¿Por qué era predecible que Biden le “soltara la mano” a Netanyahu? - MDZ Online
Conflicto

¿Por qué era predecible que Biden le “soltara la mano” a Netanyahu?

¿Qué pasó entre Washington y Tel Aviv? ¿Joe Biden le “soltó la mano” a Benjamín Netanyahu? Si es así, ¿por qué lo hizo? Y yendo un paso más, ¿era esperable que actuara de esta manera?

Miguel Diaz viernes, 10 de mayo de 2024 · 09:00 hs
¿Por qué era predecible que Biden le “soltara la mano” a Netanyahu?
Foto: EFE

La relación entre el socialdemócrata -cada vez más socialista y menos demócrata- Joe Biden, y el conservador -y nacionalista- Benjamín Netanyahu nunca fue buena. Más bien siempre reinó la desconfianza. Pero no tanto por un tema ideológico sino más bien de intereses -nacionales y particulares-.

En la Administración Obama-Biden (2009-2017) el encargado -en buena parte- de las relaciones internacionales fue el entonces vicepresidente Biden. En aquellos años, en Israel gobernaba también Netanyahu (2009-2021). Pero el vínculo entre ambos gobiernos no era bueno. Netanyahu siempre desconfió. Y tenía sus razones. Cabe recordar cómo el gobierno estadounidense lo dejó solo -incluso en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas- en el avance de los asentamientos israelíes en territorios palestinos. O el nefasto Pacto nuclear con Irán, que permitió al régimen de los Ayatolás burlarse de la comunidad internacional y desarrollar un peligroso programa de enriquecimiento de uranio que hoy amenaza a la región y el mundo. Solo un hecho más para refrescar la memoria: Obama “le dio vuelta la cara” a Netanyahu y no lo recibió cuando este visitó Washington en 2015. Y la lista podría continuar con un largo etcétera.

Netanyahu, primer ministro de Israel. 

El destino quiso que, luego del paso de Donald Trump por Washington y Naftalí Bennett y Yair Lapid por Tel Aviv, Biden y Netanyahu se vuelvan a encontrar en el poder de sus respectivos países. Y la historia, para bien o para mal, se ha repetido.

Yair Netanyahu, hijo del primer ministro, ha sido un férreo crítico de Biden y de uno de los grandes financistas de su campaña electoral: el especulador George Soros. De hecho, las acusaciones contra el controvertido financista húngaro-estadounidense no son nuevas y han sido realizadas tanto por Netanyahu hijo como por su padre.

Sin ir más lejos, en medio de las protestas contra una reforma judicial que impulsaba Netanyahu pocos meses antes del atentado de Hamás del 7 de octubre de 2023, Yair Netanyahu acusó a la Administración Biden de estar promoviendo las movilizaciones para derrocar al gobierno de su padre.

Luego vino el ataque del grupo terrorista que se llevó la vida de 1200 israelíes y lo demás es historia conocida. Pero lo cierto es que el repentino y duro golpe de la agrupación yihadista obligó al primer ministro israelí a olvidar -al menos en el corto plazo- sus diferencias con el presidente estadounidense. Sin embargo, la desconfianza siempre estuvo latente y es por eso que si bien la posterior ofensiva israelí contó con el apoyo del Pentágono y del Departamento de Estado, Netanyahu sabía que más temprano que tarde las cosas iban a cambiar.

Aquí hay que añadir otro elemento no menor: desde comienzo de este año, en plena campaña interna del Partido Demócrata, comenzaron a aparecer grupos radicales de izquierda que boicotearon la candidatura de Biden -quien busca su reelección en los comicios generales del 5 de noviembre próximo-. Ya sea en las votaciones primarias en los estados o en los actos de campaña que realizaba el dirigente de 81 años, se hacían presentes estos grupos propalestinos, cada vez más numerosos.

La situación fue escalando hasta que en las últimas semanas grupos estudiantiles -con agentes externos infiltrados- tomaron la Universidad de Columbia en Nueva York con reclamos “propalestina” que, en algunos casos, se tornaban en “pro-Hamás”. Tal como una llama que se extiende rápidamente por el pasto seco, de pronto unas 145 casas de altos estudios -de las más prestigiosas del país- fueron sacudidas por campamentos estudiantiles que obligaron a la suspensión de clases y se caracterizaron -en muchos casos- por actos vandálicos, desmanes y descontrol. El caos continúa aún hoy.

¿Quién está detrás de estas protestas? Los grandes donantes del Partido Demócrata. Comenzando por el tristemente mencionado George Soros. En este marco, ¿cuánto tiempo podría pasar para que Biden cambiara su política exterior hacia Israel? Era cuestión de días y Netanyahu lo sabía.

Es por eso que el líder conservador-nacionalista del Likud, en el medio de la reciente polémica por la retención de bombas y proyectiles de artillería, le recordó a su par socialdemócrata estadounidense que Israel ya se independizó hace 76 años bajo un embargo de armas. “Si necesitamos estar solos, estaremos solos”, sostuvo. Por si quedaba alguna duda de que Israel seguirá adelante con o sin ayuda extranjera, el ministro de Defensa, Yoav Galant, agregó: “A nuestros amigos y enemigos les digo que lograremos nuestros objetivos”.

Para coronar este capítulo, el rival de Biden, el republicano Donald Trump, fiel a su estilo directo, sostuvo que lo que está haciendo el presidente demócrata con Israel simplemente es “vergonzoso”. Asimismo, responsabilizó al 100% a su contrincante por el descontrol desatado por las protestas propalestinas: “¡Joe el corrupto está cediendo ante las turbas proterroristas de extrema izquierda porque sus donantes las están financiando, y es demasiado débil para exigir ley y orden!”, apuntó en una publicación en Truth Social.

Entonces, ¿Biden le soltó la mano a Netanyahu? Todo parece indicar que sí pero, a la luz de los hechos, no debería sorprender que así sea. Mientras tanto, el primer ministro israelí avanzará solo sobre Rafah, el presidente demócrata estadounidense deberá lidiar con la izquierda de su propio partido que está boicoteando su candidatura y Trump se afianzará como el aliado histórico de Israel a seis meses de las elecciones presidenciales más importantes del mundo. Todo un tablero de ajedrez cuyo desenlace es impredecible.

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