercer orden, y
para ello era urgente una “filosofía de orden”: la filosofía fue hallada en el
positivismo, el cual alentaba la promoción de un orden “permanente”, que cubriese
36
“toda realidad política y social”. Barreda se ocuparía de preparar a la “entonces
burguesía mexicana para dirigir los destinos de la nación mexicana”8
Zea considera que el positivismo en México no se trató de una reforma
“cultural o erudita”, sino de un plan meticuloso de “alta política nacional”. La
adecuación de la doctrina positivista de Comte a la realidad mexicana permitió
hablar de un instrumento particular llamado positivismo mexicano al servicio de la
clase social burguesa.
Barreda, Sierra y demás partidarios del positivismo mexicano tuvieron que
luchar contra el “desorden” que imperaba en el país apenas liberada la lucha entre
liberales y conservadores. El desorden, en gran medida, era proporcionado por el
remanente conservador, el clero y la milicia, que aún peleaba por sus intereses. La
burguesía mexicana intentó demostrar “que todos los hombres tienen los mismos
privilegios”, y que aquellos grupos conservadores no tenían derecho a exigir
privilegios que la gloria militar o alguna divinidad les concediera. 9 La burguesía
mexicana, con base en el positivismo, implantaba un nuevo orden “ajeno a las
circunstancias de México”, donde se buscó la adaptación y utilización de ideas para
llevar a cabo dicho orden.
Conservadores, jacobinos, clero, milicia, oprimidos, trabajadores, etc. veían
el positivismo como “un instrumento ideológico” a merced de los ideales de la
burguesía. “Llegó un momento en el cual el orden basado en la doctrina positiva no
era el orden que la realidad pedía; las ideas de orden de positivismo se convertían
en ideas de desorden, perdiendo así su justificación como doctrina de orden social.
Fue este el momento en que las ideas perdieron su relación con las circunstancias
y se transformaron en una utopía”.10
En la investigación de Zea se expone que el positivismo se adoptó por los
liberales mexicanos como una herramienta política. Como el mismo Barreda lo
había manifestado: “la ciencia positiva habíale arrebatado el rayo a la religión, la
doctrina basada en esta ciencia arrebatase el poder político al clero católico”.
Positivismo fungiría como una “política de orden”; pero sin dar reconocimiento a
37
alguna otra creencia o “poder espiritual”, caso contrario que pasó con el positivismo
de Comte. Del positivismo de Comte se eliminó “la enseñanza de la religión a la
humanidad” cuando se adaptó a México. El caso mexicano sólo quería un orden,
una doctrina “neutra” que permitiera una estructura social justificada. El individuo
gozaba de albedrío y era un ser libre de acciones siempre y cuando el ejercicio de
su libertad no dañara o cuestionara las ideas de la sociedad. La doctrina positiva en
México “pretendió ser una doctrina del orden social y no del orden individual”. El
“carácter” total de la ideología formuló “una doctrina sectaria al servicio de un
determinado grupo social”.11
De esta manera se desarrollaron los primeros trabajos de positivistas
mexicanos, que consideraban la teoría de Darwin como el fundamento de la filosofía
positiva. “Darwin es el pretexto para la aplicación rigurosa del método positivo”. 12
De acuerdo con Barreda las ideas de Darwin resultaron de suma novedad y
progresistas para la juventud, por lo que se les admitió de manera inmediata y se
les consideró las reemplazantes de las “cosmogonías teológicas”. Darwin
simbolizaba el progreso y una batalla contra lo teológico y la creación. Incluso
Barreda expresa que la teoría de Darwin “conduce a mejores reglas de moralidad”.13
La metodología positiva se vinculó a los problemas de orden social bajo la
creencia de hombres superiores e inferiores, como lo indicaba Macedo, un alumno
de Barreda: “En la sociedad todos los hombres tienen un determinado puesto; las
relaciones entre unos y otros están determinadas por el lugar que ocupan estos
hombres en la sociedad. “Los hombres por su lugar en dicho orden pertenecen a
dos grandes campos: el de los superiores y el de los inferiores. La sociedad es un
gran campo ordenado en el cual les corresponde a unos hombres dirigir y a otros
obedecer.”14 Por su parte Manuel Ramos, otro alumno positivista de Barreda,
proponía una relación entre la sociología y la biología. La ciencia social estudia la
complejidad, la estructura, el nacimiento de una sociedad, “como la biología estudia
el nacimiento, el desarrollo, etc., del individuo”. La ciencia social estudia de manera
general a la sociedad; mientras la biología estudia a la sociedad desde el individuo.
38
La supervivencia del más apto se ve alterada por el carácter, la constitución e
incluso la posición social que ocupe un individuo.15
Ambas posturas, la de Macedo y Ramos, son propias de una clase social del
porfiriato: la burguesía, que buscó por el medio positivista justificar un orden que les
favoreciera. Como lo escribe Zea: “La sociedad es un campo de lucha en el que
triunfan los más aptos. En la sociedad mexicana la clase más alta es la burguesía.
Son los miembros de esta clase los que han adquirido las mejores posiciones
sociales. La misión del estado es la de proteger a ésta y no la de estimular a clases
de calidad biológicamente inferior. La burguesía considerada como la clase mejor
adaptada en su lucha contra el medio ambiente es la que debe tener todos los
derechos; los inadaptados no merecen ni siquiera la limosna pública.” 16
Esta clase social, teorizada por Sierra y educada por Barreda, fue la que logró
el orden y la paz. El positivismo mexicano no ofrecía nada al sector pobre; en cambio
justificaba a los burgueses del país que intentaban imitar a los europeos. “Mentira e
inautenticidad son así el fondo psicológico del positivismo mexicano”.17
2. Porfiriato y los científicos
2.1. La dictadura
La dictadura de Porfirio Díaz comenzó en 1877. Se caracterizó, a partir de esa fecha
y hasta 1890, por el control del país a través de caudillos y caciques, la inversión
europea, la importancia de las comunicaciones y transporte, la explosión de la
industria y la tolerancia a las creencias religiosas. El auge de la dictadura permitió
que a finales de 1890 el grupo conocido como los científicos tomara las riendas del
país y guiaran un política principalmente en los siguientes aspectos: en el
económico, al fomentar la inversión extranjera y la exportación de materias primas,
además de propulsar el transporte y las comunicaciones; en el aspecto político, al
proponer una dictadura transitoria, que debía ser reemplazada a su debido tiempo;
en el aspecto sociocultural, al tratar de implementar un sistema de educación
gratuito basado en el positivismo (Serrano, 2012).
39
El período de la historia en que gobernó Porfirio Díaz se puede dividir en tres
etapas: 1) pacificación del país (1876-1888), 2) consolidación del sistema (18881904), 3) crisis gubernamental (1904-1911).18 En el primero, 1876 a 1880, Díaz no
supo manejar su gabinete, puso y quitó ministros, y modificó secretarías de Estado.
El general Díaz y la dictadura marcaron la historia de la segunda mitad del
siglo XIX mexicano y los comienzos del siglo XX. Fueron aproximadamente 30 años
de gobierno en donde varias aristas se desarrollaron y cambiaron en virtud de
personajes importantes como el presidente, militares y científicos. El siguiente
cuadro, tomado de la investigación de Aquino (2005), muestra el resumen de las
etapas de Díaz en la presidencia del país. Durante su prolongado mandato alternó
la silla presidencial con Manuel Gonzáles, de 1880 a 1884; después se instaló en el
poder indefinidamente a través de una serie de reelecciones que sólo fueron
paradas ante el inminente estallido de la Revolución mexicana.
Cuadro
2.
Cuadro
de
las
etapas
del
porfiriato
y
los
presidentes
participes
(Aquino,
2005).
40
2.2. Los científicos
2.2.1. ¿Quiénes eran los científicos?
José Yves Limantour, Francisco Cosmes, Eduardo Garay, Telesforo García,
Francisco Bulnes, Justo y Santiago Sierra, Joaquín Casasús, Ramón Corral, Porfirio
Parra, Emilio Rabasa, Miguel S. Macedo, Enrique C. Creel, Alfredo Chavero, Emilio
Pimentel, Rosendo Pineda, Rafael Reyes Espíndola, José López Portillo, Salvador
Díaz Mirón y Manuel Gutiérrez Nájera (González, 1981), entre otros nombres,
formaron un grupo político conocido como los científicos. Este grupo vio en Díaz
alguien que podría y debería ser usado para sus intereses escondidos detrás de la
aparente aceptación del gobierno dictatorial y positivista. En otras palabras, ellos
querían la dictadura; aliarse entre ellos para así gobernar y promover la idea del
progreso social, relacionado con Darwin, Spencer y Darwinismo Social.
De acuerdo con el extenso trabajo de Guerra (1991), al que no se le ha hecho
aún justicia en este tipo de estudios, existen varias maneras de integrar al grupo de
los científicos. Históricamente los autores introducen o excluyen personajes en la
agrupación según el análisis que realicen y la esfera que quieran tocar, política,
social, educativa, etc. La esfera política, por ejemplo, en los científicos y durante el
porfiriato, gozaba de una marcada línea de transmisión vertical del poder; se
sucedían los puestos políticos de manera directa, hereditaria, basados en
relaciones estrechas de familia o camaradería.
Siguiendo lo anterior, Lomnitz (2010) establece que el origen del epíteto
científico es autoritario19 y surgió en la tercera reelección del presidente Díaz en el
año de 1892. El dictador solicitó a un grupo de jóvenes talentosos liberales, guiados
por Justo Sierra, la organización de un electorado para promocionar su candidatura
presidencial. El resultado fue la Unión Liberal, integrada por 70 delegados
provenientes de varias zonas del país. En la Unión tuvieron un papel preponderante
Francisco Bulnes, José Yves Limantour y Justo Sierra, siendo este último quien
redactó el Manifiesto que presentaba la candidatura de Díaz. Los firmantes del
Manifiesto de la Unión Liberal fueron “satirizados” y clasificados como científicos,
quedando de esa manera establecida su presunción y su participación en la política
pública del país.20
41
Ahora bien, en este trabajo me he decantado por científicos como Justo
Sierra, Francisco Bulnes y José Yves Limantour debido a que los tres comparten:
origen familiar, educación inicial, formación profesional, edad, participación política,
labor en las reelecciones del presidente, participación en la Unión Liberal y
codependencia con Porfirio Díaz. Estos elementos los unificaban, a mi parecer,
como máximos representantes dentro de un grupo, y los relacionaban,
notoriamente, como fieles seguidores del Porfirio Díaz y el poder que éste les
ofrecía. Todos contaban con una formación profesional, justificando así el apodo de
“científicos”. Todos ejercieron cargos políticos durante el porfiriato y su labor pública
fue trascendental: Limantour se encargaba de una excelsa y bien trabajada
administración financiera; Sierra gestaba el proyecto de educación homogénea y
los espacios para instruirla; y Bulnes, entre otras responsabilidades, se encargaba
de debates públicos sobre política.21
Para entender el rol de estos tres actores durante el Porfiriato me apoyo en
Guerra, quien los declara intelectuales, preparados, educados; también los llama
íntimos de Díaz y los clasifica de cuerdo a los puestos que el presidente les otorgó22:
Sierra: Ministro Suprema Corte (1900), Subsecretario de Estado de Educación
Pública (1901) y Secretario de Educación Pública (1906). Limantour: Diputado y
Senador de diversos estados mexicanos, Secretario de Hacienda (1893 y hasta el
final del régimen porfirista), posible sucesor de Díaz (1900 y 1904). Bulnes:
Diputado 15 veces.
El caso de Limantour, por ejemplo, acentúa las relaciones que existían entre
familias privilegiadas y el presidente: el padre de Limantour tenía con Díaz una
enorme amistad, lo que le confirió protección al hijo y propició que fuera varias veces
diputado y senador de diversos Estados, entre otros puestos 23. “El éxito de
Limantour, dejando aparte su inteligencia o la riqueza de su familia, se explica, sobre
todo, por las relaciones que su padre había contraído con la clase política liberal 24
Es usual que el puesto se vuelva casi hereditario, siendo el padre el
propietario y el yerno el suplente. Esto aclara por qué los puestos políticos, las
42
gubernaturas y las jefaturas militares es en donde más se distingue una sucesión
vertical de poder y cargos. Guerra indica que este es el modo en cómo las
interacciones fructifican durante el Porfirito: “Estamos ahora en otro mundo, el de
los privilegiados por la fortuna y por la educación, que llegan al puesto del
gobernador: coronación política de una posición social”25.
El primer síntoma de estos hombres es ser parte indiscutible y por nacimiento
de los grupos privilegiados. Grupos como los de los diputados porfiristas, “que se
han convertido en una élite cerrada, en las que siempre se encuentran los mismos
hombres”26. Los diputados, como en el caso de Bulnes, son hombres “que reciben
el escaño de diputado como una consagración de su posición social, política o
familiar “27.
Otros elementos muy importantes que terminan por delimitar al grupo son la
educación, formación, mentalidad e inclinación positiva de los protagonistas: “La
Escuela Nacional Preparatoria fue el florón de la nueva educación. En su seno, o
bajo su influencia, se forma la generación intelectual de los positivistas mexicanos:
Francisco Bulnes, Francisco G. Cosmes, Joaquín Casasús, José Yves Limantour,
Pablo Macedo, Justo Sierra”28.
Así, la ideología de los científicos queda circunscrita en una misma categoría:
la de los estudiantes. “La unidad de este grupo proviene, sobre todo, de su
formación común, de su preparación profesional y de su deseo de llevar a cabo una
política fundada en el análisis objetivo de los hechos”29. “El nacimiento, los estudios
superiores, la carrera en la capital”30, son el conjunto de factores que terminarían
de ligar a estos personajes. Como lo dice Limantour, se trata de una generación
educada que mostraba “cierta comunidad de pareceres e ideales, principalmente
entre los que fuimos el producto de los mismos sistemas educativos”31
2.2.2. El poder entre los científicos y Porfirio Díaz
Ya se ha señalado el origen y las cualidades que agrupan a los científicos, ahora
hay que recordar que sus cargos políticos durante la dictadura dependían total y
absolutamente de Porfirio Díaz. Eran condecorados con puestos políticos por su
carrera y su formación profesional.
43
A pesar de los altos cargos que alcanzaron los científicos, sus proyectos
gestados en la Unión Liberal nunca fueron puestos en práctica por Díaz. El
manifiesto de la Unión Liberal fue simplemente, para el presidente, una decoración
necesaria para el régimen. “Díaz adoptó el discurso ideológico elaborado por Sierra
y puso a varios miembros del grupo en cargos clave, pero rechazó las tres
propuestas que establecían límites a su poder personal; no habría poder judicial
independiente ni vicepresidencia ni partido político. Así, carentes de bases
partidarias, los científicos se vieron destinados a seguir siendo una camarilla, una
élite intelectual y tecnócrata.”32
¿Acaso Díaz temió que su gobierno fuera liderado “por un grupo poco
numeroso, pero muy prestigiado”33, escribe Limantour? Es muy probable, pues las
relaciones y solidaridades horizontales entre la “camarilla” científica representaban
un alarmante peligro para Díaz; sentía que en cualquier momento su cargo
presidencial podía ser usurpado. Es por ello que Don Porfirio limita el poder de los
científicos y no lleva a la práctica los corolarios propuestos en la Unión.
Las opiniones al respecto de Guerra son atinadas porque encuentra que “en
un sistema político que da la prioridad a la competencia administrativa, a los
diplomas y a las relaciones de nacimiento, la élite de las clases intermedias no
puede sostener la competencia de los hijos de los grupos privilegiados”. No
obstante, los privilegiados no pueden atentar contra la voluntad de Porfirio Díaz de
mantenerse perenemente en el poder. Se trata, en efecto, al respetar los deseos
del dictador, de “un sistema que premiaba de este modo a sus servidores más fieles;
fieles, además, que eran los únicos capaces de aceptar a las masas más
desfavorecidas en el orden social y político existentes”34; fieles, que a su vez, eran
capaces de
respetar y tolerar el mandato dictatorial impuesto por el General
oaxaqueño.
