El tesorero municipal o El cambista y su mujer
1538. Óleo sobre tabla, 79 x 107 cmDepósito en otra institución
Esta es una de las pocas pinturas de Marinus perteneciente a la Colección Real cuya presencia en España se remonta al siglo XVIII, y desempeñó un papel decisivo en el redescubrimiento de la obra del pintor. Sin embargo, cuando se incluyó por primera vez en el inventario de la colección de Isabel de Farnesio en 1746 fue atribuida a Lucas van Leyden (1494-1533). En 1843 se hizo un primer intento por descifrar la firma, y apenas veinte años más tarde el cuadro fue relacionado con Marinus, el pintor mencionado por Karel van Mander en 1604. En el siglo XVIII fue descrito como una representación de la codicia por Antonio Ponz, que lo interpretó como una alegoría de ese pecado capital.
Los extravagantes tocados enfatizaron aún más la interpretación negativa de la pintura. Mientras que dichos tocados distanciaban a las figuras de sus espectadores contemporáneos, no sucedía lo mismo con las monedas que aparecen sobre la mesa, procedentes de distintas partes de Europa occidental. Acuñadas en diferentes épocas, evidencian la creciente importancia que adquirieron las grandes monedas de plata, que transformaron el mercado monetario internacional en el siglo XVI. Pueden identificarse los diez cruzados de Manuel I de Portugal; los cuatro excelentes de los Reyes Católicos acuñados en Segovia; el escudo del sol francés, que se utilizó durante los reinados de Carlos VIII y Luis XII; el joachimsthaler de plata de Bohemia con el león de doble cola en el reverso; y el snaphaan, la primera gran moneda de plata emitida en los Países Bajos en 1508 por Carlos II de Egmond, duque de Güeldres. Estas monedas se pueden entender como una alusión a los poderes financieros, que se manifestaban en una política monetaria negociada por los gobiernos centrales pero que tenía un efecto real sobre los precios y los salarios a nivel local. El libro de cuentas incluye una relación de las anualidades vitalicias pagadas en la unidad de cuenta local, y los papeles del estante muestran otro registro de anualidades, solo parcialmente legible, que también aparece en el Tesorero municipal de San Petersburgo (conocido como Los recaudadores de impuestos) (inv. 423). Keith Moxey sugirió que estos pagos de anualidades convertirían al personaje que verifica el peso de las monedas en un agente o tesorero municipal, y que el cuadro estaría dirigido a un público familiarizado con la inversión de capitales. Así pues, el contenido de las anotaciones permite identificar de manera más precisa al hombre que pesa las monedas con un tesorero municipal, que en virtud de su cargo también habría sido responsable de la comprobación del valor de las monedas extranjeras.
El examen técnico de la pintura reveló el uso de un calco para transferir la composición a la tabla. Inicialmente la mujer llevaba un tocado diferente, con una tela suelta que le cubría el mentón y se ataba junto a la sien con un lazo decorativo. Durante el proceso pictórico el diseño se cambió por un tocado cubierto con una tela blanca que cae sobre sus hombros. Ninguno de esos tocados femeninos era típico de los Países Bajos en esta época pero recuerdan la moda del sur de Alemania. Marinus, que conocía los grabados de Alberto Durero (1471-1528), probablemente copió el accesorio de una entalladura del artista alemán (Christine Seidel en Marinus. Pintor de Reymerswale, Museo Nacional del Prado, 2021, pp. 104-106).