linea_separadora

El director holandés Paul Verhoeven fue uno de aquellos creadores que llegó a Hollywood, tocó el cielo con los dedos y cayó en el olvido. Seguramente los norteamericanos no supieron lidiar con su obra, demasiado provocadora, y a sus películas me remito. Un provocador con un talento inmenso. Al principio de su carrera sus películas causaron polémica, porque su trabajo era considerado demasiado violento y sexualmente explícito y en algunos sectores disgustó el tratamiento que hacía de la homosexualidad, la religión o la prensa (“Delicias Turcas”, “Keetje Tippel”, “Spetters”,…), y tuvo que irse de los Países Bajos hacia los EE.UU., donde firmó algunos de sus grandes éxitos para Hollywood (“Robocop” o “Starship Troopers“). Luego se encontró con el mismo problema en Hollywood, y como ya le había sucedido antes, levantó muchas ampollas (“Showgirls”, “Los señores del acero” y “Instinto Básico”) así que se volvió a Europa para sus siguientes producciones. Hoy, con casi ochenta años, sigue fiel a sus obsesiones, su estilo y, claro, su facilidad para tocar la fibra.

Entre las películas más olvidadas del director holandés se cuenta “Los señores del acero” (traducción muy libre del original “Flesh and blood“), su primera película de producción norteamericana, protagonizada por un reparto multinacional encabezado por su actor fetiche Rutger Hauer, junto a Jennifer Jason Leigh, Tim Burlinson, Simón Andreu, Bruno Kirby, Jack Thompson, Blanca Marsillach, Brion James, Susan Tyrrell y Héctor Alterio. Aunque es una película de mediados de los años ochenta es más que evidente su similtud con la serie de televisión de “Juego de Tronos“, que llegó cuarenta años más tarde. En ambas el relato se construye y, a su vez, queda sepultado por la violencia, la crudeza, el sexo, la conspiración y corrupción en palacios medievales.

Ambientada en Europa el año 1501, la historia nos cuenta como la joven princesa Agnes es raptada por una banda de mercenarios dirigida por Martin, que se dedica al robo de reliquias y que tiene como nuevo objetivo vengarse de su antiguo señor, Arnolfini. Martin forma un ejército con todo el dinero que ha conseguido vendiendo reliquias robadas y secuestra a la prometida del hijo de Arnolfini, a la que salva de ser violada por sus hombres y de la que conseguirá su amor a modo de agradecimiento. Pero… ¿será su devoción fingida, con el único objeto de salvar su vida, o realmente Agnes se habrá enamorado del líder de los sanguinaros mercenarios?

Basada parcialmente en fragmentos no utilizados de la serie holandesa “Floris“, en la que debutaron Paul Verhoeven y Rutger Hauer, en un guion sin terminar titulado “Los mercenarios”, y la adaptación cinematográfica del asedio de la ciudad de Münster, “Los señores del acero” retrata la suciedad y la crudeza de la Europa medieval con cierto tino. Hay que poner en valor el trabajo del director de fotografía Jan de Bont, al que muchos recuerdan por su labor como director de “Speed” y “Twister“. Lamentablemente el exceso en las escenas de violencia y sexo hizo que en algunos países la película tuviera una circulación muy restringida, y en otros incluso no llegó a proyectarse, pero el éxito de las siguientes películas de Paul Verhoeven en Hollywood, “Robocop” (1987), “Desafío Total” (1990), “Instinto Básico” (1992) y “Showgirls” (1995), hizo que algunos de los que le dieron la espalda la devolvieron a la cartelera.

linea_separadora

Where to watch Los señores del acero