Estos hombres leales y privilegiados se terminarían convirtiendo, como ya se
mencionó, “en abogados con bufetes prósperos, por los que pasaban los más
importantes asuntos de la época; en la mayoría de los casos se enriquecieron
considerablemente.”35 En palabras de Cosío Villegas: gran número de ellos se
44
enriquecieron a la sombra del gobierno, usando, y aun abusando, de sus posiciones
oficiales.36
2.2.3. El papel de los científicos en las Reelecciones
Los científicos fueron de suma importancia en las reelecciones de Díaz. ¿Qué hubo
alrededor de estos personajes para que impulsaran la permanencia en el poder del
presidente? ¿Qué hubo, también, alrededor de Porfirio Díaz?
Está claro, para empezar, que el grupo científico surgió de una necesidad
política al dar fe y legalidad a la tercera reelección de Díaz en el año de 1892. Sin
embargo, como Aquino (2005) lo indica, los científicos jugarían un papel crucial no
sólo en la tercera, sino también en la cuarta (1896), quinta (1900), sexta (1904) y
séptima (1910) reelecciones del dictador oaxaqueño.
Para la tercera reelección, en 1892, Díaz se rodeó de un equipo joven y
positivista, los científicos. De la Unión Liberal, hombres como Sierra, Bulnes y
Limantour, quedaron apalabrados con don Porfirio para apoyar la candidatura y a
su vez recibir ciertos privilegios de alto mando en el gobierno. Una vez reelegido, el
presidente se enfrentó a una crisis bancaria y a un desequilibrio económico que
llevaron a la renuncia del entonces Ministro de Hacienda Matías Romero. Para
solucionar estos problemas, Díaz colocó como nuevo Ministro de Hacienda a José
Yves Limantour37. En este periodo inició realmente la vida política del grupo de los
científicos.
En los albores de la cuarta reelección, en 1896, los científicos planificaron
con antelación la nueva victoria del General Díaz. El crédito y la aceptación pública
de esta nueva reelección de Díaz fueron gracias al trabajo hecho por Limantour para
subsanar las finanzas de México y a la labor que personajes como Sierra en el
campo de la educación.
El quinto periodo de la dictadura, el de 1900, estuvo justificado por la edad
de Díaz. La edad avanzada del presidente hizo creer a los mexicanos y a los
científicos que no se aventuraría a una sexta reelección, por lo que la quinta era
aceptada y la que cerraría el periodo porfirista. Durante este cicló la crisis económica
45
sanó totalmente gracias a los científicos, recuperando el gobierno su carácter de
credibilidad.
La sexta, en 1904, increíblemente fue la última reelección del ya longevo
presidente. En los primeros años del siglo XX los científicos eran dueños
“totipotenciales” de la economía, la educación y la política del país; pero es
importante decir que ya desde los 1900 se arrastraba un desgate en los vasos
comunicantes de la red política del sistema de Díaz, desencadenando en los años
siguientes disputas de poder entre los científicos, guiados por Limantour, y los
jóvenes militares, encabezados por Bernardo Reyes38.
La posible séptima reelección del dictador se vio frustrada debido a la
inminente Revolución Mexicana de 1910. Si bien Díaz no tenía intenciones de
reelegirse una vez más, la gota que rebalso el vaso sobre una tentativa nueva
reelección fue la famosa entrevista James Creelman. El mismo Bulnes opina sobre
la situación: “fue un error fue haber aceptado que el general Díaz fuera capaz de
consentir en la pérdida total o parcial de su poder dictactorial”39
Tras el hecho, distintas facciones se levantaron en armas, Díaz huyó del País
y el resto de la historia ya la conocemos.
Como se puede ver, la verdadera intención de Díaz era que sus reelecciones
fueran minuciosamente planificadas por los científicos; a cambio les dio poder,
consolidación y respeto. Mantener un dictador como presidente a cambio de poder
ilimitado fue negocio redondo para las dos partes contractuantes, científicos y Díaz.
Como lo señala Cosío Villegas: “los científicos creían que eran los únicos
mexicanos cuya ilustración les entregaba los secretos del buen gobierno; pero en
una medida mucho mayor aún, buen número de ellos se enriquecieron a la sombra
del gobierno, usando y abusando de sus posiciones oficiales40.
Entonces podría decirse que el empoderamiento del grupo científico nace a
raíz de los intereses de Díaz para justificar su tercera reelección presidencial. Y es
que la astucia de rodearse del grupo científico funciona muy bien porque un sector
de la población deseaba progreso intelectual y moral. Este sector era minoritario y
46
lo integraban las personas acaudaladas, odiadas en su mayoría por el resto de la
población. Por lo tanto la mayoría de la población terminó odiando también a los
científicos y tildándolos de corruptos y farsantes.
Las reelecciones van de la mano con los tres científicos de este estudio:
Francisco Bulnes, José Yves Limantour y Justo Sierra. Los tres estuvieron activos
durante las reelecciones y su voto siempre fue consultado en todas y cada una de
las candidaturas de Díaz. De manera que el tridente ayudó al general Díaz para
establecerse como presidente de 1892 a 1910, previo al estallido de la Revolución.
2.2.4 Odio hacia los científicos
Lomnitz (2010) opina que existía un odio generalizado de parte de los
revolucionarios hacia los científicos y que eso fue, en realidad, lo que derrocó al
dictador. Los mismos científicos sabían de la existencia de la repulsión
multitudinaria, como el propio Bulnes lo decía:
“Lo que derrotó al dictador, el general Porfirio Díaz, fue el odio por los científicos, revelado en el grito
profético universal: ¡Mueran los científicos! Aún hoy, en 1915, para la imaginación popular mexicana,
científico significa enemigo jurado del pueblo más criminal que el parricida, el asesino de niños
inocentes o el traidor”.41
Asimismo Lomnitz señala que una característica clave de la aversión en
contra de los científicos fue la inestabilidad del referente. Zapata, por ejemplo,
llamaba científicos a todos los aristócratas terratenientes del Estado de Morelos;
Luis Cabrera los caracterizaba como financieros e intermediarios de las compañías
extranjeras; Bernardo Reyes y su coartada se referían continuamente a estos
hombres como el “Partido Científico”42
Sin embargo, lo cierto es que a pesar de que se les odiaba como grupo,
usualmente se les respetaba e incluso se les admiraba de manera individual.
Existían, a mi parecer, ciertas ironías, como el hecho de que se criticaran sus ideas
pero al mismo tiempo se adoptaran y propagaran; o que se les tachara de corruptos,
cuando al mismo tiempo otras facciones políticas lo fueran más que ellos.
47
Para comprender más la visión que se tenía con respecto a los científicos, el
siguiente capítulo nos muestra las ideas individuales de Justo Sierra, Francisco
Bulnes y José Yves Limantour. En seguida se presenta el pensamiento de estos
personajes en torno a las ideas de Darwin, Spencer y Darwinismo social, lo que
ofrece la óptica para entender y reflexionar sobre las relaciones verticales (con
Porfirio Díaz) y horizontales (con los mismos científicos) de poder que tuvieron los
científicos durante el porfiriato.
48
Capítulo 3
1. Darwin, Spencer y Darwinismo Social en los científicos
En este capítulo se muestran las ideas de Darwin, Spencer y Darwinismo presentes
en los científicos. Estas ideas dieron soporte y justificación al estatus social y político
de Sierra, Bulnes y Limantour, así como reconocimiento a las relaciones de poder,
horizontales entre los científicos y verticales entre el presidente y los privilegiados
(los científicos y otras élites políticas e intelectuales), durante la dictadura positivista.
La búsqueda de datos y referencias fue lo más exhaustiva posible, tratando
de enmarcar únicamente la información más prudente y acertada para la
investigación, pues la bibliografía no deja de ser abundante y a veces muy confusa.
Para obtener toda la información necesaria se han revisado el Archivo
General de la Nación, la Biblioteca Nacional, la Hemeroteca Nacional, entre otros
acervos bibliográficos; libros, folletos, periódicos y revistas de la época
decimonónica digitalizados por la biblioteca Digital UNAM https://bidi.unam.mx/;
discursos, libros y artículos en físico escritos por los mismos científicos; libros,
análisis, tesis e investigaciones que otros autores, tanto nacionales como
extranjeros, han hecho sobre temas parecidos.
1.1. Francisco Bulnes
La investigación en torno a Bulnes fue hecha a partir de sus libros, discursos y sus
escritos en revistas y en prensa de la época porfiriana. Parte del material analizado
fue encontrado en el Archivo General de la Nación, particularmente en el Fondo
Bulnes, el cual se constituye de 28 cajas con 678 expedientes. Es decir, casi 700
textos disponibles para revisar.
49
Biografía y datos personales
Francisco Bulnes nació en el año de 1847 en la Ciudad de México. Una vez
terminados sus estudios de ingeniería, pasó a formar parte, a los veinte años, del
primer grupo de profesores de la naciente Escuela Nacional Preparatoria; allí
conoció en 1867 a José Yves Limantour y a Miguel Macedo en calidad de
estudiantes, dos incipientes científicos que serían muy importantes en el gobierno
de Díaz1.
Además de ser un intelectual, fue político, Ingeniero en minas, periodista,
polemista, catedrático, científico, escritor, pensador iconoclasta como la mayoría de
los científicos de la época. Incursionó y trabajó en asuntos de economía y hacienda
pública del país durante el largo mandato de Díaz, lo que asimismo le permitió ser
diputado 15 veces consecutivas.
En 1903 fue el encargado de realizar la campaña de reelección de gobierno
de Díaz. Para ello elaboró un discurso ruidoso en donde combinaba alabanza y
crítica hacia el dictador. En ese controversial discurso anuncia que Díaz le ha dado
mucha paz, estabilidad y reconocimiento al país, pero que aún falta una suerte de
ley positivista y dictatorial a establecer:
“La Ley cualquiera, con tal que no sea la más hermosa sino la positiva, la verdadera, la que nos
convenga. La sociedad es un organismo esencialmente civil, que exige imperiosamente un gobierno
civil y no puede ser tratada ni confundida con un cuartel ni con un convento, sino debemos tener
instituciones, que se nos haga la gracia que los americanos han otorgado a sus conquistados de
Filipinas: gobernarlos dictatorialmente pero sin militarismo.”2
En uno de sus libros, El verdadero Díaz y la Revolución, escrito en 1893,
Bulnes dice que “antes de la participación de los científicos, la administración porfirista de 1885 a
1893 fue una sentina administrativa, política, militar y judicial”3. Es decir, ve a los científicos
como los indicados y “héroes” para cambiar el destino de la nación:
“Los científicos hemos dicho sí al país. Si nosotros llegáramos al poder también diríamos lo mismo,
esto no es un cinismo sino casi una heroicidad y si no se nos ha entendido vamos a traducir.
50
Aconsejamos a la sociedad de que no se crea de nadie que le ofrezca libertades y si nosotros lo
hiciéramos lo engañaríamos”4
También asume que la reelección es necesaria para la continuidad de la paz
y el bienestar nacionales: “Para nosotros la reelección no significa nada en materia de
instituciones y si somos partidarios de la reelección es porque es continuación de la paz del crédito y
del desarrollo de nuestros elementos económicos.”5
Es un hecho que los puestos políticos de los científicos fueron gracias a la
permanencia de Díaz en el poder. Sin embargo Bulnes, en sus palabras, menciona
que los puestos en gobierno fueron ganados por méritos propios y no por ser
científicos:
“Estamos compuestos de Diputados, pero la aparición pública que nos preocupa sabe que no somos
diputados a causa de nuestros trabajos científicos sino por ser miembros del grupo político a que
estamos afiliados y que este en su sección política nos ha fijado puestos que hemos aceptado con
lealtad y que hubiéramos obtenido aun cuando no fuéramos científicos”6.
Darwin, Spencer y Darwinismo Social
El Bulnes evolucionista se hace latente en el libro El porvenir de las naciones
Hispanoamericanas, publicado en 18997. En este curioso ensayo Bulnes justifica
las características raciales a partir de una causa: la dieta. Las razas que se
alimentan de trigo (europeos) son intelectual y físicamente superiores; las que se
alimentan de arroz (orientales) son más débiles física y mentalmente8; y los que se
alimentan de maíz (los indios americanos) no están en posibilidades de competir
con las razas superiores porque su alimentación carece de proteínas, nitrógeno y
fósforo, “que forman la principal materia del cerebro”9. Como se expresa en el
trabajo de Stabb (1959), el maíz ha sido el pacificador eterno de las razas indígenas
de América y el fundador de su repulsión para civilizarse.
Darwin
Vargas (2009), en su trabajo Biología y la filosofía de la raza en México, Bulnes y
Vasconcelos, simpatiza con la idea de que Francisco Bulnes estuvo vinculado con
51
el positivismo y el “darwinismo social spenceriano”. El autor analiza el libro de El
Porvenir de Bulnes y apunta, también, sobre la dieta basada en cereales: las razas
que se alimentan de trigo, las europeas, consiguen un desarrollo óptimo debido a
las propiedades de este alimento promoviendo que, en palabras de Bulnes, sean “la
única raza realmente progresista”10.
De acuerdo con lo que investigué en El Porvenir de las naciones
Hispanoamericanas de Bulnes, las razas de maíz y de arroz tienen desventajas que
se ven reflejadas en su capacidad para la estrategia y el combate en las guerras.
Estas desventajas han tenido consecuencias geopolíticas e históricas, pues sólo los
hombres que se alimentan de trigo son intelectualmente aptos para la guerra y
conquista de territorios11. Es decir que las razas de maíz y arroz históricamente han
sido inferiores debido al consumo de estos dos cereales. La mala nutrición les ha
mermado y han perdido la mayoría de las guerras de conquista contra las naciones
del trigo. Ante tal situación, Bulnes propone revitalizar y mejorar los dotes de estas
razas mediante la ingesta prolongada de trigo.
América, para el científico del porfiriato, es el claro ejemplo de que los
consumidores de trigo siempre se han impuesto sobre los consumidores de maíz.
Y no sólo eso, sino que las diversas luchas de independencia americanas fueron
exitosas porque los criollos, hombres de trigo, eran los líderes de los movimientos
independistas. No obstante, si bien el trigo confiere ventajas de diversa índole,
Bulnes considera un fracaso que los españoles no hayan logrado inculcar en los
aztecas la ingesta de este grano a través de su cultivo y producción masiva en
México. De manera que si los españoles fallaron en imponer la dieta trigueña en los
indios, y si los indios nativos eran inferiores por la abundante cantidad de maíz que
consumían, para Bulnes la esperanza estaba en el mestizo, mezcla de maíz y trigo,
ser evolucionado, el que podría dar un paso agigantado si no tuviera los efectos del
alcohol que le heredaron los indios. Los mestizos, dada la pequeña herencia que
recibieron de la raza del trigo, tenían más inteligencia y eran más aptos que los
indios para civilizar una sociedad12.
52
En este sentido Stabb explica que Francisco Bulnes considera sólo al mestizo
como el estandarte de la nueva civilización y de la nueva raza, anulando de forma
ingeniosa lo que el indio significa13. Como lo dice el propio Bulnes: “el mestizo es
“susceptible de gran civilización”14, donde “el indio va desapareciendo lo mismo que el criollo,
reemplazados ambos por el mestizo”15
Ahora bien, si se acepta la validez de estas premisas bulnesianas, pienso
que los problemas de América Latina y de México se podrían resolver con cambios
en la dieta y en los hábitos de los individuos, que darían paulatinamente como
resultado hombres parecidos a los europeos. A largo plazo, las modificaciones
graduales al estilo darwiniano en los indios podrían concluir en un desplazamiento
racial. No obstante, me surgen algunas dudas con respecto al sistema racial
Bulnesiano basado en nutrición y hábitos: ¿Cómo funciona el mecanismo
hereditario? ¿Cómo es que las características creadas por la dieta se pueden
transmitir de generación en generación? ¿Cómo es que la raza progresivamente se
modifica? ¿Selección natural o selección artificial? ¿Sólo existen tres razas (maíz,
trigo, arroz)? ¿Cómo puede darse la adaptación, si ésta se fundamenta en un solo
alimento?
Para responder a estas preguntas coincido con algunas conclusiones de
Vargas: Bulnes piensa que la dieta afecta los componentes del cerebro y esto, a su
vez, afecta la creatividad, la inteligencia, las emociones y la forma de ser. En un
proceso a largo plazo, la nutrición, según Bulnes, afecta a las razas y estas pueden
hacerse de ciertos atributos de acuerdo con su alimentación que pueden ser
heredados.
