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Biografía
Cuarta de los catorce hijos de Federico Augusto III (1696-1763), Rey de Polonia y Elector de Sajonia, y de María Josefa de Austria (1699-1757), María Amalia de Sajonia pasó su infancia entre Dresde, Pilnitz y Varsovia, a donde se trasladó tras el ascenso de su padre al trono polaco. Descrita por un testigo contemporáneo como una joven “alta y robusta”, tenía una fuerte personalidad, destacaba por su piedad religiosa y era muy aficionada a los animales, especialmente los exóticos, como monos y papagayos.
Su matrimonio con el futuro Carlos III (1716-1788), entonces Rey de Nápoles y Sicilia, fue ratificado en Portella (Nápoles) el 19 de junio de 1738, cuando María Amalia de Sajonia aún no había cumplido los catorce años de edad. Los Reyes tuvieron trece hijos: la Infanta María Isabel Antonia (1740-1741); la Infanta María Josefa (nacida y muerta en 1742); la María Isabel (1743-1749); la Infanta María Josefa Carmela (1744-1801), que permaneció soltera toda su vida; la Infanta María Luisa (1745-1792), Gran Duquesa de Toscana y Emperatriz de Alemania casada con Leopoldo II (1747-1792); el Infante Felipe (1747-1777), cuyos problemas de salud le excluyeron de la línea de sucesión al trono; el futuro Carlos IV (1748-1819), que sucedió a su padre en la Corona española; la Infanta María Teresa (1749-1750); el futuro Fernando IV de Nápoles y Sicilia (1751-1825), sucesor de Carlos III en ambos Reinos desde 1759; el Infante Gabriel (1752-1788); la Infanta María Ana (1754-1755); el Infante Antonio Pascual (1755-1817) y el Infante Francisco Javier (1757-1771). María Amalia de Sajonia fue una madre estricta e implicada personalmente en la educación de sus hijos.
Carlos III y María Amalia de Sajonia formaron una pareja bien avenida que compartía aficiones comunes como la caza, la pesca y la arqueología. Aunque fue una Soberana influyente, no parece que María Amalia de Sajonia interviniera de manera activa en la toma de decisiones políticas. Después de la muerte de Fernando VI sin sucesión, el 10 de agosto de 1759, y del ascenso al trono de Carlos III, María Amalia de Sajonia acompañó a su esposo hasta España. La salud de la Reina comenzó a resentirse poco después de su llegada a la capital española. María Amalia de Sajonia falleció en Madrid el 27 de septiembre de 1760. Aunque fue una Reina efímera para España, introdujo en nuestro país la tradición del Belén navideño. Sus restos reposan en el Panteón de Reyes del Monasterio de El Escorial.
Carlos III permaneció viudo hasta su muerte.
Fuente: Real Academia de la Historia (https://www.rah.es)