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La guerra civil de Kirsten Dunst: "Lo que m�s me preocupa hoy son los derechos de las mujeres y el control de armas en EEUU"

La actriz interpreta a una fotoperiodista desencantada en 'Civil War', una pel�cula de Alex Garland que convierte la actual hiperpolarizaci�n pol�tica en EEUU en una guerra civil

Kirsten Dunst
irsten Dunst.Amy SussmanWireImage
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Kirsten Dunst se fue a la guerra, o m�s bien la guerra vino a Kirsten Dunst, porque el brit�nico Alex Garland, que ya dirigi� a una Natalie Portman guerrera en Aniquilaci�n (2018) y a una Alicia Vikander rob�tica en Ex Machina (2014) -dos t�tulos ic�nicos de la m�s reciente ciencia ficci�n-, especula en Civil War sobre una posible nueva guerra civil en Estados Unidos. La pel�cula llega a los mejores cines el pr�ximo 19 de abril. �Soy muy fan de los guiones de Alex Garland, en particular de Ex Machina�, cuenta la actriz nacida en Point Pleasant, un suburbio de New Jersey, hace 44 a�os.

Y nosotros hablamos de los mejores cines porque Civil War es de esas pel�culas b�licas que, con un buen sistema Dolby Cinema, proporcionan al espectador la sensaci�n de que las r�fagas de plomo atraviesan su t�rax en diagonal en cuanto las ametralladoras empiezan a tabletear, que es lo que sucede casi todo el rato. Una pel�cula totalmente inmersiva con un doble objetivo: por un lado, hace sentir en propia carne al espectador los efectos de esas guerras del telediario -Ucrania, Gaza, Yemen-. Eso en caso de que viva en Estados Unidos. Y ya para cualquier hijo de vecino, plantear la posibilidad de una segunda guerra civil americana como si ya estuviera sucediendo, aqu� y ahora.

Kirsten Dunst afirma que no influy� para nada en esta historia porque �el guion ya estaba escrito�, pero, al contemplar Civil War es imposible que las turbadoras im�genes del asalto al Capitolio, en aquel aciago 6 de enero de 2021, cuando la sede del Congreso se llen� de energ�menos fan�ticos de Trump, no acudan a la mente, una tras otra. Sobre todo en el tramo final, cuando las tropas rebeldes llegan a la Casa Blanca. La actriz, que apoy� a John Kerry y a Barack Obama en sus respectivas campa�as presidenciales, admite que aquel episodio, sin duda uno de los m�s fuertes en la historia de Estados Unidos (al margen de guerras, magnicidios, atentados y matanzas escolares), �demostr� al cineasta que no iba desencaminado con su pel�cula�. Dunst a�ade que �est� cansada de responder a preguntas pol�ticas�.

Para saber m�s

Mal comienzo cuando Civil War se abre con el discurso de un presidente, interpretado por Nick Offerman, que puede recordar a Donald Trump. Sus compa�eros acuden al rescate. El brasile�o Wagner Moura, conocido por haber sido Pablo Escobar en la serie Narcos, afirma que �no se trata de Trump, sino que podr�a ser cualquier presidente. La pel�cula no ha sido concebida al servicio de ninguna agenda pol�tica. Garland la pens� para que cualquiera, ya sea liberal o conservador, pudiera proyectar sus miedos, y para que todos, ante tal despliegue de horror, pudieran estar de acuerdo en que una guerra civil en Estados Unidos es algo a evitar�. Y su compa�era de reparto Cailee Spaeney a�ade que �Garland siempre deja un espacio en sus pel�culas para que el p�blico se implique y participe. Nosotros tres tambi�n inyectamos nuestras propias ansiedades en el guion. Pero creo que es una pel�cula esperanzadora. La idea es que todos lleguemos a pensar que para evitar esa guerra hay que estar abierto al di�logo�.

En la pel�cula, Dunst, Moura y Spaeny interpretan a tres periodistas que, con algunos compa�eros m�s, atraviesan un pa�s en llamas, sembrado de muerte y destrucci�n, de cad�veres y tiradores de �lite, con la loca idea de entrevistar a un presidente acorralado por una alianza tan improbable como la de rebeldes de Texas y California, dos estados no demasiado afines en lo que se refiere a la tenencia de armas.

Kirsten Dunst dice que se siente �orgullosa de haber participado en esta pel�cula� en la que Jesse Plemons, padre de sus dos hijos, interpreta a un patri�tico psic�pata de gatillo f�cil y gafas de montura roja. �Lo que m�s me preocupa �ltimamente�, confiesa la actriz �son los derechos de las mujeres y el control de armas en Estados Unidos. Es terrible. Sentirte preocupada por el mero hecho de estar en un parque, en un lugar p�blico, es algo asociado �ntimamente a ser madre, o padre en Am�rica hoy. Me acuerdo perfectamente de cuando ocurri� la masacre en la escuela primaria de Sandy Hook en 2012. Ah� me di cuenta de que si no cambiaban las leyes entonces, ya no ocurrir�a nunca. El problema de las armas en Estados Unidos es una aut�ntica locura�.

Sin duda por eso, hace poco m�s de una d�cada, se nacionaliz� alemana. El f�sico de lanzadora de jabalina teutona que podr�a haber inaugurado los JJ.OO de 1933 no le toc� en una t�mbola. Su padre es de Hamburgo y trabajaba en Siemens; su madre, de ascendencia germ�nica y sueca, volaba como azafata con Luthfansa. Pero Kirsten Dunst, que no trabajaba desde que rod� El poder del perro en Nueva Zelanda en 2020, sigue viviendo en Am�rica, entregada al cuidado de sus dos hijos, nacidos en 2018 y 2021, y no parece la persona m�s feliz del mundo. Ni en la pel�cula, ni en el mundo real. Aunque puede que quiz�s, simplemente, no se moleste en aparentar felicidad, como hace el resto del mundo.

En la pel�cula, cuyo explosivo arranque recuerda poderosamente al de la no menos anticipatoria Hijos de los hombres (Alfonso Cuar�n, 2006), Dunst est� cansada de fotografiar horrores. En la vida real, de las preguntas pol�ticas. Lo cierto es que esta compatriota de Schopenhauer que empez� como actriz infantil -su primer papel acreditado fue en La hoguera de las vanidades (Brian de Palma, 1990)-, siempre ha estado envuelta en un aura de melancol�a. Y lo demostr� Lars von Trier, que la convirti� en la encarnaci�n de la bilis negra en su hom�nima obra maestra, Melancol�a (2011), por no hablar de Las v�rgenes suicidas (1999), la primera de las cuatro pel�culas que rod� con la gran Sof�a Coppola. No deja de ser curioso que, en Civil War, entable una relaci�n casi materno-filial con la jovenc�sima reportera encarnada por Spaeney, que acaba de ser Priscilla Presley a las �rdenes de la misma Sofia Coppola. Es sacar el tema y Spaeney se deshace en elogios ante su colega y entona una ristra de cumplidos ante los cuales Dunst no sabe si mantenerse esc�ptica o romper a llorar: �No sabes lo importante que ha sido para m� como modelo, porque ha tenido una de las carreras m�s variadas�, etc�tera. Dos o tres a�os antes de trabajar para Von Trier, Dunst ingres� voluntariamente para curarse de una depresi�n en Cirque Lodge, la cl�nica de Utah en la que, por la misma �poca, Lindsay Lohan tambi�n estuvo, aunque por motivos distintos. La sonrisa de Dunst es lo que nos seduce, pero su tristeza infinita es lo que conquista nuestros corazones.