Esta bella flor, también conocida como azucena híbrida, es una planta bulbosa de la familia de las herbáceas, utilizada principalmente como flor de corte, que se ha popularizado en los últimos años como parte esencial de arreglos y composiciones florales.
Ha experimentado un incremento en su producción debido a la demanda, ya que sus características físicas, la hacen resistente ante los procesos de deterioro posterior a su cosecha, lo que permite una duración extendida antes de que se marchite. Esta característica también permite que su tiempo de vida aprovechable se vuelva una ventaja para el ámbito de la floricultura, ya que posibilita su comercialización y traslado sin comprometer su integridad.
Existen ciertas especificaciones al cosechar la flor de lilium que potencian sus beneficios, ya que el momento en el que se realiza el corte es fundamental. Si se realiza demasiado pronto, puede que los botones no lleguen a florecer, o si se cortan ya habiendo pasado el momento propicio, las flores no tendrán la frescura y duración esperadas, por lo que su tiempo de vida se reducirá drásticamente.
El momento adecuado, según los expertos, es cuando los botones florales han alcanzado su tamaño final de desarrollo.
El color es también un indicador importante a considerar, ya que los colores intensos en los botones indicarían que la floración está próxima, por lo que la flor comenzará a marchitarse rápidamente. Por esta razón, el momento óptimo para recolectarla es cuando los botones han tomado ya una coloración uniforme, pero aún pálida.
Para que esta flor resista lo esperado y se pueda aprovechar su esplendor y belleza el mayor tiempo posible, debe ser manipulada con delicadeza y cuidado. Después del corte, los tallos deben mantenerse hidratados, una práctica común es quitar las hojas adheridas al tallo para facilitar la absorción del agua, lo que mantendrá fresca la flor por más tiempo.
Las posibilidades ornamentales de la flor de corte lilium no son casualidad, pues derivado de su amplia gama de colores y tonalidades, son perfectas para decoraciones en eventos importantes, especialmente cuando se desea dar un toque de frescura y vida a los espacios que se adornan con ellas.
Además de belleza, lleva consigo también bellos significados, pues dependiendo de su color suele relacionarse a diversos sentimientos. Las blancas aluden a la pureza y a la inocencia, el amarillo a la alegría y a la prosperidad, mientras que las que tienen tonos azulados se asocian a las buenas noticias y al éxito.
Debido a esta gama de significados, es muy común que las lilium formen parte de los arreglos florales destinados como obsequio en ocasiones especiales. En el mes de mayo, una de las ocasiones especiales más recurridas para regalar flores, es el Día de la Madre, por lo que su demanda aumenta en esta época del año, al igual que las de otras flores de corte como las rosas y las gerberas.
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