De lo anterior, se me ocurre lo siguiente: si se trata de un procedimiento a
largo plazo como parece que Bulnes piensa, entonces, a mi entender, se desarrolla
un proceso gradual que afecta a las razas de manera positiva o negativa. Proceso
lento, largo y gradual son tres consignas que forman parte de las ideas de Darwin.
Si el largo proceso de nutrición ofrece ventajas o desventajas a los hombres,
entonces eso podría ser equivalente al fenómeno azaroso de la selección natural y
53
a la adaptación a raíz de las nuevas variaciones de las razas. En el sistema de
Bulnes los hombres varían en función de su alimentación, modificando su
inteligencia y otras habilidades que les permiten adaptarse a situaciones como la
guerra o los gobiernos. La alimentación produce las variaciones, y las variaciones
permiten adaptarse. Aunque en este caso, el azar, no es del todo azar, pues la
materia prima que produce la variación, el tipo de alimentación (trigo, maíz y arroz),
es seleccionada en virtud de la mejora racial, por lo que quizá, siendo más estrictos,
podría tratarse de una selección artificial, donde los atributos raciales son
modificados y moldeados por acción del mismo hombre. La naturaleza, aquí, no
invita a los hombres a comer determinado alimento, sino que es el propio hombre el
que sugiere comer alimentos específicos. Quizás la selección natural sí operó en
los inicios de las razas, al encontrarse los hombres en su camino con trigo, arroz o
maíz, pero es claro que después es la selección artificial la que opera para modificar
los caracteres raciales al decidir los individuos de qué manera se van a nutrir.
Ahora bien, en principio Vargas apoya el proceso a largo plazo, pero luego
se inclina a que los nuevos hábitos de vida y alimentación pueden ser heredados
de manera inmediata a través de las generaciones, lo cual no es excluyente pero sí
un poco contradictorio, porque si los nuevos hábitos de vida y alimentación se
heredan inmediatamente generación tras generación, entonces estamos hablando
de un sistema lamarckiano, cuya piedra angular son la herencia de caracteres
adquiridos y el uso y el desuso. De hecho Vargas sostiene la tesis de que el
pensamiento de Bulnes era absolutamente lamarckista. Si bien pudiera ser una
posibilidad, opino que más bien le herencia sigue una línea darwinista, pues Bulnes
nunca deja exactamente clara la velocidad con que ocurre la herencia, sino que, de
hecho, parece que la trabaja con cierta tardanza cuando se refiere a los hechos
históricos, que suelen ser lentos y demorados. Por lo tanto, me inclino más a la
herencia del tipo Darwin y no tanto a la de Lamarck.
Para respaldar las ideas de Lamarck en Bulnes, Vargas se vale de algunas
conjeturas que el ingeniero mexicano suponía, como aquella de que la ingesta de
alcohol interfiere en la calidad de genes a transmitir a las próximas generaciones:
54
“Una exposición prolongada hace que los rasgos de mayor estupidez y menos carácter sean la
aportación del alcohol al legado genético de una raza”. Y continúa diciendo Vargas, en el
mismo tenor, que “un rasgo adquirido, como la torpeza, puede volverse parte de la herencia de
las siguientes generaciones. Para Bulnes la raza es una categoría que se definía a partir de verdaderos
grupos de rasgos biológicos codificados. Estos rasgos son susceptibles a las diversas influencias
ambientales, la más poderosa de las cuales (según Bulnes) es la dieta. Por tanto, tiene sentido hablar
de rasgos diferenciados por las dietas, puesto que estos configuran la vida y las posibilidades
genéticas de diversos grupos”16.
Es importante decir, y el mismo Vargas lo señala, que hoy en día estas
concepciones sobre la herencia son incorrectas, pues se sabe que los hábitos a
ciertas actividades no se heredan como tal, sino que son las mutaciones y las
modificaciones a nivel genético, grosso modo, las encargadas de regular los
cambios hereditarios, la variación y la adaptación. Bulnes no lo contempla así y
exhorta a que los indios se adapten y mejoren a través de una nutrición basada en
trigo, así como mejorar ciertos hábitos de vida, de higiene, trabajo y de educación 17.
Que si bien pudieran ser del estilo de Lamarck, también lo son de Darwin.
No difiero del todo con este autor porque creo que sí hay una interacción y
lectura de las ideas de Lamarck por parte de Bulnes, pero me inclino más a una
combinación de ideas de Darwin, e inclusive de Spencer. No dudo que las ideas
lamarckianas pudieran estar presentes porque, como dice Vargas, la influencia
francesa fue muy fuerte en México y el personaje francés que pudo haber
influenciado más a Bulnes es Lamarck, con sus principios de herencia de caracteres
adquiridos y uso y desuso18. Pero es claro que Darwin también estaba en la mente
de del científico porque escribió El porvenir en 1899, tres décadas después de la
publicación de El origen de las especies, texto que por aquellos años ya gozaba de
mucha influencia y cobertura en México.
Darwinismo Social
El Darwinismo social es sin duda una corriente de pensamiento presente en Bulnes.
En el texto El porvenir antes analizado se puede apreciar el darwinismo social
cuando el autor asegura la inferioridad y superioridad de las razas en función de su
55
alimentación, cuando describe la óptima adaptación de algunas razas, cuando
compara el intelecto y las habilidades de los mestizos, criollos e indios, cuando
asume la inteligencia elevada de los hombres blancos y cuando distingue los colores
de la piel para sugerir motivos de supremacía entre los hombres.
De acuerdo con Stabb, para Bulnes existen otros elementos que eran de
urgente atención en virtud de mejorar los factores físicos y culturales en
Latinoamérica: el clima tropical, la administración colonial española, la inmigración,
la burocracia, la inversión en tecnología, por mencionar algunos19. Estos elementos,
para mí, refuerzan la carga de Darwinismo social presente en Bulnes: al proclamar
que Asia, África y regiones de América son inferiores “por sentencia condenatoria
de su medio”20; o en el momento que usa constantemente en su libro términos como
“inferioridad racial” y “superioridad racial” (términos que nunca aclara si los emplea
en sentido biológico o cultural); o en declaraciones donde afirma que los “arios”
fueron personas superiores cuya civilización fue desfigurada por “el contacto con
las razas tropicales que ocupaban el sur de la península indostánica”21. Además de
la pesimista visión de América latina que tenía: “dentro de cien años, las razas superiores
no ocuparían el trópico sin expulsar de él a las razas inferiores que lo ocupen."22
El darwinismo social también se manifiesta en otro de los libros de Bulnes,
Los grandes problemas de México (1926), cuando advierte que el pueblo mexicano
no había progresado hacia la civilización desde 1820, conservándose bárbaro y
viviendo en la obscuridad. Autores como Raat han señalado que el científico en
cuestión aseguró que cinco millones de argentinos serían mucho más valiosos que
catorce millones de mexicanos23.
Spencer
En cuanto a Spencer, son varios los análisis que rescatan las ideas de este autor
en el pensamiento de Bulnes, pero en especial el libro Positivism, Science, and the
Scientist in Porfirian Mexico (2016) de Priego hace una exploración exhaustiva de
cómo y por qué los científicos del porfiriato pudieron haberse apropiado de las ideas
del pensador y filósofo inglés.
56
En el ideario de Spencer las sociedades humanas permanecen en constante
cambio y mutan de acuerdo con las leyes de la variación infinita, cuyo motor de
cambio es la adaptación a las circunstancias. Los hombres se adaptan y las
diferencias entre un hombre salvaje y un Shakespeare o un Newton son las leyes
de la evolución a través de la adaptación a sus circunstancias externas.
Bulnes, algo similar a Spencer, propone un mecanismo para la gestación de
hombres ilustres:
“Hay razas inferiores que en contacto con superiores no han podido producir hombres ilustres, como
los hombres nativos de Groenlandia o los de las islas de Hawái. De la raza negra para arriba cada
raza puede producir un cierto número de hombres ilustres en proporción con su grado de inferioridad.
Pero sólo las razas superiores corresponden a la humanidad con hombres de la talla de Marconi,
Darwin, Édison, Laplace, Galileo, y otros muchos”24.
Es evidente que para Bulnes la biología de los indios era irremediablemente
inferior, como lo expresa en el párrafo anterior, donde además nos da su opinión
con respecto a hombres de otras partes del mundo. En la siguiente cita se puede
notar el matiz con que trataba a los indios y la búsqueda de matrimonios con gente
europea para alcanzar una raza superior.
“Jamás, ni en público ni en privado, ni despierto ni soñando he opinado que los indios fuesen
exterminados. Los reconozco como mis hermanos menores, siempre les he profesado simpatía y he
pedido defenderlos cuando injustificadamente han sido atacados. Me he adherido con entusiasmo al
programa de todos los estadistas de la América latina, que consiste en hacer desaparecer a la raza
indígena mejorándola por cruzamientos arreglados con razas superiores. Todos los gobiernos de la
América latina han luchado por dejar en sus respectivos países la colonización europea en grande
escala, para en el menor tiempo posible transformar una raza inferior que parecía insuperable
obstáculo en el desarrollo de las razas superiores”25.
El autor comenta que no es su intención exterminar a los indios, pero es
incuestionable que poco a poco los quería blanquear a través de la inmigración
occidental, acaso una forma más perspicaz de genocidio físico.
57
De acuerdo con Priego, en vista de que en México la cantidad de nacimientos
de hombres ilustres era mínima, los intelectuales del Porfiriato proponían, entre ellos
Bulnes, dos vías para la mejora de la población: la inmigración para volver a México
menos indígena; y mejorar aspectos como la educación, la salud y la nutrición del
país en la población indígena26. Concuerdo con la autora y pienso que estas
propuestas nacen debido a que los indios, para los científicos, debían convertirse
en otra civilización, debían acudir al cambio racial, por no decir que debían ser
eliminados.
Es importante resaltar que para Bulnes no era necesario rechazar la
inmigración negra debido a que consideraba a los negros superiores a los
indígenas:
“La raza indígena es igual a la raza norteamericana para asimilarse a la civilización. Este argumento
es tan infeliz, como decir que la raza negra ha producido algunos hombres ilustres menos numerosos
que los que ha producido la raza indígena”27.
Y es que en el pensamiento de Bulnes las personas indígenas fueron
definitivamente inferiores e incapaces de lograr algún sentimiento de progreso:
“No por tal motivo dejaría de haber razas desiguales con valores progresistas y por consiguiente
superiores e inferiores. Las razas creadoras de civilización moderna deben considerarse superiores a
las que sólo tienen condiciones para asimilársela. Dudo mucho que los indigenistas se atrevan a
sostener que las razas indígenas de América figuran entre las razas creadoras de la civilización
moderna”28.
Y entonces para lograr una civilización moderna propone un mecanismo
extraño de trabajo y educación que subsane las deficiencias del indígena:
“Para elevar el nivel moral de una raza lo mejor es proporcionarle jornal elevado para salvarla de la
esclavitud económica que la hace inmoral. Pero el jornal alto legítimo requiere alto trabajo y el interés
para el trabajo no lo da la escuela. Hemos tenido hombres profesionales altamente educados y
admirablemente indolentes, flojos y enemigos del trabajo. Nuestra clase media que posee la educación
58
tiene fama de ser holgadamente indolente. Hace unos cuantos años que se le relaciona que todo lo
deja para mañana. La cultura no es un remedio contra la pereza”29.
Esta forma de entender la educación es algo similar a la de Spencer. Para el
filósofo inglés la educación no garantiza a las personas no cometer crímenes o faltar
a las reglas acordadas por la sociedad. Los crímenes tienen sus orígenes en la mala
adaptación a las condiciones de la naturaleza; el único camino para erradicarles es
a través de la evolución mediante la adaptación a estados superiores de sociedad.
El principal beneficio que ven Bulnes y Spencer en la educación es que la sociedad
desarrolle una única moral que asegure a las personas entender que los motivos
para cometer atrocidades son nocivos.
Spencer y la influencia de Estados Unidos
Tradicionalmente se asume que las ideas de Spencer y Darwin se interpretan a
partir de su origen europeo. Sin embargo, una de las tesis de este trabajo es que no
siempre ha sido así. Tanto Darwin como Spencer fueron ingleses y publicaron en
inglés, y por razones históricas y de idioma pienso que Estados Unidos fue uno de
los primeros países que reinterpretó las ideas de ambos personajes. Los autores
estadounidenses elaborarían una versión social darwinista a partir de los conceptos
de Spencer y Darwin, y, por motivos de proximidad, esa versión llegaría a manos
de la élite intelectual mexicana. Los intelectuales mexicanos interpretarían a los
vecinos del norte y combinarían estas ideas con las personales y con las llegadas
de otros países europeos como Francia.
Existen varios trabajos que examinan la influencia que tuvo la filosofía de
Spencer sobre la sociedad de Estados Unidos (Simon, Herbet Spencer and the
social organism; Greene, Biology and the social theory; W. Cocker, Organismic
theories on the State) que, junto con aspectos de la teoría de Darwin, promovieron
el fenómeno conocido como darwinismo social30. Y aunque Spencer fue
ambivalente con sus actitudes hacia los Estados Unidos, se sabe que gozó de
relaciones estrechas con las personas más ricas y más influyentes de ese país,
como Summer, Carnegie, Henry Ward Beecher y Edward Livinsgtone Youmans.
59
Éste último difundió la filosofía evolutiva y se relacionó de lleno con la edición y
publicación de la obra de Spencer en Estados Unidos31.
Es evidente que Bulnes tuvo acceso a Estados Unidos y a las fuentes de ese
país, especialmente a artículos de divulgación discutidos por escritores como John
Fiske, Charles Summer, su hijo William Graham Summer y Jay Gould32; además
recibió información en privado de diferentes diplomáticos académicos mexicanos en
Washington, como Matías Romero.
El racismo de Bulnes se relaciona mucho con el pensamiento de Summer y
otros autores estadounidenses que pudieron haber interpretado las ideas de Darwin
y Spencer en pro del racismo y la superioridad norteamericana. El discurso de
Summer habla sobre el rechazo al populismo francés y el principio de no dar el
poder a las masas por considerarlas incapaces de gobernar. El poder, al contrario,
debe depositarse en manos de un pequeño grupo compuesto por los más aptos,
que puede dominar naturalmente e imponerse sobre los inferiores.
La sintonía de Bulnes y el resto de los científicos con Summer puede deberse
a que pensaban que el gobierno dictatorial de Díaz no era perfecto pero sí
necesario, y más tarde sería reemplazado por una democracia en orden de
conseguir la modernidad del país como ocurrió en Estados Unidos.
Priego ha remarcado que Bulnes dividía los grupos étnicos en aquellos que
eran superiores y progresivos y aquellos a los que les faltaban cualidades o eran
inferiores. Esta clasificación se originó del darwinismo social prevalente en los
Estados Unidos, el cual asociaba salud o superioridad racial más que el propio
Spencer, quien sostenía que las razas eran esencialmente lo mismo pero en
diferentes estados del proceso de evolución.
Una idea muy poco explorada ha sido la influencia que en México tuvo el ex
presidente americano Ulises Grant, un prominente miembro del poder americano en
los negocios y un gran amigo de Matías Romero, prolífico mexicano que vivió
durante muchos períodos en Estados Unidos. Romero cultivó y manejo relaciones
con la élite intelectual americana que se basaba en la ideología de Spencer. Esta
60
élite pudo haber influenciado a Romero y Romero a su vez influenciar a los
científicos.
La posición geográfica y la cercanía política entre México y el país del Norte
facilitaron no solamente viajes de Romero sino también de Joaquín Casasús, Justo
Sierra y otros intelectuales del Porfiriato, por lo que es muy probable que los
intelectuales mexicanos tuvieron ideas muy cercanas a las de Estados Unidos y no
tanto de Inglaterra.
