Finalmente, Carlos III no verá a su hijo Harry en Londres. El propio duque de Sussex lo ha anunciado a través de un comunicado alegando que, por incompatibilidad de agendas, no será posible verse en la capital británica.
Harry viajó este martes en solitario a Reino Unido para asistir a la ceremonia de Acción de Gracias de los Juegos Invictus, una competición creada por el duque de Sussex en 2014 para ayudar y motivar la práctica del deporte en veteranos y heridos de guerra. Se trasladó hasta Londres un día después de celebrar el cumpleaños de su hijo Archie en California y, pese a que todo apuntaba a que coincidiría con su progenitor, finalmente no será así.
"Lamentablemente, no será posible debido al programa completo de Su Majestad. Por supuesto, comprende la agenda y otras prioridades de su padre y espera verlo pronto", explica la oficina de duque de Sussex, que vio por última vez a su padre el pasado mes de febrero, cuando este anunció oficialmente que había sido diagnosticado de cáncer.
Cabe decir que horas antes de la llegada a Londres del hijo menor de Diana de Gales, el monarca había deslizado que estaba demasiado ocupado para reunirse con él, tal y como publicó Daily Mail. Este viaje del duque ha coincidido con el primer aniversario de la coronación de su padre, el 6 de mayo del año pasado.
Después de tres meses de descanso para recibir tratamiento oncológico, el rey de Inglaterra ha retomado estos días el trabajo presencial para demostrar que la enfermedad no le ha arrebatado del todo la energía ni mucho menos las ganas de cumplir con sus obligaciones.
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