Mary Cassatt: Mujer sentada con un niño en brazos

Mary Cassatt (Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos, 22/05/1844 - Le Mesnil-Théribus, Francia, 14/06/1926: Mujer sentada con un niño en brazos, c. 1890.Mary Cassatt (Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos, 22/05/1844 - Le Mesnil-Théribus, Francia, 14/06/1926: Mujer sentada con un niño en brazos, c. 1890.
Óleo sobre lienzo, 81 x 65,5 cm.
Museo de Bellas Artes de Bilbao.


Existe cierta unanimidad a la hora de considerar Mujer a punto de bañar a su hijo adormilado (1880, Los Angeles County Museum of Art) como la primera obra en la que Cassatt afrontó la representación de mujeres (madres en ocasiones, pero también niñeras o cuidadoras) con niños.

Durante la década de 1870, el trabajo de la pintora se había concentrado, sobre todo, en la descripción de la vida cotidiana de las mujeres contemporáneas de un nivel cultural y social similar al suyo, a quienes había mostrado acudiendo al teatro y a la ópera, visitando museos y exposiciones, etcétera. Sin embargo, en la década siguiente su interés se trasladó desde lo público hacia los ámbitos femeninos más privados, dentro de los cuales las escenas de mujeres con niños se convirtieron en un asunto preferente. Al igual que otras pintoras de finales del siglo XIX, Cassatt acostumbraba a extraer sus temas de su entorno personal y familiar más cercano, dado que las rígidas normas sociales de la época dificultaban el acceso de las mujeres artistas a trabajar con modelos profesionales, o a pintar fuera de sus estudios. En este sentido, como explicación a su nuevo interés por estas escenas suele mencionarse el hecho de que en 1880 su hermano Alexander viajó con su esposa y sus cuatro hijos desde Estados Unidos para pasar el verano con la pintora y sus padres. Es probable que la presencia de sus sobrinos le sirviera de estímulo para desarrollar nuevos temas, pero no hay que olvidar que las representaciones de mujeres con niños de Cassatt recuperan una iconografía tradicional en la historia del arte occidental, la de las vírgenes con niño. Muchas de sus obras de la década de 1890 se inspiran en pinturas y esculturas del primer Renacimiento italiano, que tuvo oportunidad de conocer tanto en sus viajes por Italia como, sobre todo, en sus visitas al Museo del Louvre. En cualquier caso, se trata de un tema al que Cassatt, en plena madurez artística, dedicó, a través de óleos, pasteles y grabados, casi un tercio de su producción total, y con el que alcanzó una gran popularidad por su capacidad para mostrar sin sentimentalismo —aunque introduciendo gran número de gestos y detalles de ternura— las relaciones madre-hijo.

En Mujer sentada con un niño en brazos, de factura abocetada y reducida gama cromática, un niño de corta edad, en brazos de su madre o de su cuidadora, mira fijamente al espectador mientras la mujer, de espaldas, parece concentrarse en la preparación de su aseo. Las figuras son monumentales, quizás para enfatizar el contacto físico entre ambas, y están situadas en un espacio del que, a excepción de la jarra y la palangana colocadas a la izquierda, apenas se ofrecen datos, aunque el sillón, cuyo respaldo ocupa el primer término de la composición, sugiere que se trata de un agradable interior burgués. Salvo el hecho de que la mujer esté de espaldas, estos mismos elementos aparecen en otras escenas de mujeres con niños realizadas por Cassatt en esos años, como el óleo Madre y niño (c. 1890, Wichita Art Museum) o el pastel Mujer y niño delante de una repisa con una jarra y una palangana (1889, Musée d'Orsay, París), por ejemplo, que también comparten con la obra del museo otras características formales, como el desinterés por la descripción de los fondos o el hecho de que las figuras estén vistas de medio cuerpo. Más que como ejemplos de maternidades «reales», estas imágenes suelen interpretarse como un intento de Cassatt de crear representaciones simbólicas de las mismas. La visión fragmentada de las figuras y del espacio, el uso de una composición asimétrica y poco convencional, por su parte, debe relacionarse con su temprano descubrimiento y asimilación de la obra de Degas y de los grabados japoneses. El carácter abocetado del lienzo, pintado con una pincelada rápida y seca, podría llevar a pensar que se trata de una obra inacabada. Sin embargo, no hay que olvidar que el cuadro fue firmado por la artista, lo que prueba que para Cassatt se trataba de una obra terminada, y que este mismo abocetamiento aparece en otras obras de este periodo.

Mujer sentada con un niño en brazos pertenece al importante conjunto de piezas adquiridas por la Diputación de Bizkaia con destino al museo en la primera Exposición Internacional de Pintura y Escultura celebrada en Bilbao en agosto de 1919. El cuadro había formado parte del envío realizado por la galería de Paul Durand-Ruel (1831-1922), el primer galerista que comenzó a comprar obras a los impresionistas. Su local parisino había acogido en 1876 la segunda exposición de estos pintores, y fue pionero a la hora de organizar muestras monográficas de los artistas con los que trabajaba. Marchante de Cassatt desde 1881, su relación, aunque cordial, fue a menudo conflictiva, dado que Durand-Ruel era muy selectivo a la hora de apoyar las carreras de unos u otros artistas: las de Degas, Monet y Renoir se afianzaron gracias a él, no así las de Cassatt, Morisot, Pissarro o Sisley. Su galería aportó a la Exposición Internacional algunas de las obras más caras, además del Cassatt: Mar brava, de Claude Monet, Vista de Bazincourt y Sendero en el jardín de By, ambas de Pissarro, o una Cabeza de muchacha, de Renoir. De acuerdo a la documentación conservada en los archivos Durand-Ruel & Cie., Mujer sentada con un niño en brazos permaneció en manos de Cassatt hasta el 15 de junio de 1914, cuando fue comprado por la galería. [Miriam Alzuri]

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