Como premisa de mi investigación, opino que los científicos del porfiriato
leyeron y fueron influenciados por autores estadounidenses que previamente
habían leído en su lengua original a Spencer y a Darwin. Las interpretaciones de los
norteamericanos fueron tomadas por los científicos mexicanos debido a la cercanía
con los Estados Unidos y la facilidad de intercambiar información. Así que creo
plausible que los pensamientos racistas y socialdarwinistas estadounidenses hayan
incidido en el pensamiento del científico mexicano, tanto o más que las propias
ideas de Darwin y Spencer desarrolladas en Inglaterra o Francia.
A todo esto, una situación irónica es el rechazo que Bulnes manifestaba hacía
Spencer, cuando en realidad, de alguna manera u otra, el nacido en Inglaterra fue
parte de su forma de pensar y le influyó, indirectamente vía autores
estadounidenses, para juzgar a los indígenas y opinar sobre cuestiones raciales.
“Los impugnadores que nos embisten todos los días con valía hiriente, nos dicen, es Spencer nuestro
maestro: nuestro maestro no se llama Spencer, sino México; es la sociedad misma la que nos enseña
nuestros derechos constitucionales”33
Es inevitable colocar a Bulnes como seguidor de las ideas de Spencer, a
pesar de que él mismo negara que el filósofo inglés no estaba dentro de su espíritu
y que no se cansara de decir que en realidad fue “México, con ese clima, con el
aspecto geográfico, con la naturaleza; con el carácter de los habitantes” 34 lo que
realmente los formó a él y a sus compañeros científicos.
61
1.2. Justo Sierra
Gran parte de la investigación sobre Justo Sierra fue hecha gracias al análisis de
documentos hallados en el Fondo Justo Sierra del Archivo General de la Nación.
También se revisó la obra del autor, la prensa, sus discursos, sus libros, sus notas
periodísticas, entre otros datos.
Biografía y datos personales
Justo Sierra Méndez nació en el estado de Campeche el 30 de enero del año de
1848. Fruto de una familia bien acomodada de la época, su padre fue Justo Sierra
O´Reilly, un reconocido jurisconsulto, escritor, novelista e historiador, y su madre
fue Concepción Echazarreta, hija de Santiago Méndez Ibarra, quien jugara un papel
importante en la política yucateca del siglo XIX1.
Cuando muere la figura paterna, en 1861, el aún niño Justo Sierra se muda
a la Ciudad de México, donde inicia sin freno sus estudios intelectuales y su
formación académica. Se comienza a codear con personalidades contemporáneas
de la talla de Manuel Acuña y Luis G. Urbina, poetas y escritores con ambiciones
tan vivas y fuertes como las de él.
Matute (2005) indica que Sierra, desde muy pequeño, a la edad de 12 años
y cuando estaba en el Liceo Francés, desarrolló sus pensamientos intelectuales de
la mano de intelectuales de renombre como Ignacio Manuel Altamirano. Años más
adelante y todavía a muy temprana edad, cuando llega al Colegio de San Ildefonso,
se relacionó con los jóvenes liberales y los maestros intelectuales que a la postre
terminarían siendo parte de la cultura científica del porfiriato.
En el año de 1871, a sus 22 años, se recibe como abogado. En esta época
colaboraba ya en revistas y periódicos literarios y políticos. Es por eso que tal vez
Justo Sierra, de toda la élite intelectual del periodo porfiriano, haya sido el que tuvo
un mayor número de profesiones, cargos y publicaciones. La plasticidad de su
carácter le permitió desenvolverse como intelectual, político, abogado, escritor,
poeta, administrador, profesor; fue Diputado del Congreso de la Unión, Magistrado
de la Suprema Corte de Justicia, Subsecretario de Instrucción Pública, Ministro de
62
Instrucción Pública y Bellas Artes; integró la plantilla de profesores de la Escuela
Nacional Preparatoria, donde ocupó durante algunos años la cátedra de Historia, y
fue miembro de la Unión Liberal2.
La mayoría de sus ocupaciones y cargos fueron desempeñados cuando Díaz
era el presidente y cuando el positivismo estaba en su etapa más efervescente. Es
unánime la opinión de que Sierra fue discípulo y alumno de Barreda 3, el maestro
positivista de México. Esto haría que Díaz se fijara en Sierra como un pilar de su
política y de su gobierno, permitiendo así al escritor y poeta mexicano proponer que
la escuela primaria fuera obligatoria y que se creará la Universidad Nacional en
1881. Estas propuestas las desarrolló mientras se desempeñaba como diputado del
Congreso de la Unión; más tarde, en 1894, se volvería ministro de la Suprema Corte
de Justicia. A principios del siglo XX, se consagraría como Secretario de Instrucción
Pública, con lo cual logró la apertura de la Universidad Nacional de México en 1910.
En cuanto a la prensa, jugó un papel destacado y crucial durante su labor
científica. En el año de 1878 funda el diario conservador y liberal La Libertad; fue
director de la Revista Nacional de Letras y Ciencias (1889 - 1890). Escribió
numerosos libros sobre la situación político social de México, entre los que destacan
Historia de la Antigüedad, Compendio de Historia Universal y México a Través de
los Siglos y México, su evolución actual, en el cual varios científicos contribuyeron
con diversas monografías.
Respecto a los científicos, Sierra fue uno de los cabecillas del grupo.
Nombres como José Yves Limantour, Francisco Bulnes, Justo Sierra, Miguel S.
Macedo y Joaquín D. Casasús constituyeron el famoso grupo, que vio en Porfirio
Díaz al presidente indispensable para sus intereses personales “ocultos en la
aparente aceptación del gobierno dictatorial. Su verdadera finalidad fue aliarse con
el poder para favorecer su ideal de progreso social”4. Se consideraban a sí mismos
miembros de la de raza superior, capaces de decidir e implementar ideas a su
conveniencia.
63
La historia de Sierra como parte de los científicos inicia formal y públicamente
en 1892, cuando presenta el proyecto Unión Liberal. Allí incluía el uso de bases
científicas para el establecimiento de las leyes futuras del país, particularmente
aquellas relacionadas con la creación de una vicepresidencia. La Unión Liberal
coincidió con que el dictador Porfirio Díaz propuso a Sierra, Limantour y Bulnes
como miembros de la Cámara de Diputados5. Gracias a estos nombramientos se
fue gestando en ellos mismos la idea de que eran los líderes intelectuales del país.
Darwin, Spencer y Darwinismo Social
Darwin
Sierra ve necesario alcanzar una sociedad cohesiva, una sociedad donde todos los
individuos se integren. “Los derechos del individuo sólo son válidos dentro de una
sociedad”; si la sociedad desaparece, los derechos individuales también lo hacen.
El positivista pronuncia que la sociedad mexicana se encuentra en estado próximo
a la desaparición debido a sus condiciones de desintegración y su escaza cohesión;
el territorio inmenso, la falta de comunicación, la baja calidad de educación son los
factores que debilitan a la sociedad mexicana. En la lucha por la existencia de
Darwin, México tiene todas las posibilidades de ser vencido. Para evitar esta
derrota, es necesario darle un nuevo vigor a la sociedad, atender a la sociedad y
darle autoridad.6
Justo Sierra se auxiliaría de los postulados de la selección natural para
señalar a los indígenas como el grupo social menos favorecido en la lucha por la
existencia, esto debido a que era un grupo que “poseía rasgos innatos o naturales
que le impedían contribuir activamente al proceso evolutivo que el grupo dirigente
decía estar impulsando”7. El autor proponía la solución de este problema
simpatizando con alguna propuesta de mestizaje que eliminara los caracteres
menos aptos del sector más desfavorecido. Apostaba por “las teorías organicistas
de Spencer y evolucionista de Darwin” para “introducir en su reflexión histórica una
representación inédita de la desigualdad”. La representación se basaría en “un
organismo social en el que una cabeza o núcleo (las clases dirigentes) regula y
64
dirige las funciones que realizan diversos órganos (las clases inferiores) a los que
se les atribuye funciones diferenciadas”.8
De acuerdo con Ruiz y colaboradores, a partir de que Sierra en 1878 reúne
a jóvenes intelectuales (Macedo, Pineda, Bulnes, entre otros) para editar el diario
La Libertad, es cuando se da el punto de inflexión para intervenir en los asuntos
políticos del país a través de una serie de ideas y doctrinas científicas,
evolucionistas y naturales para establecer las condiciones de orden que la nación
aclamaba. Años más adelante, hacía 1880, este grupo se consideraría como la
clase dominadora, la que mediante un proceso gradual guiado por la selección
natural en la lucha por la existencia haría la diferencia entre la barbarie y la
civilización9.
Por ejemplo, Sierra no tuvo reparo en aplicar teorías de evolución biológica
en el campo social y empleó las ideas de Darwin de variación, lucha por la existencia
y selección natural con la justificación de que todos los individuos son diferentes y
nacen diferentes. Las diferencias demuestran si los hombres son aptos o no para la
educación, la política u otros cargos. Dentro de estas diferencias se encuentran las
ventajas o desventajas raciales para la supervivencia:
“Sería necesario renovar y aumentar esta población; ¿cómo? La fiebre aleja al indígena y al europeo.
Solo el africano, solo la planta negra prospera vigorosa allí. He aquí una solución, que es más bien
una complicación; el negro oscurece toda cuestión social.”10
La existencia de clases sociales, en la óptica de Sierra, es normal y justificada
por la diversidad biológica. Con las ideas de Darwin podía sostenerse un darwinismo
social donde las clases dominantes serían las más aptas y por ello las dirigentes.
En un documento sobre la criminalidad en México, Sierra invoca a Darwin
manifestando que:
“Estos dos factores de criminalidad son básicamente los mismos utilizados en las bases del
darwinismo en estudios biológicos: herencia e influencia del ambiente. Nosotros deseamos probar que
la explicación autoriza la necesidad de la seguridad contra la delincuencia”11
65
Alude a las ideas del autor de El Origen y el hecho de que hable de herencia
e influencia del ambiente invita a pensar que Sierra aplicaba la terminología para
explicar fenómenos de orden social.
Sierra fue muy influenciado por las ideas de Darwin que se introdujeron en
México a mediados de 1870. Su pensamiento era de cambios graduales, tales que
podrían ocurrir en Darwin, pero también en la teoría de Lamarck. En Sierra hay un
traslape de ideas: evolución biológica se superpone a evolución social y política.
Ruiz lo llama un “spencerista-lamarckista”12, pero bien podría ser un darwinistaspencerista o un lamarckista positivista o un evolucionista.spencerista, o cualquier
combinación posible dada la libertad y la arbitrariedad con que se usaban los
nombres, las influencias, las ideas.
Como dicen Ruiz y sus colaboradores en su trabajo, las ideas de Darwin
ayudaron a justificar diversas posturas, incluidas aquellos que creían en los cambios
graduales en México, como Justo Sierra lo decía13. Estos autores afirman con
rotundidad que la posición de Sierra era absolutamente positivista, en donde las
teorías como la de Darwin servían para justificar las leyes que rigen a las
sociedades.
Darwinismo social y el mestizo
Las ideas de Sierra son especiales porque siempre las construyó a partir de un
interés fundamentado en las clases sociales y grupos raciales que habitaban el
México de su época. Para él la clase social más importante era la burguesa, y los
tres grupos raciales más representativos en México eran los indios, mestizos y
criollos. El darwinismo social del autor se hace patente en él cuando se refería a las
clases sociales y a los grupos raciales.
Para el oriundo de Campeche, el grupo más apto era el mestizo, que formaba
parte de la burguesía mexicana, y el menos apto era el indígena, al que creía posible
progresarlo siempre y cuando se compensaran sus debilidades en nutrición y
educación:
66
“Una nutrición como la llevan los indígenas, a base de maíz, frijol, chile, frutas, pulque, es escaza al
hombre. Lo que se debe hacer es alimentar al indio con más carne y menos chile, y que aprenda la
útil y lo práctico. Así será más posible transformarlo”14.
La raza mestiza era la capaz de hacer progresar a la sociedad. Los logros de
independencia y de Reforma fueron posibles gracias a la raza mestiza, “una raza
amante del progreso e inconforme con las trabas que han tendido en limitar el
progreso en México”. Esta raza, cuando llega a la cumbre de su desarrollo, es la
que Sierra llama la clase burguesa.15 Al mismo tiempo que Sierra defiende la raza
mestiza también defiende la clase burguesa, clase a la que él pertenecía.
El sello del darwinismo social queda plasmado cuando Sierra acepta que las
particularidades del indígena frenan el desarrollo del país, pero propone que pueden
volverse individuos de progreso si entran en contacto con los hombres adecuados,
los mestizos; o cuando dice que los criollos mantenían en “una especie de
servidumbre” a los indígenas y representaban, según Sierra, el bando contrario del
grupo mestizo. Eso sí, nadie se quejaba de las divisiones y los bandos raciales,
mucho menos los científicos, pues eran divisiones naturales que justificaban la
superioridad e inferioridad de los hombres.
Spencer
Las nociones evolucionistas de Sierra son muy cercanas a la doctrina positivista de
Spencer. Coinciden ambos autores en que la sociedad es un “superorganismo” que
tiene sus analogías con “todos los organismos vivos”. Encuentran que los órganos
sociales como la industria, el comercio o el gobierno tienen funciones similares “a
los órganos de nutrición y circulación en los animales superiores”. Sierra expresa
que la sociedad se mueve de acuerdo con “leyes necesarias de la evolución”, donde
todo pasa de lo “incoherente a lo coherente” y de lo “indefinido a lo definido”. 16 Se
trata de un enorme cuerpo que a medida que se unifica y se integra, sus partes se
diferencian y se especifican para alcanzar un mayor perfeccionamiento, lo que sería
el equivalente al progreso.
67
Para Sierra, el país era heterogéneo, separado y vivía en terribles
condiciones. Había que corregir estos factores para garantizar la fuerza de
organismo social como un soporte principal de la nación:
“Si a pesar de los desafortunados que somos nos organizamos como vecinos, si encontramos lo que
es necesario para la evolución, en el sentido establecido por Spencer y por otros pensadores, nos
podemos organizar como personas”17
Las ideas educativas de Spencer también influyeron en el pensamiento de
Sierra en torno a la evolución de la sociedad mexicana. Para ambos pensadores, la
sociedad escala de nivel si hay buena educación. En ese sentido, para Sierra la
educación era el principal instrumento que formaría individuos más aptos, a través
de un cambio continuo individual y progresivo que daría como resultado una
transformación general de la sociedad. El científico se aferraba al cambio social
mediante mejoras educativas que el Estado debía implementar. No obstante, esta
es una clara disonancia con Spencer, porque si bien para los dos autores la
educación es necesaria, para Spencer no puede haber ninguna incidencia del
Estado en la educación: un hombre completo no necesita de un gobierno porque él
ya fue perfectamente adaptado a las circunstancias; la instrucción del gobierno en
su vida pudiera ser perniciosa.
En realidad Sierra combinaba elementos de Spencer y de Comte para insistir
que la educación era un instrumento civilizador del país a través de la adaptación al
ambiente.
