Una poderosa empresa de biotecnología ha logrado un innovador avance que le permite clonar a las figuras más influyentes de la historia con sólo restos de su ADN. Sin embargo, detrás de la fachada corporativa, existe un culto satánico que pretende robar el Santo Sudario de Cristo, para obtener el ADN de Jesús.
Durante el robo de la Sábana Santa, un sacerdote es asesinado y Laura, una estudiante de arte de intercambio, es secuestrada. Pero con su último aliento, el sacerdote se ofrece para que el Arcángel Miguel reencarne en su cuerpo y así pueda derrotar a Satanás atándolo una vez más en el Infierno.
Cada minuto cuenta y, con la presión del tiempo encima, Miguel debe encontrar a Laura, quien ha sido elegida para convertirse en la madre de la criatura que albergará el alma de Lucifer. El culto, por su parte, intentará por todos los medios revivir al maligno para que libere el infierno sobre la Tierra y someta a la humanidad a las tinieblas.
EN PALABRAS DEL DIRECTOR
Sabía que al hacer una película como LA CONSPIRACIÓN DEL DIABLO teníamos que correr riesgos; lo que no esperaba es que todos valdrían la pena. No todos los días tienes la oportunidad de hacer una película como esta y trabajar con compañeros que te animan a profundizar, volverte loco y poner a prueba tus límites. Y precisamente empujar los límites es lo que exigía el guion, lo que buscamos llevar a la pantalla a lo largo de toda la producción.
Cuando trabajaba con mi director de fotografía, le di permiso para fracasar, para abrazar la oscuridad. Los equipos de diseño de producción y vestuario se pusieron a la cabeza con una ejecución audaz. Nos arriesgamos con el casting, lo que rindió frutos. Le di permiso al compositor para experimentar, para fusionar los conceptos de lo antiguo y lo nuevo; de la religión y la ciencia. El resultado: una de mis partituras favoritas de todos los tiempos.
Al final entregamos una película que es implacablemente entretenida, compleja y rápida: una descripción divertida de la batalla final entre el bien y el mal.
Foto: Especial
