El propio intendente de Asunción, Óscar “Nenecho” Rodríguez, confirmó que utilizó bonos de la municipalidad para el pago de honorarios. A partir de esa confesión, el abogado Guillermo Duarte Cacavelos analizó en qué marco penal podría enmarcarse esa acción.
El contralor general de la República, Camilo Benítez, habló hoy sobre la documentación remitida por parte de la administración de Óscar “Nenecho” Rodríguez acerca de los bonos de G. 500.000 millones. “No tenemos todavía suficientes elementos para dar un tipo de conclusión sobre el tema”, reconoció el funcionario.
La diputada Rocío Vallejo señaló que corresponde una investigación de oficio de la Fiscalía ante el “escándalo de corrupción” con respecto al destino de los G. 500.000 millones en bonos que ejecutó la Municipalidad de Asunción, a cargo de Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-HC). También insistió en la intervención de la Comuna asuncena.
Un pozo ciego que cubre la mitad de la calle Guavira, en el barrio San Pablo, apeligra a estudiantes del Colegio Pablo L. Ávila por encontrarse pegado a la vereda. Las denuncias ya fueron realizadas ante las autoridades pertinentes del Ministerio de Educación y la Municipalidad de Asunción, pero sin respuestas.
A las cansadas, Óscar “Nenecho” Rodríguez terminó confesando lo que ya se presumía, es decir, que los más de 500.000 millones de guaraníes obtenidos mediante la emisión de bonos en los últimos años, que debían invertirse exclusivamente en obras físicas, fueron desviados sobre todo al pago de sueldos, pese a que el art. 197 de la Ley Orgánica Municipal (LOM) prohíbe realizar operaciones de crédito público para financiar gastos corrientes. La práctica anual del “bicicleteo” no puede continuar por los siglos de los siglos. Nenecho Rodríguez debe forzar su imaginación para ofrecer otras explicaciones, porque las que hasta ahora ha dado le complican aún más.
En el informe del intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR - HC) a la Contraloría General de la República, este optó por esconder los datos sobre en qué se usaron los G. 500.000 millones en bonos que eran para obras, pese a que públicamente se sostiene que fue en salarios y compras varias.