En hecho importante educativo de Sierra es la Ceremonia de Apertura de la
Universidad Nacional, en donde presentó un discurso en el cual hacía alarde de la
ciencia y elementos de Spencer desde una perspectiva evolutiva al referirse al
proceso de cambio que los individuos deben de tener en la sociedad:
“Los individuos, como ya hemos dicho, son fuertes y es necesario encapsularlos en un desarrollo
completo físico, intelectual, ético y estético en determinación de su carácter. Cultivando física,
intelectual y moralmente al niño y al adulto; este es el rol primario de la educación”18
68
“La universidad que están haciendo hoy en día no tiene nada que ver con la universidad que había
antes en la real pontifica universidad. Ambas derivan del deseo de representar al estado y la confianza
de los hombres en un alto nivel científico con la misión de usar al país y los recursos educativos y
científicos”19
Sierra, siempre moderado y elegante, usó las nociones de Spencer de
organismo social en virtud de defender el gobierno personalista: “Es para mí ciertamente
la sociedad un organismo, aunque diferente del resto de los demás. Spencer lo llama un súper
organismo. Así como en otros organismos, son necesarias en la sociedad las leyes de evolución y las
medidas de unificación en partes muy diferenciadas y más especializadas. Un doble movimiento que
abraza El Avance y el organismo el cual es conocido en las sociedades de Progreso” 20
Basado en algunas de las ideas de Spencer, Sierra identificó a la sociedad
como un organismo modelado por las leyes naturales. Antonio caso analiza los tres
estados de la humanidad de Comte, y establece que Sierra los encontró en la
sociedad mexicana de una manera singular: el México prehispánico, el periodo
colonial, la independencia y la sociedad a partir de la Reforma. “Así podemos aclarar
que Sierra usó las ideas evolutivas de Spencer para comprender la historia de
México.”21
Otras consideraciones
A pesar de su prosa muy incitadora y adornada, es claro que Sierra encontró la
noción de organismo social totalmente aceptable y científica para justificar el
régimen de Díaz y el mejoramiento de la identidad mexicana. De hecho lo deja en
evidencia durante su discurso de inauguración de la Universidad, pues pensaba que
los egresados de la máxima casa de estudios reformarían en su totalidad al país; la
formación que llevarían allí les abría las puertas de la nación y evolucionarían a un
pensamiento superior al estilo Spencer. Como lo dice en el discurso, serían
seleccionados los indicados para mejorar al pueblo mexicano y supervisar su
evolución:
“Cuando el joven sea hombre, es preciso que la universidad o lo lance a la lucha por la existencia en
un campo social superior, o lo levante a las excelsitudes de la investigación científica; pero sin olvidar
69
nunca que toda contemplación debe ser el preámbulo de la acción; que no es lícito al universitario
pensar exclusivamente para sí mismo, y que, si se pueden olvidar en las puertas del laboratorio al
espíritu y a la materia, como Claudio Bernard decía, no podremos moralmente olvidarnos nunca ni de
la humanidad ni de la patria”.22
En esta cita hay una combinación muy ingeniosa de ideas de Spencer y de
Darwin. En primer lugar, utilizar la selección natural de Darwin como motor de
cambio y de mejora social; en segundo lugar, emplear el uso de “campos sociales”
superiores e inferiores de Spencer, donde las sociedades y los hombres
inevitablemente brincan de un estado inferior a uno superior. Que los brincos
sociales se den por acción de la selección natural, nos habla de un acoplamiento
interpretativo de los dos autores ingleses.
1.3. José Yves Limantour
Biografía y datos personales
A Limantour se le han reconocido particularmente dos orígenes familiares, el francés
y el judío. La inexactitud del origen puede ser resultado de la ignorancia, las
rivalidades políticas de la época e inclusive la xenofobia, pero en la literatura domina
la versión de que es francés.
José Yves Limantour nació en la Ciudad de México el 26 de diciembre de
1854. De un linaje totalmente europeo, su padre fue Joseph Limantour, nacido en
Ploemeur, Francia, en 1812, y su madre fue Adèle Marquet, nacida en 1820,
también en Francia, en la ciudad de Bordeaux1.
Limantour nació en el seno de una familia rica y no encontró alguna limitación
económica gracias a sus padres. El acomodo social y las facilidades económicas
fueron los promotores de que a una edad muy joven se le asignaran puestos
importantes durante la dictadura de Díaz, comenzando por Munícipe, después
Diputado, luego Secretario de Hacienda y por último “casi” presidente. Una de las
limitantes que tuvo Limantour para sustituir al dictador fue que no era mexicano de
nacimiento. Al nacer en México y tener padres franceses, Limantour era visto como
70
un híbrido. Sin embargo esto no fue una restricción para desempeñar los cargos de
Abogado, Profesor de Economía en la Escuela Nacional de Comercio Ministro de
Hacienda y Secretario de Gobernación, donde gozó de plena confianza y
comunicación con Porfirio Díaz.
Fue un personaje vibrante de la época porfirista, de importante relevancia en
el grupo de los científicos. De hecho se asume continuamente que era el jefe de la
agrupación, y respaldan ese puesto los 18 años que laboró como Secretario de
Hacienda y el reconocimiento de los otros miembros del grupo científico como su
líder.
Fue un ministro brillante que estructuralmente reformó México con
prosperidad y seguridad. Sin embargo, de acuerdo con Priego, usó su posición para
gobernar e incluso para relacionarse con facilidad y crear fortunas personales
destinadas a sus amigos y familiares2.Tramó relaciones de poder justificadas
únicamente por su lugar en el gobierno de Díaz. Se convirtió, así, en una de las
llaves maestras para el gobierno del dictador.
En la siguiente cita se aprecia como Limantour niega que se haya afiliado al
grupo científico por motivos de política; como él dice, lo que lo que unió a los
integrantes fueron los intereses intelectuales que derivaron de haber sido instruidos
y educados bajo ideas políticas y sociales similares.
“Hay un mundo de diferencia entre la situación que realmente ocupé en el gobierno con relación al
grupo de los “científicos” y la que se suponía en la opinión general. Pocos, muy pocos se fijaron en
que mi actitud quedaba suficientemente explicada por los vínculos, no la política activa, sino de orden
intelectual, que me unieron durante muchos años con un pequeño número de hombres que recibieron
la misma instrucción que yo, y fueron educados en las mismas doctrinas político sociales”3
Los miembros del grupo de los científicos no eran tan homogéneos y la
confusión podría deberse a la falta de identidad del líder del grupo; para unos era
Limantour y para otros era Sierra. En las siguientes palabras del Ministro de
Hacienda se aprecia el equívoco de adjudicarle a él ser el líder de los científicos:
71
“En efecto, ¿sobre qué descansa la creencia de que soy el jefe, o uno de los jefes del partido
“científico”? prescindo, desde luego, para no entrar en pormenores que se presten a largas
discusiones, de la demostración de que jamás ha existido el tan mentado partido político más que en
la imaginación de aquellos que quisieron dar la apariencia de cuerpo político a un cierto número de
individuos para combatirlos más fácilmente ante la opinión pública haciendo de dicho cuerpo el blanco
de todos los tiros; y contesto sencillamente la pregunta diciendo que: que la expresada creencia sólo
se debe al hecho de haber sido yo el primero, entre los que firmamos el manifiesto de la Unión Liberal
en abril de 1892 y fuimos designados por ironía con ese sobrenombre de “científicos”, que formará
parte del gabinete de Díaz”4
A pesar en haber sido él el primero en firmar la Unión Liberal en 1892, eso
no lo volvía en automático el líder de la agrupación. Yo más bien pienso que se
trataba de un juego de roles, donde falta por demostrar si alguien concretamente
fue líder y donde cada científico se decía jefe o subjefe a sí mismo cuando era
conveniente hacerlo.
Aquino ha documentado que Limantour realizó incontables viajes a Europa
cuando fue Secretario de Hacienda, acumulando una ausencia en el país de tres
años y medio. Los viajes duraban alrededor de seis u ocho meses, lo que dejaba
secuelas negativas en los negocios de la nación ya que la economía mexicana
quedaba paralizada y en manos del subsecretario Roberto Núñez, de quien
públicamente se hablaban pestes5.
Ahora bien, si Limantour ostentó el cargo de Ministro de Hacienda durante 18
años, lo anterior quiere decir que en promedio viajaba cada 5 meses a Europa; y
muy probablemente no viajaba por motivos relacionados de trabajo y tampoco lo
hacía solo. Sus constantes viajes y desapariciones levantaron el descontento de la
población al punto de despertar una suerte de anticientificismo (yo lo llamaré así),
que explota al máximo en las elecciones presidenciales de 1904, año que
corresponde a la supuesta elección presidencial donde Limantour concursaría como
candidato por voto de Díaz y los científicos.
72
Darwin y Darwinismo social
La obra de Limantour no ha sido profundamente analizada, y las relaciones que
pueda haber entre el autor y las ideas de Darwin o darwinismo social todavía no
están esclarecidas. Raat (1971) es un autor estadounidense que ha examinado de
manera muy interesante el texto Discurso de Clausura del Concurso Científico
Nacional (1901) de Limantour, texto que, a mi criterio, contiene las bases
darwinistas y social darwinistas del Ministro de Hacienda mexicano. Menciono a
Raat porque coincido con la mayoría de sus opiniones en torno al pensamiento de
Limantour, como se verá a continuación.
Para el investigador norteamericano Limantour fue el científico más influyente
debido a que representaba los intereses económicos. De un pensamiento técnico y
rígido, Limantour fue el responsable del progreso económico y de poner en primer
plano mundial el nombre de Porfirio Díaz. La muerte de Romero Rubio en 1895,
para Raat, catapultó al Ministro de Hacienda como el líder de los científicos.
Ahora bien, del estudio de Raat vale la pena resaltar las siguientes opiniones.
Una es que apoya el hecho de que Limantour se identificaba con el gobierno de tipo
tecnócrata, es decir el gobierno y el poder en manos de los técnicos expertos
(técnicos a los que por supuesto el mismo Limantour pertenecía). Otra es cuando
dice que Limantour poseía ideas basadas en las tesis de Darwin y Spencer:
Limantour veía en la vida un fenómeno social continuo y coactivo con los mundos
orgánicos e inorgánicos de la naturaleza, y con las nociones de selección de natural
y supervivencia del más fuerte desarrolló una singular y propia ideología del poder
de las élites y la superioridad6.
He revisado el Discurso de Clausura del Concurso Científico Nacional de
Limantour y hallé que el autor expresó que era inevitable que la sociedad y los
individuos fueran determinados por las leyes inmutables de la naturaleza. Todas las
sociedades estaban destinadas a seguir un proceso evolutivo, en donde las leyes
físicas y biológicas extendían su dominio sobre la naturaleza humana. El proceso
evolutivo por el cual las sociedades progresaban sólo podía ser afectado por la
73
adaptación al medio físico que todos los organismos debían desarrollar para
sobrevivir:
“Destino es de las especies humanas marchar constantemente. El movimiento es a veces lento, a
veces brusco, y en ocasiones vacilante y hasta retrógrado; pero propende, infaliblemente, al bienestar
del hombre. El proceso por el medio del cual se manifiesta esa tendencia, marca y define la evolución
producida en las sociedades por la fuerza latente de la adaptación a que están sometidos los
organismos todos, y que los transforma sin cesar hasta armonizarlos con el medio en que viven.”7
El papel preponderante que le da a la adaptación hace alusión al
conocimiento que tenía sobre las ideas de Darwin, ya que la adaptación al medio
físico se convertía en prima fundamental para que los organismos se puedan
desarrollar y sobrevivir. Pero sin duda el punto de quiebre negativo de Limantour es
cuando explica que los hombres que no se podían adaptar al medio, los débiles, los
impreparados, los que carecían de las herramientas para triunfar contra la
evolución, debían perecer y dejar el campo a los más fuertes:
“En ese trabajo de adaptación, los débiles, los mal preparados, los que carecen de elementos para
consumar victoriosamente la evolución, tienen que sucumbir cediendo el campo a los más vigorosos,
o que por las condicione características de su modo de ser lograron sobreponérsele y pueden
transmitir a su descendencia las cualidades a que debieron la supremacía. Por esta ley terrible, a la
cual no pueden substraerse el hombre ni las sociedades, se rigen los fenómenos de la vida, en todos
los sujetos y a través de todos los tiempos.”8
También, en el mismo discurso, hace referencia a la selección natural cuando
expresa que siempre ha habido fuerzas naturales que colocan en condiciones
desfavorables o favorables el progreso de los hombres:
“y aun cuando ese progreso sea consecuencia de la selección natural y de la transmisión por herencia,
puede intentarse con éxito salir de la condición desfavorable impuesta por la procreación o por las
fuerzas naturales, en lugar de resignarse a un quietismo pavoroso y enervante.”9
En general, se puede apreciar que el científico abogaba por una sociedad e
individuos naturalmente predeterminados. De esto podemos asumir que Limantour
74
tenía muy en cuenta la posición que cada individuo tenía en sociedad y la posición
que la sociedad tenía, a su vez, en las sociedades. Este pensamiento traería
consigo la inminente colocación de puestos sociales en el México decimonónico:
donde unos responden siempre a ser obreros o trabajadores, otros responden
siempre a ser políticos o pensadores. Apoyado de determinismo biológico,
adaptación y selección natural, el darwinismo social de Limantour se manifiesta al
propagar que ciertos hombres siempre ocuparían altos puestos sociales y otros no.
A él, como científico intelectual, le corresponderían los puestos altos, los de poder,
los que hacen que se codeé al lado del Porfirio Díaz.
Raat considera este fenómeno como determinismo físico, y estoy de acuerdo,
pero creo que supera meramente la determinación física de los individuos y toca
esferas sociales y políticas más profundas. Por eso considero que el darwinismo
social podría ser aceptado en las ideas que Limantour ostentaba.
Limantour encontró que, naturalmente, existen élites empoderadas en la
sociedad. Es decir que sólo algunos cuantos hombres superiores podían o serían
capaces de guiar el proceso evolutivo y modificarlo a placer. A estos elegidos, entre
los cuales estaba desde luego él, les correspondería instalarse en los puestos de
gobierno y de diligencia:
“sólo a las espíritus superiores les ha dado imprimir vigorosamente el sello de su personalidad en los
efectos de las múltiples causas del orden moral y del físico, que intervienen, así en su propia vida,
como en la secuela de los acontecimientos sociales.”10
Por el contrario, el restante de los hombres, la gran mayoría, no poseía los
caracteres del liderazgo o la capacidad de impulsar una sociedad; sin embargo
pudieran modificarse si se emplean los medios adecuados:
“Las condiciones desfavorables de medio social y aun la de los organismos, que son sin duda más
poderosas, pueden modificarse, en parte al menos, oponiéndoles una voluntad enérgica y bien
dirigida.”11 “Los pueblos sanos y vigorosos disponen de medios para conjurar los peligros y remover
los obstáculos que estorben o retarden su marcha.”12
75
Pareciera normal que las élites de la sociedad mexicana fueran los
especialistas y los hombres de ciencia. Élites naturales forzadas a comandar y
ligadas a desarrollar a la sociedad mexicana. Además de esto, la correlación racial
de México disipaba cualquier duda sobre el poder de esas élites naturales. Es decir
que los indígenas y ciertos grupos sociales sufrían de racismo por parte de los
individuos “superiores”.
Así como Raat (1971), pienso que el punto de partida para desenvolver toda
una ideología de élites y superiores manejada por Limantour, era la noción de
Darwin del predominio del más fuerte enfocado al campo social. Los indígenas, al
estar predeterminados para ser los inferiores, quedaban propensos a los
permanentes embates del hombre moderno. Estoy de acuerdo y de hecho pienso
que Darwin fue la piedra angular para que Limantour enarbolara ideas de
superioridad e inferioridad. Lo creo por la simple de razón de que el Ministro de
Hacienda pensaba como un científico empoderado, donde sólo los hombres
técnicos como él tenían el derecho de gobernar o aleccionar. En un discurso en
donde los temas básicos de justificación social eran la raza, la evolución social, el
darwinismo social, la situación geográfica e inclusive el clima, no dudo que la
selección natural de Darwin haya moldeado el pensamiento de Limantour.
2. Conclusiones y consideraciones adicionales
Los científicos tuvieron perspectivas personales en torno a la configuración y a la
mejora racial de la sociedad mexicana decimonónica: Bulnes se basó en cambiar
la dieta de los mexicanos, en la urgente inmigración de los blancos y en la necesidad
de un mestizo superior; Sierra abogó por una Educación de primer mundo y por una
inmigración que produjera el mestizaje adecuado; Limantour se apoyó en un
tecnocracia que daba el poder a los científicos y en una supervivencia del más apto
para el desarrollo de la sociedad ideal.
76
2.1. Cuadros comparativos
A continuación muestro cuatro cuadros comparativos que resumen varios de los
tópicos de este trabajo. El primero es un cuadro que reúne las características
similares y distintivas de Bulnes, Limantour y Sierra que los hicieron científicos; el
segundo es un cuadro comparativo de las ideas de Darwin que usaron estos tres
personajes; el tercero y el cuarto ilustran lo propio, pero con las ideas de Darwinismo
social y Spencer.
Cuadro 3. Características importantes y distintivas que agrupan a los científicos y justifican su posición política
durante el porfiriato.
Bulnes
Ciudad de México, 1847
Sierra
Campeche, 1848
Limantour
Ciudad de México, 1854
Segunda generación de
españoles en México.
Familia bien acomodada
En la Ciudad de México
Familia importante en la
política yucateca
Padres franceses
adinerados. Familia rica y
sin limitación económica
En la Ciudad de México
Escuela Nacional
Preparatoria (profesor),
Colegio de Minas
Liceo Francés, Colegio de
San Idelfonso, Escuela
Nacional Preparatoria
(profesor), Escuela
nacional de
Jurisprudencia
Formación
profesional
Participación
en la Unión
Liberal
Participación
en la prensa
Ingeniero
Abogado
Activa desde su
fundación en 1892
Activa desde su fundación Activa desde su fundación
en 1892
en 1892
El siglo diez y nueve, El
Imparcial, El universal
El siglo diez y nueve,
Positiva
Participación
en las
relecciones
Cargos
políticos
durante el
porfiriato
1892, 1896, 1900, 1904
La libertad, Revista
nacional de Letras y
ciencias
1892, 1896, 1900, 1904
Diputado del Congreso de
La Unión; Ministro de la
Suprema Corte de
Justicia; Secretario de
Instrucción Pública y
Bellas Artes
Diputado del Congreso de
la Unión: Secretario de
Hacienda y Crédito
Público (18 años);
Secretario de
Gobernación;
Fecha y
lugar de
nacimiento
Origen
familiar
Primeros
Estudios
Escuelas
Senador; Diputado del
Congreso de la Unión
por 15 ocasiones
En la Ciudad de México
Escuela Nacional
Preparatoria y Escuela
Nacional de
Jurisprudencia
Escuela Nacional de
Comercio y Hacienda
(profesor)
Abogado y Economista
1892, 1896, 1900, 1904
77
Cuadro 4. Comparación de los conceptos de la teoría de evolución por selección natural de Darwin empleados
por los científicos.
Darwin, Teoría de
evolución por medio
de la selección natural
Proceso acumulativo y
gradual
Proceso
indeterminado
Variación
Bulnes
Sierra
Limantour
Sí. La dieta puede, a
través de las
generaciones,
modificar a las razas.
Velocidad del
proceso es indefinida
No. El fin era la raza
blanca,
específicamente la
Estadounidense
Resultado de la dieta
Sí. Lenta y
gradualmente la
inmigración y la
educación pueden
transformar a los
hombres
No. El fin eran los
hombres educados,
modernos y similares
a los europeos
Los hombres nacen
con variaciones y
atributos específicos
Resultado de las
variaciones de
nacimiento y la
educación
Uso de la educación
para mejorar a los
hombres
No. Determinismo
biológico fijo. Hombres
destinados a gobernar y
hombres destinados a
ser gobernados
Adaptación
Optimizada por la
alimentación
Uso y desuso
Hábitos y dieta
mejoran aspectos
raciales
Los caracteres
adquiridos a través
de la dieta son
heredados a las
próximas
generaciones
La dieta y la
inmigración pueden
generar nuevos
caracteres raciales
Es necesario eliminar
a los indígenas
Herencia de
Caracteres adquiridos
Especiación
Extinción
Progreso
Selección artificial
Sí
Sí. Al elegir la dieta
que se debe ingerir y
al promover los
entrecruzamientos
con hombres
superiores para
mejorar cualidades
raciales
No. El fin era la clase
tecnócrata, los expertos
técnicos. Existían
superiores e inferiores
Los hombres no varían,
son el resultado de su
historia familiar
Los líderes y los
superiores pueden guiar
el proceso adaptativo
de los inferiores
Los caracteres se
heredan a través de las
generaciones. Hombres
superiores engendran
superiores; hombres
inferiores, inferiores
La educación y la
inmigración pueden
generar nuevos
caracteres raciales
Es necesario educar
y blanquear a los
indígenas
Sí
Sí. Al favorecer la
inmigración europea
para paulatinamente
establecer
matrimonios y
mejorar la raza a
través del mestizaje
Innecesario, los aptos
siempre van a gobernar
a los inadaptados
Sí
No. El proceso de
selección natural ha
creado hombres de
mayor o menor
superioridad
78
Cuadro 5. Comparación del Darwinismo social empleado por los científicos.
Darwinismo social
Darwinismo
social/interpretación
Bulnes
Inferioridad y
superioridad de las
razas en función de su
alimentación
Sierra
Inferioridad y
Superioridad de las
razas en función de su
educación
Lucha por la
existencia de Darwin
Demostrado por las
luchas y las guerras
de conquista. Los
blancos
(consumidores de
trigo) siempre se han
impuesto sobre los
indios (consumidores
de maíz), incluso en
los movimientos de
independistas de
México y América
Latina
Demostrado por la
ciencia y los
intelectuales
europeos. Los
hombres educados y
con más
conocimiento son
capaces de liderar y
avanzar en la lucha
por la existencia.
Necesario establecer
modelos occidentales
de educación y
política en México.
Los hombres nacen
con ventajas o
desventajas: lo que se
considera negativo
podría ser mejorado a
través de la
educación y la
inmigración para
ayudar a los
individuos a
sobrevivir a través del
mestizaje físico
Supervivencia del más Sobreviven los que
llevan una mejor
fuerte de Spencer
dieta (los europeos
que se alimentan de
trigo), pasando sus
características a las
siguientes
generaciones
Limantour
Inferior y
superioridad de las
razas en función de su
determinismo
biológico
Existen hombres que
por su naturaleza son
superiores a otros.
Estos hombres
siempre han liderado
a los débiles. La Lucha
es factible cuando la
facción de los débiles
ha tratado de escapar
al puesto que
naturalmente
ostenta, el de
inferiores
Sobreviven con
facilidad los
innatamente
superiores, los
expertos técnicos y
las élites. Sobreviven
con dificultad todos
aquellos que no
pertenezcan a estas
categorías
79
Cuadro 6. Comparación de las ideas de Spencer usadas por los científicos.
Ideas de Spencer,
Evolución de la
Sociedad e individuos
Evolución
Progreso
Superorganismo
Bulnes
Sierra
La sociedad debe
avanzar de un nivel
inferior a un nivel
superior. Tratar de
generar hombres
ilustres
Termina con el
humano, con la raza
blanca en la cúspide
de la evolución
Individuos deben
respetar su lugar en el
gran organismo
representado por la
sociedad
Educación científica
y homogénea para
todos los hombres.
La sociedad escala
de nivel si hay buena
educación
El hombre educado
europeo en la cima
de la evolución
humana
La sociedad es un
organismo con sus
partes bien
diferenciadas
Libertad
Gobierno
Es necesario para
mantener el orden de
la sociedad
Educación
Desarrollo de una
moral que ayuda a las
personas entender lo
bueno y lo natural
La educación ofrece
las herramientas
para que los
individuos ejerzan su
libertad
Sólo debe
entrometerse para
establecer los
espacios educativos
La educación es la
principal
herramienta para
reformar una
sociedad
2.2. ¿En qué coincidieron los tres personajes?
Edad y la Ciudad de México: Bulnes nace en la Ciudad de México en 1847;
Limantour nace en la ciudad de México en 1854; Sierra nace en Campeche en 1848,
pero se muda a la Ciudad de México cuando era un niño. Entre ellos sólo hay 5
años de diferencia. Las primeras coincidencias de agrupación son el lugar de
nacimiento, la edad y su formación durante la niñez, la pubertad y la adolescencia
en la Ciudad de México.
80
Entorno familiar: Los tres nacieron en un seno familiar estable, adinerado,
acomodado. No tenían las limitaciones infantiles de educación y de formación como
la gran mayoría de los mexicanos, incluso entre los otros representantes que
pudieron haber formado parte de los científicos.
Formación académica: Todos tuvieron una preparación educativa en escuelas de
prestigio y en la Escuela Nacional Preparatoria. Con la misma edad, Sierra y Bulnes
fueron de los primeros profesores de la ENP, mientras Limantour, 5 años más joven,
fue estudiante de la flamante institución. Bulnes se graduaría de Ingeniero en Minas,
Sierra de Abogado y Limantour de Abogado y Economista. Sus estudios les
permitieron ser catedráticos de la ENP y otras instituciones importantes de la Ciudad
de México como la Escuela Nacional de Ministro y Hacienda o el Colegio de Minas.
Puestos políticos: Su formación académica repercutió posteriormente en que los
tres fueran Ministros, Diputados, Secretarios, Senadores, etc. Sierra y Limantour
fueron Secretarios y Ministros cuantiosas veces y por muchos años consecutivos
(Limantour 18 años seguidos); mientras Bulnes fue diputado 15 veces. No era
normal o sencillo alcanzar un puesto alto, ¡mucho menos era repetirlo 15 veces!
Reelecciones: Fueron los miembros intelectuales de la Unión Liberal que buscó
forzadamente las reelecciones sucesivas de Porfirio Díaz. Su participación en la
Unión y en las relecciones propició que fueran vitales en la dictadura y que asimismo
buscaran a toda costa la permanencia en el poder del presidente. Esto habla de las
relaciones en el poder, tan concretas, estrechas y establecidas durante los años
que los científicos rodearon a Díaz; la confianza del presidente en ellos era infinita,
su gobierno se basaba en los puestos que ellos desempeñaban.
Mestizaje e inmigración: Bulnes y Sierra coinciden en muchos de sus enunciados
al respecto del mestizaje; ambos optan por la inmigración blanca o europea para la
correcta identidad racial del mexicano. Bulnes apostaba por las personas
estadounidenses, lo que deja ver su anglofilia, mientras Sierra prefería personas
francesas, muestra de su francofilia. Limantour no deja claro sus preferencias, pero
81
su ideal se fundamenta en los hombres capacitados para guiar una sociedad, los
blancos u occidentales.
Sierra, consciente de la situación de los indígenas del país, argumentó que
eran inferiores. De acuerdo con Priego (2016), su racismo era menos pronunciado
que el de Bulnes. Sin embargo, apoyó la idea de educar a los Indígenas y así
elevarlos al nivel necesario que permitiera su asimilación en la sociedad civilizada,
un proceso que inevitablemente pudiera permitir la eventual exterminación racial y
cultural de los indígenas.
Alimentación: Coinciden en aspectos nutricionales Bulnes y Sierra. El primero
cuando dice que a medida que se disminuya la ingesta de maíz y se aumente la de
trigo habrá un mejoramiento racial: dieta de los cereales al estilo europeo; el
segundo cuando indica que los indígenas son inferiores debido a que comen mucho
chile y maíz, por lo cual es necesario darles más carne y otros alimentos similares
como los que se consumen en los países avanzados.
Revistas y periódicos: Los periódicos y revistas fueron la mejor posición para
promover el evolucionismo. Las publicaciones de La libertad y El mundo ilustrado,
por ejemplo, adoptaron un sentido práctico para la educación y la difusión de la
doctrina filosófica.
La libertad fue uno periódico, publicado entre junio de 1878 y diciembre de 1884,
fundado por un grupo de positivistas jóvenes liderado por Justo Sierra, que ofrecía
un punto de vista político basado en positivismo. Las ideas del diario eran
originalmente de Gabino Barreda, pero cambiaron hacia el spencerismo debido las
necesidades sociales del país (Ruíz, et al, 2015). Las nuevas ideas, claramente una
combinación de Darwin y Spencer, resaltaban la selección natural de uno y la
supervivencia por la existencia del otro para justificar la aplicación de darwinismo
social.
Otros casos que describen y propagan las ideas del positivismo y de Spencer
son las revistas Positiva y El imparcial. La primera fue una revista editada por Justo
Sierra y sus colaboradores positivistas entre junio de 1901 y diciembre de 1914; la
82
segunda servía de vehículo para la discusión de problemas políticos y el uso de
conceptos como evolución, adaptación, organismo social, entre otros 2.
A finales de la década de 1870 los científicos comenzaban a tener una
participación más extensa en los periódicos y revistas del país. Para finales de la
década de 1890 y en los inicios del siglo XX la agrupación ya supervisaba la mayoría
de la prensa, controlando publicaciones como El mundo ilustrado, El siglo XIX, El
imparcial y Positiva.
Discursos: González Peña (2012) hace alusión el género de la oratoria durante el
México decimonónico, que gozaba de ejecutantes admirables como Francisco
Bulnes y Justo Sierra. Estoy totalmente de acuerdo, y de hecho me atrevo a decir
que el discurso fue una plataforma de expresión directa de parte de los científicos
para manifestar sus intereses científicos, políticos y positivistas. Los más claros
ejemplos son justo los tres autores de los que trama este trabajo: Limantour, Sierra
y Bulnes. Los tres científicos emplearon una oratoria que abogaba por la ciencia, la
educación y la continuidad del poder del Díaz. Grandes maestros de la rama, con el
discurso lograron convencer y persuadir a los demás de sus objetivos y sus
inclinaciones: bajo las palabras elegantes, inteligentes y adecuadas obtuvieron un
reconocimiento popular que les adjudicó rigor, poder y autoridad.
El en discurso inaugural de la Universidad Nacional, de 1910, Sierra presenta
sus argumentos educativos con el fin de homogeneizar le educación y crear
hombres superiores de ciencia; en el discurso de la Convención Liberal de 1903,
Bulnes manifiesta la necesidad de la continuidad de la dictadura y el reconocimiento
de los científicos; en la clausura del Concurso Científico Nacional de 1901,
Limantour expresa que sólo los hombres preparados e intelectuales serán los
capaces de gobernar adecuadamente a una sociedad, así como el establecimiento
natural de individuos superiores e inferiores.
Los tres discursos contienen fragmentos de evolucionismo y positivismo. Los
tres son empleados por personajes que buscaban el poder y la justificación de dividir
a la sociedad en capaces e incapaces, educados y no educados, superiores e
83
inferiores. Los científicos se auxiliarían del discurso para respaldar su posición de
superioridad y sus puestos de gobierno.
Cuadro 7. Discursos de los científicos con sus distintas particularidades.
Discurso y Fecha
Particularidades del discurso
Justo
Discurso
inaugural
de
Sierra
Universidad Nacional (1910).
la Las alusiones a la ciencia y las herramientas que la
construyen; la Universidad como la máxima
entidad de estudios; la educación como la
encargada de hacer que los hombres escalen a un
nivel superior.
Elementos de Darwinismo social y Spencer.
Francisco
Discurso
presentando
y La prioridad de mantener a Porfirio Díaz como
Bulnes
fundando la candidatura del Sr. dictador y la necesidad de su correcta reelección;
Gral. D. Porfirio Díaz. Segunda la ley natural y el método positivo como
Convención
Nacional
(1903).
José
Liberal argumentos de la dictadura.
Elementos de Darwinismo social y Spencer.
Yves Discurso pronunciado en la Teoría de la superioridad y el poder de la élite a
Limantour
ceremonia de
Clausura del partir de selección natural y predominio del más
Concurso Científico Nacional fuerte; los débiles carecen de las herramientas
(1901).
para triunfar en la evolución; sociedad e
individuos determinados por las leyes inmutables
de la naturaleza.
Elementos de Darwin, Determinismo biológico y
Darwinismo social.
84
2.3. Consideraciones adicionales
Traducciones e idioma: La traducción de las obras de Spencer en México
demuestra la gran transmutación que sufrieron las ideas del pensador inglés durante
el porfiriato. Se trata de dos textos de Spencer totalmente en su idioma original,
llamados The ancient mexican, de 1896, y Ancient Yucatan, de 1898, ambos
traducidos al español por los hermanos García, David y Genaro 3.
Lo que hay que subrayar de este hecho es que los hermanos García no sólo
tradujeron los trabajos, sino que hicieron sus propias correcciones a los textos, a los
datos, y añadieron información que creían podía complementar los escritos del autor
inglés. De esta manera se presentan dos casos de apropiación de las ideas de
Spencer en México: uno, vía las traducciones y modificaciones realizadas a sus
trabajos; dos, a través de las interpretaciones hechas a las lecturas de estos
trabajos traducidos y publicadas en periódicos o artículos, tales como el propio
Sierra.
La prosa. La elegante manera de escribir de Justa Sierra hace difícil a los autores
criticarlo de manera transparente. Su prosa tan correcta y sugestiva puede
enganchar a unos cuantos y persuadirlos de que escribe lo correcto. En cambio la
narrativa de Bulnes, debido a su confusa, controversial, y frenética manera de
escribir, hace que sea más asequible su crítica.
Leopoldo Zea: Priego (2016) menciona que Leopoldo Zea atribuyó de manera
forzada y a veces insostenible las ideas de Spencer a los científicos como ideología
del régimen de Díaz. No cree del todo en el trabajo de Zea porque duda que el
filósofo haya leído profundamente la obra de Spencer. ¿Cómo fue que los científicos
tuvieron acceso a los trabajos de Spencer y cómo fue que de verdad se convirtieron
a sus ideas? Según la autora, Zea falló en entender las diferencias entre el
positivismo comteano y el spenceriano4. Y por lo tanto la insistencia del filósofo
mexicano de que los científicos fueron spencerianos no se sustenta. Yo coincido
más con la opinión de Raat (1971), que si bien dice que Zea tenía una fijación por
las ideas de Spencer en los científicos, reconoce que el pensamiento del importante
filósofo mexicano pudo haber estado construido por varias corrientes ideológicas.
85
Spencer fue primero: Según Espina (2005) los primeros planteamientos de
Spencer aparecieron en 1857, un par de años antes de la publicación de la primera
edición de El origen de las especies.5 Para Jackson (2004) los conceptos de
Spencer se enmarcaron casi una década antes de que Darwin escribiera sus
propósitos evolucionistas6. Entre Darwin y Spencer existen influencias recíprocas,
pero si el segundo publicó antes y probable que haya influido a Darwin y luego éste
a Spencer. El mismo Darwin reconoce en El origen cuando toma el concepto de
Supervivencia del más fuerte de Spencer.
Autores extranjeros De mi investigación he comprendido que no sólo hay que
analizar las opiniones de los científicos, sino también la de los autores que los han
estudiado. Hay que revisar en estos autores su origen, su postura, su formación, el
lugar de donde realizan la investigación en torno a los científicos, etc.
Por ejemplo la autora Natalia Priego, de origen mexicano, hizo su estudio en
Londres y tal vez fue inevitable la adopción de ideas inglesas. Para ella, Spencer no
parecía tan cruel: él aceptaba simplemente las condiciones naturales y las leyes del
universo, las leyes que regían naturalmente la inferioridad y la superioridad, lo cual
es subjetivo porque Spencer veía las sociedades en comparación con la Victoriana,
en la que él vivía. Las ideas de Darwin y Spencer fueron desarrolladas en
sociedades europeas de condiciones económicas, sociales, políticas y raciales
distintas a la sociedad mexicana. Se trataba de una sociedad victoriana de matices
muy perfectamente perfilados, en contraste con la sociedad mexicana del Porfiriato.
Sobre las ideas de Estados Unidos y su expansionismo: Un punto poco
atendido por las investigaciones es la relación que tenían Estados Unidos y México
durante el porfiriato. La proximidad física permitió al país del norte aprovecharse de
las desventajas y carencias de México, además de transmitir el darwinismo social
norteamericano a los científicos mexicanos.
Los vecinos del Norte no tuvieron barreras de lenguaje para asimilar los
textos de Darwin o Spencer y se pronunciaron rápido a favor de las ideas que
querían gracias al acceso precoz de las fuentes originales. No esperaron las revistas
86
francesas o publicaciones en otro idioma, como sí lo hizo México. Gracias a esto el
darwinismo social tuvo su origen a través de pensadores de Estados Unidos,
quienes tomaron elementos de las ideas de Darwin y Spencer para desarrollar su
política imperialista y justificar su dominio expansionista.
De hecho durante el Porfiriato la política expansionista de Estados Unidos
competía con otros países de Europa como Francia, Alemania o Gran Bretaña en
orden de apropiarse de puntos estratégicos en el resto del mundo. Los
norteamericanos habían conquistado California, Nuevo México y pretendían más
expansión hacia el sur de América. Sin embargo, algunos expansionistas fueron
muy reflexivos en cuanto a apropiarse de territorio mexicano debido a la población
indígena7; opinaban lo contrario sobre unirse con Canadá, cuya población era en su
mayoría blanca. ¿Valía la pena expandirse a México y posteriormente invadir
América Central y el Caribe? El darwinismo social norteamericano poco a poco se
convirtió en un constructo social y biológico para justificar la superioridad
anglosajona y aprobar la expansión territorial de los Estados Unidos.
Por lo tanto, en mi opinión, Estados Unidos fue la otra fuente de transmisión
de las ideas de Spencer y darwinismo social en México. La proximidad geográfica,
el crecimiento comercial, la economía y la relación entre estos dos países hicieron
posible la llegada de las ideas de Spencer a México, pero solamente después de
que el país del Norte haya seleccionado y procesado su versión.
Es difícil evadir la influencia del darwinismo norteamericano en los científicos
del porfiriato, siendo Bulnes abiertamente admirador de Estados Unidos debido a
su raza superior y su sociedad industrializada.
Sobre las ideas de Francia: El caso de Comte fue distinto: las publicaciones fueron
importadas directamente de Francia como un cuerpo sólido y bien estructurado, una
doctrina que se incorporó sistemáticamente con el soporte del gobierno de Juárez
y en la Escuela Nacional preparatoria.
Los intelectuales mexicanos defendieron en gran medida las revistas de
origen francés, las cuales dieron una difusión muy lenta y tardía a las ideas de
87
Spencer. Estas revistas estaban fragmentadas y no tenían, probablemente, acceso
a toda la obra de Spencer, como la revista Revue des Deux Mondes, que Bulnes
leía8, o la revista Revue Philosophique de la France et de l´Estranger, conocida por
varios intelectuales mexicanos. La primera traducción de los ensayos de Spencer
en España apareció hasta 1878; y aunque muy probablemente llegó a México por
esa ruta, no hay evidencia de que así haya sido9.
Sobre Spencer: Los científicos sin duda fueron cautelosos en tratar las ideas de
Spencer, las cuales fueron reconfiguradas en Estados Unidos en un fenómeno
conocido como darwinismo social.
En el pensamiento de Spencer la sociedad inglesa era superior a otras del
continente europeo, particularmente Francia, Alemania y Holanda, porque fue la
primera capaz de construir máquinas y formar una sociedad industrializada. La
naturaleza del gobierno permitía que los ingleses tuvieran más libertad para tomar
sus decisiones, solventar sus problemas y desarrollar una mejor práctica social.
Para Spencer es importante permitir que la raza inferior se adapte y sensibilice a la
vida como una alternativa a desaparecer, morir o ser conquistado, pues ésta
siempre formó parte de un estado previo y bárbaro, un estado de evolución típico
de depredadores.
Sobre Darwin: En cuanto a Darwin, sus principales “teorías y propuestas,
acompañaron y tiñeron al México de la época revolucionaria; desempeñaron un
papel relevante como germen de la inspiración ideológica tanto en los albores del
estallido como en la revuelta popular”10
Aunque no conocían profundamente a Darwin, los discípulos de Barreda
fueron defensores evolucionistas de su teoría e inspirados evolucionistas. Según la
autora M. Demelas, durante finales del siglo XIX y principios del XX, en México “las
categorías darwinistas permitieron a las élites gobernantes acabar con la visión
teológica tradicional que había imperado durante la época colonial e introducir la
idea de progreso como objetivo central del nuevo proyecto político”. Si se ponían a
prueba las leyes científicas de la lucha por la existencia, selección natural y
88
supervivencia del más apto, entonces habría la posibilidad de sistematizar una
sociedad, de conformación pluriétnica, en condiciones desiguales. 11
Positivismo de Comte y Spencer: Los científicos estaban casados con dos
acepciones: la primera, que ellos eran el grupo político más poderoso del Porfiriato
mexicano; la segunda, que todos eran positivistas spencerianos o comteanos.
Sobre la segunda acepción, podría decirse que el positivismo gozó de dos
“manifestaciones”: la política, que desarrollaban los científicos a través de sus
actividades; y la educativa, ejercida por los positivistas ortodoxos que operaban en
los espacios académicos como la ENP o la Sociedad Metodófila Gabino Barreda.
La facción política fue identificada con el positivismo de Spencer, mientras que la
educativa fue identificada con el positivismo francés de Comte y Barreda.
En principio, el positivismo francés llegó a México para restructurar el modelo
educativo, y más tarde el sector político se haría de los principios positivistas y
añadiría los ideales de Spencer para mejorar la forma de gobernar el país. Como lo
comentan Ruiz y colaboradores, el positivismo en México se estableció inicialmente
con la tradición comteana y más tarde se consolidaría el spencerismo a través de
Justo Sierra, el más importante exponente de las ideas de Spencer, quien a través
de su postura política estructuró los cimientos para fundar la Universidad Nacional12.
Positivismo en México, entonces, se desarrolló primero con base en las ideas
de Comte y Barreda y luego se consagró con Spencer y Sierra. El comtismo quedó
oficialmente enmarcado en la Oración Cívica de Barreda de 1867, mientras que
spencerismo vio la luz principalmente gracias a la prensa de los científicos de inicios
de la década de 1870.
Esto va de la mano con lo que Glick (2013) señala: el positivismo tocó
Latinoamérica en dos versiones: Comteano ("positivismo social") y Spenceriano
("positivismo evolutivo"). El Comteano promovió más justicia e igualdad en la
sociedad mediante la aplicación de la ciencia. Mientras el Spenceriano (o evolutivo),
a través de la combinación de Spencer y Darwin, resaltó el progreso universal como
una evolución continua y unilineal de la civilización humana.
89
2.4. Reflexión final
El gobierno de Porfirio Díaz cree en los ideales de progreso, ciencia, industria y libre
comercio. Durante su mandato los “intelectuales descubren a Comte, Spencer y
Darwin”. Existe una aristocracia la cual es representada por la “clase urbana y
civilizada”. Sin embargo, la gran contradicción de estos hombres es que, en su
mayoría, no tienen una formación industrial o científica, no empresaria o progresista;
“son terratenientes enriquecidos por la compra de los bienes de la Iglesia o en los
negocios públicos del régimen”.13 Octavio Paz (1950) señala que el pasado siempre
ha estado presente, sólo que esta vez “enmascarado” por el progreso y la ciencia.
Los intelectuales del porfiriato se guían por el positivismo de Comte, en el de
Spencer y en la teoría de la evolución de Darwin. “El principio de igualdad de todos
los hombres”, siempre presente y abstracto, se rige ahora “por la teoría de la lucha
por la vida y la supervivencia del más apto”. Se justifica la organización de jerarquías
sociales, donde ya no son “la sangre, ni la herencia, ni Dios, quienes explican las
desigualdades, sino la Ciencia”14
Ante la falta de motes para llamar a estos personajes poderosos e
intelectuales, se les llamó como científicos. ¿Por qué se les llamó así? No se les
caracterizaba por hacer “ciencia” y no resaltaban en actividades verdaderamente
científicas, salvo contados casos. “Científico” era una palabra que denotaba
presencia y poder, relacionada con los altos cargos y privilegios del gobierno. No
era lo mismo llamarlos intelectuales, letrados
o pensadores. “Científico” era
sinónimo de conocedor absoluto, de ligadura al positivismo rampante.
Es indudable que los científicos hicieron suyas las ideas de Darwin, Spencer
y Darwinismo Social. Estas ideas justificaban su estatus como colectivo de élite y
como individuos superiores. Si bien son ideas controversiales y de difícil
apreciación, cumplieron su objetivo de acreditar la supremacía de unos hombres
sobre otros, lo que desató el arregló “natural” de la sociedad de finales del siglo XIX
y principios del siglo XX.
A lo largo de estas páginas he tratado de mostrar la relación que existía entre
los científicos y Porfirio Díaz. La agrupación científica, basada en argumentos
90
científicos y demostrables, era necesaria para los propósitos de Díaz de configurar
una nación moderna. El dictador nunca se jactó de estar rodeado de hombres como
ellos porque sabía de sus cualidades y de la impronta que podrían dejar en su
gobierno. La imagen de los científicos del Porfirito se constituye como la de aquellos
hombres poderosos y sabios que emplearon ideas científicas (Darwin, Spencer y
Darwinismo social) y que fueron necesarios para el gobierno dictatorial del General
Díaz; la imagen de Porfirio Díaz se establece como la del protagónico monarca que
dio estabilidad, modernidad y paz al país, reflejo meramente de la inclusión de
personajes como Sierra, Bulnes y Limantour en su equipo político.
Los científicos le daban sustento, “amor, orden y progreso” a la dictadura; la
dictadura les daba puestos políticos y cargos públicos perenes que representaban
poder y enriquecimiento. Los científicos daban lealtad, Díaz daba riquezas; los
científicos aseguraban educación, Díaz aseguraba plazas políticas; los científicos
controlaban la prensa, pero Díaz controlaba a los científicos. La autenticidad de la
dictadura vivía encarnada en el disfraz de los científicos, que usaron los argumentos
evolutivos y científicos para dominar diversas facciones del régimen porfirista. La
autenticidad de los científicos vivía bajo la mentira del héroe Porfirio Díaz, que
astutamente se rodeó de los hombres más prolijos durante su mandato.
He querido mostrar una faceta distinta que formó parte importante del México
decimonónico. La combinación de teorías evolutivas, aspectos sociales de biología,
relaciones verticales de gobierno (De Díaz a los científicos, de los científicos a sus
allegados), relaciones horizontales y elitistas (entre los mismos científicos), crearon
convenios de poder de los científicos hacia Díaz y de Díaz hacia los científicos,
además de una sociedad que sigilosamente se decantó a aceptar el rigor oligárquico
de un régimen totalitario.
Tradicionalmente se describe que en el cenit del porfiriato los científicos
tuvieron una participación decorosa en distintos campos: Sierra en la educación
homogénea de todos los mexicanos, Limantour en las finanzas para subsanar la
economía nacional y Bulnes en la prensa y en la toma de criterios liberales para la
política. Yo he querido mostrar que el rol de Sierra, Bulnes y Limantour va más allá
91
de sus funciones más sobresalientes y que realmente conformaron una camarilla
muy poderosa que detrás del telón y con teorías evolutivas se estableció como
indispensable en el gobierno de Porfirio Díaz.
92
3. Referencias bibliográficas
3.1 Subíndices
*Actualmente se les domina especiación alopátrida y simpátrica. La primera ocurre cuando dos poblaciones de
una especie se separan geográficamente y posteriormente alguna de las dos sufre algún cambio evolutivo; la
segunda puede darse en una misma área geográfica, por acción de poliploidía (multiplicación del número de
cromosomas) o la aparición de nuevos nichos ecológicos. En Neil. Campbell y Jane B. Recce. (Madrid:
Panamericana, 2007), p 488.
**Aquí sólo se describe la intención biológica de este concepto y cómo Darwin lo interpreto en El origen. En la
siguiente sección de este capítulo se explica el origen socioeconómico de la Lucha por la existencia y de la
Supervivencia del más apto, su tergiversado empleo en el caso de la especie humana y cómo contribuyeron en
la construcción del darwinismo social, pues una vez usados por Darwin en su teoría biológica, se reinterpretaron
en las ciencias sociales para explicar la evolución de las sociedades.
***En este apartado se presenta el positivismo mexicano. Para ello me baso en el extenso trabajo de Leopoldo
Zea, el cual de una detallada explicación del positivismo, particularmente del desarrollo, proceso y latencia de
éste en México. En el apartado anterior también utilicé referencias a Zea.
Evolucionismo, punto de partida
1Ana
Barahona y Érica Torrens, La evolución biológica en los libros de texto mexicanos de texto
mexicanos (Ciudad de México: UNAM, Centro de estudios filosóficos, políticos y sociales Vicente
Lombardo Toledano, 2017), 5.
2Barahona,
La evolución biológica, 17.
3Barahona,
La evolución biológica, 19.
Capítulo 1
1. Ideas de Darwin
1Concepto
explicado con base en Rosaura Ruiz G. y Francisco J. Ayala, “El núcleo duro del
darwinismo”, en El darwinismo en España e Iberoamérica, edit. Thomas F. Glick, Rosaura Ruiz y
Miguel Ángel Puig-Samper (Madrid: UNAM, Consejo Superior de Investigaciones Científicas y
Ediciones Doce Calles, 1999), 309, 310.
2Charles
Darwin, El origen de las especies (México: Universidad Veracruzana, 2008 [ver. 1997]),
155.
3La
descripción de estos procesos sigue las bases de Ruiz y Ayala, “El núcleo duro”, 311 y 312.
4Argueta,
El darwinismo en Iberoamérica Bolivia, 68.
5La serie de
conceptos evolutivos presentados sigue la línea propuesta de Argueta en El darwinismo
en Iberoamérica, 71.
6Darwin,
El origen, 228.
7Darwin,
El origen, 232.
8Argueta,
El darwinismo en Iberoamérica, 75.
93
9Ernst
Mayr, Una larga controversia Darwin y el darwinismo (Barcelona: CRÍTICA, 1992), 49.
10Darwin,
El origen, 232.
11Argueta,
El darwinismo en Iberoamérica, 83-86.
12Máximo
Sandín, “Sobre una redundancia social: el darwinismo social”, Asclepio Vol. LII, n.° 2
(2000), 37.
13Darwin,
14Ruiz
El origen, 155.
y Ayala, “El núcleo duro”, 315.
2. Ideas de Spencer: Evolución de la sociedad y los individuos
15Álvaro
Espina, “El darwinismo social: de Spencer a Bagehot”, Reis 110/05 (2005), 179.
16John
P. Jackson y Nadine M. Weidman, Race, Racism, and Science Social Impact and Interaction,
(ABC-CLIO, 2004), 80.
17Natalia
Priego, Positivism, Science, and “The Scientist” in Porfirian Mexico, a Reapprasail,
(Liverpool, Liverpool University Press, 2016), 95.
18Jackson,
Race, Racism and Science, 78.
19Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 97.
20Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 101.
21Jackson,
Race, Racism and Science, 81.
22Jackson,
Race, Racism and Science, 78.
23Espina,
“El darwinismo social”, 179.
24Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 11.
25Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 102.
26 Espina,
“El darwinismo social”, 180.
27Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 130.
28Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 140.
3. Darwinismo social
29Álvaro
Girón Sierra, “La economía moral de la naturaleza: darwinismo y lucha por la existencia en
el anarquismo español (1882-1914), en El darwinismo en España e Iberoamérica, edit. Thomas F.
Glick, Rosaura Ruiz y Miguel Ángel Puig-Samper (Madrid: UNAM, Consejo Superior de
Investigaciones Científicas y Ediciones Doce Calles, 1999), 250.
30Robert
Malthus, Primer ensayo sobre la población, trad., Patricio de Azcárate Díaz, (Madrid:
Alianza, 1995), 57-68.
31Sandín,
“Sobre una redundancia”, 37.
94
32Ruiz
y Ayala, “El núcleo duro”, 306-310.
33Máximo
Sandín, “Sobre una redundancia”, 37.
34Por
ejemplo Martín C. Martínez y Eduardo Acevedo, mencionados en el artículo de Thomas F.
Glick, “La recepción del darwinismo en el Uruguay” en El darwinismo en España e Iberoamérica,
edit. Thomas F. Glick, Rosaura Ruiz y Miguel Ángel Puig-Samper (Madrid: UNAM, Consejo Superior
de Investigaciones Científicas y Ediciones Doce Calles, 1999), 64.
35Girón,
“La economía moral”, 251.
36Federico Urales, “Anarquismo. Crítica de la sociedad presente. El exterminio de la vida”,
La Revista
Blanca, 118-678-681 (1903): 678, citado por Álvaro Girón Sierra, “La economía moral de la
naturaleza: darwinismo y lucha por la existencia en el anarquismo español (1882-1914), en El
darwinismo en España e Iberoamérica, edit. Thomas F. Glick, Rosaura Ruiz y Miguel Ángel PuigSamper (Madrid: UNAM, Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Ediciones Doce Calles,
1999), 261.
37H. Spencer, .Justice: being Part. IV of the Principles of Ethics (Lóndon & Edinburgh, 1891), 4, citado
por Felipe González Vicen, “El darwinismo social: Espectro de una ideología”, Anuario de filosofía
del derecho n.° 1 (1984): 168, 169.
38Argueta,
El darwinismo en Iberoamérica, 104.
39Argueta,
El darwinismo en Iberoamérica, 139.
40Rosaura
Ruiz Gutiérrez, Darwin, Sociedad y Política. https://fdocuments.co/reader/full/darwin-
sociedad-y-politica-rosaura-ruiz-encuentra-una-gran-diferencia-un-inmenso
41Juan
Madrid Vera, Adolfo Olea Franco y Rosaura Ruiz, “El darwinismo: una revolución teórica en
la biología”, LLULL, vol.4 (Ciudad de México: UNAM, Facultad de Ciencias, 1981), 158.
42Madrid,
“El darwinismo”, 158
43Beatriz
Urías Horcasitas, “El determinismo biológico en México: del darwinismo social a la
sociología criminal”, Revista Mexicana de Sociología Vol. 58, No. 4 (Oct. - Dec., 1996): 102.
44Marta
Irurozqui, “Desvío al paraíso. Socialdarwinismo y ciudadanía en Bolivia, 1880-1920” en El
darwinismo en España e Iberoamérica, edit. Thomas F. Glick, Rosaura Ruiz y Miguel Ángel PuigSamper (Madrid: UNAM, Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Ediciones Doce Calles,
1999), 266-273.
45Pilar
García Jordán, “Reflexiones sobre el darwinismo social. Inmigración y colonización, mitos de
los grupos modernizadores peruanos (1821-1919)”, Boletín Francés de Estudios Andinos 21 (1992):
961, 962.
95
Capítulo 2
1. Positivismo
1 Este
apartado se describe con base en la descripción que de este subtema hace R. Ruiz Gutiérrez
en Positivismo y evolución: introducción del darwinismo en México (México: UNAM, Facultad de
Ciencias, 1987), 2. La autora presenta brevemente sucesos y fechas acontecidos durante la segunda
mitad del siglo XIX para explicar la introducción del darwinismo en México; aquí se retoman esas
fechas y se hace un resumen de ese trabajo.
2Martha
Susana Esparza Soria, La cultura científica en México: imágenes del pensamiento evolutivo
en el periodo porfiriano. Tesis doctoral. (México: UNAM, 2014), 40,41.
3Leopoldo
Zea, El positivismo en México: nacimiento, apogeo y decadencia (México: FCE, 1968),
41.
4Zea,
El positivismo en México, 45.
5Zea,
El positivismo en México, 45.
6Zea,
El positivismo en México, 55.
7Zea,
El positivismo en México, 46.
8Zea,
El positivismo en México, 47.
9Zea,
El positivismo en México, 48.
10Zea,
El positivismo en México, 51.
11Zea,
El positivismo en México, 70, 71.
12Zea,
El positivismo en México, 162.
13Zea,
El positivismo en México, 163.
14Zea,
El positivismo en México, 166.
15Zea,
El positivismo en México, 174, 175.
16Zea,
El positivismo en México, 178.
17Octavio
Paz, El laberinto de la soledad, (México: CFE, 1999), 145.
2. Porfiriato y los científicos
18Leticia
Aquino Martínez, La participación del grupo de los científicos en las reelecciones de Porfirio
Díaz, [Tesis] (Ciudad de México: UAM, 2005), 13.
19Claudio
Lomnitz, El antisemitismo y la ideología de la Revolución Mexicana (Ciudad de México:
CFE, 2010), 12.
20Lomnitz,
El antisemitismo, 20,21.
21Lomnitz,
El antisemitismo, 69.
96
22Francisco
Xavier Guerra, México: del Antiguo Régimen a la Revolución I, 2 ed. (México:
FCE,1991), 82.
23Guerra,
México: del Antiguo I, 84.
24Guerra,
México: del Antiguo I, 128.
25Guerra,
México: del Antiguo I, 104.
26Guerra,
México: del Antiguo I, 108.
27Guerra,
México: del Antiguo I, 112.
28Guerra,
México: del Antiguo I, 380.
29Francisco
Xavier Guerra, México: del Antiguo Régimen a la Revolución II, 2 ed. (México: FCE,
1991), 82, 83.
30Guerra,
México: del Antiguo II, 87.
31Francisco Xavier
Guerra, La sucesión presidencial de 1910, la querella de las élites, (México: FCE,
1998), 14.
32Lomnitz,
El antisemitismo, 22.
33Guerra,
La sucesión presidencial, 48.
34Guerra,
La sucesión presidencial, 51.
35Guerra,
La sucesión presidencial, 53.
36Daniel
Cosío Villegas, Historia moderna de México. El porfiriato. La vida política interior (México:
Hermes, 1972), 753.
37Aquino,
La participación del grupo de los científicos, 22.
38Aquino,
La participación del grupo de los científicos, 22.
39AGN,
Fondo Francisco Bulnes, Vol.8, exp. 19, Limantour y Reyes, f 151
40Cosío
Villegas, Historia Moderna de México, 752.
41Francisco Bulnes, The Hole truth about México: President Wilson´s responsibility.
Trad. Dora Scott.
(New York: Book, 1916), 103.
42Lomnitz,
El antisemitismo, 14.
97
Capítulo 3
1.1. Francisco Bulnes
1Aquino,
La participación del grupo de los científicos, 90.
2Al
respecto véase el discurso pronunciado en la Segunda Convención Liberal por Francisco Bulnes
el 21 de junio de 1903, reproducido en Bulnes/1920), 1972, pp.337-338.
3Francisco Bulnes, El verdadero Díaz y
la Revolución, (México: CONACULTA, Cien de México, 2013
[1920]), 101.
4AGN,
Fondo Francisco Bulnes, caja 10, exp 7, Por qué se detesta a los científicos, .f.6.
5AGN.
Fondo Francisco Bulnes, exp 8, Instituciones, f.6.
6AGN,
Fondo Francisco Bulnes, caja 10, exp7, Por qué se detesta a los científicos, f-1.
7Francisco
Bulnes, El porvenir de las naciones hispanoamericanas, 1ª ed., México 1899.
8Bulnes,
El porvenir de las naciones, 11.
9Bulnes,
El porvenir de las naciones, 27.
10Manuel
Vargas, La Biología y la filosofía de la raza en México: Bulnes y Vasconcelos (Estados
Unidos, Universidad de San Francisco: 2009), 164. En Construcción de las identidades
latinoamericanas, ensayos de historia intelectual, siglos XIX y XX Editores: Aimer Granados García,
Carlos Marichal. El Colegio de Mexico (2009).
11Bulnes,
El porvenir de las naciones, 15.
12Bulnes,
El porvenir de las naciones, 26.
13Martin S. Stabb, “Indigenism
and Racism in Mexican Thought: 1857-1911”, Inter-American Studies,
Vol. 1, No. 4 (Oct., 1959): Cambridge University Press, 35.
14Bulnes,
El porvenir de las naciones, 42.
15Bulnes,
El porvenir de las naciones, 35.
16Vargas,
La Biología y la filosofía, 167, 168.
17Bulnes,
El porvenir de las naciones, 19.
18Vargas,
La Biología y la filosofía, 166.
19Stabb,
Indigenism and racism, 419.
20Bulnes,
El porvenir de las naciones, 48.
21Bulnes,
El porvenir de las naciones, 49.
22Bulnes,
El porvenir de las naciones, 354.
23William
D. Raat, Los intelectuales y la cuestión indígena, Historia Mexicana, Vol. 20, No. 3 (Jan. Mar., 1971), El Colegio de Mexico, 421.
24AGN-M/FFB.
Vol. 19. Exp. 27, ff. 8: “Mi última palabra sobre las razas indígenas”.
98
25AGN-M/FFB.
26Priego,
Vol. 19. Exp. 27, ff. I-2: “Mi última palabra sobre las razas indígenas”.
Positivism, Science, and “The Scientist”, 99.
27AGN-M/FFB.
Vol. 19. Exp. 27, ff. 8: “Mi última palabra sobre las razas indígenas”.
28AGN-M/FFB.
Vol. 19. Exp. 27, ff. -5: “Mi última palabra sobre las razas indígenas”.
29AGN-M/FFB.
Vol. 19. Exp. 27, ff. I-11: “Mi última palabra sobre las razas indígenas”.
30Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 10.
31Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 90.
32Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 10.
33AGN-M/FFB. Vol. 10. Exp. 7, ff. 4-5: “Por qué se detesta a los científicos. Toda la verdad, nd”.
1913
34AGN-M/FFB. Vol. 10. Exp. 7, ff. 4-5: “Por qué se detesta a los científicos. Toda la verdad, nd”.
1913
1.2. Justo Sierra
1Aquino,
La participación del grupo de los científicos, 99
2Aquino,
La participación del grupo de los científicos, 100.
3Rosaura
Ruiz, Ricardo Noguera y Juan Manuel Rodríguez, “Darwinismo en el México
prerevolucionario” en Darwin en (y desde) México. Coordinado por Rosaura Ruiz, Ricardo Noguera
y Juan Manuel Rodríguez. México: Siglo XXI editores: UNAM, 2015, 72.
4Ruiz,
et al, Darwinismo en el México, 70.
5Priego,
6Zea,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 25.
El positivismo en México, 307.
7Pilar
García Jordán, “Reflexiones sobre el darwinismo social. Inmigración y colonización, mitos de
los grupos modernizadores peruanos (1821-1919)”, Boletín Francés de Estudios Andinos 21 (1992),
961.
8Irurozqui,
9Ruiz,
“Desvío al paraíso”, 284.
et al, Darwinismo en el México, 73.
100bras
completas del maestro Justo Sierra, revisada y ordenada por Agustín Yáñez (México:
Universidad Autónoma de México, 1948) Las subsecuentes citas de algunos textos de Sierra serán
circunscritas a esta edición de sus trabajos, IX, 136.
11Justo
Sierra, “contestación a la Carta del doctor Fenelón, en Obras Completas, Vol, IV, p 359.
12Ruiz,
et al, Darwinismo en el México, 73.
13Rosaura
Ruiz, Ricardo Noguera y Juan Manuel Rodríguez, Darwin en (y desde) México, México.
Siglo XXI, 2015, 7.
14Zea,
El positivismo en México, 409.
15Zea,
El positivismo en México, 411.
99
16Zea,
El positivismo en México, 304.
17Justo
Sierra, Positivismo político, en Obras Completas, vol. IV, 240.
18Justo
Sierra, “Discurso en el acto de la inauguración de la Universidad Nacional de México”, en
Justo Sierra, Prosa (México: UNAM, 1990), 112.
19Justo
Sierra, “Discurso en el acto de la inauguración de la Universidad Nacional de México”, en
Justo Sierra, Prosa (México: UNAM, 1990).
20Justo
Sierra, Positivismo político, en Obras Completas, vol. IV, 238,
21Ruiz,
Survival of the fittest, 167.
22Justo
Sierra, “Discurso en el acto de la inauguración de la Universidad Nacional de México”, in
Justo Sierra, Prosa (México: UNAM, 1990), 112.
1.3. José Yves Limantour
1Aquino,
La participación del grupo de los científicos, 104.
2Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 31.
3José
Yves Limantour, Apuntes sobre mi vida [1921] (México: Porrúa, 1965), 236.
4Limantour,
5Aquino,
6Raat,
Apuntes sobre mi vida, 235.
La participación del grupo de los científicos, 61.
“Los intelectuales y la cuestión indígena”, 419.
7José
Yves Limantour, Discurso Clausura del Concurso Científico Nacional, Oficina impresora del
mimbre, Palacio Nacional (México: 1901), 4.
8Limantour,
Discurso Clausura del Concurso, 4.
9Limantour,
Discurso Clausura del Concurso, 4.
10Limantour,
Discurso Clausura del Concurso, 6.
11Limantour,
Discurso Clausura del Concurso, 9.
12Limantour,
Discurso Clausura del Concurso, 8.
2. Conclusiones y puntos a tocar
1Ruíz,
Survival of the fittest, 162.
2Priego,
3Ruiz,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 40.
survival of the fittest, 158.
4Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 2.
100
5Espina,
“El darwinismo Social”, 177.
6Jackson,
Race, Racism and Science, 78.
7Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 115.
8Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 111.
9Priego,
Positivism, Science, and “The Scientist”, 82.
10Ruiz,
et al, Darwin en (y desde) México, 7.
11Irurozqui,
12Ruiz,
“Desvío al paraíso”, 268. Tomado de pie de página del autor.
Survival of the fittest, 151.
13Paz,
El laberinto, 141.
14Paz,
El laberinto, 142, 143.
101
3.2. Bibliografía
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